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México se extingue en las peores manos

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    Opinión de
    (René Avilés Fabila | )

    México se extingue en las peores manos
    René Avilés Fabila | Opinión
    Viernes 19 de Marzo, 2010 | Hora de modificación: 00:21





    Los niveles de bajeza que hoy padece México no se deben sino a la envilecida clase política. En cuanto a corrupción e ineptitud, falta de grandeza y decisión, el país se hunde. Ya es difícil creer en los partidos políticos por no decir imposible. Todas las batallas se están perdiendo. La inseguridad crece, el narcotráfico se dispara, la miseria se generaliza y en cada gobernante, vemos a un hombre o una mujer de plena incapacidad. La corrupción es algo generalizado y no significa que roben o hagan negocios, es algo más amplio que incluye la falta de ética, el estar dentro de un cargo por el salario, no por la famosa vocación de servicio.

    Hace más de un año, escribí en las páginas de Crónica que Felipe Calderón tenía perdida la guerra total que le había declarado al narcotráfico. La idea no era mía. La escuché en un noticiario televisivo en Francia y me la apropié porque la consideré justa, porque venía precedida de una correcta reflexión. El ejército, aquí, en China o en Estados Unidos, no está debidamente capacitado para dar ese tipo de combate. En especial el nuestro, tan falto de servicios de inteligencia y de tacto social con la población. Más que dar seguridad y confianza, amedrenta. Ciudad Juárez es un ejemplo dramático, pero hay muchos más que la clase gobernante, del matiz que sea, oculta con desfachatez sin percatarse del daño que le hace al futuro del país.

    Estados Unidos es el gran consumidor de drogas, duras, medianas y suaves. Las promueven hasta en las comedias cinematográficas como si fuera una broma de buen gusto, En Enamorándome de mi ex, Merryl Streep, Steve Martin, y Alec Baldwin fuman mariguana y pasan ratos maravillosos, de magia y buen humor. El presidente Clinton, en su mejor momento, confesó que había fumado mariguana. Es, en efecto, el más grande consumidor de drogas. Mientras Obama no le declare la guerra al narcotráfico y haga campaña para que el consumo sea abandonado, México y otros países latinoamericanos seguirán produciendo todo tipo de “estimulantes”. Esto es inevitable. Ahora que los criminales matan a norteamericanos, salta la indignación de la Casa Blanca y todos fingen ponerse alertas, pero en la frontera con México, como si ésa fuera la solución. Nos regañan y dicen lo que arriba señalé: el Ejército no funciona para dar la batalla al narcotráfico. El problema es que aquí nadie se ha ocupado en preparar concienzudamente a cuerpos especializados, de alto nivel, para enfrentar una guerra que no necesita el aparato bélico en todo su esplendor: tanques, aviones, helicópteros, tropas armadas como para ir a salvar a los soldados norteamericanos en Afganistán o Irak. El fracaso es evidente y lo reconocen en Estados Unidos y lo que es peor en México. Los regaños que nos da EU no son nuevos, vienen haciéndolos desde antes de la invasión de 1847 y no cesan de entrometerse; a veces de modo dramático como cuando la embajada gringa estimula a militares como Huerta para asesinar a la naciente democracia representada por Madero y Pino Suárez. Otras para evitar que Adolfo López Mateos se inclinara demasiado por los cubanos que confesaban su simpatía por el marxismo-leninismo. Hasta el empleado de trasnacional yanqui, Vicente Fox, fue maltratado por la Casa Blanca. La historia de agravios norteamericanos a México es infinita y está perfectamente documentada, entre otros, por Gastón García Cantú.

    Calderón responde con titubeos, sabe que la batalla contra las drogas es empresa común. Si allá dejan de consumirlas, se debilita la venta y sería más fácil el combate. Pero no, con demócratas o con republicanos, los norteamericanos son el resultado de una idea exitosa: el Destino Manifiesto, les ha funcionado, de trece modestas colonias en la costa atlántica, a dueños del mundo. ¿Por qué hacerle caso a un presidente que no tiene mucha estatura de estadista? Sin embargo, y esto lo han dicho buenos y malos mandatarios mexicanos, tenemos una larga frontera común que debería hacernos lo suficientemente comprensivos como para marchar juntos. Ni siquiera nos ha funcionado (bueno, a ellos sí) el tratado de libre comercio. Quieren todo, su voracidad carece de límites y de escrúpulos. Esperan que en México de una plumada se acabe la fabricación de drogas, se abandonen los plantíos de posibles sustancias nocivas y todos los criminales vayan a la cárcel. Así de sencillo. ¿Y qué van a hacer los millones de consumidores de drogas en EU? Pues buscarlas en otra parte.

    Finalmente queda el problema, también común, de la entrada de armas a México. De nuevo el trabajo es conjunto: Tanto en EU como aquí deberán cuidar la extensa frontera. Las armas de grueso calibre uno puede comprarlas con relativa facilidad en nuestro país, especialmente en Tepito, pero ¿de dónde vienen, son acaso los propios tepiteños quienes fabrican “cuernos de chivo”? No, se limitan a venderlas; vienen de norte a sur. Tienen razón Calderón y Gómez Mont cuando hablan de responsabilidades compartidas como reacción a la impertinencia de Janet Napolitano.

    www.reneavilesfabila.com.mx

  • #2
    Re: México No se extingue en las peores manos,pero va de mal a peor!!!

    El Estado mexicano NO se extingue...pero cambia de mal en peor!!!

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    • #3
      Re: México se extingue en las peores manos

      Vaya un padrenuestro por el alma de René Avilés Fabila.

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      • #4
        Re: México se extingue en las peores manos

        @CartonCalderon:

        @epn="#La_Corrupción_somos_todos"
        #Mal_de_muchos, #Consuelo_de_tontos

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