¡Cómo se parecen!, claro, con colores distintos. Tanto rollo por los fraudes amarillos, pero para condenar los fraudes azules, de éso, ni un renglón en el foro.
Peor les dejo la crónica de lo que han hecho los panistas...
[I]El domingo 29 de marzo, día de la elección de candidatos plurinominales a diputados federales del PAN en Chihuahua, Federico Luna Villegas y Juan Gutiérrez Quimare fueron dos de los 49 militantes de Batopilas que depositaron su voto en la casilla instalada en ese municipio donde nació Manuel Gómez Morín, el fundador -hace siete décadas- de ese partido.
Pero esta conducta cívica fue en realidad, apócrifa: Ambos panistas están muertos desde hace meses, como lo acreditan sus respectivas actas de defunción.
Y, además, los dos votos adulterados se sumaron a los de los otros 47 militantes para dar lugar a una de las casillas “zapato” en el proceso: Todos los sufragios a favor de Velia Aguilar y Arturo Urquidi, los precandidatos “oficiales”, y cero para los otros tres contendientes.
“Lo que pasó en Batopilas es un escupitajo en la cara de Gómez Morín”, afirma Javier Corral Jurado, quien como precandidato logró demostrar que, además de ese municipio, también votaron otros dos muertos en Nonoava: Juan Guillermo García Macharigui y Susano García Arpista.
Más aún: En Nonoava los militantes Agripina Lozano Hernández y Espiridión Larrea Carmona comparecieron ante un juez para asegurar que las boletas que recibieron estaban previamente cruzadas a favor de Urquidi, el candidato que -junto con Velia Aguilar- se benefició de las casillas “zapato” en cinco municipios.
Sólo a partir de este fraude es que Velia Aguilar se colocó en primer lugar de la elección interna del Partido Acción Nacional (PAN) estatal, con 3 mil 305 votos, tres más que Corral y en tercer sitio se ubicó Urquidi. Detrás de ellos estaban Victoria Chavira, Sergio Pedro Holguín y Víctor Manuel Talamantes.
Tal resultado fue transitorio: Ante las evidencias de fraude, la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) del PAN anuló la casilla de Batopilas y el ex legislador se colocó como puntero para ser ubicado en el lugar ocho de la lista por la primera circunscripción, que le asegura la diputación federal.
Pero antes y después de la elección se produjeron hechos que acreditan que se impuso el “veto presidencial” de Felipe Calderón a Corral, operado por Germán Martínez, presidente del PAN, quien inclusive buscó que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) anulara la elección, apenas el martes 14.
Este episodio de Chihuahua, emblemático no sólo por haberse cometido en la tierra natal de Gómez Morín, sino porque en este estado hubo -en los ochenta- un movimiento democratizador, es apenas un episodio en los conflictos internos por la integración de las listas de candidatos a diputados federales, caracterizados por la imposición desde la cúpula.
Pero además, se acredita la intervención de Calderón en la integración de las listas de candidatos a diputados plurinominales, como se evidenció en la sesión del CEN: El alcalde de San Nicolás, Nuevo León, Zeferino Salgado Almaguer, confesó que las listas se hicieron “en Los Pinos”.
Veto presidencial
Una vez que se frustró la derrota de Corral en la elección y ante las evidencias del fraude, Martínez pretendió persuadirlo de no impugnar el proceso, con la promesa de que aun quedando en segundo lugar -y ubicado en el lugar número 14 de la lista- sería diputado. Frustrada esa maniobra, trató de que la CNE cambiara su dictamen para negar las acciones fraudulentas.
Y cuando tampoco tuvo éxito, el presidente del PAN orquestó que el CEN anulara la elección, como lo propuso formalmente el senador con licencia Ulises Ramírez y lo secundaron Jordy Herrera, subsecretario de Energía; Eduardo Rosales, presidente del PAN en Jalisco, y Alejandro Vázquez Cuevas, diputado local de Veracruz, todos identificados con la facción de Calderón y Martínez.
Ramírez -quien el viernes 17 lo nombró delegado del CEN en el Estado de México- dijo haber platicado con Gustavo Enrique Madero, coordinador de los senadores de PAN -quien no asistió a pesar de que forma parte de ese órgano-, quien le dijo que la elección había sido “un relajo” y que, por estar generando división, lo mejor era anularla.
“Él sabe de lo que está hablando. Yo propongo que mejor se cancele el proceso y se designe candidato y así no generamos división”, expuso Ramírez, ex priísta y transitorio coordinador de asesores de Juan Camilo Mouriño en la Secretaría de Gobernación.
Intervino Espino: “No estoy de acuerdo con el senador. Yo también soy de Chihuahua, vivo en Ciudad Juárez y todo este proceso lo viví de cerca. Y no hay división. Aquí no está el coordinador de los senadores para que ratifique lo que dice Ulises, pero eso no es verdad”.
Luego de que Rosales, Herrera y Vázquez Cuevas avalaron la propuesta de Ramírez de anular la elección, pero además sancionar a Corral por hacer declaraciones públicas sobre el fraude, Espino insistió:
“Veo tal euforia por defender la cancelación, lo cual me parece francamente absurdo, no tiene sentido en el partido, que ya estoy sospechando que son ciertas las versiones de que este es un veto presidencial. Espero que no, porque estaríamos traicionando al partido. Los Pinos no tienen nada que hacer en procesos internos”.
El senador Ricardo García Cervantes respaldó también a Corral: “Primero le formaron una coalición en contra, luego le hicieron una guerra sucia, no le pudieron ganar con votos y le hicieron trampa, ¿y ahora le van a anular el triunfo? ¡No estoy de acuerdo!”.
Al final, y sometido a votación, se aprobó el dictamen que ubica a Corral en el primer lugar de la elección de Chihuahua y se ubicó en el número 8 de la lista de candidatos plurinominales, que encabeza el empresario Manuel Clouthier, hijo del ex candidato presidencial del mismo nombre.
Consultado al respecto vía telefónica, el senador García Cervantes afirma: “Se impuso el criterio de legalidad interna. Al corregirse las irregularidades se comprueba que él ganó”.
–¿Por qué pretendían anular la elección?
–No voy a opinar sobre lo que otros dijeron en una reunión privada. Simplemente esa fue mi intervención. De lo demás ahí está el resultado y es lo que importa.
Espino, por su parte, dice que aunque con Corral ha tenido diferencias desde hace unos 20 años, se trata de la justicia: “No se deben tomar decisiones por fobias o filias. No sé si hubo veto presidencial, pero lo que sí sé es que hubo miembros del CEN que propusieron anular la elección”.
Expone: “En el partido que por años luchó contra el fraude electoral, que denunció cuando votaban los muertos, ahora, cuando un panista denuncia un fraude y lo comprueba, lo quieren sancionar por haber hecho una denuncia pública. Eso es aberrante. Este año el PAN cumple 70 años de haber sido fundado y se hace un fraude en la tierra del fundador”.
Reflexiona: “Ya pasamos este trago amargo, afortunadamente se hizo lo justo y se pudo sobreponer la congruencia frente a un intento de traición a nosotros mismos.”
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Peor les dejo la crónica de lo que han hecho los panistas...
[I]El domingo 29 de marzo, día de la elección de candidatos plurinominales a diputados federales del PAN en Chihuahua, Federico Luna Villegas y Juan Gutiérrez Quimare fueron dos de los 49 militantes de Batopilas que depositaron su voto en la casilla instalada en ese municipio donde nació Manuel Gómez Morín, el fundador -hace siete décadas- de ese partido.
Pero esta conducta cívica fue en realidad, apócrifa: Ambos panistas están muertos desde hace meses, como lo acreditan sus respectivas actas de defunción.
Y, además, los dos votos adulterados se sumaron a los de los otros 47 militantes para dar lugar a una de las casillas “zapato” en el proceso: Todos los sufragios a favor de Velia Aguilar y Arturo Urquidi, los precandidatos “oficiales”, y cero para los otros tres contendientes.
“Lo que pasó en Batopilas es un escupitajo en la cara de Gómez Morín”, afirma Javier Corral Jurado, quien como precandidato logró demostrar que, además de ese municipio, también votaron otros dos muertos en Nonoava: Juan Guillermo García Macharigui y Susano García Arpista.
Más aún: En Nonoava los militantes Agripina Lozano Hernández y Espiridión Larrea Carmona comparecieron ante un juez para asegurar que las boletas que recibieron estaban previamente cruzadas a favor de Urquidi, el candidato que -junto con Velia Aguilar- se benefició de las casillas “zapato” en cinco municipios.
Sólo a partir de este fraude es que Velia Aguilar se colocó en primer lugar de la elección interna del Partido Acción Nacional (PAN) estatal, con 3 mil 305 votos, tres más que Corral y en tercer sitio se ubicó Urquidi. Detrás de ellos estaban Victoria Chavira, Sergio Pedro Holguín y Víctor Manuel Talamantes.
Tal resultado fue transitorio: Ante las evidencias de fraude, la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) del PAN anuló la casilla de Batopilas y el ex legislador se colocó como puntero para ser ubicado en el lugar ocho de la lista por la primera circunscripción, que le asegura la diputación federal.
Pero antes y después de la elección se produjeron hechos que acreditan que se impuso el “veto presidencial” de Felipe Calderón a Corral, operado por Germán Martínez, presidente del PAN, quien inclusive buscó que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) anulara la elección, apenas el martes 14.
Este episodio de Chihuahua, emblemático no sólo por haberse cometido en la tierra natal de Gómez Morín, sino porque en este estado hubo -en los ochenta- un movimiento democratizador, es apenas un episodio en los conflictos internos por la integración de las listas de candidatos a diputados federales, caracterizados por la imposición desde la cúpula.
Pero además, se acredita la intervención de Calderón en la integración de las listas de candidatos a diputados plurinominales, como se evidenció en la sesión del CEN: El alcalde de San Nicolás, Nuevo León, Zeferino Salgado Almaguer, confesó que las listas se hicieron “en Los Pinos”.
Veto presidencial
Una vez que se frustró la derrota de Corral en la elección y ante las evidencias del fraude, Martínez pretendió persuadirlo de no impugnar el proceso, con la promesa de que aun quedando en segundo lugar -y ubicado en el lugar número 14 de la lista- sería diputado. Frustrada esa maniobra, trató de que la CNE cambiara su dictamen para negar las acciones fraudulentas.
Y cuando tampoco tuvo éxito, el presidente del PAN orquestó que el CEN anulara la elección, como lo propuso formalmente el senador con licencia Ulises Ramírez y lo secundaron Jordy Herrera, subsecretario de Energía; Eduardo Rosales, presidente del PAN en Jalisco, y Alejandro Vázquez Cuevas, diputado local de Veracruz, todos identificados con la facción de Calderón y Martínez.
Ramírez -quien el viernes 17 lo nombró delegado del CEN en el Estado de México- dijo haber platicado con Gustavo Enrique Madero, coordinador de los senadores de PAN -quien no asistió a pesar de que forma parte de ese órgano-, quien le dijo que la elección había sido “un relajo” y que, por estar generando división, lo mejor era anularla.
“Él sabe de lo que está hablando. Yo propongo que mejor se cancele el proceso y se designe candidato y así no generamos división”, expuso Ramírez, ex priísta y transitorio coordinador de asesores de Juan Camilo Mouriño en la Secretaría de Gobernación.
Intervino Espino: “No estoy de acuerdo con el senador. Yo también soy de Chihuahua, vivo en Ciudad Juárez y todo este proceso lo viví de cerca. Y no hay división. Aquí no está el coordinador de los senadores para que ratifique lo que dice Ulises, pero eso no es verdad”.
Luego de que Rosales, Herrera y Vázquez Cuevas avalaron la propuesta de Ramírez de anular la elección, pero además sancionar a Corral por hacer declaraciones públicas sobre el fraude, Espino insistió:
“Veo tal euforia por defender la cancelación, lo cual me parece francamente absurdo, no tiene sentido en el partido, que ya estoy sospechando que son ciertas las versiones de que este es un veto presidencial. Espero que no, porque estaríamos traicionando al partido. Los Pinos no tienen nada que hacer en procesos internos”.
El senador Ricardo García Cervantes respaldó también a Corral: “Primero le formaron una coalición en contra, luego le hicieron una guerra sucia, no le pudieron ganar con votos y le hicieron trampa, ¿y ahora le van a anular el triunfo? ¡No estoy de acuerdo!”.
Al final, y sometido a votación, se aprobó el dictamen que ubica a Corral en el primer lugar de la elección de Chihuahua y se ubicó en el número 8 de la lista de candidatos plurinominales, que encabeza el empresario Manuel Clouthier, hijo del ex candidato presidencial del mismo nombre.
Consultado al respecto vía telefónica, el senador García Cervantes afirma: “Se impuso el criterio de legalidad interna. Al corregirse las irregularidades se comprueba que él ganó”.
–¿Por qué pretendían anular la elección?
–No voy a opinar sobre lo que otros dijeron en una reunión privada. Simplemente esa fue mi intervención. De lo demás ahí está el resultado y es lo que importa.
Espino, por su parte, dice que aunque con Corral ha tenido diferencias desde hace unos 20 años, se trata de la justicia: “No se deben tomar decisiones por fobias o filias. No sé si hubo veto presidencial, pero lo que sí sé es que hubo miembros del CEN que propusieron anular la elección”.
Expone: “En el partido que por años luchó contra el fraude electoral, que denunció cuando votaban los muertos, ahora, cuando un panista denuncia un fraude y lo comprueba, lo quieren sancionar por haber hecho una denuncia pública. Eso es aberrante. Este año el PAN cumple 70 años de haber sido fundado y se hace un fraude en la tierra del fundador”.
Reflexiona: “Ya pasamos este trago amargo, afortunadamente se hizo lo justo y se pudo sobreponer la congruencia frente a un intento de traición a nosotros mismos.”
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