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Prd el partido redentor
PRD EL PARTIDO REDENTOR
POR RENÉ AVILES FABILA
Cuando era niño encontraba que la religión de mis mayores, el catolicismo, era fascinante: podía pecar todo el mes y el primer viernes de cada mes me llevaban a confesar mis pecados. Con rezar quince Padre nuestros y otras tantas Ave Marías quedaba salvado. Por fortuna no robaba ni engañaba. Ahora veo que el PRD tiene esta característica. Uno puede ser ladrón, mentiroso, demagogo o todo junto y, de pronto, con sólo afiliarse al PRD, uno queda limpio y a salvo de críticas mediáticas. Pienso, por ejemplo, en Ricardo Monreal, cuya familia más cercana está vinculada al narcotráfico. Viene del peor PRI y ahora es héroe nacional. Recuerdo también a López Obrador. Él trataba penosamente de concluir la carrera y yo estaba formándome como profesor universitario (soy mayor que él). Era de un priismo majadero o patético, según quien lo vea. Luego, al pasar al PRD, se hizo salvador de México. Pero, ¿quién es ese oscuro tabasqueño que apenas pudo vencer en 2000 al PAN? Un invento de Cuauhtémoc Cárdenas, un hombre escandaloso que solía llegar a pie desde Villahermosa y aquí el gobierno de Salinas recibía sus quejas a través de Manuel Camacho. Hubo necesidad de falsificarle la residencia en Coyoacán, pues no acreditaba la permanencia en el DF. Es curioso escucharlo: tiene una enorme facilidad para mentir o para ocultar la verdad, es manipulador. Tampoco es un hombre escrupuloso a pesar de compararse con Cristo. El fanatismo de sus adeptos produce terror. Es patología pura. Lo que en Demetrio Sodi fue pecado, aprovechar una transmisión televisiva de gran audiencia para promoverse, en Guadalupe Loaeza es una virtud política y decencia ilimitada. Esto es, los perredistas ven la paja en todos los ojos y en los suyos ni siquiera una viga. La lista de pecadores que se han salvado es infinita: Entre ellos están Marcelo Ebrard, Porfirio Muñoz Ledo y el citado Manuel Camacho. De villanos a héroes. Ahora tenemos a una deportista, Ana Gabriela Guevara. No conoce ninguno de los problemas de la delegación Miguel Hidalgo, ni siquiera vive allí, pero es cercana a un Ebrard empeñado en quitarle al PAN dicha zona. Para suplir su ignorancia en materia política, social y cultural, le mandó una serie de “expertos” que, se supone, harán el trabajo por el que ella cobrará. Lo mismo ocurrió cuando la nombraron titular de Deportes del DF. Se fue a China como cronista deportiva y dejó la chamba. Prometió que donaría el dinero (unos veinte mil dólares) “para la causa” y ahora descubrimos que “la causa” es ella misma. Dio a conocer a su grupo de “expertos”. En efecto, es una legión: vienen de todas partes, incluido el gobierno capitalino, empresarios, académicos de universidades privadas. Algo es obvio: todo este dineral gastado por el GDF, que rebasa topes de campaña, es para cobijar a una mujer cuyo éxito no se deriva de las lecturas, se trata de quitarle al PAN, y en especial a Demetrio Sodi, el control de Miguel Hidalgo. Lo interesante es que este equipo muestra la catadura moral de tal partido que dice ser de izquierda: no hay ninguno entre ellos que remotamente pueda tener una ideología semejante. Se trata de personas conservadoras, cercanas al ex priista Ebrard. Pero todo esto medio México lo conoce, para nadie es un secreto. Sin embargo, desde ahora las encuestas anticipan el triunfo del PRD en el DF. Ganarán la mayoría de las delegaciones, si no es que todas, y dominarán la Asamblea Legislativa. Surge el PRD y nos dice que la izquierda nacional la conforman sus militantes y yo veo puros ex priistas, personajes funestos a quienes he combatido por sus conductas negativas, demagógicas y autoritarias. El plus son los cientos de pillos disfrazados de líderes sociales que han pervertido el proyecto original de Cárdenas en pos de dinero y poder. ¿Ésta es la izquierda? Una suma de bandidos y organizaciones manipuladas por dirigentes sindicales charros que se han perpetuado, como antes Fidel Velázquez, en el cargo. Son los casos de Agustín Rodríguez y Hernández Juárez, por sólo citar dos líderes que jinetean a los trabajadores y utilizan al PRD para ocupar cargos legislativos. No hay en ninguno de ellos una ideología clara, consolidada, en el mejor de los casos tienen un puñado de ocurrencias para engañar ingenuos. Es tiempo de reflexionar seriamente qué país queremos, qué ciudad estamos formando. Si deseamos el proyecto del PRD, utilizado para robar y engañar, bueno, eso merecemos. De lo contrario, habrá que enfrentarlos. Ahora, si usted ha robado dinero oficial, le ha mentido al pueblo y ha hecho negocios al amparo del poder, no se preocupe, sálgase del partido en que milita e inscríbase en el PRD. Quizá hasta sea usted jefe delegacional o diputado. O un santo, como san Andrés Manuel, el protector de las causas deshonestas.
POR RENÉ AVILES FABILA
Cuando era niño encontraba que la religión de mis mayores, el catolicismo, era fascinante: podía pecar todo el mes y el primer viernes de cada mes me llevaban a confesar mis pecados. Con rezar quince Padre nuestros y otras tantas Ave Marías quedaba salvado. Por fortuna no robaba ni engañaba. Ahora veo que el PRD tiene esta característica. Uno puede ser ladrón, mentiroso, demagogo o todo junto y, de pronto, con sólo afiliarse al PRD, uno queda limpio y a salvo de críticas mediáticas. Pienso, por ejemplo, en Ricardo Monreal, cuya familia más cercana está vinculada al narcotráfico. Viene del peor PRI y ahora es héroe nacional. Recuerdo también a López Obrador. Él trataba penosamente de concluir la carrera y yo estaba formándome como profesor universitario (soy mayor que él). Era de un priismo majadero o patético, según quien lo vea. Luego, al pasar al PRD, se hizo salvador de México. Pero, ¿quién es ese oscuro tabasqueño que apenas pudo vencer en 2000 al PAN? Un invento de Cuauhtémoc Cárdenas, un hombre escandaloso que solía llegar a pie desde Villahermosa y aquí el gobierno de Salinas recibía sus quejas a través de Manuel Camacho. Hubo necesidad de falsificarle la residencia en Coyoacán, pues no acreditaba la permanencia en el DF. Es curioso escucharlo: tiene una enorme facilidad para mentir o para ocultar la verdad, es manipulador. Tampoco es un hombre escrupuloso a pesar de compararse con Cristo. El fanatismo de sus adeptos produce terror. Es patología pura. Lo que en Demetrio Sodi fue pecado, aprovechar una transmisión televisiva de gran audiencia para promoverse, en Guadalupe Loaeza es una virtud política y decencia ilimitada. Esto es, los perredistas ven la paja en todos los ojos y en los suyos ni siquiera una viga. La lista de pecadores que se han salvado es infinita: Entre ellos están Marcelo Ebrard, Porfirio Muñoz Ledo y el citado Manuel Camacho. De villanos a héroes. Ahora tenemos a una deportista, Ana Gabriela Guevara. No conoce ninguno de los problemas de la delegación Miguel Hidalgo, ni siquiera vive allí, pero es cercana a un Ebrard empeñado en quitarle al PAN dicha zona. Para suplir su ignorancia en materia política, social y cultural, le mandó una serie de “expertos” que, se supone, harán el trabajo por el que ella cobrará. Lo mismo ocurrió cuando la nombraron titular de Deportes del DF. Se fue a China como cronista deportiva y dejó la chamba. Prometió que donaría el dinero (unos veinte mil dólares) “para la causa” y ahora descubrimos que “la causa” es ella misma. Dio a conocer a su grupo de “expertos”. En efecto, es una legión: vienen de todas partes, incluido el gobierno capitalino, empresarios, académicos de universidades privadas. Algo es obvio: todo este dineral gastado por el GDF, que rebasa topes de campaña, es para cobijar a una mujer cuyo éxito no se deriva de las lecturas, se trata de quitarle al PAN, y en especial a Demetrio Sodi, el control de Miguel Hidalgo. Lo interesante es que este equipo muestra la catadura moral de tal partido que dice ser de izquierda: no hay ninguno entre ellos que remotamente pueda tener una ideología semejante. Se trata de personas conservadoras, cercanas al ex priista Ebrard. Pero todo esto medio México lo conoce, para nadie es un secreto. Sin embargo, desde ahora las encuestas anticipan el triunfo del PRD en el DF. Ganarán la mayoría de las delegaciones, si no es que todas, y dominarán la Asamblea Legislativa. Surge el PRD y nos dice que la izquierda nacional la conforman sus militantes y yo veo puros ex priistas, personajes funestos a quienes he combatido por sus conductas negativas, demagógicas y autoritarias. El plus son los cientos de pillos disfrazados de líderes sociales que han pervertido el proyecto original de Cárdenas en pos de dinero y poder. ¿Ésta es la izquierda? Una suma de bandidos y organizaciones manipuladas por dirigentes sindicales charros que se han perpetuado, como antes Fidel Velázquez, en el cargo. Son los casos de Agustín Rodríguez y Hernández Juárez, por sólo citar dos líderes que jinetean a los trabajadores y utilizan al PRD para ocupar cargos legislativos. No hay en ninguno de ellos una ideología clara, consolidada, en el mejor de los casos tienen un puñado de ocurrencias para engañar ingenuos. Es tiempo de reflexionar seriamente qué país queremos, qué ciudad estamos formando. Si deseamos el proyecto del PRD, utilizado para robar y engañar, bueno, eso merecemos. De lo contrario, habrá que enfrentarlos. Ahora, si usted ha robado dinero oficial, le ha mentido al pueblo y ha hecho negocios al amparo del poder, no se preocupe, sálgase del partido en que milita e inscríbase en el PRD. Quizá hasta sea usted jefe delegacional o diputado. O un santo, como san Andrés Manuel, el protector de las causas deshonestas.