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Taller del Alquimista...

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  • Re: Taller del Alquimista...

    Cuento de Klar....

    Para entonces ya nada era lo que debería de ser. El azúcar se convirtió en caramelo y el caramelo en una mezcla agria de cristales marrón que cortaban la lengua y el espíritu de paso.

    Carlos nació niño príncipe, de esos que arrojan las familias clasemedieras ahora. Su padre y su madre eran trabajadores especializados. Sin carrera, pero con los conocimientos necesarios para lograr alquilar una pequeña casa e ir pagando un par de austeros vehículos sin aire acondicionado. La familia pasaba algunos sacrificios para darle al niño todo lo que se le ocurriera y así fue creciendo Carlitos.
    Causa agravada con la circunstancia de que era el único nieto de ambas familias. Jamás le faltaron los regalos, la ropa “cara”, los juguetes de moda, que tuvo por montones ya fuera su procedencia de algún tío, de la mamá, el papá o cualquiera de los abuelos. Su educación precaria. Ambos padres pretendían suplir sus ausencias que provocaban sus mutuos trabajos, por regalitos y más regalitos. La familia se fracturaba día con día, como el inexorable golpeteo de una roca en una piedra.
    En cuanto pudieron, lo mandaron a una guardería que les costaba trabajo pagar y conforme fue creciendo, lo matricularon religiosamente en cuanta escuela y actividad lo pudiera tener “entretenido”. Así la escuela se volvió madre y padre. El transporte escolar lo recogía puntualmente todos los días para llevarlo a la escuela y puntalmente todas las semanas y puntualmente todos los meses y puntalmente durante años, hasta que empezó a ser un prepuber.
    El trabajo de sus papás y sus “carreras locas” por ganar lo suficiente para hacer de aquello una familia “inserta” en la clase media a la que aspiraban pertenecer con muchos trabajos, los fueron absorbiendo. En su ritual diario de conseguir lo suficiente para “tener” y así “ser”; por darle a Carlitos lo que “ellos no tuvieron”, lo convirtió a la larga en un par de desconocidos sin mayores objetivos.
    Carlitos por su parte, había crecido con media docena de figuras maternas y otra media de figuras paternas. Comenzó y terminó por ver a sus padres como unos cometas que al aparecer daban regalitos y chocaban entre ellos, durante algunos años, en peleas interminables que acababan irremediablemente en portazos de las precarias puertas de la casita que podían alquilar. Carlos se acostumbró a tener como inquilino en su “cuarto palaciego” a su madre o a su padre. Su madre cuando se iba a refugiar con él, le trataba torpemente de consolar, de contar cuentos para dormir o de platicarle su esperanza por una vida “mejor” en un lugar “mejor”, con infinidad de cosas. Su madre centraba “la felicidad” en “tener”, “tener” y “tener”. Y a él le hacía bastante lógica, puesto que mientras los otros niños de su escuela, aunque tuvieran sus familias mejor condición económica, jamás hubieran podido aspirar, en muchos casos, a las colecciones de juguetes con las que él contaba. Y muchos de sus amigos, se juntaban con él, proporcionándole compañía y amistad, sólo por jugar con sus juguetes nuevos o de moda. Su madre siempre le decía con extraña convicción y áspera ternura, que si él quería ser feliz, debía ser un alumno ejemplar y estudiar una carrera. Que esa carrera lo remitiría sin escalas a insertarse en la “Clase Poderosa” y que eso a su vez le prodigaría de felicidad sin límites.
    Cuando su padre era su involuntario inquilino, quería morir del hartazgo y aburrimiento. Lo regañaba por su forma banal de ver la vida, por sus pláticas intrascendentes, le hostigaba diciéndole que él no era suficientemente hombre, porque los hombres de verdad no fincaban su felicidad en las chucherías de artificio ni en la ropita de marca, sino en el trabajo, el trabajo y más trabajo. En el esfuerzo cotidiano. Se quejaba interminablemente, incluso horas después de que Carlos fingía haberse quedado dormido, de los malgastos de su madre y de la necesidad de ahorrar y trabajar más. A Carlos esa visión de la felicidad no le gustaba. Le gustaba más pensar que algún día, que fuera acreditando materias y grados escolares, algún día brincaría por arte de magia a “la felicidad” de tener cuanto se puede comprar con dinero.
    Un día ni su madre ni su padre volvieron a ser sus forzadas compañías. A su padre, lo mandaron de la empresa en donde trabajaba a prestar sus servicios provisionalmente a “La Capital”. Esos fueron días completamente “extraños”. Las peleas de los papás hacía tiempo que habían menguado en intensidad y duración. Habían sustituido los gritos, amagos y rabietas, por una tensa complacencia mutua, llena de ademanes artificiales de cortesía. Sólo de vez en cuando comentarios mordaces, flechas disfrazadas de ingenuidad, se disparaban recíprocamente, sin mayor efecto que risas socarronas o ceños fruncidos. Pero en aquellas semanas, el padre de Carlos, pareció recuperar su pasión añeja. Recobró de alguna parte la esperanza perdida y se instaló durante algunas semanas en un optimismo sobrecogedor.
    Llegó con flores para su madre, compró algo de ropa para ambos, que nunca compraba porque sabía que siempre había una abuela o abuelo generoso en esos menesteres. Durante esos días pareció querer ejercer mayor dominio sobre su madre. Como años atrás le cuestionaba sobre su relación con sus jefes, le reprochaba sus horarios de trabajo y hasta le insinuó que ya no trabajara más para que la familia estuviera “completa”. ¿A que se referiría? ¿Quién sabe?
    La madre reticente en un principio, terminó por ceder ante el entusiasmo del padre y comenzaron los plantes. Que si cambiar un coche, que si dar el enganche de una casa, de que si se ponía un pequeño negocio familiar. Etc… Finalmente el padre de Carlos, hizo sus maletas y partió maravillado a “La Capital”, con la promesa de regresar pronto con tambaches de dinero, mejor posición social y laboral y, por supuesto, como un Santa Clos, trayendo en su cartera la felicidad ansiada por la que habían trabajado tantos años “juntos”.
    Pero el padre de Carlos, seguro encontró algo que estaba buscando sin saber, porque sus visitas primero periódicas, se fueron haciendo cada vez más lejanas. Las llamadas diarias, se convirtieron en semanales, luego mensuales y luego… luego la madre era la que llamaba para avisar que no habían llegado los depósitos.
    “La Capital” envolvió al papá de Carlos y a no más de dos años, un día partió su madre a “La Capital” para “saber” realmente que pasaba con su marido y regresó con una mueca que tardaría varios años en quitar de su cara. A Carlos no le refirió gran cosa, más que unos balbuceos que llegaron a entenderse como que de ese momento en adelante, estaban “solos”. Pero ni tan solos, una decena de tíos, seguían alrededor, sus abuelos, que todavía vivían, estaban en su lugar como siempre. El transporte seguía pasando, los juguetitos seguían fluyendo, ahora en mayor número, motivados, tal vez, por la nueva condición de “medio huérfano” de Carlitos. En realidad no cambió gran cosa la cosa. De 5 o 6 figuras paternas, sólo se restaba una y eso no era tan grave. Otra consecuencia que fue más bien mejor que peor, fue que se mudaron a la casa del abuelo, más grande y mejor ubicada. Así que todo estaba bien. Lo que no sabía Carlos, era que su psiquis reprimida y su conciencia engatusada le haría pasar, a la postre, una mala jugada. La peor mala jugada que le hubiera hecho pasar a alguien su psiquis, años después.
    NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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    • Re: Taller del Alquimista...

      Gracias Alquimi, lo sigo leyendo.
      A través del tiempo y espacio,apareces cuando ha sido necesario,no importa la exactitud,ni las palabras innecesarias,sólo importa el hecho de ser y estar ahí...frente a frenteKlar

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      • Re: Taller del Alquimista...

        Alquimi, es muy interesante, estaré al pendiente de lo que sigue. Gracias.
        A través del tiempo y espacio,apareces cuando ha sido necesario,no importa la exactitud,ni las palabras innecesarias,sólo importa el hecho de ser y estar ahí...frente a frenteKlar

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        • Re: Taller del Alquimista...

          Alqui: Tu texto es un fuerte regaderazo de realidad, una porbadita de lo que esta pasando día con día con nuestra sociedad consumista e irresponsable. Me ha encantado.
          Sigo pendiente de futuras entregas y espero que la chamba caiga en una agradable rutina para que tengas más tiempo para escribir.

          Tienes razón en lo que comentas de la literatura erótica, si no eres cuidadoso se vuelve de una vulgaridad nefasta y predecible. Además, la mayoría de los autores de ese género cree que relatando el acto sexual ya escribieron un súper texto pero la realidad es que un texto erótico tiene que tener como los demás relatos: lógica, presentación, nudo y desenlace.

          Estoy muy agradecida contigo por permitirme compartir con ustedes en éste espacio mis intentos literarios.

          Un abrazo y buenos vientos.
          LunaAzul disfrazada
          La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz

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          • Re: Taller del Alquimista...

            Wow Alqui, superinteresante, claro que me interesa la sorpresita que tendrá Carlitos, jejejeje ya estoy enganchada con tu cuento.
            Besotes
            Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

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            • Re: Taller del Alquimista...

              Me uno a los elogios, y lo pongo en blanco y negro, porque siempre entro aqui a leer, me gusta mucho pero sin firmar el libro de visitas. No quiero dejar pasar esta oportunidad.
              Saludos.

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              • Re: Taller del Alquimista...

                Palabras sonoras, explosivas y bellas
                que dicen y expresan, y que dejan huellas
                que envuelven y mecen, arrullan y sueñan
                que no se sumerjen, que apenas bordean
                la orilla de playa por donde caminas
                por donde me buscas, por donde me miras
                y si acaso me encuentras, apenas suspiras
                para entre risas llevarme a tus brazos
                para entre besos con magia divina
                y entonces despacio, todo sin prisa
                a darte mi amor, a llevarte a la cima
                en corazón y alma, ser uno contigo
                hoy y mañana, siempre a tu abrigo
                y honrarte con tanto cariño divino.

                Son sólo palabras, que gimen
                lo que no se grita, lo que no se dicen
                aquello que esconden, aquello que guardan
                para no herir, para no morirse...

                Son sólo palabras que se lleva el viento
                y en unos suspiros de extremo lamento
                se esconden, se evaden, en todo momento
                para no decir... todo lo que siento...
                Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

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                • Re: Taller del Alquimista...

                  Originalmente publicado por Bug Ver post
                  Palabras sonoras, explosivas y bellas
                  que dicen y expresan, y que dejan huellas
                  que envuelven y mecen, arrullan y sueñan
                  que no se sumerjen, que apenas bordean
                  la orilla de playa por donde caminas
                  por donde me buscas, por donde me miras
                  y si acaso me encuentras, apenas suspiras
                  para entre risas llevarme a tus brazos
                  para entre besos con magia divina
                  y entonces despacio, todo sin prisa
                  a darte mi amor, a llevarte a la cima
                  en corazón y alma, ser uno contigo
                  hoy y mañana, siempre a tu abrigo
                  y honrarte con tanto cariño divino.

                  Son sólo palabras, que gimen
                  lo que no se grita, lo que no se dicen
                  aquello que esconden, aquello que guardan
                  para no herir, para no morirse...

                  Son sólo palabras que se lleva el viento
                  y en unos suspiros de extremo lamento
                  se esconden, se evaden, en todo momento
                  para no decir... todo lo que siento...
                  Hola Bug.... Como tas???? Que rico poema. Me atrevería a decir dos cosas: La primera es que pienso en una transformación en la estructura respecto de las anteriores entregas que has hecho. Pensaría tal vez en una evolución, si es que vale la expresión. No es que sea mejor o peor que los anteriores, no me vayas a malinterpretar. Sólo pienso que cambió algo, sin que pueda definir claramente qué es. Lo que si te puedo decir -y esto es lo segundo- es que pienso que lo dejaste fluir con mayor ímpetu. Sintiéndolo, más que pensándolo y creo que cuajó bien.

                  Como siempre, te mando un cariñoso saludo, mi querida Bug.
                  NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                  • Re: Taller del Alquimista...

                    Originalmente publicado por Elixir Ver post
                    Alqui: Tu texto es un fuerte regaderazo de realidad, una porbadita de lo que esta pasando día con día con nuestra sociedad consumista e irresponsable. Me ha encantado.
                    Sigo pendiente de futuras entregas y espero que la chamba caiga en una agradable rutina para que tengas más tiempo para escribir.

                    Tienes razón en lo que comentas de la literatura erótica, si no eres cuidadoso se vuelve de una vulgaridad nefasta y predecible. Además, la mayoría de los autores de ese género cree que relatando el acto sexual ya escribieron un súper texto pero la realidad es que un texto erótico tiene que tener como los demás relatos: lógica, presentación, nudo y desenlace.

                    Estoy muy agradecida contigo por permitirme compartir con ustedes en éste espacio mis intentos literarios.

                    Un abrazo y buenos vientos.
                    Saludos mi querida Elixir, por el contrario. Mi chamba desde hace un par de años ha sido una cuestión caótica. con los asegunes que terminan impactando a la familia. Ahora podria decir sin exagerar que ha llegado a niveles de desastre y mi falta de tiempo respondía a tratar de evitar las catástrofes, pero a estas alturas ya el agua ha rebasado el nivel de flotación y lo que en un tiempo fue administrar las pérdidas, hoy es algo así como recoger a los muertos y los heridos y jalar pa onde se pueda. Y ya sin nada de que se pueda preocupar uno porque las cosas no pueden ser peores, es buen momento para escribir. De cualquier manera, ganar o perder una guerra termina siendo una liberación. Y las liberaciones son, supongo, uno de los mejores regalos que te puede dar la vida.

                    Gracias por la atención y los buenos deseos. Y como siempre, gracias por compartir tus impecables trabajos. Muy lindos.
                    NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                    • Re: Taller del Alquimista...

                      Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                      Me uno a los elogios, y lo pongo en blanco y negro, porque siempre entro aqui a leer, me gusta mucho pero sin firmar el libro de visitas. No quiero dejar pasar esta oportunidad.
                      Saludos.
                      Hooola Tatiana!!!!! Gracias por pasar lista. Así ya no te digo nada de que anda por ahí pasando lista y dejas mi tema hasta la siguiente página. Pero buéééé.... que bueno que vienes. Así ni te puedo decir nada. Creo recordar que dejamos por ahí algún tema pendiente. ¿Te dio miedo?
                      NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                      • Re: Taller del Alquimista...

                        Cuento de Klar… 3º entrega

                        Y en ese mundo de colores y sabores sin sentido, sin sonido, todos entregados sin haberlos pedido, Carlos empezó a pender como el badajo de una campana rota. La insensatez de un mundo edulcorado artificialmente lo envolvió desde siempre, sin jamás él haberse enterado de los extremos de una conciencia sana. La televisión lo había educado bien. Bien, como educa la televisión y desde siempre tuvo bastante dificultad en distinguir entre lo real y lo imaginario.

                        Creció creyendo que Harry Potter existía en realidad en un país lejano y que sus proezas eran reales. Ni con los años pudo realmente dejar de pensar que algunos superhéroes eran posibles en el mundo real y por supuesto creyó a pie juntillas, siempre, en los ovnis, los fantasmas, los magos, las hadas, los duendes, los hechizos y la brujerías.

                        Jamás hizo mucho deporte. Lo más cercano que estuvo fue a través de los juegos de video, en los que era un verdadero campeón. Y aunque sus hábitos eran atroces, su cuerpo encontró la manera de llevarlo a través de la pubertad sin kilos de más. Más bien era alto, delgado, con una precoz barriga no muy abultada que le daba la apariencia de más grande. La afición por la tele, los comics y los videojuegos lo habían convertido en un miope juvenil, por lo que usaba lentes que seguramente podían parar una bala de pequeño calibre. Su multitud de padres y madres putativas le prodigaron como siempre de artilugios y más artilugios de confort postmoderno y no bien hubo terminado preparatoria, lo dotaron de un juvenil automóvil rojo ni muy muy, ni tan tan.

                        Escogió Ingeniería en Sistemas en una Universidad de Paga para clasemedieros de padres esforzados. Varios de sus antiguos amigos de infancia lo siguieron en la Universidad e inmediatamente conformaron un grupo muy homogéneo de amigos. Sabían de memoria los capítulos de Star Trek, Babylon 5, Gallactica y recitaban con autismo frases de la Guerra de la Galaxias.

                        La carrera, le sentó bien. Eso de estar vinculado de manera vitalicia a una computadora le venía como anillo al dedo. Como siempre enredó sus mundos virtuales al mundo real y estos remedos de realidad eran fácilmente interpolados con sus universos de película. No fue raro que sacara excelentes calificaciones como le seguía febrilmente recomendando su madre, que por fin había rearmado su vida sentimental en un par de ocasiones.

                        Fue en ese tiempo, durante la carrera, que conoció a Adriana. Una casi pelirroja pecosa de fina figura y geométrica sonrisa. Su cabello ensortijado remitía de inmediato a una apariencia de jovialidad desparpajada que contagiaba felicidad. Esta facha era el perfecto envase para un desastroso temperamento cultivado celosamente durante años por un par de padres sobreprotectores. Y si Carlitos “N” era berrinchudito y egoísta hasta la pared de enfrente, la menuda Adrianita le decía quítate que ahí te voy.

                        Hija única de un General con muchas estrellas en el uniforme y multitudes de uniformados que se deshacían en genuflexiones cuando aparecía con su gesto adusto, sin lugar a dudas había aprendido durante años y años a hacer lo que le placiere y cuando le placiere. El mismo Generalísimo decía con orgullo que ni el Presidente lo podía hacer salir de su casa después de las 0 de la noche, pero cuando se trataba de la “chiquita” había que cuadrarse ¡Chingáo! si es que se quería llevar la fiestecita en paz.

                        La madre de Adrianita jamás tenía tiempo para hacerla de mamá, pues los compromisos de la esposa de un encumbrado personaje le exigían demasiado tiempo. Eso y las interminables visitas al pedicurista, manicurista, gimnasio, estilista, masajista, dermatólogo y demás pléyade de modernos artesanos de la estética femenina. Esas actividades, las interminables visitas a centros comerciales en busca de trapos de moda y los desayunos, comidas y cenas de compromiso, exigían que la labor de madre fuera cuestión de Estado y por supuesto confiada a un sinnúmero de choferes, sirvientas, niñeras y guardaespaldas que tenían por misión, prodigar a la chamaquita de cuanto se le ocurriese.

                        La razón del porqué la princesa asistía a una Universidad de clasemedieros respondía a cuestiones de logística militar. Estaba cerca de la casa y su configuración arquitectónica de pocos accesos y ancianos muros enormes, hacían una plaza fácil de cuidar con pocos elementos.

                        Adrianita vio en Carlos a un juguete nuevo. De nada sirvieron los reclamos del General o de la madre para que se vinculara con hombres de su clase o su condición social o económica. Adriana encontró en esa lastimera facha de ratón de biblioteca, la antítesis del padre y su docilidad lo convirtió en su presa natural. Desde el segundo semestre de la carrera lo hostigaba con su permanente presencia. Y Carlitos, en principio reacio a dejarse arrebatar de sus mundos de historieta, su computadora y sus juegos de video, no tardó mucho en verla como a su Azuka particular.

                        Azuka era la protagonista de una de sus series de historieta favoritas: Neon Genesis Evangelion. En esta serie una pelirroja bipolar de generosísimas tetas entalladas en un traje de piloto, podía destruir monstruos mitológicos sin ningún problema o caer en una depresión en medio de una batalla y dejar literalmente que destruyeran el mundo sin que ella quisiera mover un dedo.

                        Las tetas de Adriana no gozaban de la frondosidad de las de Azuka, ningunas en el mundo real lo gozan, pero salvo ese pequeño detalle, Carlos identificó los arranques violentos de berrinche de Adriana, así como sus pecas y sus cabellos rojos ensortijados con los de su diva virtual. Y se enamoró perdidamente. Más bien, trasladó su eterno enamoramiento por Azuka a la temperamental Adriana. Y las mil y una veces que había tejido encuentros íntimos con la muñequita pechugona, tuvo la oportunidad de ensayarlos en el mundo real con Adriana.

                        Por su parte Adriana jamás había tenido novio. El férreo cuidado de sus padres, a través de su infinidad de guardaespaldas, invariablemente disuadían a cualquiera de acercársele más de lo suficiente como para un saludo cortés. Con Carlos pasó un tiempo, pero él tan burriciego, no reparó en las discretas cercanías de malencarados cuidadores. Y ella tenía el temperamento y autoridad suficientes, para hacer de la misión de cuidarla un suplicio, para cualquiera que tratara. Ya mandaba por cigarros, ya salía por la puerta trasera o ya se encerraba en la biblioteca con Carlitos para explorar por primera vez el roce de un cuerpo distinto al suyo por debajo de la falda.

                        Sin duda, Carlos había visualizado y ensayado durante años, en su mente, las maneras mayúsculas de causarle placer a una Azuka y vencidos los problemas de lugar y tiempo iniciales, así como la inexperiencia mutua, se dejaron caer libremente a una experiencia fuera de este mundo. Mejor a los mundos imaginarios que habían creado mutuamente en sus cabezas berrinchudas. Y por supuesto en el mundo virtual del enamoramiento, se volvieron dioses apartados, como siempre, del mundo de los simples mortales.

                        La relación siguió sin asegunes durante toda la carrera y con el tiempo perdieron cuidado o sobraron en convicción de la realidad de sus vidas paralelas y unos meses antes de acabar el último semestre, ella se embarazó.

                        Continuará...
                        NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                        • Re: Taller del Alquimista...

                          Originalmente publicado por El Alquimista Ver post
                          Hola Bug.... Como tas???? Que rico poema. Me atrevería a decir dos cosas: La primera es que pienso en una transformación en la estructura respecto de las anteriores entregas que has hecho. Pensaría tal vez en una evolución, si es que vale la expresión. No es que sea mejor o peor que los anteriores, no me vayas a malinterpretar. Sólo pienso que cambió algo, sin que pueda definir claramente qué es. Lo que si te puedo decir -y esto es lo segundo- es que pienso que lo dejaste fluir con mayor ímpetu. Sintiéndolo, más que pensándolo y creo que cuajó bien.

                          Como siempre, te mando un cariñoso saludo, mi querida Bug.
                          Bueno mi estimado cuajó o no cuajó? jajajajaja te entiendo más de lo que crees porque me conoces muy bien.
                          Si es cierto hay un gran cambio que implica el dejar ser, dejar fluir... lo cual no significa que me voy a rendir y no luchar por lo que quiero, para nada, me queda muy claro lo que quiero, así que lo que digan piensan y sientan los demás no me interesa.
                          En ese punto estoy...
                          Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

                          Comment


                          • Re: Taller del Alquimista...

                            Eres tú quien mis sueños llena,
                            siempre has sido tú y tú
                            quien mis noches acompaña
                            mis deseos de ser de ti
                            y nada mi felicidad empaña

                            Eres tú quien en cada sonrisa
                            una oleada de amor me avasalla
                            y en cada mirada como fresca brisa
                            todo mi ser para ti siempre vaya
                            a entregarte mi vida precisa

                            Siempre has sido tú y serás tú
                            el amor que yo esperaba
                            el ser que mi corazón ansiaba
                            siempre tú, siempre mío...
                            Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

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                            • Re: Taller del Alquimista...

                              Ups!
                              El Generalísimo le va a sacar los ojos (por decirlo de manera decente) al buen Carlitos…
                              Esta buenísimo tu texto querido Alqui! y me tienes bien enganchada :)
                              Te sigo con atención.

                              Bugsy es un poema muy dulce. Un placer leerte.

                              Un abrazo a los dos.
                              Elixir
                              neniña bonitiña
                              Last edited by Elixir; 30-septiembre-2010, 13:20. Razón: corrección ortográfica
                              LunaAzul disfrazada
                              La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz

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                              • Re: Taller del Alquimista...

                                Me enamoré en la red

                                Me vale madres que no te guste el correo y que puedan transcurrir 3 meses antes de que esta carta llegue a su destino. Ya estoy cansado de comunicaciones fáciles y malentendidos inmediatos.
                                (LOBO>VERDUGO-----Disculpa el insulto, verduguito, yo se que vos comprendés que en sistema ICQ, sabe cuanto hijo de puta anda jodiendo la madre)
                                Quiero que pase mucho tiempo para que recibas mi mensaje, que el cartero se equivoque 8 veces de casa, que circule por la mayoría de códigos postales en el país, y que el papel, esta simple hoja de pulpa reciclada, al terminar, te sepa a nostalgia. Mientras tanto aprovecharé esa eternidad para pensar con calma. Perdóname por favor. Lo que tú y yo tenemos es terrible, no han encontrado la vacuna, pero juro que si te contagié el virus fue porque entonces yo no sabía.
                                (Recientes informes oficiales indican que crece el número de infectados en Hispanoamérica de manera acelerada.)
                                Si se pierde la carta y llega equivocadamente a Shangai, quedará el consuelo y la certeza de haber provocado un evento real, existiría, no será una fantasía computarizada, y tendré tiempo suficiente para recordar nuestras tardes perdidas dentro de una máquina aritmética binaria. Aunque compadezco a la abuela oriental o al pobre burócrata chino que tenga entre sus manos este ruego de amor escrito en castellano, esta súplica mexicana de grafología occidental, el anhelo de recuperarte codificado en un lenguaje que se lee de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Pondré en el sobre el remitente traducido a 12 idiomas. Así la amabilidad extranjera devolverá el manuscrito a su autor (yo) y me acordaré después de cuánto te quise.
                                (Á?Á?---verdugo)) I don speake spanis)
                                No voy a entrar de nuevo a navegar. He desperdiciado muchas horas frente a una computadora y lo único que conseguí son relaciones abstractas y amores maníacos. Hubo una época en que creí haberme enamorado de ti en la red, pero cuando pienso en las noches de fuego que sentimos dentro de un mundo real, cuando comparo los correos electrónicos, aquellos ingratos recados de pleitos inexistentes, con las sensaciones corporales que vivimos, a pesar de la grave situación que padecemos, entonces descubro que sin el contacto físico nuestro romance sería otra porquería porno-literaria.
                                Si al menos hubieras ignorado mis mensajes, si la indiferencia apareciera en el instante adecuado, hoy tendrías la suerte de no tratarme y yo seguiría imaginando perversidades con mujeres virtuales. Detesto la falacia filosófica moderna, transformar la historia de la laguna azul a través de un módem de 52.4 Kbps. La naturaleza se ríe del progreso humano. Es imposible remplazar el aroma con clima artificial y sustituir la copulación por masturbación y consoladores.
                                (>>>VERDUGO>>> SI TE MIDE TREINTA CENTIMETROS A CUÁNTOS BYTES EQUIVALE? MI PC SOLO RECISTE 3 MEGAS EN MEMORIA)
                                ¿Qué nadie tiene actividades productivas en los anocheceres dominicales? ¿Acaso les agrada pendejear en los salones sin censura de los chats latinos?
                                (FrOm VERDUGO tO AlL: No lloren más; ¡ya llegué! ¿Cómo pasaron el domingo en mi ausencia?)
                                ¿Y si nos olvidáramos de la tecnología? Acuérdate del encerrón aquel de diciembre. No encendimos ni la tele, según esto que para descubrir nuevos horizontes, y--ya ves--el único horizonte fue la línea negra de la alfombra cuando se quemó con la vela que tumbamos al fluir de un deseo erótico en la sala. ¡Qué poco nos duró el placer neanderthal antievolutivo! Jamás pensé que el sexo hiciera tanto daño.
                                (Disfrute unas vacaciones con su desconocido favorito. Viajes Caribe le ofrece grandes opciones. Pulse aquí * para mayores datos.)
                                Voy a esperar tu respuesta por servicio postal, juro no teclear la contraseña para entrar a internet. Aunque para ponerme en comunicación contigo solamente necesite de un sistema activo de World Wide Web a las 9 de la noche, cualquier fin de semana, prefiero sudar la incertidumbre diariamente cada vez que suene el silbato del cartero. Dos puntos que se atraen no tienen que elegir forzosamente la recta, pueden recorrer miles de kilómetros de fibra óptica y viajar al espacio para aparecerse vía satélite. Eso sí, hay que utilizar un procesador pentium III para acelerar el encuentro: el amor no puede esperar.
                                (FrOm VERDUGO tO AlL: No lloren más; ¡ya regresé! ¿Disfrutaron mi desaparición?)
                                Cuando nos leímos por primera vez en el chat musical del servidor vasco terrorista nunca imaginé que una trivial charla transformara mi vida, no supuse que la agresividad proviniera de tan cerca.
                                (VERDUGO-Si vas a castigar a todas las putas, puedes iniciar el merecido aprendizaje ante un espejo. La señora de tu vida está dentro de ti mismo.)
                                Me pareció tan novedosa esa contestación que tontamente creí que una firma masculina se escondía bajo el tierno seudónimo. ¿Por qué hiciste caso aquella ocasión a mis insultos cotidianos? Era obvio que hablaba al aire ¾o mejor dicho, a un miniventilador¾, fue sólo el canto del macho atrayendo a la hembra. Lamentablemente, poco después mi pasiva alegría se empezaría a convertir en una convulsiva relación sentimental, comprobando tu auténtica feminidad.
                                (VERDUGO-Soy mexicana vivo en la capital y ahorita estoy fumando un cigarro y tomándome un café negro en una cafetería que esta en una colonia que se llama condesa. Cuantos años tienes?)
                                ¿Cuántos años tengo? No muchos si soy capaz de hablar ruta electrónica con alguien sentado a diez metros de mí. ¡Yo también estaba en el mismo cybercafé! Entre toda la América Latina tuve que escoger la misma región, el mismo país, la misma ciudad y el mismo mesero para encontrarme con la mujer ideal. Nos conocimos demasiado antes de conocernos. Tuve un accidente en la supercarretera de la información y estoy detenido en los separos de la soledad, aguardando una sentencia.
                                (Mexmedia tiene el gusto de informarle que su cuenta con esta compañía ha sido cancelada por violar las normas de confidencialidad, intentando averiguar ilegalmente cuentas ajenas y tratando de quebrar claves privadas.)
                                Anoche fui a acostarme--ya tenía los ojos hinchados por la radiación del monitor--y soñé en inventar un chat donde nadie escribiría, no habría nicks de identificación ni fotos zoofílicas y únicamente tendrías que poner tu nombre verdadero para crear en la pantalla del receptor una flor.
                                (seedugo-Castígame con tus flowers hasta que sangre por las orejas)
                                Me vino a la mente porque vi en la matinée del satélite Panamsat una película argentina de los tiempos gauchos. Había un obelisco chiquito y las mujeres daban vueltas a la derecha mientras los chavos caminaban a la izquierda. Al final entregabas la flor al espécimen elegido. El error es que en la red no hay carnes ni tangos, solamente mala ortografía y lenguajes inconexos.
                                (VERDUGO// no ma... como se te ocurre. Table dance brincando los teclados!)
                                Siempre supe que tus albures guardaban una asombrosa analogía con mis versos inútiles. Te conté mis secretos y nada más yo pude comprobar -entre cientos-el agujero lateral de tu pantaleta. Contigo había que caminar entre la galería de pantallas, llegar hasta el final del grupo de estudiantes informáticos y besarte como nunca aprendí a hacerlo. ¿Qué noviazgo puede ser duradero entre bocanadas de humo y tecleos febriles?
                                (VERDUGO-eres un mentiroso. Cuando me acariciabas ayer en la madrugada me prometiste tu foto digital.... sigo esperándola. ya no me quieres? conociste a otra en algún club de corazones solitarios?)
                                ¿Qué romance puede prolongarse con postales animadas de arrepentimiento e infidelidades cybersexuales que rompen el tácito acuerdo de exclusividad multimedia? Incluso yo reconozco mi estúpida cualidad de encelarme con los visitantes del chat. Si por casualidad algún curioso penetraba en los hoyos funkie neoyorquinos (THE NEW NEW YORK TELEVISION-~~~~ SITE!) habíamos de expulsarlo con el impenetrable e incodificable lenguaje del vefe-tefe-adfa-iosfo...
                                (PARA IGNORAR A UNA PERSONA... ¡DESCONÉCTESE Y PRENDA FUEGO AL DISCO DURO!)
                                Es el colmo que no te tenga después de ganarle a la lógica en su intransigente lógica. Tal vez lo mejor hubiera sido resignarme a la pantalla y reponer los besos con movimientos bruscos del ratón.
                                LunaAzul disfrazada
                                La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz

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