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El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

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  • El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

    Leyendo el tema de Parzival, sobre Edgar Allan Poe, se me ocurrió abrir este tema por asociación o por derivación tal vez.
    Los Cuervos han sido -desde mi punto de vista- demasiado satanizados y de alguna manera el prototipo del mal, o alguno de ellos.

    A mi en lo particular siempre me gustaron.
    Por una serie de razones que a lo largo del tema se los iré comentando.

    Espero adeptos, simpatizantes o detractores.
    Qué les parece el tema?
    Empiezo poniendoles a mi casi ídolo, no por quitarle seriedad al tema, la caricatura es un arte.
    Simplemente podemos recordar...


  • #2
    Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura



    En lo particular no me agradan, no por la maldad que les han impuesto, pero son aves que merecen en mi parecer una distancia... Quizá si te dan un poco de miedo pero por lo osados que son, no porque sean portadores de maldad...


    "El Cuervo"
    Edgar Allan Poe


    Una vez, en una taciturna media noche,
    mientras meditaba débil y fatigado,
    sobre un curioso y extraño volumen
    de sabiduría antigua,
    mientras cabeceaba, soñoliento,
    de repente algo sonó,
    como el rumor de alguien llamando
    suavemente a la puerta de mi habitación.
    >> Es alguien que viene a visitarme - murmuré
    y llama a la puerta de mi habitación.
    Sólo eso, nada más. <<

    Ah, recuerdo claramente
    que era en el negro Diciembre.
    Y que cada chispazo de los truenos hacía
    danzar en el suelo su espectro.
    Ardientemente deseaba la aurora;
    vagamente me proponía extraer
    de mis libros una distracción para mi tristeza,
    para mi tristeza para mi Leonor perdida,
    la rara y radiante joven
    a quien los ángeles llamaban Leonor,
    para quien, aquí, nunca más habrá nombre.

    Y el incierto y triste crujir de la seda
    de cada cortinaje de púrpura
    me estremecía, me llenaba
    de fantásticos temores nunca sentidos,
    por lo que, a fin de calmar los latidos
    de mi corazón, me embelesaba repitiendo:
    >> Será un visitante que quiere entrar
    y llama a la puerta de mi habitación.
    Algún visitante retrasado que quiere entrar
    y llama a la puerta de mi habitación.
    Eso debe ser, y nada más <<.

    De repente, mi alma, se revistió de fuerza;
    y sin dudar más
    dije:
    >> Señor, o señora,
    les pido en verdad perdón;
    pero lo cierto es que me adormecí y
    habéis llamado tan suavemente
    y tan débilmente habéis llamado
    a la puerta de mi habitación
    que no estaba seguro de haberos oído <<.
    Abrí la puerta.
    Oscuridad y nada más.

    Mirando a través de la sombra,
    estuve mucho rato maravillado,
    extrañado dudando, soñando más sueños que
    ningún mortal se habría atrevido a soñar,
    pero el silencio se rompió
    y la quietud no hizo ninguna señal,
    y la única palabra allí hablada fue
    la palabra dicha en un susurro >>¡Leonor!<<.
    Esto dije susurrando, y el eco respondió
    en un murmullo la palabra >>¡Leonor!<<.
    Simplemente esto y nada más.

    Al entrar de nuevo en mi habitación,
    toda mi alma abrasándose,
    muy pronto de nuevo, oí una llamada
    más fuerte que antes.
    >> Seguramente -dije-, seguramente es
    alguien en la persiana de mi ventana.
    Déjame ver, entonces, lo que es,
    y resolver este misterio;
    que mi corazón se calme un momento
    y averigüe este misterio.
    ¡ Es el viento y nada más.<<

    Empujé la ventana hacia afuera,
    cuando, con una gran agitación
    y movimientos de alas
    irrumpió un majestuoso cuervo
    de los santos días de antaño.
    No hizo ninguna reverencia;
    no se paró ni dudó un momento;
    pero, con una actitud de Lord o de Lady,
    trepó sobre la puerta de mi habitación,
    encima de un busto de Blas,
    encima de la puerta de mi habitación.
    Se posó y nada más.

    Entonces aquel pájaro de ébano,
    induciendo a sonreír mi triste ilusión
    a causa de la grave y severa
    solemnidad de su aspecto.
    >> Aunque tu cresta sea lisa y rasa
    -le dije-, tú no eres un cobarde <<.
    Un torvo espectral y antiguo cuervo,
    que errando llegas de la orilla de la noche.
    Dime: >> ¿Cual es tu nombre señorial
    en las orillas plutónicas de la noche?
    El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

    Me maravillé al escuchar aquel desgarbado
    volátil expresarse tan claramente,
    aunque su respuesta tuviera
    poco sentido y poca oportunidad;
    porque hay que reconocer
    que ningún humano o viviente
    nunca se hubiera preciado de ver
    un pájaro encima de la puerta de su habitación.
    Con un nombre como >> Nunca más <<.

    Pero el cuervo, sentado en solitario
    en el plácido busto, sólo dijo
    con aquellas palabras, como si con ellas
    desparramara su alma.
    No dijo entonces nada más,
    no movió entonces ni una sola pluma.
    Hasta que yo murmuré: >> Otros amigos
    han volado ya antes <<.

    En la madrugada me abandonará,
    como antes mis esperanzas han volado.
    Entonces el pájaro dijo: >> Nunca más <<.

    Estremecido por la calma,
    rota por una réplica tan bien dada,
    dije: >> Sin duda <<.
    Esto que ha dicho
    es todo su fondo y su bagaje,
    tomado de cualquier infeliz maestro
    al que el impío desastre
    siguió rápido y siguió más rápido
    hasta que sus acciones fueron
    un refrán único.

    Hasta que los cánticos fúnebres
    de su esperanza, llevaran la melancólica carga de
    >> Nunca - nunca más <<.
    Pero el cuervo, induciendo todavía
    mi ilusión a sonreír,
    me impulsó a empujar de súbito
    una silla de cojines delante del pájaro,
    del busto y la puerta;
    entonces, sumergido en el terciopelo,
    empecé yo mismo a encadenar
    ilusión tras ilusión, pensando
    en lo que aquel siniestro pájaro de antaño
    quería decir al gemir >> Nunca más <<.

    Me senté, ocupado en averiguarlo,
    pero sin pronunciar una sílaba
    frente al ave cuyos fieros ojos, ahora,
    quemaban lo más profundo de mi pecho;
    esto y más conjeturaba,
    sentado con la cabeza reclinada cómodamente.
    Tendido en los cojines de terciopelo
    que reflejaban la luz de la lámpara.
    Pero en cuyo terciopelo violeta,
    reflejando la luz de la lámpara,
    ella no se sentará ¡ ah, nunca más!

    Entonces, creo, el aire se volvió
    más denso, perfumado por un invisible incienso
    brindado por serafines cuyas pisadas
    sonaban en el alfombrado.
    >> Miserable -grité-. Tu dios te ha permitido,
    a través de estos ángeles te ha dado un descanso.
    Descanso y olvido de las memorias de Leonor.
    Bebe, oh bebe este buen filtro,
    y olvida esa Leonor perdida.
    El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

    >> Profeta -dije- ser maligno,
    pájaro o demonio, siempre profeta,
    si el tentador te ha enviado,
    o la tempestad te ha empujado hacia estas costas,
    desolado, aunque intrépido,
    hacia esta desierta tierra encantada,
    hacia esta casa tan frecuentada
    por el honor. Dime la verdad, te lo imploro.

    ¿ Hay, hay bálsamo en Galad? ¡Dime,
    dime, te lo ruego ! <<.
    El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

    >> Profeta -dije-, ser maligno,
    pájaro o demonio, siempre profeta,
    por ese cielo que se cierne sobre nosotros,
    por ese dios que ambos adoramos,
    dile a esta pobre alma cargada
    de angustia, si en el lejano Edén
    podré abrazar a una joven santificada
    a quien los ángeles llaman Leonor,
    abrazar a una preciosa y radiante
    doncella a quien los ángeles llaman Leonor <<.
    El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

    >> Que esta palabra sea la señal de nuestra separación,
    pájaro o demonio - grité
    incorporándome.
    ¡ Vuelve a la tempestad
    y la ribera plutoniana de la noche!
    No dejes ni una pluma negra como prenda
    de la mentira que ha dicho tu alma.
    ¡ Deja intacta mi soledad!
    ¡ Aparta tu busto de mi puerta!
    ¡ Aparta tu pico de mi corazón,
    aleja tu forma de mi puerta! <<.
    El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

    Y el cuervo sin revolotear, todavía posado,
    todavía posado,
    en el pálido busto de Palas
    encima de la puerta de mi habitación,
    sus ojos teniendo todo el parecido
    del demonio en que está soñando,
    y la luz de la lámpara que le cae encima,
    proyecta en el suelo su sombra.
    Y mi alma, de la sombra que yace flotando
    en el suelo no se levantará...
    ¡ Nunca más !



    Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

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    • #3
      Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

      Este cuervo siempre me fascinó en la caricatura de The Little Lion Hunter

      Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

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      • #4
        Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

        Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

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        • #5
          Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura


          Como en todo Morocha, depende de cómo lo mires. A mi siempre me inspiró una simpatía muy grande.
          Pero casi me parecía mítico nunca había visto un cuervo y ahora los veo todo el tiempo.
          Voy a leer un poco sobre ellos.Parece que se aclimatan en todo lugar y temperatura.

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          • #6
            Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura



            este se parece al que te gusta.

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            • #7
              Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura



              No sienten más, los cuervos, no los trates por igual.
              No responden nunca, los cuervos, no trates de preguntar.
              No te escuchan, los cuervos, no intentes hablar.

              Pues un cuervo no deja de ser lo que es, un ave negra, mal vista, de mal agüero.
              Un pájaro oscuro, solo y maldito, sin sentimiento alguno.
              No se interesa por ti.
              Le das igual.

              Son entes que te observan, te miran.
              Seres que murmuran, cuchichean y critican.
              No te acerques a ellos.
              Son cuervos. Solo cuervos.
              Solo hay que verlos.
              No son de fiar.

              Y si alguna vez ves a un cuervo volar hacia ti, corre: pues te picará.
              Y si algún día ves a un cuervo rondar cerca, aléjate: algo te robará.
              Y si algún día ves a un cuervo cantar, no lo escuches: te quiere despistar.

              Pues los cuervos son solo cuervos, todo el mundo lo sabe, y bien es sabido que no existe buen cuervo al que escuchar cantar.

              Lo cuervos no cantan.
              Nadie les quiso escuchar jamás.
              Y enterrado su canto en la ignorancia, dejó de existir ya.

              Y, recuerda, si alguna vez, si en alguna extraña ocasión, vieras a un cuervo llorar, no le prestes atención.

              Te quiere engañar.

              Deed

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              • #8
                Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

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                • #9
                  Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

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                  • #10
                    Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

                    Sinántropo (del griego sin-, “junto con” + anthro, “hombre”) se aplica a especies de animales salvajes de varios tipos que viven cerca de los humanos, beneficiándose de los mismos y de los hábitats artificiales creados por éstos, como casas, jardines, granjas, calles, vertederos, etc.

                    La categoría de sinántropo incluye muchas especies consideradas plagas por los humanos, como ratas, gorriones, palomas o cucarachas.

                    Una especie que se dejan en la definición de Wikipedia y que también ha resultado ser un sinántropo muy eficiente es el cuervo.


                    Comment


                    • #11
                      Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

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                      • #12
                        Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura



                        El Cuervo es un ave de gran inteligencia que en muchas mitologías es reverenciado y temido.
                        Las leyendas de este enigmático pájaro se remontan siglos atrás, habiendo sido inmortalizado con su siniestra presencia como un mal presagio...

                        El cuervo común mide entre 52 y 69 centímetros de longitud y su peso varía de 0,69 a 1,7 kilogramos.
                        Viven generalmente de 10 a 15 años pero algunos individuos han alcanzado los 40 años.
                        Una parte de su éxito se debe a su régimen omnívoro; el cuervo común es extremadamente oportunista, alimentándose de carroña, insectos, residuos alimentarios, cereales, bayas, frutas y pequeños animales.
                        En algunos lugares su alto número y asombrosa adaptación a casi cualquier habitat les ha fraguado una reputación de "plaga".
                        El cuervo común posee uno de los cerebros más grandes de todas las especies de aves.
                        Se ha observado como los cuervos dirigen a otros animales para que trabajen para ellos, por ejemplo llamando a los lobos y a los coyotes al lugar de una carroña

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                        • #13
                          Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura


                          En la mitología Nórdica la imagen del dios Odin tiene un cuervo en cada hombro, Huginn representa el pensamiento, mientras Muninn es la memoria. Odin enviaba a sus aves a recorrer el mundo para que observen que sucede, el viejo dios temía por la muerte de ambas. Su miedo es el de los ancianos ante la pérdida de la capacidad para pensar y recordar.

                          Los vikingos utilizaban mucho la imagen del cuervo. La ponían como símbolo en sus velas. Ragnar Lodbrok tenía una bandera llamada “Reafan” y bordada en ella la imagen de un cuervo. Según la leyenda, si la bandera flotaba al viento, Lodbrok vencería pero si la bandera colgaba sin movimiento, se perdería la batalla.

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                          • #14
                            Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura


                            En la mitología grecorromana el cuervo aparece como el ave sagrada de Apolo, de plumaje blanco en un principio y negro después por haber divulgado la infidelidad de Coronis, la cual traicionó al dios mientras estaba embarazada

                            Una vez informado del engaño amoroso por el cuervo, Apolo mató a Coronis lanzándole una flecha, y sacó vivo de su vientre al pequeño Esculapio.

                            El que la religiosidad grecorromana imaginase al cuervo como blanco al principio podría estarnos señalando que en él los antiguos eran capaces de encontrar cierta belleza, tal vez por su aspecto fuerte y grácil, si bien sería una belleza ocultada por sus muchas connotaciones lúgubres.

                            Se sabe también que entre los romanos el graznido del cuervo fue en ocasiones tenido como signo de esperanza, ya que su onomatopeya repetida, “cras, cras, cras”, equivalía en latín a “mañana, mañana, mañana”.[/B][/FONT]
                            Tatiana
                            Forista Opalo
                            Last edited by Tatiana; 22-octubre-2010, 18:57.

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                            • #15
                              Re: El Cuervo (en el arte , la literatura, la caricatura

                              Comment

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