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Juanito no se va, Juanito no se va
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Sin filias ni fobias en procedimiento contra Juanito
¡Que desvergonzada es la coprocracia mexicana!
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Originalmente publicado por n3p Ver post
La Cueva$ de alí Babá y los 40 Ladrone$, hizo nada más lo que se le pegó la gana en la Delegación Miguel Hidalgo, destruyendo importantes zonas arboladas, además de las dos avenidas emblemáticas de la Ciudad de México, COMO LO ERAN El Paseo de la Reforma y el Paseo de las Palmas.Last edited by Rafael Norma; 06-diciembre-2009, 07:46.
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Archivos del poder
Martín Moreno
Juanito: el monstruo de todos
El show de Juanito ha desnudado las miserias políticas de nuestra cada vez más desacreditada izquierda. Nadie se salva del ridículo en esta comedia política, digna de ser dirigida por Alberto Rojas, El Caballo. Los protagonistas, López Obrador, Brugada, Ebrard, el PRD en la ALDF, los electores y Rafael Acosta han montado una bufonada vergonzosa.
Sí, así se las gastan en el PRD. Y todos, sin excepción, son responsables de parir a ese Frankenstein —Juanito— que hoy tiene hundida en la ingobernabilidad a la apetecible delegación Iztapalapa, con casi dos millones de habitantes y presupuesto de cuatro mil millones de pesos.
La legalidad es lo que menos les importa. Si Rafael Acosta, bajo las siglas del PT, ganó a golpe de votos el derecho a gobernar Iztapalapa, es algo que, apegados estrictamente a la ley, los perredistas deberían respetar. Juanito ganó y punto. Hoy, con argumentos tan ambiguos como humillantes, al calificarlo de “retrasado mental”, pretenden tumbarlo de la silla.
Por supuesto que Juanito no es, ni por mucho, el político que merece una delegación. La que sea. Lo hemos dicho: es un fantoche que se prestó al juego perverso de AMLO y ganó gracias a la fuerza política del tabasqueño. Y nada más. Pero ganó, y ahora a ver a qué costo lo quitan.
Y es en este punto donde se inició la comedia que ha terminado de hundir, en el desprestigio, a la izquierda.
AMLO abrió la escena cuando pidió en la plaza pública votar por Juanito para que, al triunfar, éste declinara en favor de Clara Brugada. “No te la vayas a creer”, le advirtió Andrés Manuel. ¿Y qué pasó? Que Juanito ganó, se la creyó y ahora no se quiere ir. ¿Dónde está AMLO para remediar el comedión que sus truculentos planes armaron en Iztapalapa? ¿Por qué su mutis?
Clara Brugada llamó “luchador social” a Juanito. Hoy lo tilda de loco. Brugada no ganó la delegación y, aun así, la quiere gobernar. ¿Con cuáles méritos? ¿Basta ser amiga de AMLO para ocupar la silla, paradójicamente, de manera espuria? Su falta de ética exhibe su desnudez ideológica.
Marcelo Ebrard se enredó con sus propios errores. Primero le pidió al delegado electo solicitar licencia. Juanito aceptó inicialmente, pero el trabajo político del cual presumía el jefe de Gobierno del DF pronto se derrumbó. Al concluir el permiso oficial, Juanito regresó a la delegación. Ebrard le ofreció el Instituto del Deporte y lo batearon.
Rebasado en su capacidad de operación política, Marcelo cometió otro error, al declarar públicamente que como titular del GDF no tenía facultades para quitar delegados. Entonces, ¿por qué intentó, al menos en dos ocasiones, tratar de eliminar a Juanito, ofreciéndole cargos públicos, hecho que entra en la esfera de su competencia como gobernante, pero viola claramente la ley? Ebrard reculó al ver fracasada su maniobra política y por eso ahora pide a la ALDF que lo salven. Vaya con el falso izquierdista.
El PRD dominante de la Asamblea capitalina afila las garras para hacer pedazos a Juanito. En la realidad, estará dándole un golpe de Estado a Rafael Acosta, ganador legal de las elecciones en Iztapalapa. Seguramente lo ejecutarán, al precio de quedar como un partido practicante del fascismo político cuando alguien no le conviene a sus intereses.
Los electores tienen responsabilidad porque, les guste o no, eligieron, con su voto, al tal Juanito. Ellos así lo quisieron.
¿Y qué decir de Juanito? En realidad poco: un personaje de barrio que creyó en su líder pero que, con el paso de los días, confirmó la máxima de que el poder enloquece a los hombres.
Chamba no le faltará: ya lo veremos en el teatro bajo la dirección de El Caballo Rojas.
¿Dónde está AMLO para remediar el comedión que sus truculentos planes armaron en Iztapalapa? ¿Por qué su mutis?
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Originalmente publicado por Kadmos Ver postArchivos del poder
Martín Moreno
Juanito: el monstruo de todos
El show de Juanito ha desnudado las miserias políticas de nuestra cada vez más desacreditada izquierda. Nadie se salva del ridículo en esta comedia política, digna de ser dirigida por Alberto Rojas, El Caballo. Los protagonistas, López Obrador, Brugada, Ebrard, el PRD en la ALDF, los electores y Rafael Acosta han montado una bufonada vergonzosa.
Sí, así se las gastan en el PRD. Y todos, sin excepción, son responsables de parir a ese Frankenstein —Juanito— que hoy tiene hundida en la ingobernabilidad a la apetecible delegación Iztapalapa, con casi dos millones de habitantes y presupuesto de cuatro mil millones de pesos.
La legalidad es lo que menos les importa. Si Rafael Acosta, bajo las siglas del PT, ganó a golpe de votos el derecho a gobernar Iztapalapa, es algo que, apegados estrictamente a la ley, los perredistas deberían respetar. Juanito ganó y punto. Hoy, con argumentos tan ambiguos como humillantes, al calificarlo de “retrasado mental”, pretenden tumbarlo de la silla.
Por supuesto que Juanito no es, ni por mucho, el político que merece una delegación. La que sea. Lo hemos dicho: es un fantoche que se prestó al juego perverso de AMLO y ganó gracias a la fuerza política del tabasqueño. Y nada más. Pero ganó, y ahora a ver a qué costo lo quitan.
Y es en este punto donde se inició la comedia que ha terminado de hundir, en el desprestigio, a la izquierda.
AMLO abrió la escena cuando pidió en la plaza pública votar por Juanito para que, al triunfar, éste declinara en favor de Clara Brugada. “No te la vayas a creer”, le advirtió Andrés Manuel. ¿Y qué pasó? Que Juanito ganó, se la creyó y ahora no se quiere ir. ¿Dónde está AMLO para remediar el comedión que sus truculentos planes armaron en Iztapalapa? ¿Por qué su mutis?
Clara Brugada llamó “luchador social” a Juanito. Hoy lo tilda de loco. Brugada no ganó la delegación y, aun así, la quiere gobernar. ¿Con cuáles méritos? ¿Basta ser amiga de AMLO para ocupar la silla, paradójicamente, de manera espuria? Su falta de ética exhibe su desnudez ideológica.
Marcelo Ebrard se enredó con sus propios errores. Primero le pidió al delegado electo solicitar licencia. Juanito aceptó inicialmente, pero el trabajo político del cual presumía el jefe de Gobierno del DF pronto se derrumbó. Al concluir el permiso oficial, Juanito regresó a la delegación. Ebrard le ofreció el Instituto del Deporte y lo batearon.
Rebasado en su capacidad de operación política, Marcelo cometió otro error, al declarar públicamente que como titular del GDF no tenía facultades para quitar delegados. Entonces, ¿por qué intentó, al menos en dos ocasiones, tratar de eliminar a Juanito, ofreciéndole cargos públicos, hecho que entra en la esfera de su competencia como gobernante, pero viola claramente la ley? Ebrard reculó al ver fracasada su maniobra política y por eso ahora pide a la ALDF que lo salven. Vaya con el falso izquierdista.
El PRD dominante de la Asamblea capitalina afila las garras para hacer pedazos a Juanito. En la realidad, estará dándole un golpe de Estado a Rafael Acosta, ganador legal de las elecciones en Iztapalapa. Seguramente lo ejecutarán, al precio de quedar como un partido practicante del fascismo político cuando alguien no le conviene a sus intereses.
Los electores tienen responsabilidad porque, les guste o no, eligieron, con su voto, al tal Juanito. Ellos así lo quisieron.
¿Y qué decir de Juanito? En realidad poco: un personaje de barrio que creyó en su líder pero que, con el paso de los días, confirmó la máxima de que el poder enloquece a los hombres.
Chamba no le faltará: ya lo veremos en el teatro bajo la dirección de El Caballo Rojas.
¿Dónde está AMLO para remediar el comedión que sus truculentos planes armaron en Iztapalapa? ¿Por qué su mutis?
¿Sólo ha desnudado a la izquierda? ¿Y el oportunismo de los Pánfilos Gansos, braguetas persignadas azules, donde queda?
Last edited by Rafael Norma; 06-diciembre-2009, 19:09.
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Originalmente publicado por el Barto Ver post¡juar!¡juar!, que se me hace que el Juanito le gusta al n3.
Lo que sí hay que reconocer es que es el UNICO que aún defiende al Yoni ya en todos los medios le están haciendo los últimos chistes a su costa antes de regresarlo a su coladera.
o que no sé es de donde va a sacar ahora sus pegotes acerca de Juanito, digo ya ni en "La Crónica" van a hablar de él.
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Originalmente publicado por Arturo Ver post¿Asi? o quieren mas.
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Arturo
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Re: Juanito no se va, Juanito no se va
Asegura Brugada que Juanito está fuera de la ley
Bruja desvergonzada, lo que hace ella es delito. Golpismo, obstrucción de vías de comunicación, compra de votos, agitación social, conspiración para dar un golpe de Estado, más lo que se acumule.
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