La gran piñata
Manuel J. Jáuregui
19 Feb. 10
Hagan de cuenta, amigos, que los impuestos que pagamos todos los mexicanos son dulces en una GRAN PIÑATA que es el presupuesto, pero a éste sólo le pueden dar de PALOS nuestros servidores públicos. ¡Y vaya que se surten!Cualquier ente pensante que cuente con un dedo de sesos se puede percatar del desorden que arrastramos tras leer las observaciones que le hizo la AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN a la cuenta pública del 2008.
La conclusión es que nuestros gobernantes se surten de lo lindo del dinero público sin que exista la debida RENDICIÓN de cuentas ni la TRANSPARENCIA requerida.
De estas faltas son culpables prácticamente todas las ramas del Gobierno, pues existe opacidad hasta en la Secretaría de Hacienda misma, en el Legislativo y en los estados.
La Auditoría dice: "La discrecionalidad (en el gasto) genera corrupción y un alto grado de opacidad, una administración gubernamental que la tolera pierde la confianza de la sociedad y con ella la legitimidad para ejercer las atribuciones que le han sido conferidas".
Esta discrecionalidad se detectó en la aplicación de los excedentes presupuestales, así como en transferencias a entidades tales como "fideicomisos" y "fondos", de los cuales existen 353 registrados en Hacienda, mismos que están convertidos en verdaderos "agujeros negros" en los que desaparecen miles de millones.
Solamente los 32 estados del País sumaron irregularidades financieras en la aplicación de los recursos federales por más de ¡18 mil millones de pesos!
Los Estados con la mayor cantidad de recursos ejercidos no comprobados son Michoacán, Estado de México (Peña Nieto), Nuevo León (González Parás), Jalisco, Coahuila (Moreira Hnos.) y Baja California Sur.
A nivel Gobierno federal, los enredos mayores con el gasto, la mayor opacidad y los más grandes abusos se encuentran -¡oh, sorpresa!- en la Secretaría de Educación, donde se detectan AVIADORES (un mínimo de 3 mil 295), más de 8 mil comisionados (al sindicato) y a más de 6 mil maestros con plaza completa, pero que no son ubicables. O sea, nadie sabe dónde están.
Hay violaciones graves detectadas en las que existen PAGOS de nómina a funcionarios de elección popular (algo prohibido por la Ley) y no pocas inconsistencias en la nómina. Traducido al español, esto quiere decir que no cuadran las cuentas porque, es obvio, en la rebatinga bajo la PIÑATA brincan dulces por todos lados y luego nadie sabe quién se quedó con qué.
Una de las condenas más fuertes de esta revisión oficial de la cuenta pública tiene que ver con la forma en la cual el Poder Ejecutivo BURLA la normatividad del presupuesto en forma mañosa. Dice el Auditor Superior: "Nueve mil 537.6 millones de pesos fueron transferidos a diversas dependencias, entidades, fondos, fideicomisos y depósitos en la Tesorería para cubrir presiones de gasto a pesar de que, por lo avanzado del ejercicio fiscal (noviembre casi), era imposible su aplicación antes del 31 de diciembre".
Con esta premeditada maña se retornan los recursos no ejercidos a la piñata para que cada quien le dé a su antojo, burlando así las partidas específicas del presupuesto que les aprobó el Legislativo, y que constitucionalmente tienen un objetivo y un destino ESPECÍFICO.
Es esta la discrecionalidad que reprueba la Auditoría Superior que ha permitido que crezca el GASTO CORRIENTE federal mientras disminuyen las INVERSIONES RENTABLES en infraestructura y se dispara el déficit fiscal.
¡Y como quiera se molestan nuestros gobernantes cuando la sociedad les pide que mejoren su eficiencia ANTES de pretender exprimirla más!
Que no se sorprendan, entonces, si un día de éstos amanecemos con una HUELGA GENERAL de impuestos.
Manuel J. Jáuregui
19 Feb. 10
Hagan de cuenta, amigos, que los impuestos que pagamos todos los mexicanos son dulces en una GRAN PIÑATA que es el presupuesto, pero a éste sólo le pueden dar de PALOS nuestros servidores públicos. ¡Y vaya que se surten!Cualquier ente pensante que cuente con un dedo de sesos se puede percatar del desorden que arrastramos tras leer las observaciones que le hizo la AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN a la cuenta pública del 2008.
La conclusión es que nuestros gobernantes se surten de lo lindo del dinero público sin que exista la debida RENDICIÓN de cuentas ni la TRANSPARENCIA requerida.
De estas faltas son culpables prácticamente todas las ramas del Gobierno, pues existe opacidad hasta en la Secretaría de Hacienda misma, en el Legislativo y en los estados.
La Auditoría dice: "La discrecionalidad (en el gasto) genera corrupción y un alto grado de opacidad, una administración gubernamental que la tolera pierde la confianza de la sociedad y con ella la legitimidad para ejercer las atribuciones que le han sido conferidas".
Esta discrecionalidad se detectó en la aplicación de los excedentes presupuestales, así como en transferencias a entidades tales como "fideicomisos" y "fondos", de los cuales existen 353 registrados en Hacienda, mismos que están convertidos en verdaderos "agujeros negros" en los que desaparecen miles de millones.
Solamente los 32 estados del País sumaron irregularidades financieras en la aplicación de los recursos federales por más de ¡18 mil millones de pesos!
Los Estados con la mayor cantidad de recursos ejercidos no comprobados son Michoacán, Estado de México (Peña Nieto), Nuevo León (González Parás), Jalisco, Coahuila (Moreira Hnos.) y Baja California Sur.
A nivel Gobierno federal, los enredos mayores con el gasto, la mayor opacidad y los más grandes abusos se encuentran -¡oh, sorpresa!- en la Secretaría de Educación, donde se detectan AVIADORES (un mínimo de 3 mil 295), más de 8 mil comisionados (al sindicato) y a más de 6 mil maestros con plaza completa, pero que no son ubicables. O sea, nadie sabe dónde están.
Hay violaciones graves detectadas en las que existen PAGOS de nómina a funcionarios de elección popular (algo prohibido por la Ley) y no pocas inconsistencias en la nómina. Traducido al español, esto quiere decir que no cuadran las cuentas porque, es obvio, en la rebatinga bajo la PIÑATA brincan dulces por todos lados y luego nadie sabe quién se quedó con qué.
Una de las condenas más fuertes de esta revisión oficial de la cuenta pública tiene que ver con la forma en la cual el Poder Ejecutivo BURLA la normatividad del presupuesto en forma mañosa. Dice el Auditor Superior: "Nueve mil 537.6 millones de pesos fueron transferidos a diversas dependencias, entidades, fondos, fideicomisos y depósitos en la Tesorería para cubrir presiones de gasto a pesar de que, por lo avanzado del ejercicio fiscal (noviembre casi), era imposible su aplicación antes del 31 de diciembre".
Con esta premeditada maña se retornan los recursos no ejercidos a la piñata para que cada quien le dé a su antojo, burlando así las partidas específicas del presupuesto que les aprobó el Legislativo, y que constitucionalmente tienen un objetivo y un destino ESPECÍFICO.
Es esta la discrecionalidad que reprueba la Auditoría Superior que ha permitido que crezca el GASTO CORRIENTE federal mientras disminuyen las INVERSIONES RENTABLES en infraestructura y se dispara el déficit fiscal.
¡Y como quiera se molestan nuestros gobernantes cuando la sociedad les pide que mejoren su eficiencia ANTES de pretender exprimirla más!
Que no se sorprendan, entonces, si un día de éstos amanecemos con una HUELGA GENERAL de impuestos.
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