El fino arte de hacerse pendejo
Politica cero
Jairo Calixto Albarrán
El viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera, debe estar temblando… pero de la risa. Ahora que los diputados en el honorable pinocho de la unión han aprobado por mayoría abrumadora la persecución de oficio del ejercicio de la piratería, los trabajadores de la industria de lo mismo pero más guarro y barato deben estarse preguntando dónde diantres los van a entambar, en la lejana eventualidad de que la policía consiga apañarlos a todos.
Y es que es tal la cantidad de mexicanos dedicados a la industria de la pata de palo y cara de malo que, sin duda, quedarán muy pocos para cerrar la puerta de la magna penitenciaría que tendrían que construir para que metan ahí al gremio completo. Una cárcel de dimensiones monstruosas si, además, se pretendiera aplicar la ley de manera retroactiva a los consumidores de bienes de dudoso origen y categoría, siempre amparados en la máxima: no es piratería, son clones originales.
Es triste que, amparados en la cortina de humo del caso Paulette (terrible tragedia convertida en circo mediático de mil pistas por el procurador Bazbaz de Peñanieto que, en sus afanes de policía chino ha privilegiado la especulación antes que la información, donde lo único que falta es que entrevisten al primo de una amiga de la cuñada de la señora Lisette, sí, el mismo que padece de las hemorroides), los diputados aprueben una iniciativa que para cumplirse a cabalidad quizá requiera de todas las fuerzas militares y policiacas que ahora ocupan su tiempo en la guerra contra el crimen organizado que se ha medio desorganizado Jelipillo Bonaparte.
Auténtica provocación. ¿De veras el Poder Legislativo estaría dispuesto a sacrificar la heroica y patriótica cruzada de Calderón para entrar a Tepito que es más peligroso que catar balaceras en Reynosa y Tampico? ¿En serio van a incluir en su lucha contra la piratería, entre tantas y tantas cosas hechas con auténtica imitación de vinil importado, los retenes piratas como dice @ortizjavier?
¿Y también atacarán la piratería de discursos, candidatos, que se da entre las distintas bancadas en San Lázaro, pero en particular en el fino arte de hacerse pendejos?
Entonces luego se irían contra el CSI Toluca de Bazbaz que, ya lo dijo @elGustau, es más bien el “¿Sí es ahí?”.
Noble aspiración la del aparato legislativo pero, dadas las circunstancias financieras de la patria, a pesar de lo digan las cuentas alegres del secretario del Trabajo que parece más bien secretario del Sueño Guajiro, no les queda a los mexicanos más remedio que aspirar a lo bueno, bonito y pirata.
jairo.calixto@milenio.com Anuncios Google
Politica cero
Jairo Calixto Albarrán
El viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera, debe estar temblando… pero de la risa. Ahora que los diputados en el honorable pinocho de la unión han aprobado por mayoría abrumadora la persecución de oficio del ejercicio de la piratería, los trabajadores de la industria de lo mismo pero más guarro y barato deben estarse preguntando dónde diantres los van a entambar, en la lejana eventualidad de que la policía consiga apañarlos a todos.
Y es que es tal la cantidad de mexicanos dedicados a la industria de la pata de palo y cara de malo que, sin duda, quedarán muy pocos para cerrar la puerta de la magna penitenciaría que tendrían que construir para que metan ahí al gremio completo. Una cárcel de dimensiones monstruosas si, además, se pretendiera aplicar la ley de manera retroactiva a los consumidores de bienes de dudoso origen y categoría, siempre amparados en la máxima: no es piratería, son clones originales.
Es triste que, amparados en la cortina de humo del caso Paulette (terrible tragedia convertida en circo mediático de mil pistas por el procurador Bazbaz de Peñanieto que, en sus afanes de policía chino ha privilegiado la especulación antes que la información, donde lo único que falta es que entrevisten al primo de una amiga de la cuñada de la señora Lisette, sí, el mismo que padece de las hemorroides), los diputados aprueben una iniciativa que para cumplirse a cabalidad quizá requiera de todas las fuerzas militares y policiacas que ahora ocupan su tiempo en la guerra contra el crimen organizado que se ha medio desorganizado Jelipillo Bonaparte.
Auténtica provocación. ¿De veras el Poder Legislativo estaría dispuesto a sacrificar la heroica y patriótica cruzada de Calderón para entrar a Tepito que es más peligroso que catar balaceras en Reynosa y Tampico? ¿En serio van a incluir en su lucha contra la piratería, entre tantas y tantas cosas hechas con auténtica imitación de vinil importado, los retenes piratas como dice @ortizjavier?
¿Y también atacarán la piratería de discursos, candidatos, que se da entre las distintas bancadas en San Lázaro, pero en particular en el fino arte de hacerse pendejos?
Entonces luego se irían contra el CSI Toluca de Bazbaz que, ya lo dijo @elGustau, es más bien el “¿Sí es ahí?”.
Noble aspiración la del aparato legislativo pero, dadas las circunstancias financieras de la patria, a pesar de lo digan las cuentas alegres del secretario del Trabajo que parece más bien secretario del Sueño Guajiro, no les queda a los mexicanos más remedio que aspirar a lo bueno, bonito y pirata.
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