Había yo pensado colocar este artículo sobre la recién estrenada película de Johnny Deep en la sección de cine, pero se me hizo mucho más oportuno colocarla precisamente aquí, ya que el actual gobierno federal encabezado por Felipe Calderón, intenta infructuosamente de presentar ante el electorado la dicotomía falsa y manipuladoramente maniqueísta de que los que gobiernan son los chicos buenos y los demás que no están con ellos los malos...
Enemigos Públicos[/b]
”Enemigos Públicos” de Michael Mann es una hermosa y sombría obra de arte. Filmada en alta definición digital, por un cineasta que está ayudando a cambiar la forma como se ve el cine, vuelve a visitar con un meticuloso detalle y convulsiones de violencia a un corto y frenético período de la vida como asaltante de bancos de John Dillinger, un joven granjero de Indiana que se convierte en un prófugo de la ley de la época de la Gran Depresión, caracterizado por Johnny Depp. Mucho d e lo que hace placentera a la película es el vigor con el que vuelve a escenificar nuestro romance familiar con los criminales de la época, una aventura perenne. Peor también lo que la hace más que una suma de sus espectaculares tomas exteriores es la ambivalencia acerca de este romance que escurre en la creación cinematográfica, al oscurecer firmemente los cielos y al desgastar las historias de excitaciones fáciles.
Las emociones ciertamente están allí en el asalto a la prisión sensacionalmente coreografiado con el que comienza la película bajo un brillante cielo azul del medio oeste Americano, que se extiende como la bóveda de una catedral. Abigarrado por nubes blancas esponjosas, es la clase de cielo que tiende a mostrarse como un fondo en las pinturas de la Virgen y el Niño, pero aquí ofrece un duro contraste entre la imagen lejana de Dillinger y su amigo Red (Jason Clarke), caminando rápidamente a zancadas hacia una amenazadora y enorme prisión. el Sr. Mann se acerca una vez que los hombres entran a la prisión, donde ellos ayudan a desarmar a los guardias, , y entonces retrocede hacia una toma lejana, mientras Dillinger dispara sobre la prisión con una ametralladora, mientras los prófugos corren a escaparse en un auto..
Mediante la fuerza del hábito de Hollywood, podríamos esperar que esta visión de un repentino pistolero solitario serviría como preludio para otra excitante carrera de goce acerca de vivir rápido y morir joven, En lugar de ello, continúa con una escena sorprendentemente corta de un prófugo herido que está siendo arrastrado junto con el auto de huída , mientras Dillinger y otro hombre luchan por ponerlo de pie. EN la toma más sorprendente, el Sr Man coloca la cámara junto al hombre caído, apuntando hacia arriba hacia la oscura figura ominosa de Dillinger que aniquila ese cielo azul. Dillinger agarra hasta que el puño de hombre se afloja, y el cadáver se resbala en una dirección, mientras el auto se escapa hacia el otro lado. Dejando la culpa en otra parte, a continuación él arroja a otro hombre hacia afuera del auto en movimiento.
Éste es entonces el Dillinger del Sr. Man: suficientemente bravo para quedarse en pie en su cimentada rudeza. Hay una pista de lo demoníaco de este retrato, particularmente cuando el prófugo está escurriéndose a través de un banco, su oscuro y grande abrigo abanicándose a su alrededor y con una ametralladora en una de sus manos. Es el relleno de las leyendas, de las ejecuciones y de los gángsters de desenvuelta sonrisa de matinée El Sr. Mann ama esta aparición de bravura calculada y enmarca inicialmente los primeros asaltos como pedazos coreográficos de escena sin costura. Durante el primer robo, Dillinger y sus dos cómplices desde arriba, la c-amara escudriñando desde arriba mientras los hombres se despliegan atravesando un piso blanco de banco, como danzantes de MGM. Cuando Dillinger salta un carril, se eleva.
Es un momento seductor. – el malo parece desafiar la gravedad, no sólo la ley, y como en muchas otra escenas de acción, le da a la película una sacudida. También quizás en homenaje, refleja una toma similar del asesino serial de la Película ”Siete” de David Fincher. Como el Sr. Fincher, el Sr. Mann realiza películas de arte que debido a sus complejos placeres y ambigüedades, no siempre pegan. ( “Siete” y [i] “Colateral”[i] la película del Sr. Mann, con Tom Cruise, siendo las excepciones. A pesar de la corriente de la buena fe del Sr. Mann notable en el éxito en al TV de los ’80 [b] y la preferencia por los géneros cinematográficos, hay algo determinadamente no comercial en sus películas. Entre otras cosas, son profundamente serias, (A veces hasta el punto de la parodia) que es por lo que rara vez se disparan.
Y “Enemigos Públicos” no es nada, si no es un retrato vívido ficcionalizado de un país hundido en la depresión y con personajes malos saltando. La historia se centra en dos antagonistas dramáticos, Dillinger y Melvin Purvis (un fardo Cristiano remoto), el Agente del F.B.I. que perrunamente, si no es que ineptamente, conducen la cacería de [i] los más buscados en AMÉRICA Al principio el joven jefe de la oficina, J. Edgar Hoover (un aterrador Billy Crudup, con su cuello ensanchado ), ignora a Dillinger, condenándose a si mismo a un problema de estado. Hoover habría librado la pena, si el fugitivo hubiera permanecido fuera de la jurisdicción federal ,debido a que cuando la persecución estaba puesta en marcha, eran los agentes lo que no sabían como conducirla ni cómo disparar apropiadamente sus armas.
Como Dillinguer, Hoover cultivó un perfil público que se veía bien en papel y después en pantalla. Tenían mucha competencia. Bonnie y Clyde estaban en su apogeo violento , comoPretty Boy Floyd, Baby Face Nelson, y otro con historias listas para las marquesinas, algunos de los cuales aparecen aquí. Banks lo hacía para blancos fáciles, logísticamente y de otras maneras, como el escritor Bryan Burrough resalta en un libro sobre la guerra de inauguración de AMÉRICA contra el crimen, y estos criminales tomaron ventaja de l odio público para aquellas recientes instituciones fallidas. Dillinger depredaba las arcas de los bancos y escenificaba asaltos a cárceles para incrementar su aprobación. Él le disparaba a muerte a un hombre, aunque no siempre lo confesaba, Esto era malo para su imagen.
Se convirtió en otra clase del más buscado en toda AMÉRICA; una estrella. “ Dame la lana, mi hermana” le instruía a la cajera con su torcida sonrisa. La prensa levantó su perfil con los encabezados gritones, y el cómico Will Rogers se burlaba de la ineptitud de las autoridades. ( Iban a matar a Dillinger, bromeaba Rogers pero otro grupo de personas aparecieron en escena, así e s que a ellos fueron a quienes en su lugar, mataron.) El Sr. Mann al trabajar con los incidentes dibujados en el libro del sr. Burrough “Enemigos Públicos, La Más Grande Ola Criminal de AMÉRICA Y El Nacimiento del F.B.I., 1933-34,” subraya el ángulo de las celebridades. Peor ese el la única parte bosquejada en su ambicioso guión, escrito con Ronan Bennett y Ann Biderman, que también le hace un hueco a una historia de amor entre la gloria de los tabloides y de los balazos.
La relación entre Dillinger y la chica de guarda ropa Billie Frechette (Marion Cotillard, manteniendo se ella dentro de un mundo de hombres) se devora demasiado tiempo, algunas veces con provecho, aunque ambos actores están mejor cuando actúan aparte. Cuando no está en vestimenta pirata, el Sr. Depp puede tener una presencia en pantalla recesiva, hasta inescrutable , la que es crucial para sus fortalezas y límites de desempeño. Con seguridad es un gato frío, Es un gato frío con toda certeza; disfrazado y a menudo más notable cuando está fijando la vista dentro del espacio, mientras la cámara remoja sus discretos pero potentes encantos físicos. El podría haber sido un gran actor silencioso, como roles anteriores lo sugieren. Parte de su atractivo inicial es que él parecía como la Garbo [ en un mundo cinematográfico que ya no da cabida para ídolos sagrados..
Enemigos Públicos[/b]
”Enemigos Públicos” de Michael Mann es una hermosa y sombría obra de arte. Filmada en alta definición digital, por un cineasta que está ayudando a cambiar la forma como se ve el cine, vuelve a visitar con un meticuloso detalle y convulsiones de violencia a un corto y frenético período de la vida como asaltante de bancos de John Dillinger, un joven granjero de Indiana que se convierte en un prófugo de la ley de la época de la Gran Depresión, caracterizado por Johnny Depp. Mucho d e lo que hace placentera a la película es el vigor con el que vuelve a escenificar nuestro romance familiar con los criminales de la época, una aventura perenne. Peor también lo que la hace más que una suma de sus espectaculares tomas exteriores es la ambivalencia acerca de este romance que escurre en la creación cinematográfica, al oscurecer firmemente los cielos y al desgastar las historias de excitaciones fáciles.
Las emociones ciertamente están allí en el asalto a la prisión sensacionalmente coreografiado con el que comienza la película bajo un brillante cielo azul del medio oeste Americano, que se extiende como la bóveda de una catedral. Abigarrado por nubes blancas esponjosas, es la clase de cielo que tiende a mostrarse como un fondo en las pinturas de la Virgen y el Niño, pero aquí ofrece un duro contraste entre la imagen lejana de Dillinger y su amigo Red (Jason Clarke), caminando rápidamente a zancadas hacia una amenazadora y enorme prisión. el Sr. Mann se acerca una vez que los hombres entran a la prisión, donde ellos ayudan a desarmar a los guardias, , y entonces retrocede hacia una toma lejana, mientras Dillinger dispara sobre la prisión con una ametralladora, mientras los prófugos corren a escaparse en un auto..
Mediante la fuerza del hábito de Hollywood, podríamos esperar que esta visión de un repentino pistolero solitario serviría como preludio para otra excitante carrera de goce acerca de vivir rápido y morir joven, En lugar de ello, continúa con una escena sorprendentemente corta de un prófugo herido que está siendo arrastrado junto con el auto de huída , mientras Dillinger y otro hombre luchan por ponerlo de pie. EN la toma más sorprendente, el Sr Man coloca la cámara junto al hombre caído, apuntando hacia arriba hacia la oscura figura ominosa de Dillinger que aniquila ese cielo azul. Dillinger agarra hasta que el puño de hombre se afloja, y el cadáver se resbala en una dirección, mientras el auto se escapa hacia el otro lado. Dejando la culpa en otra parte, a continuación él arroja a otro hombre hacia afuera del auto en movimiento.
Éste es entonces el Dillinger del Sr. Man: suficientemente bravo para quedarse en pie en su cimentada rudeza. Hay una pista de lo demoníaco de este retrato, particularmente cuando el prófugo está escurriéndose a través de un banco, su oscuro y grande abrigo abanicándose a su alrededor y con una ametralladora en una de sus manos. Es el relleno de las leyendas, de las ejecuciones y de los gángsters de desenvuelta sonrisa de matinée El Sr. Mann ama esta aparición de bravura calculada y enmarca inicialmente los primeros asaltos como pedazos coreográficos de escena sin costura. Durante el primer robo, Dillinger y sus dos cómplices desde arriba, la c-amara escudriñando desde arriba mientras los hombres se despliegan atravesando un piso blanco de banco, como danzantes de MGM. Cuando Dillinger salta un carril, se eleva.
Es un momento seductor. – el malo parece desafiar la gravedad, no sólo la ley, y como en muchas otra escenas de acción, le da a la película una sacudida. También quizás en homenaje, refleja una toma similar del asesino serial de la Película ”Siete” de David Fincher. Como el Sr. Fincher, el Sr. Mann realiza películas de arte que debido a sus complejos placeres y ambigüedades, no siempre pegan. ( “Siete” y [i] “Colateral”[i] la película del Sr. Mann, con Tom Cruise, siendo las excepciones. A pesar de la corriente de la buena fe del Sr. Mann notable en el éxito en al TV de los ’80 [b] y la preferencia por los géneros cinematográficos, hay algo determinadamente no comercial en sus películas. Entre otras cosas, son profundamente serias, (A veces hasta el punto de la parodia) que es por lo que rara vez se disparan.
Y “Enemigos Públicos” no es nada, si no es un retrato vívido ficcionalizado de un país hundido en la depresión y con personajes malos saltando. La historia se centra en dos antagonistas dramáticos, Dillinger y Melvin Purvis (un fardo Cristiano remoto), el Agente del F.B.I. que perrunamente, si no es que ineptamente, conducen la cacería de [i] los más buscados en AMÉRICA Al principio el joven jefe de la oficina, J. Edgar Hoover (un aterrador Billy Crudup, con su cuello ensanchado ), ignora a Dillinger, condenándose a si mismo a un problema de estado. Hoover habría librado la pena, si el fugitivo hubiera permanecido fuera de la jurisdicción federal ,debido a que cuando la persecución estaba puesta en marcha, eran los agentes lo que no sabían como conducirla ni cómo disparar apropiadamente sus armas.
Como Dillinguer, Hoover cultivó un perfil público que se veía bien en papel y después en pantalla. Tenían mucha competencia. Bonnie y Clyde estaban en su apogeo violento , comoPretty Boy Floyd, Baby Face Nelson, y otro con historias listas para las marquesinas, algunos de los cuales aparecen aquí. Banks lo hacía para blancos fáciles, logísticamente y de otras maneras, como el escritor Bryan Burrough resalta en un libro sobre la guerra de inauguración de AMÉRICA contra el crimen, y estos criminales tomaron ventaja de l odio público para aquellas recientes instituciones fallidas. Dillinger depredaba las arcas de los bancos y escenificaba asaltos a cárceles para incrementar su aprobación. Él le disparaba a muerte a un hombre, aunque no siempre lo confesaba, Esto era malo para su imagen.
Se convirtió en otra clase del más buscado en toda AMÉRICA; una estrella. “ Dame la lana, mi hermana” le instruía a la cajera con su torcida sonrisa. La prensa levantó su perfil con los encabezados gritones, y el cómico Will Rogers se burlaba de la ineptitud de las autoridades. ( Iban a matar a Dillinger, bromeaba Rogers pero otro grupo de personas aparecieron en escena, así e s que a ellos fueron a quienes en su lugar, mataron.) El Sr. Mann al trabajar con los incidentes dibujados en el libro del sr. Burrough “Enemigos Públicos, La Más Grande Ola Criminal de AMÉRICA Y El Nacimiento del F.B.I., 1933-34,” subraya el ángulo de las celebridades. Peor ese el la única parte bosquejada en su ambicioso guión, escrito con Ronan Bennett y Ann Biderman, que también le hace un hueco a una historia de amor entre la gloria de los tabloides y de los balazos.
La relación entre Dillinger y la chica de guarda ropa Billie Frechette (Marion Cotillard, manteniendo se ella dentro de un mundo de hombres) se devora demasiado tiempo, algunas veces con provecho, aunque ambos actores están mejor cuando actúan aparte. Cuando no está en vestimenta pirata, el Sr. Depp puede tener una presencia en pantalla recesiva, hasta inescrutable , la que es crucial para sus fortalezas y límites de desempeño. Con seguridad es un gato frío, Es un gato frío con toda certeza; disfrazado y a menudo más notable cuando está fijando la vista dentro del espacio, mientras la cámara remoja sus discretos pero potentes encantos físicos. El podría haber sido un gran actor silencioso, como roles anteriores lo sugieren. Parte de su atractivo inicial es que él parecía como la Garbo [ en un mundo cinematográfico que ya no da cabida para ídolos sagrados..
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