Anuncio

Collapse
No announcement yet.

Un Pueblo sin Influenza.....

Collapse
X
 
  • Filter
  • Hora
  • Show
Clear All
new posts

  • Un Pueblo sin Influenza.....

    otivos religiosos; ninguna prohibición. Simplemente faltá el antojo... las ganas de una fritura. Esos chanchos quedaron malditos a causa de la Revolución. Contaban los viejos del pueblo que ya había muerto el presidente Madero durante la Decena trágica. Acá, en el estado de Morelos, toda la peonada había tomado partido por Emiliano Zapata y el gobierno federal nos traía entre ojos. Y es que aquí en el pueblo, muy cerca de Cuautla, nuestra gente peleaba de manera muy distinta a como lo hacía el resto de los ejércitos revolucionarios. Según las narraciones, los venadeaban desde los cerros o los emboscaban en alguna cañada. Pobres pelones, soldados de leva, no sabían ni de dónde llegaban los tronidos. De uno en uno iban reventando. Después, ya todo quieto, se recogían rifles, pistolas y cananas para regresar cada quien a su casa, volvían a ser gente común del campo hasta la siguiente refriega. La masacre Llegaron de nochecita, cuando la gente ya estaba descansando. Avisaron los perros con sus ladridos, pero no hubo tiempo ni para terminar de abrir los ojos. Quemaron todo. Echaban la lumbre a los techos de las casas y en cuanto la gente salía, soltaban la ráfaga de balas. Don Serafín decía que esa vez conoció lo que era una ametralladora, la matraca de las balas. Una " jijez " que hayan ido de noche, como los coyotes. Cobardes que agarraron parejo a los hombres, la gente de edad, mujeres y niños. Al mismo tiempo fue una suerte porque mucha de la gente pudo escapar agarrando camino hacia los cerros. Varios días anduvieron por ahí, a la espera de que los uniformados se retiraran. El pueblo destruido Poco a poco se fueron regresando para ver qué había sido del pueblo. Una desgracia. Todo deshecho. Tejados humeando, cachos de pared chamuscados. Esos canijos se llevaron todo lo que pudieron, los santitos de las casas, los trapos, algún adornito y casi todos los animales. No quedó ni un burro o alguna de las vacas. Dejaron los muertos y lo que de plano no alcanzaron, unas cuantas gallinas y los chanchos. También se quedó el olor a muerte que siempre acompaña a la zopilotada. Difuntos convertidos en carroña que se disputaban los pájaros negros con aquellos cerdos hambrientos. Malditos animales que antes fueron de las casas, pero que no necesitaron ni de dos semanas para ser salvajes de nuevo. Nunca fueron bonitos, pues les faltaba raza; pero a partir de esa ocasión, los lugareños los vieron cada vez más gordos, chaparros, trompudos y prietos. Sí, dicen que se salieron del corazón de las personas y ya nadie quiso tenerlos. Haciéndose viejos Luego de espantarlos para dar cristiana sepultura a los vecinos, no hubo quien reclamara la propiedad de los puercos. Se quedaron en las calles como almas errantes venidas del infierno. Aunque el rencor era mucho y no faltaban las ganas de pegarles un tiro, se impuso el sentido práctico. No se sabía si en tiempos tan revueltos, habría después la necesidad de contar con ellos como alimento. Platican que el hambre llegó muchas veces, fueron años difíciles y, sin embargo, nadie pensó en los chanchos. De hecho, era motivo de interna satisfacción cuando alguno de estos animales dejaba de ser visto en las cercanías. Hasta la gente se hizo más cuidadosa para no dejar desechos que les pudieran servir de alimento y permanecieran en las cercanías del caserío. Hoy día hay quien cría marranos en los ranchitos, muy pocos, por cierto, y para vender siempre fuera. No se acostumbra el chicharrón, las chuletas o el espinazo entre los coterráneos. Hay algunos cochinos, pero ahora son de raza y todos blancos. La gente prefiere no comerlos, simple precaución por aquello de que traigan un prójimo dentro. Sí, a causa de la Revolución, en este lugar los marranos prietos mueren de viejos.  SEPiensa.com. (2001). Una historia de la Revolución [Fragmento]. Recuperado el 29 de enero de 2006 de http://sepiensa.org.mx/Cabecera?seccion=El%
    Me Importa más lo que leas, que lo que escribo. Preguntame ca...Preguntame

  • #2
    Re: Un Pueblo sin Influenza.....

    ¿¿¿siquiera con algo de formato, no???
    Draw your own conclusion...

    Comment


    • #3
      Re: Un Pueblo sin Influenza.....

      !Chale Chichis prietas!, la neta que lo tuyo, lo tuyo, lo tuyo...son los temas del aborto.

      Pa que le buscas chichis a las culebras
      ¿Quieres conocer al verdadero Drome? nomás pícale aquí :http://www.elsiglodetorreon.com.mx/n...-verdader.html

      Comment


      • #4
        Re: Un Pueblo sin Influenza.....

        Originalmente publicado por el Barto Ver post
        !Chale Chichis prietas!, la neta que lo tuyo, lo tuyo, lo tuyo...son los temas del aborto.

        Pa que le buscas chichis a las culebras
        No manches, ¿estas siendo irónico? Lo único que hace Gandilli en los temas del aborto es repetir su mantra (cual Taliban): il aborto es asisinato, malo, malo e inmora', es propio di lus rojillos, etc...

        Y así ad infinitum.
        Forza Milán!

        Comment


        • #5
          Re: Un Pueblo sin Influenza.....

          Este post lo que debería ( con la tiranía innata que representa la tiranía de los debería) es un pueblo sin INFLUENCIA
          Y no es raro que así sea, ya que es un estado Fallido... bien lo decían en Forbes:
          Ahora en el Reforma exhiben de lo lindo al gobierno de las braguetas persignadas, buenas para nada


          Estado de... desinformación
          Por René Delgado

          Sin la decisión de rendir cuentas -tratando como adulta a la ciudadanía- y sin una política de información y comunicación seria, la administración calderonista complica aún más la difícil situación social, económica y criminal que afronta. Antes de ver la luz, cada una de sus iniciativas, acciones y medidas topa con problemas... generados por la misma administración.

          Es lógico desde luego que sin prioridades de gobierno, menos pueda haber prioridades informativas y planes de comunicación.


          * * *


          Antier, tres hechos exhibieron de cuerpo entero el problema de comunicación que arrastra la administración y sella sus tropiezos.

          Enviar una iniciativa de reforma que legaliza el estado de excepción a siete días de la conclusión del periodo ordinario de sesiones legislativas es casi pedir el rechazo a la propuesta. Anunciar a las once de la noche la suspensión de clases del día siguiente es poner en riesgo una medida sanitaria para encarar una epidemia. Informar sin estrategia una inversión de 5 mil millones de dólares es tanto como sepultar una buena noticia.

          Si no se corrige la política de información y comunicación de la administración, es muy difícil reclamar comprensión a su actuación.


          * * *


          El jueves, pasadas las once de la noche, esto es, ¡a nueve horas de entrar a las escuelas!, se anunció la suspensión de clases y se reconoció la influenza como epidemia en el Distrito Federal y el estado de México.

          De la gravedad supuesta por la enfermedad, desde días antes -quizá semanas-, se sabía en hospitales nacionales y metropolitanos, públicos y privados, ubicados al menos en la capital. Médicos, enfermeras, pacientes y familiares de estos últimos sufrían, desde entonces, el problema. Sin embargo, no hubo la decisión oficial de reconocer su magnitud y menos aún de comunicarla. Puede ser como se argumenta que faltaba tener respuesta del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos sobre el tipo de influenza de la que se trataba, pero algo se podía hacer y comunicar más oportunamente.

          Reforma confirmó la información y la divulgó en su edición del miércoles. Aun así, la respuesta oficial fue tibia: se reconoció el hecho pero no su dimensión y se asumió la carencia del lote necesario o adecuado de vacunas. Pasó el miércoles, transcurrió el jueves y hasta la noche de ese día se declaró la epidemia en el Distrito Federal y el estado de México y, entonces, se resolvió suspender clases en todos los niveles escolares.

          El reconocimiento oficial no supuso desde luego la explicación ponderada de lo que ocurría, sencillamente se asumió que había epidemia y se dieron a conocer algunas prevenciones básicas. ¿Algo sobre las medidas a aplicar? ¿Alguna información sobre cómo y cuándo se instrumentarían aquellas? ¿Algún número telefónico para atender dudas? ¿Algún centro de crisis? Nada. A lavarse las manos seguido, a estornudar cubriéndose la boca en la coyuntura formada por el brazo doblado, a limpiar manijas y perillas, a abrir ventanas y a evitar multitudes. En una epidemia, la correcta divulgación de información es tan importante como la medicina.


          * * *


          Ese mismo jueves, aunque desde la víspera se supo, el Ejecutivo envió al Legislativo un paquete de reformas legislativas que, en su parte medular, legaliza el estado de excepción.

          ¿Respaldaba el envío de esas iniciativas un trabajo de cabildeo, o sea, de comunicación con legisladores, gobernadores, munícipes y periodistas para convencer de la importancia de su aprobación? Quién sabe, públicamente no hubo nada. ¿Amparaba esa propuesta de reforma una información seria sobre el estado que guarda el combate al crimen para justificar la posibilidad de decretar el estado de excepción o afectación? No, de ninguna manera. Sobra decir que los considerandos de la iniciativa no satisfacen esa laguna, siguen la tradicional filosofía de ajustar la ley a la realidad y no la realidad a la ley.

          En contraste a esa omisión informativa, está el dato duro de cómo el partido en el gobierno usa de ariete político contra la oposición priista el combate al crimen. ¿Por qué entonces creer que la nueva reforma responde a la realidad criminal y no a la necesidad política del partido en el gobierno para contar con instrumentos con que golpear a la oposición?

          ¿Dónde quedó la estrategia informativa para explicar la importancia de la reforma y asegurar la aprobación? ¿Pues qué no hasta un nuevo portavoz tiene el gabinete de seguridad?


          * * *


          Ese mismo día, de pasadita, como no queriendo, el jefe del Ejecutivo informó de la inversión por 5 mil millones de dólares que supuestamente hará la empresa Cisco Systems.

          Una inversión de ese calibre en plena crisis económica supondría una estrategia para asegurar que esa buena noticia no pasara desapercibida. Supondría que los portavoces de la Presidencia y de Economía desataran una ofensiva para divulgar ampliamente esa información. Pues no, no hubo esa estrategia. La información ahí quedó perdida, a la mitad de un discurso presidencial.

          Ante eso, no quedan más que dos opciones: la administración carece de una política de comunicación o esa inversión no tiene la dimensión que le atribuye el Ejecutivo. Sea lo uno o lo otro, el problema es de comunicación.


          * * *


          Más allá de los ejemplos expuestos, la ausencia de una política de información y comunicación marca su sello en el sexenio. La colección de desatinos en esa área crece y crece.

          Tan concentrado y autoritario es el manejo de información en la Presidencia de la República que los portavoces de las otras dependencias han hecho del enconchamiento su mejor filosofía. Si Los Pinos no gira instrucciones, no hay nada que hacer; y como efectivamente Los Pinos no instruye ni sabe qué instruir, pues no hay nada que hacer.

          De ese modo, un día sí y otro también, la propia administración complica los problemas que encara o las medidas y acciones que emprende porque no sabe cómo informar de ellos ni cómo comunicarlos.

          Curiosamente, la crisis económica opera en favor de esa política de la no política. Algunos medios de comunicación, en aras de la publicidad oficial, se pliegan al dictado de Los Pinos y Los Pinos siente, así, que trae todo bajo control. Pero ésa no es una política de información, es una política de sujeción.

          Como sea, si el Ejecutivo no toma nota de ese problema de comunicación que lo arrastra y lo complica, su proceder se dificultará de más en más... y, sobra decirlo, eso no se resuelve con una campaña de spots.



          Correo electrónico: sobreaviso@latinmail.com

          Anula tu voto

          Ama nesciri"dice La Imitación de Cristo. "Ama ser ignorado".Sólo estamos contentos con nosotros mismos y con el mundo, [i]cuando nos conformamos a este precepto

          Emil Michel Ciorán.[(/i]
          Rafael Norma
          Forista Turquesa
          Last edited by Rafael Norma; 25-abril-2009, 08:38.

          Comment


          • #6
            Re: Un Pueblo sin Influenza.....

            Pero si solo hablabamos de puercos con un cristiano adentro....
            Me Importa más lo que leas, que lo que escribo. Preguntame ca...Preguntame

            Comment


            • #7
              Re: Un Pueblo sin Influenza.....

              Tons no comamos vaca...
              Me Importa más lo que leas, que lo que escribo. Preguntame ca...Preguntame

              Comment


              • #8
                Re: Un Pueblo sin Influenza.....

                Originalmente publicado por el Barto Ver post
                !Chale Chichis prietas!, la neta que lo tuyo, lo tuyo, lo tuyo...son los temas del aborto.

                Pa que le buscas chichis a las culebras
                De hecho...la teoría número xxxxxx001

                Es que el Gandallín y con su pandilla de tarados provida (hasta que nacen, después les valen madre)...eran los que llevaban el virus en bolsas del superama y querían castigar a Marcelo y al DF como dios castigo a Sodoma y Gomorra por pasar la ley del aborto

                PD
                Cuando la carne de cerdo alcanza cierta temperatura, el virus muere...no va por ahí
                "El hombre solo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último cura"Diderot

                Comment

                Working...
                X