Fox, errores y horrores
Por votos, quieren hacer carroña de él
Olvidan que la mayoría lo hizo presidente
Escucha al autor
Parece que uno de los deportes favoritos de ciudadanos, partidos y políticos es el escarnio a Vicente Fox, político que cautivó a muchos entre 1997 y 2000, que desató pasiones y esperanzas al nacimiento del nuevo siglo, y al que hoy pretenden quemar en leña verde.
El bocón de siempre abrió la boca igual que el 7 de julio de 1997 —cuando dijo que sería presidente—, pero, contra el encanto de entonces, lo quieren en la pira. ¿Quién falló? ¿El bocón e irresponsable de siempre? ¿O fallamos todos como sociedad, al convertirlo en presidente? ¿Se equivocó Fox en su gobierno, uno de los peores de la historia? ¿O la equivocación es colectiva, al creer un engaño político? Tanto pecó el que votó por Fox, como el que creyó en su gobierno.
Viene a cuento el tema porque en tiempos electorales —como los actuales— Fox quiere ser convertido en carroña para las fieras. Resulta que el PAN de Germán Martínez —en esa estrategia maquiavélica que lo anima— utiliza con fines electorales lo que queda del foxiato, en tanto que el PRI monta una pira pública a partir de su mal gobierno. Hasta aquí cada cual desempeña su papel. Incluido Fox, que llama “tontos” y “locos” a los que preparan la pira.
Pero desmemoriadas que son las mayorías, olvidamos un pequeño detalle: la elemental autocrítica que reclama el ejercicio democrático. ¿Quién hizo presidente a Fox? Sí, casi 50% del voto popular. En efecto, Fox cometió todos los errores y barbaridades que se quiera. Pero una mayoría de ciudadanos cometió el error y la barbaridad de convertirlo en presidente. ¿Y que dicen ahora los que votaron y creyeron en Fox? Hace 10 años hablamos del peligro de votar por un político “ligero”, “bocón”, “irresponsable” y hasta “tonto”, que buscaba ser presidente. Se llamaba Vicente, y lo conocían coloquialmente como Fox.
En esos años —entre 1999 y 2000— pensar, decir y escribir que Fox era lo más parecido a “un peligro para México” era una suerte de traición a la patria. Aquí nos acusaron de “vendidos”, “traidores a la democracia”, y hasta “pagados por el PRI” y “enemigos de México”. Todas esas lindezas, y muchas más, nos recetaban por decir lo que hoy todos saben de Fox.
Pero hoy son pocos los que recuerdan y reconocen que creyeron y votaron por Fox y, sobre todo, que se dejaron engañar por un invento de mercadotecnia. Y el fenómeno se repitió antes, durante y después de 2006, pero con otro invento, el de AMLO. Y de la misma forma nos insultan por cuestionar los engaños del tabasqueño.
Y muchos no creen que hace una década aquí se criticó con severidad —como en pocos espacios— al bocón de Fox. Tampoco aceptan que muchos enamorados de Fox lo estuvieron de AMLO.
Y ante la duda, algunas perlas.
El 18 de enero de 2000 titulamos así el Itinerario Político: “Fox: el exitoso bocón”. Dijimos: “Luego de la más reciente confrontación de Vicente Fox con la Iglesia católica, a la que comparó con el PRI, muchos ven al candidato presidencial del PAN-PVEM como un político “ligero”, “bocón”, “irresponsable”, y hasta un “tonto” que tropieza todos los días con su propia lengua… Y de resultar cierta esa apreciación, entonces una porción importante de mexicanos en edad de votar, casi 40% de los electores potenciales, están dispuestos a sufragar y llevar a la Presidencia de la República a un político “ligero”, “bocón”, “irresponsable” y hasta “tonto”, como Vicente Fox”. Era enero de 2000. Meses después, 45% de electores votó por él.
El 17 de octubre de 2000 —Fox ya era presidente electo— titulamos así el Itinerario Político: “Fox empresario, no presidente”. Dijimos: “Sin duda que Vicente Fox, en tanto presidente electo, tiene todo el derecho de defender sus posiciones y pronunciamientos… de reclamar que esos mensajes sean difundidos tal cual fueron expresados. Pero no tiene derecho a mentir sistemáticamente, y menos a escudarse frente a la sociedad por una supuesta mala prensa, para engañar a los electores”. Octubre de 2000, a semanas de tomar posesión.
El 26 de junio de 2001 —a un año de iniciado el foxiato— titulamos así el Itinerario Político: “El ‘no mamen’ del foxismo”. Expusimos: “A pesar de que son muchos los ciudadanos —y funcionarios del nuevo gobierno— que insisten en que existe una campaña mediática contra el gobierno de Fox, un linchamiento salido quién sabe de dónde, lo cierto es que a un año de la elección del 2 de julio, y a casi siete meses de que asumió la Presidencia, el de Vicente Fox ha sido y es un gobierno víctima de sus errores, improvisaciones, tropiezos y falta de oficio político”. ¿Cuántos de los que hoy rabiosos cuestionan a Fox, votaron por Fox en julio de 2000? ¡Cuánta falta hace un poco de congruencia y humildad para reconocer errores y horrores ciudadanos en 2000 y 2006!
Por votos, quieren hacer carroña de él
Olvidan que la mayoría lo hizo presidente
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Parece que uno de los deportes favoritos de ciudadanos, partidos y políticos es el escarnio a Vicente Fox, político que cautivó a muchos entre 1997 y 2000, que desató pasiones y esperanzas al nacimiento del nuevo siglo, y al que hoy pretenden quemar en leña verde.
El bocón de siempre abrió la boca igual que el 7 de julio de 1997 —cuando dijo que sería presidente—, pero, contra el encanto de entonces, lo quieren en la pira. ¿Quién falló? ¿El bocón e irresponsable de siempre? ¿O fallamos todos como sociedad, al convertirlo en presidente? ¿Se equivocó Fox en su gobierno, uno de los peores de la historia? ¿O la equivocación es colectiva, al creer un engaño político? Tanto pecó el que votó por Fox, como el que creyó en su gobierno.
Viene a cuento el tema porque en tiempos electorales —como los actuales— Fox quiere ser convertido en carroña para las fieras. Resulta que el PAN de Germán Martínez —en esa estrategia maquiavélica que lo anima— utiliza con fines electorales lo que queda del foxiato, en tanto que el PRI monta una pira pública a partir de su mal gobierno. Hasta aquí cada cual desempeña su papel. Incluido Fox, que llama “tontos” y “locos” a los que preparan la pira.
Pero desmemoriadas que son las mayorías, olvidamos un pequeño detalle: la elemental autocrítica que reclama el ejercicio democrático. ¿Quién hizo presidente a Fox? Sí, casi 50% del voto popular. En efecto, Fox cometió todos los errores y barbaridades que se quiera. Pero una mayoría de ciudadanos cometió el error y la barbaridad de convertirlo en presidente. ¿Y que dicen ahora los que votaron y creyeron en Fox? Hace 10 años hablamos del peligro de votar por un político “ligero”, “bocón”, “irresponsable” y hasta “tonto”, que buscaba ser presidente. Se llamaba Vicente, y lo conocían coloquialmente como Fox.
En esos años —entre 1999 y 2000— pensar, decir y escribir que Fox era lo más parecido a “un peligro para México” era una suerte de traición a la patria. Aquí nos acusaron de “vendidos”, “traidores a la democracia”, y hasta “pagados por el PRI” y “enemigos de México”. Todas esas lindezas, y muchas más, nos recetaban por decir lo que hoy todos saben de Fox.
Pero hoy son pocos los que recuerdan y reconocen que creyeron y votaron por Fox y, sobre todo, que se dejaron engañar por un invento de mercadotecnia. Y el fenómeno se repitió antes, durante y después de 2006, pero con otro invento, el de AMLO. Y de la misma forma nos insultan por cuestionar los engaños del tabasqueño.
Y muchos no creen que hace una década aquí se criticó con severidad —como en pocos espacios— al bocón de Fox. Tampoco aceptan que muchos enamorados de Fox lo estuvieron de AMLO.
Y ante la duda, algunas perlas.
El 18 de enero de 2000 titulamos así el Itinerario Político: “Fox: el exitoso bocón”. Dijimos: “Luego de la más reciente confrontación de Vicente Fox con la Iglesia católica, a la que comparó con el PRI, muchos ven al candidato presidencial del PAN-PVEM como un político “ligero”, “bocón”, “irresponsable”, y hasta un “tonto” que tropieza todos los días con su propia lengua… Y de resultar cierta esa apreciación, entonces una porción importante de mexicanos en edad de votar, casi 40% de los electores potenciales, están dispuestos a sufragar y llevar a la Presidencia de la República a un político “ligero”, “bocón”, “irresponsable” y hasta “tonto”, como Vicente Fox”. Era enero de 2000. Meses después, 45% de electores votó por él.
El 17 de octubre de 2000 —Fox ya era presidente electo— titulamos así el Itinerario Político: “Fox empresario, no presidente”. Dijimos: “Sin duda que Vicente Fox, en tanto presidente electo, tiene todo el derecho de defender sus posiciones y pronunciamientos… de reclamar que esos mensajes sean difundidos tal cual fueron expresados. Pero no tiene derecho a mentir sistemáticamente, y menos a escudarse frente a la sociedad por una supuesta mala prensa, para engañar a los electores”. Octubre de 2000, a semanas de tomar posesión.
El 26 de junio de 2001 —a un año de iniciado el foxiato— titulamos así el Itinerario Político: “El ‘no mamen’ del foxismo”. Expusimos: “A pesar de que son muchos los ciudadanos —y funcionarios del nuevo gobierno— que insisten en que existe una campaña mediática contra el gobierno de Fox, un linchamiento salido quién sabe de dónde, lo cierto es que a un año de la elección del 2 de julio, y a casi siete meses de que asumió la Presidencia, el de Vicente Fox ha sido y es un gobierno víctima de sus errores, improvisaciones, tropiezos y falta de oficio político”. ¿Cuántos de los que hoy rabiosos cuestionan a Fox, votaron por Fox en julio de 2000? ¡Cuánta falta hace un poco de congruencia y humildad para reconocer errores y horrores ciudadanos en 2000 y 2006!
Lo que no me explico es el cuando se volvio Fox el villano favorito.
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