Ese que no abrimos. Ese que tenemos cerrado porque no queremos que como avalancha las cosas queridas, guardadas nos caigan encima y hagan tambalear la estructura emocional tan precaria a veces, pero incólume a fuerza de voluntad, de estoicismo y descaro ante la realidad que a veces luce abrumadora.
Pero el que esté cerrado no quiere decir que hayamos olvidado todo lo que tenemos guardado, ni que no tenga ya importancia aunque haya perdido vigencia.
Voy a recordar a Neruda cuando dice" a veces como una moneda, se encendía un pedazo de sol entre mis manos; y yo te recordaba con el alma apretada de esa tristeza que tú me conoces..."
Eso también está en ese cajón.
Pero hay muchas otras cosas, lindas gratas, fotos, cajitas y papeles.Que entristece porque ya no son, nada más.
Mientras dejo una imágen que me encantó y como muchas otras encuentro cuando busco otra cosa.

Comment