Dando de tumbos…
....y revolcándose entre la mierda
Más tumbos
René Delgado
6 Mar. 10
Apena no ver ni una minúscula rectificación e inquieta ver la reiteración de errores, cuya suma terminará por minar la credibilidad y la confianza en el gobierno. Si no se corrige esa tendencia, está por verse cómo acabará el sexenio.
¿Cuál es el saldo de la semana? Continuó la falta de coordinación entre el panismo que, esta vez, :011: ni siquiera consiguió sacar adelante la licencia solicitada por su dirigente nacional para ausentarse de la Cámara de Diputados; quedó desahuciado otro secretario de Estado y aún no se ha tomado nota de la imposibilidad de sostener a Juan Molinar en su cargo; prevalecieron los desencuentros del mandatario con sus homólogos estatales, el turno le correspondió ahora a Marcelo Ebrard; arreció la inconformidad dentro del panismo por la errática política electoral, Gerardo Buganza renunció a su militancia.
Eso, sin embargo, es lo de menos. Lo grave es que, en el afán de rescatar al jefe del Ejecutivo del lamentable acuerdo del gobierno y su partido con el priismo, el dirigente de Acción Nacional, César Nava, terminó por hundirlo: "En ningún momento el presidente Calderón estuvo al tanto ni informado de la situación de este acuerdo". Como quien dice los dos brazos políticos del mandatario, el secretario Fernando Gómez Mont y el dirigente César Nava, le ocultaron información. Nadie puede creer eso, y es mejor que así sea. Creerlo es dar por bueno que el presidente Calderón no sabe lo que hacen sus colaboradores y representantes u olvida lo que ordena.
Siguen los tumbos y cuando éstos se suceden sin parar, invariablemente sobreviene la caída.
Sí, los malosos del PRI disfrutaron la travesura: echaron abajo la licencia solicitada por César Nava [I]para ausentarse de[/I San Lázaro y dedicarse de lleno a la campaña electoral de su partido.
Eso no sorprende, sí que el dirigente de Acción Nacional se haya puesto de pechito. En su misma bancada se quejan de que Nava no los previno oportunamente sobre el asunto y, como entre los panistas también se ponen zancadillas, ni el menor esfuerzo hicieron por evitarle la mala pasada a su líder. La precisión hecha sobre la actuación del presidente de la Cámara de Diputados, el panista Francisco Ramírez Acuña, es elocuente. "El presidente Francisco Ramírez Acuña no tuvo contacto previo con el diputado Nava, ni se le encargó realizar ningún tipo de negociación". ¡Vaya aclaración!
De haber conocido esa aclaración, de seguro también la firma la coordinadora de la bancada albiazul, Josefina Vázquez Mota. Precisamente ése es el problema, los panistas se hablan entre sí pero no acuerdan.
Si para asuntos internos los panistas no se coordinan, qué será cuando tienen que coordinarse para tratar asuntos externos.
La falta de coordinación también es práctica en el gobierno.
Ni quien alertara al presidente de la República ni al secretario de Comunicaciones y Transportes de los términos del informe preliminar de la Comisión Investigadora de la Suprema Corte, encargada de indagar lo ocurrido en la tragedia de la guardería ABC. Tan no hubo esa alerta que de gira se fue a España el secretario Juan Molinar, allá fue a enterarse de su brutal descalificación.
Da igual el curso de ese informe preliminar, el secretario de Estado quedó ya desahuciado. Sostenerlo en el cargo sería reiterar una absoluta falta de sensibilidad donde pesan, sí, los 49 niños muertos pero también los que quedaron sometidos a un larguísimo y doloroso proceso de recuperación, marcados de por vida. Sostenerlo en el cargo supondría, además, dejarlo en la más absoluta vulnerabilidad frente a los muy fuertes intereses en el ámbito de las telecomunicaciones.
Esa experiencia ya la vivió el gobierno con el caso del malhadado secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, herido políticamente a unos días de tomar posesión. Quedó desahuciado por los contratos, ahora Juan Molinar ha quedado desahuciado con el informe sobre su actuación al frente del Seguro Social.
Puede litigarse si tenía o no la facultad para subrogar las guarderías del IMSS a terceros, pero el punto no es jurídico... va mucho más allá.
¿Cuál es la postura de su jefe o es que tampoco le han informado del reporte de esa Comisión Investigadora?
* * *
De los desencuentros del presidente Felipe Calderón con mandatarios estatales no hay mucho que reseñar.
A la lista que integran Leonel Godoy, Fidel Herrera, Humberto Moreira, Ivonne Ortega... se suma -aunque, en realidad siempre estuvo en ella- Marcelo Ebrard. El jefe del Gobierno capitalino canceló su asistencia a la inauguración de la exposición "México en tus sentidos" que su administración organizó. ¿Por qué? Porque como el gobierno federal se desinteresó por la centenaria conmemoración de las fechas patrias, ahora se cuelga de cuanto puede y esta vez se colgó de un acto ajeno.
Poco importa el motivo de la desavenencia, lo impresionante es que esos desencuentros tienen un ritmo semanal.
* * *
Lo más grave de lo ocurrido en esta última semana no es lo reseñado. Lo es la pérdida de la confianza del gabinete político en su jefe y, se sabe, cuando los operadores no tienen clara la instrucción recibida, todo es un patinar y resbalar hasta que sobreviene la caída.
El acuerdo suscrito con el PRI por los dos brazos políticos del mandatario deja en el desahucio al secretario de Gobernación y al dirigente del partido. Fernando Gómez Mont y César Nava no tienen más que hacer en su respectivo ámbito de actividades. Participaron en un juego de traiciones, mentiras y engaños donde muy probablemente fueron los alfiles de un doble juego, donde todo el peso de la responsabilidad recae sobre su jefe. Pueden empeñarse y sacrificarse en asegurar que el mandatario no sabía lo que hacían. Eso no lo salva, lo hunde.
Con el desahucio del dirigente del partido, de los secretarios de Gobernación y de Comunicaciones y, desde hace meses, del de Turismo, cada vez es más difícil hablar de un gobierno.
Se dice -hay quienes así lo creen- que el Ejecutivo propuso la más importante reforma política desde hace quién sabe cuántos años, lo fáctico es que su gobierno y su partido pactan votos contra impuestos, venden protección a su más fuerte adversario a un muy bajo precio que, por lo visto, después no saben cobrar.
Se alían por abajo con quienes supuestamente :011: no pueden ver ni en pintura y se alían por arriba con quienes muy probablemente sean sus más próximos engañados.
Pierde identidad, credibilidad y confianza la administración y su partido, dan tumbos... a ver si no se caen.
sobreaviso@latinmail.com
Reforma, 6 de marzo de 2010 año de nuestro cumpleaños muy mexicano
....y revolcándose entre la mierda
Más tumbos
René Delgado
6 Mar. 10
Apena no ver ni una minúscula rectificación e inquieta ver la reiteración de errores, cuya suma terminará por minar la credibilidad y la confianza en el gobierno. Si no se corrige esa tendencia, está por verse cómo acabará el sexenio.
¿Cuál es el saldo de la semana? Continuó la falta de coordinación entre el panismo que, esta vez, :011: ni siquiera consiguió sacar adelante la licencia solicitada por su dirigente nacional para ausentarse de la Cámara de Diputados; quedó desahuciado otro secretario de Estado y aún no se ha tomado nota de la imposibilidad de sostener a Juan Molinar en su cargo; prevalecieron los desencuentros del mandatario con sus homólogos estatales, el turno le correspondió ahora a Marcelo Ebrard; arreció la inconformidad dentro del panismo por la errática política electoral, Gerardo Buganza renunció a su militancia.
Eso, sin embargo, es lo de menos. Lo grave es que, en el afán de rescatar al jefe del Ejecutivo del lamentable acuerdo del gobierno y su partido con el priismo, el dirigente de Acción Nacional, César Nava, terminó por hundirlo: "En ningún momento el presidente Calderón estuvo al tanto ni informado de la situación de este acuerdo". Como quien dice los dos brazos políticos del mandatario, el secretario Fernando Gómez Mont y el dirigente César Nava, le ocultaron información. Nadie puede creer eso, y es mejor que así sea. Creerlo es dar por bueno que el presidente Calderón no sabe lo que hacen sus colaboradores y representantes u olvida lo que ordena.
Siguen los tumbos y cuando éstos se suceden sin parar, invariablemente sobreviene la caída.
* * *
Sí, los malosos del PRI disfrutaron la travesura: echaron abajo la licencia solicitada por César Nava [I]para ausentarse de[/I San Lázaro y dedicarse de lleno a la campaña electoral de su partido.
Eso no sorprende, sí que el dirigente de Acción Nacional se haya puesto de pechito. En su misma bancada se quejan de que Nava no los previno oportunamente sobre el asunto y, como entre los panistas también se ponen zancadillas, ni el menor esfuerzo hicieron por evitarle la mala pasada a su líder. La precisión hecha sobre la actuación del presidente de la Cámara de Diputados, el panista Francisco Ramírez Acuña, es elocuente. "El presidente Francisco Ramírez Acuña no tuvo contacto previo con el diputado Nava, ni se le encargó realizar ningún tipo de negociación". ¡Vaya aclaración!
De haber conocido esa aclaración, de seguro también la firma la coordinadora de la bancada albiazul, Josefina Vázquez Mota. Precisamente ése es el problema, los panistas se hablan entre sí pero no acuerdan.
Si para asuntos internos los panistas no se coordinan, qué será cuando tienen que coordinarse para tratar asuntos externos.
* * *
La falta de coordinación también es práctica en el gobierno.
Ni quien alertara al presidente de la República ni al secretario de Comunicaciones y Transportes de los términos del informe preliminar de la Comisión Investigadora de la Suprema Corte, encargada de indagar lo ocurrido en la tragedia de la guardería ABC. Tan no hubo esa alerta que de gira se fue a España el secretario Juan Molinar, allá fue a enterarse de su brutal descalificación.
Da igual el curso de ese informe preliminar, el secretario de Estado quedó ya desahuciado. Sostenerlo en el cargo sería reiterar una absoluta falta de sensibilidad donde pesan, sí, los 49 niños muertos pero también los que quedaron sometidos a un larguísimo y doloroso proceso de recuperación, marcados de por vida. Sostenerlo en el cargo supondría, además, dejarlo en la más absoluta vulnerabilidad frente a los muy fuertes intereses en el ámbito de las telecomunicaciones.
Esa experiencia ya la vivió el gobierno con el caso del malhadado secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, herido políticamente a unos días de tomar posesión. Quedó desahuciado por los contratos, ahora Juan Molinar ha quedado desahuciado con el informe sobre su actuación al frente del Seguro Social.
Puede litigarse si tenía o no la facultad para subrogar las guarderías del IMSS a terceros, pero el punto no es jurídico... va mucho más allá.
¿Cuál es la postura de su jefe o es que tampoco le han informado del reporte de esa Comisión Investigadora?
* * *
De los desencuentros del presidente Felipe Calderón con mandatarios estatales no hay mucho que reseñar.
A la lista que integran Leonel Godoy, Fidel Herrera, Humberto Moreira, Ivonne Ortega... se suma -aunque, en realidad siempre estuvo en ella- Marcelo Ebrard. El jefe del Gobierno capitalino canceló su asistencia a la inauguración de la exposición "México en tus sentidos" que su administración organizó. ¿Por qué? Porque como el gobierno federal se desinteresó por la centenaria conmemoración de las fechas patrias, ahora se cuelga de cuanto puede y esta vez se colgó de un acto ajeno.
Poco importa el motivo de la desavenencia, lo impresionante es que esos desencuentros tienen un ritmo semanal.
* * *
Lo más grave de lo ocurrido en esta última semana no es lo reseñado. Lo es la pérdida de la confianza del gabinete político en su jefe y, se sabe, cuando los operadores no tienen clara la instrucción recibida, todo es un patinar y resbalar hasta que sobreviene la caída.
El acuerdo suscrito con el PRI por los dos brazos políticos del mandatario deja en el desahucio al secretario de Gobernación y al dirigente del partido. Fernando Gómez Mont y César Nava no tienen más que hacer en su respectivo ámbito de actividades. Participaron en un juego de traiciones, mentiras y engaños donde muy probablemente fueron los alfiles de un doble juego, donde todo el peso de la responsabilidad recae sobre su jefe. Pueden empeñarse y sacrificarse en asegurar que el mandatario no sabía lo que hacían. Eso no lo salva, lo hunde.
Con el desahucio del dirigente del partido, de los secretarios de Gobernación y de Comunicaciones y, desde hace meses, del de Turismo, cada vez es más difícil hablar de un gobierno.
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Se dice -hay quienes así lo creen- que el Ejecutivo propuso la más importante reforma política desde hace quién sabe cuántos años, lo fáctico es que su gobierno y su partido pactan votos contra impuestos, venden protección a su más fuerte adversario a un muy bajo precio que, por lo visto, después no saben cobrar.
Se alían por abajo con quienes supuestamente :011: no pueden ver ni en pintura y se alían por arriba con quienes muy probablemente sean sus más próximos engañados.
Pierde identidad, credibilidad y confianza la administración y su partido, dan tumbos... a ver si no se caen.
sobreaviso@latinmail.com
Reforma, 6 de marzo de 2010 año de nuestro cumpleaños muy mexicano
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