Nómina Federal al alza, a pesar de que "estamos en crisis"

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Nómina Federal al alza, a pesar de que " estamos en crisis"

Suben, en crisis, nómina federal

Crece 8.3% el gasto en servicios personales. Mientras IP en 2009 recortó personal, la burocracia fue beneficiada

Arturo Rivero

(9 febrero 2010).- Durante 2009, el año de la peor crisis económica de la historia, el gasto en servicios personales del Gobierno federal creció 8.3 por ciento real.

En contraste, el sector privado tuvo que apretarse el cinturón, y su nómina bajó 3.9 por ciento real, resultado de una caída de 3 por ciento en el empleo promedio del año pasado y de 0.9 por ciento en el salario real, según datos oficiales.

Los ahorros y las medidas de austeridad implementados desde 2009 para contener el desequilibrio en las finanzas públicas no impidieron que el gasto en nómina (servicios personales) creciera en las secretarías y dependencias del Gobierno federal.

Así, el pago por estos servicios en la Administración federal (sin contar las paraestatales) sumó 161 mil 259 millones de pesos en 2009, 8.3 por ciento más que en 2008, según Hacienda.

El mayor incremento se dio en actividades del Poder Ejecutivo en el área de Comunicaciones y Transportes (33 por ciento) y en todo lo relacionado con seguridad y justicia (20.9 por ciento).

Pero también crecieron los recursos en seguridad social (5 por ciento), desarrollo agropecuario (11.8 por ciento) y, en conjunto, los destinados a Relaciones Exteriores, Hacienda y Gobernación (10.7 por ciento).

Las dependencias con aumento en su planta laboral de 2008 a 2009 son Gobernación -pasó de 11 mil 976 empleados a 12 mil 148-, SRE y SEP, entre otras.

En tanto, los servicios personales de paraestatales y entidades de control directo avanzaron 1.3 por ciento. Los correspondientes a gobiernos estatales y municipales retrocedieron 0.9.

En el informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, Hacienda explica que, derivado de las medidas de austeridad y los ajustes posteriores, se logró, entre otros ahorros, reducir en 13 mil 475 millones de pesos el gasto en servicios personales.

Carlos Canfield, catedrático e investigador del departamento de finanzas del Tecnológico de Monterrey, consideró que el crecimiento en la nómina del Gobierno federal es una incongruencia frente a la austeridad requerida por los estragos de la crisis.

Calificó de vacilada los anuncios de austeridad y la reducción de sueldos de funcionarios públicos, que son auténticas cortinas de humo.

"¿Cómo se le puede exigir a la población que aporte más (vía impuestos) cuando el Gobierno se sirve con la cuchara grande?", cuestionó Canfield.

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Re: Nómina Federal al alza, a pesar de que "estamos en crisis"

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Alza de precios



Por Sergio Sarmiento



"Inflación es el impuesto que se aplica sin legislar".

Milton Friedman





En enero pasado la economía mexicana registró una inflación de 1.09 por ciento. Se trata de una cifra preocupante. Si la anualizáramos, tendríamos un monto de más de 13 por ciento en el 2010. El de enero es el mayor incremento mensual en los precios desde noviembre de 2008, cuando tuvimos un registro de 1.14 por ciento. Más atrás, habría que remontarse hasta enero del 2000 para encontrar una cifra mayor, de 1.34 por ciento.





Hay en el medio político y académico mexicano una lamentable tendencia a menospreciar los daños de la inflación. Esto se debe al hecho que tanto los funcionarios públicos como la mayoría de los académicos viven en un mundo artificial financiado por el gasto público con aumentos salariales regulares que compensan la inflación. Para la mayoría de la población, que tiene empleos en pequeñas y medianas empresas privadas o que subsiste en el autoempleo, la situación es completamente diferente. Cada punto que sube la inflación, se pierde un punto en el ingreso y en el nivel de vida. Si consideramos que la canasta básica de consumo, la que adquiere el estrato más pobre de la nación, tuvo un aumento de 1.48 por ciento nada más en enero, entenderemos por qué hay una situación de angustia entre los más necesitados.





En el 2009 se registró la segunda inflación anual más baja de la historia del país: 3.57 por ciento. Pero esta cifra fue consecuencia, por una parte, de la contracción en el poder de compra por la crisis económica y, por la otra, de una política de represión de los precios del sector público, particularmente la electricidad y la gasolina, quizá aplicada para dar una mejor impresión a los votantes sobre la situación del país en un año de elecciones federales.





En tan sólo el primer mes de 2010, sin embargo, se ha registrado un alza en los precios al consumidor cercana a una tercera parte de todo el aumento del 2009. Los factores que han incidido sobre esta explosión en los precios generales son el aumento de impuestos, propuesto por el Ejecutivo federal y aprobado por el Congreso, y los incrementos en los energéticos, con los que se ha buscado eliminar gradualmente el desfasamiento frente a los niveles internacionales generado por un año de congelación de estos productos.





El impacto de los aumentos en los impuestos sobre los precios será temporal. En los primeros meses del año veremos un proceso por el cual las empresas pasarán a los consumidores los nuevos impuestos, pero después de un tiempo la presión inflacionaria por este motivo se estabilizará. Las alzas en los combustibles, sin embargo, seguirán impulsando hacia arriba todos los precios en la economía. Por ello es de esperar que la inflación general se mantenga alta. El Banco de México ofreció en su última previsión un cálculo de 5.25 por ciento, que sería significativamente mayor que la cifra de 2009. Lo peor de todo es que este aumento se daría en un momento en que la debilidad de la economía impediría un aumento en los salarios.





En términos estrictos, la economía mexicana saldrá de la crisis en este 2010. Tendremos una tasa de crecimiento de cuando menos 4 por ciento, lo cual contrasta favorablemente con la caída de 7 por ciento de 2009. Sin embargo, la expansión de 2010 :011: [i]no será suficiente para compensar la caída del 2008, en tanto que la inflación seguramente hará que los trabajadores, particularmente los más pobres, sigan perdiendo terreno en su nivel de vida a pesar del crecimiento de la economía.









PRUEBA PARA BANXICO









Ahora viene la primera prueba de fuego para el nuevo Banco de México, desde enero bajo el mando de Agustín Carstens. El aumento de los precios está afectando de manera notable a los más pobres. El banco tiene un claro mandato legal para combatir la inflación. Esperemos que asuma esta responsabilidad con decisión, independencia y eficacia. De ello depende el nivel de vida de los que menos tienen.





www.sergiosarmiento.com





¿Es blip o bloop?



Por Manuel J. Jáuregui





Hará un par de semanas, el Gobernador del Banco de México, Mem... digo, Agustín Carstens, declaró que [colro=red]el riesgo de la inflación en México era nulo y que por tanto el Banco de México se ocuparía de incrementar las reservas de divisas.[/color]





Ayer, sin embargo, el mismo Banco de México dio a conocer las cifras inflacionarias de enero y en ellas queda claro que este índice de precios para el mes creció a una tasa anualizada superior al 12 por ciento (1.09 por ciento mensual): la más elevada en 10 años.





Este incremento inflacionario lo impulsaron fuertes alzas en los precios al consumidor de productos agropecuarios, energéticos y tarifas de transporte.





Aquí la pregunta relevante es si pueden coexistir dos verdades que se contradicen.



Por un lado, afirma el Dr. Carstens, un técnico calificado, que la inflación :011: no representa riesgo para la economía,y tan es así que el banco central puede darse el lujo de distraerse de su responsabilidad principal (combatir la inflación) para ocuparse de mantener la competitividad de nuestra divisa.





Por el otro costado tenemos el reporte de la misma institución representada por el Dr. Carstens de que la inflación se muestra alborotada vigorosamente a la alza.





¿Mienten las cifras o se equivocó en su apreciación el Dr. Carstens?





Una forma de plantearse este fenómeno sería si la cifra del índice de precios al consumidor de enero es un BLIP, o más bien se trata de un BLOOP.





Un blip sería un pico atípico de corta duración y un bloop sería una tendencia sostenida tipo burbuja.





Si siguen subiendo los precios o si, por el contrario, dieron un brinquito en enero como reflejo de una serie de aumentos gubernamentales para luego quedarse estáticos frenados por una economía en la que la demanda no impulsa la inflación, representa la gran diferencia entre una cosa y la otra.





Una apreciación muy personal es la siguiente: mientras el Gobierno federal no adopte un plan de AUSTERIDAD y DEJE de gastar se verá en la necesidad de seguir incrementando su recaudación.





La forma más fácil de lograrlo es mediante lo que controla en forma directa: el precio de bienes y servicios, tales como precios de energéticos, es decir, gasolina, gas y luz.





Ahora que éstos, a su vez, promueven alza en los precios del transporte y de muchos productos, entre ellos los agropecuarios que son los que -según esto- son responsables de la elevada alza de precios en enero.





Entonces, si bien es cierto que la economía está en una etapa de muy modesta expansión -siendo generosos- y por lo tanto no hay inflación impulsada por una demanda creciente, SÍ EXISTEN otro tipo de presiones inflacionarias que tienen que ver con el costo de insumos básicos que provee el Gobierno.



No sabemos qué tan alto sea el riesgo de la famosa "estagflación" (inflación con estancamiento), pero a juzgar por este blip de enero sí existe un riesgo, por mínimo que sea.



¿Qué sucede entonces si el blip se convierte en bloop y nuestro banco central, en lugar de estar con el ojo en el gato inflacionario, lo tiene puesto en el garabato de las reservas?





La verdad es que no toda la pelota le cae a Banco de México, ya hemos comentado que su responsabilidad es contener la inflación, entonces resulta obvio que, para salir airosa de este trance, nuestra economía requiere que exista ARMONÍA y coordinación entre nuestro banco central y la Secretaría de Hacienda.





O sea: si controlar la inflación y elevar el nivel de reservas es la meta propuesta, entonces Banco de México debe hacer lo suyo moderando la demanda de divisas y las tasas de interés, mientras Hacienda instrumenta un PLAN DE AUSTERIDAD que obligue a la burocracia a operar eficientemente con menos recursos impositivos, dejando en manos del ciudadano una mayor parte de su salario para así estimular el consumo y alejar el espectro de la inflación y de la estrechez económica.

Bueno, se vale soñar, ¿o no?







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Re: Nómina Federal al alza, a pesar de que "estamos en crisis"

Es un imbécil Felipe.

Desde que es presidente se ha disparado el gasto corriente del desgobierno.