Re: Fernando Delgadillo
Primero, un goya requetumbón, por compartir.
Segundo, la nostalgia, y como a medias.
Es verdad, no es solo el deleite musical, las luces, los sonidos, la atmósfera que contagia, la emotividad de una masa que se vuelve un solo cuerpo en esas noches; es algo más. Es mucho más cada concierto.
En cada uno de estos encuentros uno como que renace de los acordes y las coplas mismas. Y en cada uno de esos renacimientos surjen nuevas emociones; es como un parto alegre de emociones desde el meritito corazón entusiasmado.
Lore comparte ahora parte de la emoción que la capturó y el elemento nuevo (quizá): la presencia de una nueva generación que además de amada por los lazos consanguíneos comparte el gusto musical y la emoción misma.
La primera vez que fui a ver a Serrat (también en el Teatro de la Ciudad) fui solo. Frente a mi había un matrimonio y llevaban a su hijo como de 8 años; yo tenía catorce apenas, pero no se me olvida la emoción con la que esa pareja (ahora ya sesentera supongo) abrazaban al chavo emocionados al final del concierto cuando Joan Manuel nos regaló "La Saeta".
Antes de entrar a FM comencé a forear en una página dedicada a Serrat precisamente; ahi deje varias crónicas de aquellos encuentros de juventud. Lástima que no tenía la precaución de salvar lo que escribía en la red como ahora, pero........ habrá que buscarlas e intentar rescatarlas.
Saludos.
Primero, un goya requetumbón, por compartir.
Segundo, la nostalgia, y como a medias.
Es verdad, no es solo el deleite musical, las luces, los sonidos, la atmósfera que contagia, la emotividad de una masa que se vuelve un solo cuerpo en esas noches; es algo más. Es mucho más cada concierto.
En cada uno de estos encuentros uno como que renace de los acordes y las coplas mismas. Y en cada uno de esos renacimientos surjen nuevas emociones; es como un parto alegre de emociones desde el meritito corazón entusiasmado.
Lore comparte ahora parte de la emoción que la capturó y el elemento nuevo (quizá): la presencia de una nueva generación que además de amada por los lazos consanguíneos comparte el gusto musical y la emoción misma.
La primera vez que fui a ver a Serrat (también en el Teatro de la Ciudad) fui solo. Frente a mi había un matrimonio y llevaban a su hijo como de 8 años; yo tenía catorce apenas, pero no se me olvida la emoción con la que esa pareja (ahora ya sesentera supongo) abrazaban al chavo emocionados al final del concierto cuando Joan Manuel nos regaló "La Saeta".
Antes de entrar a FM comencé a forear en una página dedicada a Serrat precisamente; ahi deje varias crónicas de aquellos encuentros de juventud. Lástima que no tenía la precaución de salvar lo que escribía en la red como ahora, pero........ habrá que buscarlas e intentar rescatarlas.
Saludos.
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