Julián Sánchez
El Universal
Ciudad de México
Lunes 19 de octubre de 2009
Celebran una misa en la sede del sindicato en la que los religiosos expresaron su rechazo a la medida del gobierno de Felipe Calderón de extinguir LyFC
Sacerdotes encabezados por el ministro católico Miguel Concha Malo manifestaron su solidaridad con los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) durante una misa efectuada en la sede de esa organización, donde los religiosos expresaron su rechazo a la medida del gobierno de Felipe Calderón de extinguir Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
En la ceremonia eucarísticas donde el dirigente de los electricistas, Martín Esparza, leyó una reflexión previo a las lecturas del Evangelio, Miguel Concha resaltó que de acuerdo con el alto magisterio de la iglesia Católica los trabajadores merecen respeto así como su sindicato y al trabajo decente con salarios justos y bien remunerado.
Miguel Concha manifestó que la defensa de los trabajadores y sus derechos no es algo que diga él exclusivamente, si no también sobre el se han pronunciado los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, así como los obispos de América Latina, incluidos los de México.
Concha Malo sostuvo que esa solidaridad con los integrantes de SME "lo hacemos no por ideología política, si no por nuestra fe cristiana".
Ante los ex trabajadores de Ly FC congregados en el auditorio del SME, donde se improvisó un altar con imágenes de la Virgen de Guadalupe y con flores, Concha Malo dijo que la iglesia está del lado de los discriminados de los que no se aprecia su salario. "Y en esta ocasión en nuestra patria, del lado de los trabajadores del SME".
Les expresó entender su enojo al haberlos despojado de su fuente de trabajo.
Les dijo que tienen todo el derecho a estar enojados pues de lo contrario sería muy extraño.
"Hay que enojarse con lo malo de la situación... Hay que enojarse para seguir perseverando en la construcción e una sociedad justa, de seres humanos de hombres y mujeres libres y una sociedad digna con otro modelo económico".
En la misa oficiada por cinco ministros religiosos, uno de ellos el jesuita Carlos Rodríguez, sostuvo que la referidas medida del gobierno federal es moralmente reprobable, pues no se ajusta dejar sin empleo ni al Evangelio ni al milagro Guadalupano.
En tal sentido consideró que el estandarte Guadalupano puede acompañar a los integrantes del SME como sucedió en 1810 con el cura Miguel Hidalgo en el movimiento de independencia y en 1910 a quienes lucharon en la Revolución.
grg
El Universal
Ciudad de México
Lunes 19 de octubre de 2009
Celebran una misa en la sede del sindicato en la que los religiosos expresaron su rechazo a la medida del gobierno de Felipe Calderón de extinguir LyFC
Sacerdotes encabezados por el ministro católico Miguel Concha Malo manifestaron su solidaridad con los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) durante una misa efectuada en la sede de esa organización, donde los religiosos expresaron su rechazo a la medida del gobierno de Felipe Calderón de extinguir Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
En la ceremonia eucarísticas donde el dirigente de los electricistas, Martín Esparza, leyó una reflexión previo a las lecturas del Evangelio, Miguel Concha resaltó que de acuerdo con el alto magisterio de la iglesia Católica los trabajadores merecen respeto así como su sindicato y al trabajo decente con salarios justos y bien remunerado.
Miguel Concha manifestó que la defensa de los trabajadores y sus derechos no es algo que diga él exclusivamente, si no también sobre el se han pronunciado los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, así como los obispos de América Latina, incluidos los de México.
Concha Malo sostuvo que esa solidaridad con los integrantes de SME "lo hacemos no por ideología política, si no por nuestra fe cristiana".
Ante los ex trabajadores de Ly FC congregados en el auditorio del SME, donde se improvisó un altar con imágenes de la Virgen de Guadalupe y con flores, Concha Malo dijo que la iglesia está del lado de los discriminados de los que no se aprecia su salario. "Y en esta ocasión en nuestra patria, del lado de los trabajadores del SME".
Les expresó entender su enojo al haberlos despojado de su fuente de trabajo.
Les dijo que tienen todo el derecho a estar enojados pues de lo contrario sería muy extraño.
"Hay que enojarse con lo malo de la situación... Hay que enojarse para seguir perseverando en la construcción e una sociedad justa, de seres humanos de hombres y mujeres libres y una sociedad digna con otro modelo económico".
En la misa oficiada por cinco ministros religiosos, uno de ellos el jesuita Carlos Rodríguez, sostuvo que la referidas medida del gobierno federal es moralmente reprobable, pues no se ajusta dejar sin empleo ni al Evangelio ni al milagro Guadalupano.
En tal sentido consideró que el estandarte Guadalupano puede acompañar a los integrantes del SME como sucedió en 1810 con el cura Miguel Hidalgo en el movimiento de independencia y en 1910 a quienes lucharon en la Revolución.
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