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| Paja Germán MartÃnez Cázares 4 de marzo de 2008 |
Ahora es Juan Camilo Mouriño con el cuento de que se quiere una reforma energética para vender el petróleo a los españoles. Ayer era Alberto Cárdenas el que supuestamente entregó el campo a Estados Unidos, porque no renegoció el Tratado de Libre Comercio. Antier Eduardo Sojo, el que provocarÃa una inflación desmedida con el gasolinazo. Pues nada ocurrió: ni presión inflacionaria, con todo y el nuevo impuesto; ni cayeron la exportaciones y, por el contrario, el precio del maÃz mejora para los productores. Todo es paja y cizaña en la izquierda lopezobradorista para no entrar al grano del problema nacional: la modernización del paÃs. Todo son fantasmas inventados por el caudillo de la izquierda radical para evitar el progreso, la competitividad y el desarrollo nacionales. Resolver la deuda del ISSSTE: malo. Recaudar más ingresos con el IETU: también malo. Darles poder a los cuerpos policiacos: pésimo. Cambiar a los consejeros electorales del IFE no les gusta. Bueno, ni siquiera llevar ayuda a Tabasco en la riada le agradó al jefe del rebaño de la frustración. El tema a discusión no son las influencias del señor Juan Camilo Mouriño, quien ya se puso a disposición de cualquier autoridad. ¿Aceptarán sus opositores el veredicto de la SecretarÃa de la Función Pública? No, porque Salvador Vega es compañero de gabinete de Juan Camilo, responderán de inmediato. ¿La resolución del auditor superior de la Federación? Tampoco, porque el PRI y el PAN participaron en su designación. ¿El de un juez federal? Mucho menos, porque la secta radical del caudillo mandó previamente al diablo a todas las instituciones. El asunto, pues, no es la participación del secretario de Gobernación en un contrato con Pemex que puede declararse nulo o inexistente, y que, por otro lado, prueba que Pemex ya contrata servicios con distintos particulares. El propósito de López Obrador y los suyos es torpedear una discusión objetiva y seria sobre la necesaria reforma energética. El fin de López Obrador es clarÃsimo: aprovechar y lucrar polÃticamente con el petróleo para talibanizar a su pandilla y llevar a Alejandro Encinas a la presidencia nacional del PRD. México tiene una gran riqueza de gas y petróleo. Tenemos una oportunidad enorme para detonar inversión en el campo de los energéticos porque crece la demanda nacional y extranjera. Petróleos Mexicanos, sin dejar de ser una empresa pública, puede aprovechar, con tecnologÃa de punta, mucho mejor sus recursos. Puede y debe mejorar la administración de sus riesgos y multiplicar la capacidad de ejecución de sus programas. Eso es lo que debe estar en la mesa del debate nacional y dejar la anécdota del patrimonio de un servidor público que está sujeto a la permanente vigilancia de la AuditorÃa Superior de la Federación, porque Juan Camilo Mouriño antes que secretario de Gobernación fue subsecretario en EnergÃa, y antes, diputado federal, y en todo momento presentó declaración de bienes. Pemex es de los mexicanos, nadie propone cambiar de dueño. Su patrimonio en activos e infraestructura debe seguir bajo su propiedad inalienable. Las mentiras sobre la privatización del petróleo o la entrega del paÃs a los españoles son historietas monumentales, como los juegos de pirotecnia que brillan, pueden deslumbrar, pero son momentáneos. *** Si López Obrador y los suyos quieren hablar de tráfico de influencias y corrupción, no tienen que caminar lejos. Les encanta ver la paja en el ojo ajeno y no la viga de René Bejarano en el suyo. Presidente nacional del PAN |
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