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En busca del tiempo perdido o de lo perdido, lo que aparezca

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  • En busca del tiempo perdido o de lo perdido, lo que aparezca

    Signos y símbolos
    Por René Delgado

    De signos y símbolos estuvieron plagados estos días. Significativo el nuevo nombramiento de Bernardo de la Garza. Simbólica la decisión de construir la refinería. Significativos algunos candidatos plurinominales del panismo. Simbólica la visita de Barack Obama. Definitoria la edificación de una torre en lugar de un arco conmemorativo.

    Donde se esperaban signos, hubo símbolos. Donde se esperaban símbolos, hubo signos. Tal trastocamiento deja la impresión de que la administración calderonista representa lo que se pretende ser, pero no es lo que representa.


    * * *


    La salida de Bernardo de la Garza de la Coordinación de Proyectos Especiales de la Presidencia de la República y su llegada a la dirección de la Comisión Nacional del Deporte resultan significativas.

    Ese movimiento, operado en apenas 10 meses, revela que los proyectos presidenciales no son tan especiales y que el deporte no es una prioridad de la administración. Si la trayectoria de Bernardo de la Garza se resume en una zigzagueante duda política existencial, los dos nombramientos recibidos reflejan que la administración representa algo que no es.

    Y es que un ex candidato presidencial que declina en favor de otro ex candidato presidencial para terminar sirviendo a un tercer ex candidato presidencial o, bien, refleja a un virtuoso de la política o, de plano, a un vicioso de ella que le da igual colocarse aquí, allá o acullá, siempre y cuando en algo esté.

    A De la Garza se le atribuye haber atorado en mucho los festejos del Centenario y Bicentenario de la Revolución y la Independencia que era -quién sabe si lo siga siendo- uno de los proyectos especiales de la Presidencia. Tan es así que a un año y meses de esa conmemoración, la administración no atina qué hacer.

    Es todo signo, la decisión tomada.


    * * *


    Más simbólica que significativa resultó la decisión de dónde construir la nueva refinería. Se decidió anunciar dónde se podría construir, no se decidió construirla ahí. Media un máximo de 100 días para tener certeza.

    Después de la urgencia por emprender la reforma petrolera, ahora el sello de la instrumentación de ella es el de la parsimonia. Después de la urgencia de ir al fondo del mar a rescatar el tesoro petrolero, no está muy claro si en la superficie terrestre hay predios dónde construir la refinería. Después del propósito de transparentar la decisión de dónde edificar la planta, los principales interesados -los gobernadores que participaron en la pasarela- advierten opacidad en el resultado.

    Se esperaba un signo, no una equivocidad. Algunos de los gobernadores concursantes aseguran que la pasarela fue un montaje porque, al final, no hubo final. ¡Vaya símbolo!


    * * *


    Lo que sí constituyó un signo fueron algunos nombres en las listas de candidatos plurinominales de Acción Nacional.

    La idea de recuperar la doctrina del partido se diluye frente al pragmatismo y el oportunismo con que la dirección de Germán Martínez selecciona candidatos e instrumenta la campaña electoral. En el ánimo de diferenciarse de sus adversarios, Acción Nacional se parece cada vez más a ellos. Si el partido albiazul tiende a constituirse en una agencia de colocaciones, el rescate de la doctrina hace de la ocurrencia su filosofía.

    El entusiasmo con que la dirigencia albiazul se prepara para la contienda hace pensar por momentos que, a esa fuerza, le interesa sobremanera ganar elecciones, pero no necesariamente constituir gobierno. El desafío es ganar poder, aunque no se tenga claro para qué se quiere éste.

    A los funcionarios incómodos de la administración se les ofrece una curul, diciéndoles que San Lázaro es una verdadera escuela de estadistas o se les engaña diciendo que son tan buenos que mejor es tenerlos donde no se les necesita. Así, los cuates se suman a la administración y a los compañeros de viaje se les obsequia un boleto sencillo para buscar un supuesto mejor destino.

    Eso sin dejar de cubrir las cuotas de poder que exige la correlación de fuerzas al interior del panismo. ¿A quién va a representar Francisco Salazar, el ex secretario del Trabajo, a las viudas de Pasta de Conchos?

    Bien significativa es esa lista.


    * * *


    Más simbólica que significativa resultó la visita del presidente Barack Obama.

    Es, desde luego, importante el símbolo implícito en la pernocta del mandatario estadounidense en México. Deja ver un posible nuevo continente para la relación méxico-estadounidense, pero no aclara si ello supone un nuevo contenido.

    Hay intenciones, qué bueno, pero faltan acuerdos. Hay conferencia de prensa simultánea, qué bueno, pero no comunicado conjunto. Hay voluntades, qué bueno, pero no acciones bilaterales comprometidas. Hay afán de desnarcotizar la agenda bilateral, qué bueno, pero la violencia criminal contamina al conjunto de la relación.

    Y ante la situación que los cárteles del narco plantean a la seguridad de México y Estados Unidos es fundamental la velocidad y el compromiso en la actuación de ambos Estados.

    Simbólica la visita, falta el contenido de esa posible nueva relación.


    * * *


    Significativa la decisión de construir una torre, en lugar de un arco para conmemorar el Bicentenario y el Centenario de la Independencia y la Revolución.

    Ese signo resume la actuación de la administración. Esto es, la incapacidad para concebir, planear, decidir y actuar... con tino y oportunidad. Revela la tendencia a resolver mal lo que se pudo prever. Los festejos de esa conmemoración constituyen una radiografía de cuerpo entero de la administración que camina de tropiezo en tropiezo.

    A nadie escapa que la construcción de un arco sobre el Paseo de la Reforma rompería la perspectiva que se traza del monumento a la Independencia al Castillo de Chapultepec. A algunos tampoco escapa que había mucho mejores espacios (ahí está la confluencia de Paseo de la Reforma con Arquímedes, libre y con mucho mejores posibilidades) que la pequeña plaza frente a la Secretaría de Salud para construir una obra monumental conmemorativa de aquellos dos movimientos sociales. No hay arco, hay torre. La filosofía que entraña es significativa: no es lo que se quería, pero algo es algo.


    * * *


    Los días son elocuentes. La administración representa, pero no es lo que pretende. Se confunden los símbolos con los signos y, así, se pierden los referentes. No se es, se representa bajo la divisa de: algo es algo.



    (Sobreaviso elaborado con apoyo de Karina Fuentes).

  • #2
    Re: En busca del tiempo perdido o de lo perdido, lo que aparezca

    Hay división entre pitufos azules

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    • #3
      Re: En busca del tiempo perdido o de lo perdido, lo que aparezca

      A ver... lo pego y de una vez yo también lo leo, vamos a ver...

      Revive Fox pique contra Calderón
      Apro/México/ Álvaro Delgado
      NOTA PUBLICADA: 7/12/2009

      Tras la peor derrota electoral del Partido Acción Nacional (PAN) en su historia de casi siete décadas, que obligó a la renuncia de su presidente Germán Martínez, Vicente Fox irrumpió públicamente para ajustar cuentas con Felipe Calderón, su sucesor en la Presidencia de la República.

      El jueves 9, el mismo día en que por la noche contrajo presuntamente matrimonio religioso con Marta Sahagún y cuatro días después de las elecciones en las que no emitió su voto (estaba fuera del País), Fox analizó el resultado electoral ante el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y le atribuyó a Calderón culpa en la debacle.
      “Si se va a gobernar, hay que hacerlo bien y hay que tener éxito y resultados, porque la gente juzga y en las urnas se expresa”, afirmó Fox, en lo que representa la reanudación de su vieja rivalidad con Calderón, que se manifestó en el sexenio pasado en la lucha por la candidatura presidencial del PAN y que se mantiene en el actual.
      Pero en su “deslinde” de Calderón, Fox omitió decir que él es, también, corresponsable de los resultados del domingo 5: formó parte del comité de planeación estratégica de la campaña, órgano creado por Martínez, el 26 de julio de 2008, cuando se comprometió a ‘guanajuatizar’ México en 2009.
      El más reciente capítulo del choque Fox-Calderón tuvo como escenario el diario Excélsior, propiedad del empresario Olegario Vázquez Raña, socio de Marta Sahagún y patrocinador financiero de la construcción del Centro Fox, junto con los magnates Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego.
      Fox aprovechó la comparación que de ambos hizo el columnista Jorge Fernández Meléndez, el martes 7 en el mismo periódico, a propósito de la reacción que aquél tuvo ante la derrota en las elecciones intermedias de 2003, para formular un deslinde que enfureció al grupo gobernante.
      “En aquel momento, el presidente Fox cayó en un estado de abatimiento porque había sido convencido, con encuestas mal realizadas en Los Pinos, de que podría ratificar la mayoría en el Congreso y tardó varios meses en replantearse una estrategia que jamás dio frutos”, escribió Fernández en su columna Razones.
      Autor de Calderón, presidente electo, un libro de extensas conversaciones con el panista antes y después de la campaña de 2006, Fernández escribió enseguida: “Felipe Calderón no es Vicente Fox y no creo que vaya a caer en el abatimiento.”
      Fox respondió en una carta dirigida al columnista, con anexos estadísticos de desarrollo económico y social para sustentar la supuesta eficacia del Gobierno que encabezó. Redactada de manera extraña en tercera persona del singular y presentada por Excélsior como su nota principal de primera plana en su edición del miércoles 8, la carta expresaba:
      “El presidente Vicente Fox durante su mandato trabajó permanentemente cerca de la ciudadanía. Hoy la gente, reclama esa cercanía a las autoridades… El presidente Vicente Fox actuó con sensatez, como un verdadero demócrata, con respeto a los poderes y con tolerancia ante los desacuerdos. Mantuvo al país en paz y con desarrollo económico.”
      Después de enumerar “logros” de su sexenio, Fox deslizó en la carta a Fernández: “Desgraciadamente, los acuciosos periodistas y comentaristas que hoy no pierden pisada, y son tan severos críticos de las figuras presidenciales, durante los sexenios anteriores pareciera que estaban volteando para otro lado, pues en su momento, simple y cobardemente, callaron.”
      Y rubricaba: “Estimado Jorge, en tu columna comparas al presidente Felipe Calderón con el presidente Fox. Efectivamente, Fox no es Calderón.”

      Operación silenciamiento
      La carta de Fox concitó la ira de Calderón, quien había viajado el martes 7 a Italia para participar en el Grupo de los Ocho, después de pedir a los gobernadores del PAN respaldar a Martínez, una vez que éste anunció su renuncia después de la desastrosa jornada electoral del partido en el Gobierno.
      Calderón y su equipo intentaron tapar las vías de agua del panismo.
      A las pocas horas de la publicación de la carta, el Secretario de Gobernación se comunicó telefónicamente con Fox y, hacia el mediodía, viajó vía aérea al rancho San Cristóbal, en Guanajuato, para platicar largamente con el ex Presidente de la República. Gómez Mont regresó a la Ciudad de México pasadas las 7 de la noche.
      Sin embargo, todavía el jueves 9 –el mismo día en que supuestamente casó por la iglesia con Marta–, Fox mantuvo el mismo tono crítico con Calderón, a quien atribuyó, en entrevista con los corresponsales de Excélsior y Reforma en Guanajuato, responsabilidad en la debacle electoral del PAN y ponderó el triunfo del PRI.
      “(Los priístas) hicieron unas cosas bien”, dijo Fox, y deslizó la culpa a Calderón: “Si se va a gobernar, hay que hacerlo bien y hay que tener éxito y resultados, porque la gente juzga y en las urnas se expresa.”
      El viernes 10, Excélsior presentó una breve entrevista con Fox, quien ratificó el “deslinde” de su Gobierno con el de Calderón, como lo hizo en la carta que le envió a Fernández, quien efectivamente interpretó que ésta no era “un deslinde con el columnista, sino con su sucesor, con Felipe Calderón”.
      –¿Qué lo motivó a mandarla? –le preguntó el corresponsal Andrés Guardiola a Fox.
      –El mismo artículo de Jorge, el mismo artículo de él y la manera como expuso las cosas. A mí me parece que sí hay que deslindar claramente una Administración de la otra, y simple y sencillamente fue una aclaración dirigida a él.
      Fox trató de matizar: “Desde luego que no es un ataque al Presidente ni nada. Él es mi amigo y nos conocemos y trabajamos en el mismo propósito. Así que borrón y cuenta nueva.”
      En el contexto del proceso sucesorio de Martínez en el PAN, por cuyo control luchan las facciones como parte de la disputa por la candidatura presidencial en 2012, Francisco Ramírez Acuña, ex secretario de Gobernación, recomendó a Fox guardar silencio.
      “El que se va se calla”, ratificó el diputado federal electo, quien como Gobernador de Jalisco “destapó” a Calderón como candidato presidencial, en junio de 2004, acto que motivó un regaño público de Fox ante el cual el hoy Presidente de la República tuvo que renunciar a la Secretaría de Energía, en lo que fue un choque abierto entre ambos.
      –¿Por qué habría escrito esta carta el ex presidente Fox?
      –Lo lamento, no tengo comunicación con el ex Presidente, pero yo creo que volvemos a lo mismo: ¡El que se va, se calla!
      Según el aspirante a coordinador de la diputación federal del PAN, cuyas posibilidades se prevén escasas por el desplome de sus candidatos en Jalisco –particularmente Guadalajara–, Fox se equivoca: “No tiene razón el ex presidente Fox. El presidente Calderón ha hecho una tarea muy cercana al pueblo y no tiene razón de lo que ha venido diciendo.”
      El propio Ramírez Acuña, antes de ser sustituido por Juan Camilo Mouriño en la Secretaría de Gobernación, se enfrentó a Fox para neutralizar su activismo, particularmente cuando, en octubre de 2007, promovía su libro La revolución de la esperanza, en coautoría con el estadunidense Rob Allyn.
      “Los políticos tenemos que entender que el que se va se calla”, declaró Ramírez Acuña, quien, en la campaña de 2006, censuró a Andrés Manuel López Obrador por exigirle a Fox no inmiscuirse en el proceso electoral con la frase de “cállate, chachalaca”, pese a que Calderón dijo que en México no se debe callar a nadie.
      Y en respuesta a Fox, quien calificó la orden de silencio de “vieja práctica priísta”, Ramírez Acuña no se retractó. “Yo ya dije lo que tenía que decir”, reiteró el 11 de octubre de 2007, justo el día en que la Cámara de Diputados integró la comisión legislativa para investigar el supuesto enriquecimiento ilegal de Fox.

      Fox, corresponsable
      La Cámara de Diputados trató de acreditar el enriquecimiento de los Fox y sus hijastros, los Bribiesca Sahagún, pero el resultado fue igual de estéril que el de la Secretaría de la Función Pública, cuyo primer titular, Germán Martínez, los exoneró antes de irse como presidente del PAN.
      Los jaloneos entre Calderón y Fox se presentaron por las declaraciones de éste sobre su paternidad en el triunfo presidencial de 2006, como lo expresó en noviembre de ese año: “Me tocó ganar dos veces: El 2 de julio de 2000 y el 2 de julio de 2006.”
      En febrero de 2007, en Estados Unidos, afirmó que, con su triunfo de 2006, se desquitó de la derrota ante López Obrador por el desafuero de Jefe de Gobierno. Inclusive en la Asamblea Nacional del PAN, en junio de 2007, Fox se dirigió a Calderón con un tono patrimonialista: “Mi-pre-si-den-te.”
      Uno de los diferendos entre Calderón y Fox se produjo en el contexto de la estrategia del actual Gobierno contra el crimen organizado, cuando Gómez Mont afirmó que hubo complacencia en los sexenios anteriores con el narcotráfico.
      –¿Incluyendo el sexenio de Vicente Fox?
      –Evidentemente hubo omisiones en el sexenio pasado.
      –¿Omisiones que deben ser sancionadas desde los puntos de vista penal y administrativo o solamente en el político?
      –Hasta donde yo entiendo, la política va poniendo a todos en su lugar. Del pasado tomemos lo que necesitamos para aprender, ¡hombre!, no nos quedemos anclados en eso. Todos tenemos que entrarle.
      Pero esta imputación irritó a los foxistas: Santiago Creel, secretario de Gobernación casi cinco años y enfrentado a Calderón por la candidatura presidencial, descalificó la declaración de Gómez Mont: “Es una declaración inoportuna, dado que se da ya entrando al tercer año de Gobierno y después del tercer Secretario de Gobernación.”
      Y recordó que el actual ... continúa
      Arturo

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      • #4
        Re: En busca del tiempo perdido o de lo perdido, lo que aparezca

        La continuacion del chisme...


        Y recordó que el actual procurador general de la República, Eduardo Medina Mora; el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, tuvieron altos cargos en el Gobierno de Fox.
        “No toma en cuenta que quienes hoy están combatiendo al narcotráfico y al crimen organizado en el País son las mismas personas que durante la Administración del presidente Vicente Fox estaban a cargo de ese combate: El actual Secretario de la Defensa era Subsecretario de la Defensa; el actual Procurador era Secretario de Seguridad Pública, y el actual Secretario de Seguridad Pública estaba a cargo de la Agencia Federal de Investigaciones.”
        Así, “si hubiese habido omisiones o situaciones que pudieran implicar alguna responsabilidad para la Administración del presidente Vicente Fox, ciertamente el presidente Calderón no hubiera designado a quienes estaban a cargo de combatir al crimen organizado en la época de la Administración del presidente Fox, no los hubiese nombrado para hacerse cargo de esta nueva estrategia”.

        Pronóstico fallido

        Los choques entre las dos principales facciones en el interior del PAN se han sucedido a pesar de que, el año pasado, el propio Fox trató de conciliar a las partes con una cena celebrada en el Centro Fox, el viernes 26 de julio, previo a la sesión del Consejo Nacional que sesionó en León.
        La cena se celebró después de un cónclave esa misma mañana, en la capital del País, entre Martínez, su antecesor, Manuel Espino, y el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. Los dos últimos se reunieron otra vez, ya en León.
        Junto con Marta Sahagún, Fox recibió efusivamente a los consejeros invitados que, al día siguiente, le rindieron un homenaje en el Poliforum de León, pletórico de acarreados, y donde Martínez hizo una promesa:
        “Vengo a hacer un compromiso, yo vengo a decirles que me comprometo con ustedes a que con sus victorias, con su historia, con sus gobiernos, pero sobre todo con los panistas y ciudadanos libres de Guanajuato, me comprometo en el 2009 a guanajuatizar el País.”
        Ese día, y producto de los pactos internos, el Consejo Nacional aprobó, por unanimidad, tres comisiones clave para el compromiso de Martínez y que incluyó a personajes afines a Espino:
        La comisión nacional de elecciones, encargada de organizar y vigilar los procesos internos, presidida por José Espina, secretario general del CEN de Espino; la de plataforma política, encabezada por Rogelio Carvajal, todavía secretario general, y el comité de planeación estratégica, cuyo presidente era Germán Martínez.
        Junto con Fox, participan, entre otros, Ernesto Ruffo, el primer gobernador que surgió del PAN –de cuyo triunfo este año se cumplen 20 años–; Fernando Canales Clariond, ex gobernador de Nuevo León; el diputado Gerardo Buganza, y el diputado Héctor Larios. En sus pocas giras de apoyo, Fox pronosticó el triunfo de los candidatos a diputados y alcaldes del Estado de México, en una gira que realizó, dos semanas antes de las elecciones, por Toluca, Naucalpan y San Mateo Atenco. Pero en esos tres municipios perdió el PAN…
        Arturo

        Del am de lion

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