Descubren la supernova más grande jamás vista
Un equipo de científicos descubrió lo que probablemente sea el estallido más violento y jamás visto de una estrella, una explosión que puede dar lugar a 50 soles, publicó la revista Nature en su edición más reciente.
La estrella SN2007bi estalló en el 2007, pero la observación de ese fenómeno condujo a investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann, en Israel y de la Universidad de San Diego, Estados Unidos, a un hallazgo espectacular: los residuos de su explosión tienen un peso mucho mayor que el de nuestro sol
El brillo de una supernova normal se apaga en un par de semanas, pero el de la gigantesca estrella es entre 50 y 100 veces mayor.
"Fue muy, muy lento. Volví después de una semana, después de dos semanas, después de un mes y cinco meses y todavía estaba el mismo brillo", señaló Avishay Gal-Yam, astrónomo del Instituto de Ciencia Weizmann y uno de los autores principales del estudio.
Esta estrella tiene al menos 200 veces la masa del sol y su estallido lanzó al espacio cantidades masivas del elemento radiactivo níquel 56 y otros residuos más ligeros como carbono y silicio, que en total tienen un peso 50 veces mayor que el del sol.
Según los astrónomos las estrellas de la Vía Láctea no pueden crecer por encima de 150 masas solares, porque tienen demasiados elementos pesados.
Al superar ciertos límites se ve obligada a contraerse hasta el punto tal que se ve comprimida, cuando esta presión es demasiada, entonces estalla en forma de supernova.
Un equipo de científicos descubrió lo que probablemente sea el estallido más violento y jamás visto de una estrella, una explosión que puede dar lugar a 50 soles, publicó la revista Nature en su edición más reciente.
La estrella SN2007bi estalló en el 2007, pero la observación de ese fenómeno condujo a investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann, en Israel y de la Universidad de San Diego, Estados Unidos, a un hallazgo espectacular: los residuos de su explosión tienen un peso mucho mayor que el de nuestro sol
El brillo de una supernova normal se apaga en un par de semanas, pero el de la gigantesca estrella es entre 50 y 100 veces mayor.
"Fue muy, muy lento. Volví después de una semana, después de dos semanas, después de un mes y cinco meses y todavía estaba el mismo brillo", señaló Avishay Gal-Yam, astrónomo del Instituto de Ciencia Weizmann y uno de los autores principales del estudio.
Esta estrella tiene al menos 200 veces la masa del sol y su estallido lanzó al espacio cantidades masivas del elemento radiactivo níquel 56 y otros residuos más ligeros como carbono y silicio, que en total tienen un peso 50 veces mayor que el del sol.
Según los astrónomos las estrellas de la Vía Láctea no pueden crecer por encima de 150 masas solares, porque tienen demasiados elementos pesados.
Al superar ciertos límites se ve obligada a contraerse hasta el punto tal que se ve comprimida, cuando esta presión es demasiada, entonces estalla en forma de supernova.
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