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La lista de los más ricos del mundo, que acaba de dar a conocer la revista estadunidense Forbes, refleja muy bien el estado de cosas que priva en México: un mar de pobreza para la mayoría de la población, y una isla de extrema riqueza para unos cuantos.
Como ya se conoce, la revista Forbes da a conocer cada año un listado en el que incluye a las personas o familias que tienen una fortuna (activos, efectivo, acciones) superiores a los mil millones de dólares.
La nota que destaca en esta ocasión es que el mexicano Carlos Slim Helú vuelve a encabezar el listado de los hombres más ricos del planeta. Según Forbes, el dueño de Teléfonos de México, América Movil, Grupo Carso y otras empresas, tiene una fortuna de 53,500 millones de dólares (mdd). Con esta cantidad en sus cuentas bancarias, Slim desbancó nuevamente a William Gates el dueño del emporio informático Microsoft (con 53 mil mdd) y al inversor Warren Buffet (con una fortuna de 47 mil mdd).
Después de Slim aparecen en el listado Ricardo Salinas Pliego (lugar 63) de TV Azteca con 10,100 mdd; Germán Larrea Mota (lugar 72) con 9,700 mdd; Alberto Bailleres (posición 82) con 8,300 mdd; Jerónimo Arango (212) con una fortuna de cuarto mil mdd; Emilio Azcárraga (lugar 655) con 1,500 mdd; Roberto Hernández (828) con 1,200 mdd; Alfredo Harp Helú (lugar 937) con mil mdd; y al final vuelve a aparecer el capo del cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, también con una fortuna de mil mdd, aunque habrá qué preguntarle a Forbes su método para conocer la fortuna de uno de los criminales más buscados del país. En fin, la aparición del Chapo en la lista merece otro tema.
¿Cuánto dinero alcanzan a amasar estas nueve personas o familias? La fabulosa cantidad de 90,300 mdd que supone casi diez por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Son cifras de vértigo, sin duda, pero también indignantes. Un trabajador mexicano promedio gana unos 6,300 dólares al año (79,200 pesos, unos 6,600 pesos al mes, 220 pesos diarios en promedio, según los registros del IMSS).
Los 90,300 mdd que tienen nueve mexicanos que aparecen en la lista de Forbes equivalen al ingreso anual de 14’333,333 asalariados mexicanos.
Suplico a quienes crean el viejo y mentiroso cuento de que la fortuna de una persona es producto de su arduo trabajo, su empeño y su inteligencia que deje de leer esta columna.
Como sabemos la mayoría de los mexicanos, la mayoría de las grandes fortunas que han amasado los nueve de la lista de Forbes y cientos más que no aparecen en ella pero que controlan la riqueza de este país, han sido creadas gracias a sus relaciones políticas, a la evasión de impuestos (ya admitió Hacienda que las grandes empresas de este país apenas pagan 2.7 por ciento de sus ingresos en impuestos), los negocios turbios y mediante trampas, la guerra por el monopolio de mercado y, sobre todo, por la explotación del trabajo.
Desde hace años y años la clase política mexicana se lamenta de la pobreza secular que existe en el país, pero hipócritamente esconden que han trabajado para hacer de México una fábrica de ricos, como dejan constancia los listados de la revista Forbes.
Al arrancar el sexenio de Vicente Fox Quesada, había trece mexicanos en el listado y en conjunto tenían 24.9 mil mdd; al terminar el sexenio foxista había diez familias con una fortuna conjunta de 50.8 mil mdd.
Un año más tarde, el primero de Felipe Calderón Hinojosa, la fortuna de los multimillonarios dio un salto espectacular para llegar a 74.1 mil mdd.
Ahora en 2010, bajo el calderonismo, la riqueza de Slim y los otros ocho asciende a 90,300 mil mdd.
En resumen, las grandes riquezas en este país siguen creciendo a costa del control del trabajo asalariado, del regateo de las prestaciones sociales, del uso lucrativo de los fondos de ahorros y de un sistema político que sirve al mantenimiento de un sistema económico desigual y explotador.
De algún modo, todos los mexicanos somos modernos esclavos (asalariados-consumidores-contribuyentes) sujetos a esta maquinaria de hacer negocios lucrativos para que unos cuantos se vuelvan inmensamente ricos. Es indignante. ¿No tiene este cuadro social un pestilente tufo a porfirismo?
rubenmartinmartin.wordpress.com
ruben.martin@milenio.com
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La lista de los más ricos del mundo, que acaba de dar a conocer la revista estadunidense Forbes, refleja muy bien el estado de cosas que priva en México: un mar de pobreza para la mayoría de la población, y una isla de extrema riqueza para unos cuantos.
Como ya se conoce, la revista Forbes da a conocer cada año un listado en el que incluye a las personas o familias que tienen una fortuna (activos, efectivo, acciones) superiores a los mil millones de dólares.
La nota que destaca en esta ocasión es que el mexicano Carlos Slim Helú vuelve a encabezar el listado de los hombres más ricos del planeta. Según Forbes, el dueño de Teléfonos de México, América Movil, Grupo Carso y otras empresas, tiene una fortuna de 53,500 millones de dólares (mdd). Con esta cantidad en sus cuentas bancarias, Slim desbancó nuevamente a William Gates el dueño del emporio informático Microsoft (con 53 mil mdd) y al inversor Warren Buffet (con una fortuna de 47 mil mdd).
Después de Slim aparecen en el listado Ricardo Salinas Pliego (lugar 63) de TV Azteca con 10,100 mdd; Germán Larrea Mota (lugar 72) con 9,700 mdd; Alberto Bailleres (posición 82) con 8,300 mdd; Jerónimo Arango (212) con una fortuna de cuarto mil mdd; Emilio Azcárraga (lugar 655) con 1,500 mdd; Roberto Hernández (828) con 1,200 mdd; Alfredo Harp Helú (lugar 937) con mil mdd; y al final vuelve a aparecer el capo del cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, también con una fortuna de mil mdd, aunque habrá qué preguntarle a Forbes su método para conocer la fortuna de uno de los criminales más buscados del país. En fin, la aparición del Chapo en la lista merece otro tema.
¿Cuánto dinero alcanzan a amasar estas nueve personas o familias? La fabulosa cantidad de 90,300 mdd que supone casi diez por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Son cifras de vértigo, sin duda, pero también indignantes. Un trabajador mexicano promedio gana unos 6,300 dólares al año (79,200 pesos, unos 6,600 pesos al mes, 220 pesos diarios en promedio, según los registros del IMSS).
Los 90,300 mdd que tienen nueve mexicanos que aparecen en la lista de Forbes equivalen al ingreso anual de 14’333,333 asalariados mexicanos.
Suplico a quienes crean el viejo y mentiroso cuento de que la fortuna de una persona es producto de su arduo trabajo, su empeño y su inteligencia que deje de leer esta columna.
Como sabemos la mayoría de los mexicanos, la mayoría de las grandes fortunas que han amasado los nueve de la lista de Forbes y cientos más que no aparecen en ella pero que controlan la riqueza de este país, han sido creadas gracias a sus relaciones políticas, a la evasión de impuestos (ya admitió Hacienda que las grandes empresas de este país apenas pagan 2.7 por ciento de sus ingresos en impuestos), los negocios turbios y mediante trampas, la guerra por el monopolio de mercado y, sobre todo, por la explotación del trabajo.
Desde hace años y años la clase política mexicana se lamenta de la pobreza secular que existe en el país, pero hipócritamente esconden que han trabajado para hacer de México una fábrica de ricos, como dejan constancia los listados de la revista Forbes.
Al arrancar el sexenio de Vicente Fox Quesada, había trece mexicanos en el listado y en conjunto tenían 24.9 mil mdd; al terminar el sexenio foxista había diez familias con una fortuna conjunta de 50.8 mil mdd.
Un año más tarde, el primero de Felipe Calderón Hinojosa, la fortuna de los multimillonarios dio un salto espectacular para llegar a 74.1 mil mdd.
Ahora en 2010, bajo el calderonismo, la riqueza de Slim y los otros ocho asciende a 90,300 mil mdd.
En resumen, las grandes riquezas en este país siguen creciendo a costa del control del trabajo asalariado, del regateo de las prestaciones sociales, del uso lucrativo de los fondos de ahorros y de un sistema político que sirve al mantenimiento de un sistema económico desigual y explotador.
De algún modo, todos los mexicanos somos modernos esclavos (asalariados-consumidores-contribuyentes) sujetos a esta maquinaria de hacer negocios lucrativos para que unos cuantos se vuelvan inmensamente ricos. Es indignante. ¿No tiene este cuadro social un pestilente tufo a porfirismo?
rubenmartinmartin.wordpress.com
ruben.martin@milenio.com
Me alegra que haya gente como Slim que no anda profetizando desastres.
Saludos, Iguanote tan menso.
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