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Palabras de otros...

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  • sicierto

    xxx_@jotmail.com dice:
    · mira es que la soulfly vive un mundo sofisticado y de misterio
    exacto

    ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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    • MORALEJA DE TODO ESTO O SÉASE LA MANERA
      COMO, A JUICIO DEL AUTOR, HA DE ESTARSE EL HOMBRE
      DE BUEN VIVIR Y SAVOIR FAIRE...


      Como el señor,
      como el señor del Buen Despacho que era
      un amigable y buen componedor
      en los tumultos de la primavera.

      Como el cine que afoca
      a los novios penumbra placentera
      mientras chicle permutan boca a boca
      y les tiemblan las piernas, en tijera.

      Como la dulce, la plateada luna
      que perdió sus virtudes de planeta
      una por una
      en abyectos oficios de alcahueta.

      Como la madre de la bailarina
      que da a prócer rufián pública y quieta
      posesión; y da la esquina
      al insolvente amor de hija coqueta.

      Como aquellos que salga lo que salga
      quieren a todas luces explicar
      la condición sedeña de una nalga,
      de Dios la esencia y el color del mar...

      Vender la vida en más de lo que valga
      ¿polvo de oro...? ¿colmillos de elefantes...?
      y la raída indumentaria hidalga
      vender cuanto antes...

      Como el señor honrado, aunque cabrón
      que por haber merced o cualquier cosa,
      dona al patrón
      el usufructo de la casta esposa.

      Como el señor de convicciones que
      al triunfador en ortodoxo posa,
      y va -olvidadizo de lo que antes fue-
      de flor en flor, como la mariposa.

      Como el joven altivo pero bajo
      cuya bifronte idiosincrasia estriba
      en darle por detrás a los de abajo
      y ofrecer el trasero a los de arriba.

      O como el jubiloso campanero
      que con igual fervor mueve el badajo
      en la boda, el bautizo y el postrero
      instante en que nos vamos al carajo.

      Un ojo al gato y otro al garabato
      armado el brinco y las pisadas lentas
      cuando nos llegue el doloroso rato
      de hacer las cuentas...

      Pues el que canta sin firmar contrato
      ay de él...
      y, ay del que tiene que vender barato
      la tibia leche y la dorada miel...

      Renato Leduc

      De "Breve glosa al Libro de buen amor" 1939

      ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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      • Re: Palabras de otros...

        Éste me encanta. De Oliverio Girondo:

        NO SE ME IMPORTA UN PITO...

        No se me importa un pito que las mujeres
        tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
        un cutis de durazno o de papel de lija.
        Le doy una importancia igual a cero,
        al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
        o con un aliento insecticida.
        Soy perfectamente capaz de sorportarles
        una nariz que sacaría el primer premio
        en una exposición de zanahorias;
        ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
        bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
        Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
        Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
        tan locamente, de María Luisa.
        ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
        ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
        y sus miradas de pronóstico reservado?
        ¡María Luisa era una verdadera pluma!
        Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
        volaba del comedor a la despensa.
        Volando me preparaba el baño, la camisa.
        Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
        ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
        de algún paseo por los alrededores!
        Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
        "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
        ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
        para llevarme, volando, a cualquier parte.
        Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
        que nos aproximaba al paraíso;
        durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
        como dos ángeles, y de repente,
        en tirabuzón, en hoja muerta,
        el aterrizaje forzoso de un espasmo.
        ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
        aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
        ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
        la de pasarse las noches de un solo vuelo!
        Después de conocer una mujer etérea,
        ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
        ¿Verdad que no hay diferencia sustancial
        entre vivir con una vaca o con una mujer
        que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
        Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
        la seducción de una mujer pedestre,
        y por más empeño que ponga en concebirlo,
        no me es posible ni tan siquiera imaginar
        que pueda hacerse el amor más que volando.

        ~~~~~~~~~~~~~~

        Ranis:
        LunaAzul disfrazada
        La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz

        Comment


        • Originalmente publicado por Elixir Ver post
          Éste me encanta. De Oliverio Girondo:

          NO SE ME IMPORTA UN PITO...


          ~~~~~~~~~~~~~~

          Ranis:

          aaahhh YO SE

          TQM


          (ME ENCANTO LO QUE PASO HOY EN TU ESCUELA, grax por platicarme)
          ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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          • Mi corazón emprende...

            Mi corazón emprende
            de mi cuerpo a tu cuerpo último viaje.

            Retoño de la luz,
            agua de las edades que en ti, perdida, nace.

            Ven a mi sed. Ahora.

            Después de todo. Antes.

            Ven a mi larga sed entretenida
            en bocas, escasos manantiales.

            quiero esa arpa honda que en tu vientre
            arrulla niños salvajes.

            Quiero esa tensa humedad que te palpita,
            esa humedad de agua que te arde.

            Mujer, músculo suave.

            La piel de un beso entre tus senos
            de oscurecido oleaje
            me navega en la boca
            y mide sangre.

            Tú también. Y no es tarde.

            Aún podemos morirnos uno en otro:
            es tuyo y mío ese lugar de nadie.

            Mujer, ternura de odio, antigua madre,
            quiero entrar, penetrarte,
            veneno, llama, ausencia,
            mar amargo y amargo, atravesarte.

            Cada célula es hembra, tierra abierta,
            agua abierta, cosa que se abre.

            Yo nací para entrarte.

            Soy la flecha en el lomo de la gacela agonizante.

            Por conocerte estoy,
            grano de angustia en corazón de ave.

            Yo estaré sobre ti, y todas las mujeres
            tendrán un hombre encima en todas partes.


            Jaime Sabines
            ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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            • http://www.goe ar.com/listen/96f24a5/Viernes-de-quincena-AMANDITITITA---subida-por-RANIS-de-FM-


              Licenciado, Licenciado ♥♥
              le sirvo el café azucarado
              en la copiadora siempre nos besamos
              y en la sala de juntas ni nos saludamos

              licenciado, licenciado ♥♥
              en sus piernas leee tomo el dictado
              traje gris , cara larga, corbata roja

              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a matar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a despertar
              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a gastar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a disfrutar

              cuando el marca mi extensión
              me pinto los labios de rosa nacarado
              me abro la blusa me siento a su lado
              y al oido yo le digo los recados

              para esto tengo vocación
              nadie captura datos como lo hago yo
              minifaldas ajustadas , tacones altos
              soy una puta en la mesa y una dama en la cama

              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a matar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a despertar
              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a gastar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a disfrutar

              todas quieren con él porque es inteligente ♥♥
              y va pa presidente pero el me quiere a mi, a mi, a mi

              *ey tengo un mercedez benz y un pent house en nueva york
              tengo un rolex en paris siempre visto un cristian dior
              la cream de la cream , el mas asediado
              solo tengo un problema y es que soy casado
              mi amante es una secre que no tiene ni maestria
              pero como le hago si mi esposa tiene estrias
              una cuida a los niños y en la casa los quehaceres la otra me hace guiños y cumple con mis placeres, wow*

              ese peluchito que tengo en el monitor
              me lo dio el licenciado cuando se me declaro
              sobre el escritorio le entregue mi amor
              aunque él esta casado me quiere un monton
              por como escribo, por como camino
              por mi taquigrafia, por mi buena ortografia
              porque tengo el cubiculo ordenado,
              mi traje sastre siempre esta planchado

              Una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a gastar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a despertar

              *es mi secre mi amora
              sus besos me devoran

              es mi secre mi amora
              sus besos me devoran
              la veo en la copiadora
              es mi secre mi amora
              mi fiel admiradora
              aqui esta su licenciado el unico que la adora*
              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a matar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a despertar
              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a gastar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a disfrutar


              *en lista de espera, que chica que me desea
              no me importa conque mi esposa no vea
              ya dije yo la llevo a dondequiera
              hoy traigo feria porque es viernes de quincena*

              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a matar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a despertar
              una de solera nos vamos a tomar
              hoy es viernes de quincena y nos la vamos a gastar
              en la zona rosa, en un cantabar
              y en un hotel de paso vamos a disfrutar


              ranis
              ranita, rana
              Last edited by ranis; 18-junio-2009, 22:15.
              ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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              • Carta a un Maestro



                Creo que ser maestro tiene, como la Luna, su cara luminosa y su cara oscura. En la vida casi todo es así; no hay nada tan malo que no tenga algo de bueno y al revés. Lo que importa es ser consciente de todo, luces y sombras, para que nada nos tome desprevenidos y sobre aviso no haya engaño. No abogo por una actitud estoica ante las ambivalencias de la vida ni mucho menos por la resignación; más bien por una actitud realista que relativice lo negativo y valore sin fantasías lo positivo; creo que por ahí va eso que llaman madurez.

                El lado oscuro de la luna lo conoces bien. Es el bajo sueldo y, más a fondo, lo que ese sueldo significa: el poco reconocimiento social hacia el maestro. Esto duele; lo percibes todos los días y te acompaña como mala sombra; a veces alguien te ve de arriba a abajo; mucha gente no valora ni lo que estudiaste ni lo que haces. El lado oscuro son también los escasos recursos con que cuentas para realizar tu tarea y la poca atención que les mereces a las autoridades. Fuera del libro de texto y el gis, casi no cuentas con nada; estás librado a tu imaginación.

                Hay, además, corrupción en el medio magisterial; reglas del juego poco edificantes que tienes que aceptar; a veces manipulación, abusos y un doble lenguaje que molesta. Hay también –aunque no es privativo de tu profesión- rivalidades, murmuraciones, envidias y zancadillas de algunos compañeros. Entre todo esto hay que caminar, como equilibrista sobre la cuerda floja.

                Júntale a todo lo anterior la pobreza de los alumnos que les dificulta tanto aprender; la testarudez, indisciplina y rebeldía de algunos muchachos en el aula; la ignorancia, a veces, de los padres de familia que no saben estimularlos ni corregirlos, y la maledicencia, que nunca falta, en la comunidad. Para ganarte la atención de los chicos tienes que competir con la "tele", los videos y los cantantes de moda, en batallas que están perdidas de antemano; y, como colofón, se te culpa no solo de que los alumnos no aprendan, sino de todos los males del sistema educativo. Decididamente, el lado oscuro es más bien negro, de tantas dificultades y problemas que tiene la profesión.

                ¿Qué pondremos en el lado luminoso? Yo fui maestro por varios años (un tiempo quizá demasiado corto para tanto como ahora hablo sobre la educación) y recuerdo siempre tres cosas que me parecen hermosas y hoy añoro. La primera es la experiencia de "ver aprender"; suena curioso decirlo así pero no hallo otra manera. Aunque daba clases en una secundaria, por una circunstancia excepcional me tocó en unas vacaciones enseñar a leer a varios niños; en otra época posterior enseñé también a leer a un grupo de campesinos adultos (uno de ellos, don José, de 76 años por cierto). El momento en que las letras se convierten en palabras y éstas en pensamientos es como un chispazo que estremece al niño y al adulto por igual; en ese momento el niño sonríe y su sonrisa es expresión de triunfo, gozo de descubrimiento y juego ganado; en el adulto es emoción que le desconcierta, comprobación de que "no era tan difícil" y extraña sensación de descubrir que el pensamiento está escondido en los garabatos del papel. Yo simplemente lloré cuando don José me dijo esa tarde: "Ya sé leer; ya soy gente de razón", soltando un orgullo reprimido por setenta años.

                Ver aprender, presenciarlo, más como testigo que como actor, es la satisfacción fundamental de quien enseña. Lo malo está en que a veces nos concentramos tanto en enseñar, que acabamos contemplando cómo enseñamos en vez de disfrutar el milagro continuo de los que aprenden. Ver aprender es ver crecer y madurar a los niños y jóvenes, comprobar que adquieren capacidades que no tenían, que hablan mejor, que juzgan por sí mismos y que van saliendo adelante.

                Mi segundo recuerdo se liga a la formación del carácter de mis alumnos adolescentes. Siempre considero esto tan importante o más que el que aprendieran conocimientos. Una vez el grupo de tercero de secundaria debía organizar una serie de festejos y el director me encargó coordinar las actividades. Propuse a la clase que tomáramos esa experiencia como una ocasión para que cada uno conociese mejor sus cualidades y sus defectos y la manera como los demás los percibían. Establecimos por consenso los "criterios de evaluación" (compañerismo, creatividad, eficiencia, ya no recuerdo, eran como diez) y después de los festejos el grupo evaluó a cada alumno a la luz de esos criterios. Hoy, muchos años después, cuando me encuentro a algunos de aquellos muchachos, me dicen: "Maestro, esa experiencia fue para mí definitiva; ahí empecé a conocerme de veras; fue estupendo."

                Ser maestro o maestra es ser invitado, en ciertos momentos privilegiados, a entrar al alma de un chico o una chica y ayudarle a encontrarse, a afirmar paulatinamente su carácter, a descubrir sus emociones, quizás a superar sus temores y angustias. Y para muchos alumnos el maestro o la maestra son los únicos apoyos con que cuentan.

                El tercer recuerdo de esos años, que hoy evoco con nostalgia, es que el contacto cotidiano con los alumnos me mantenía joven. Tus alumnos te obligan a estar enterado de cuanto pasa; te bombardean con preguntas; te ponen en órbita; de todo tienes que saber; acaban enseñándote más que tu a ellos. Esto es bonito: ser maestro es seguir creciendo.

                Evoco hoy estos recuerdos que son, para mí, algunos atisbos del lado luminoso de la Luna. Otros maestros, tú mismo, añadirás más luces con el lenguaje insustituible de tu experiencia vivida.

                Si en el balance final las luces son más poderosas que las sombras, no lo sé. Es cosa de vocación, de inclinación interior, de proyecto de vida. O quizá de amor. Y digo la palabra sin ruborizarme porque creo que la profesión de maestro emparenta con la paternidad y ésta o es amor o no es nada. Todo hijo causa muchos problemas, desde los biberones y pañales, pasando por los médicos, hasta los inevitables desencuentros de la adolescencia; pero ningún padre ni ninguna madre pone en duda que en cada hijo las luces superan a las sombras.

                Si tienes vocación de maestro, concluyo, creo que tú también opinarás, sin grandilocuencias ni idealizaciones, que la Luna es, decididamente, luminosa y bella.



                Pablo Latapí
                ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

                Comment


                • Re: Palabras de otros...

                  Espero que estés muy bien Ranita bonita




                  de Aurora Luque.


                  La deconstrucción o el amor



                  Amar es destruir: es construir
                  el hueco del no-amor,
                  amueblar con milagros la pira trabajosa
                  echando al fuego lenguas, carne de ojos vencidos,
                  piel jubilosa, dulce, nucas saladas, hombros temblorosos,
                  incinerar silencios y comprobar la altísima
                  calidad combustible del lenguaje.
                  Hay estadios del cuerpo a cuerpo a cuerpo
                  que no alcanzaron nombre en el origen.
                  Y quién inventa hoy
                  vocablos para el quicio
                  fragante de una piel, nombres para los grados de tersura,
                  acidez o tibieza de un abrazo, quién justificaría
                  las palabras-tatuaje, las palabras tenaces como un piercing,
                  las palabras anfibias e ilegítimas.
                  El poeta ha dejado junto a cada palabra
                  lo que cada palabra le pidiera al oído:
                  derramarse indecible en otro cuerpo
                  o estallar en un verso como válvula.
                  El poeta, desnudo,
                  cuelga una percha en un árbol perdido
                  y las palabras van
                  al poema a vestirse.


                  De "Camaradas del Ícaro"
                  LunaAzul disfrazada
                  La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz

                  Comment


                  • Re: Palabras de otros...

                    de José Carlos Becerra

                    El otoño recorre las islas

                    A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
                    mis manos contienen la lejanía de las tuyas
                    y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.

                    A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
                    a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
                    mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche.

                    A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua,
                    y es la hora de encender ciertas luces
                    y caminar por la casa evitando el estallido de ciertos rincones.

                    En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,
                    en tu pecho hubo tardes que al final del verano
                    todavía miré encenderse.

                    Y éstas son aún mis reuniones contigo,
                    el deshielo que en la noche
                    deshace tu máscara y la pierde.
                    LunaAzul disfrazada
                    La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz

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                    • Re: Palabras de otros...

                      hola Elixir


                      http://www.youtube.com/watch?v=4KZg0RbRHEs
                      ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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                      • El ruiseñor y la rosa

                        -Ha dicho que bailaría conmigo si le llevaba unas rosas rojas -se lamentaba el joven estudiante-, pero no hay en todo mi jardín una sola rosa roja.

                        Desde su nido de la encina oyole el ruiseñor. Miró por entre las hojas asombrado.

                        -¡No hay una sola rosa roja en todo mi jardín! -gritaba el estudiante.

                        Y sus bellos ojos se llenaban de lágrimas.

                        -¡Ah, de qué cosa más insignificante depende la felicidad! He leído todo cuanto han escrito los sabios; poseo todos los secretos de la filosofía y tengo que ver mi vida destrozada por falta de una rosa roja.

                        -He aquí por fin el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Le he cantado todas las noches, aun sin conocerle; todas las noches repito su historia a las estrellas, y ahora le veo. Su cabellera es oscura como la flor del jacinto y sus labios rojos como la rosa que desea; pero la pasión ha tornado su rostro pálido como el marfil y la pena le ha marcado en la frente con su sello.

                        -El príncipe da un baile mañana por la noche -murmuraba el joven estudiante-, y mi adorada asistirá a la fiesta. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja, la tendré en mis brazos. Reclinará su cabeza sobre mi hombro y su mano estrechará la mía. Pero no hay rosas rojas en mi jardín. Por lo tanto, tendré que estar solo y no me hará caso ninguno. No se fiará en mí para nada y mi corazón se desgarrará.

                        -He aquí el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Sufre todo lo que yo canto: todo lo que es alegría para mí, para él es pena. Realmente el amor es una cosa maravillosa: es más precioso que las esmeraldas y más caro que los finos ópalos. Perlas y granates no pueden pagarle porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor, ni pesarlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro.

                        -Los músicos estarán en su estrado -decía el joven estudiante-. Tocarán sus instrumentos de cuerdas y mi adorada bailará a los sones del arpa y del violín. Bailará tan vaporosamente que su pie no tocará el suelo, y los cortesanos con sus alegres atavíos la rodearán solícitos; pero conmigo no bailará porque no tengo rosas rojas que darle.

                        Y dejándose caer sobre el césped, hundía su cara en sus manos y lloraba.

                        -¿Por qué lloras? -preguntaba una lagartija verde correteando cerca de él con su cola levantada.

                        -Sí, ¿por qué? -decía una mariposa que revoloteaba persiguiendo un rayo de sol.

                        -Eso es, ¿por qué? -murmuró una margarita a su vecina, con una dulce vocecilla.

                        -Llora por una rosa roja.

                        -¿Por una rosa roja? ¡Qué ridiculez!

                        Y la lagartija, que era algo cínica, se echó a reír con todas sus ganas.

                        Pero el ruiseñor, que comprendía el secreto de la pena del estudiante, permaneció silencioso en la encina, reflexionando en el misterio del amor.

                        De pronto desplegó sus alas oscuras y emprendió el vuelo.

                        Pasó por el bosque como una sombra, y como una sombra atravesó el jardín.

                        En el centro del parterre se levantaba un hermoso rosal, y al verle voló hacia él y se posó sobre una ramita.

                        -Dame una rosa roja -le gritó- y te cantaré mis canciones más dulces.

                        Pero el rosal sacudió su cabeza.

                        -Mis rosas son blancas -contestó-, blancas como la espuma del mar, más blancas que la nieve en la montaña. Pero ve en busca del hermano mío que crece alrededor del viejo reloj de sol y quizá él te dé lo que pides.

                        Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía en torno del viejo reloj de sol.

                        -Dame una rosa roja -le gritó- y te cantaré mis canciones más dulces.

                        Pero el rosal sacudió su cabeza.

                        -Mis rosas son amarillas -respondió-, tan amarillas como los cabellos de las sirenas que se sientan sobre un tronco de árbol, más amarillas que el narciso que florece en los prados, antes de que llegue el segador con su hoz. Pero ve en busca de mi hermano, el que crece debajo de la ventana del estudiante y quizá él te dé lo que pides.

                        Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía debajo de la ventana del estudiante.

                        -Dame una rosa roja -le gritó- y te cantaré mis canciones más dulces.

                        Pero el arbusto sacudió su cabeza.

                        -Mis rosas son rojas -respondió-, tan rojas como las patas de las palomas, más rojas que los grandes abanicos de coral que el océano mece en sus abismos; pero el invierno ha helado mis venas, las heladas han marchitado mis botones, el huracán ha partido mis ramas, y no tendré ya rosas en todo este año.

                        -No necesito más que una rosa roja -gritó el ruiseñor-, una sola rosa roja. ¿No hay ningún medio para que yo la consiga?

                        -Hay un medio -respondió el rosal-, pero es tan terrible que no me atrevo a decírtelo.

                        -Dímelo -contestó el ruiseñor-. No soy asustadizo.

                        -Si necesitas una rosa roja -dijo el rosal-, tienes que hacerla con notas de música, al claro de luna, y teñirla con la sangre de tu propio corazón. Cantarás para mí, con el pecho apoyado en mis espinas. Cantarás para mí durante toda la noche y las espinas te atravesarán el corazón: la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.

                        -La muerte es un buen precio por una rosa roja -replicó el ruiseñor- y todo el mundo ama la vida. Es grato posarse en el bosque verdeante y mirar al sol en su carro de oro y a la luna en su carro de perlas. Dulce es el olor de los nobles espinos. Dulces son las campanillas que se esconden en el valle y los brezos que cubren la colina. Sin embargo, el amor es mejor que la vida. ¿Y qué es el corazón de un pájaro comparado con el de un hombre?

                        Entonces desplegó sus alas oscuras y emprendió el vuelo. Pasó por el jardín como una sombra y como una sombra cruzó el bosque.
                        ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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                        • El joven estudiante permanecía tendido sobre el césped, allí donde el ruiseñor le dejó, y las lágrimas no se habían secado aún en sus bellos ojos.

                          -Sed feliz -le gritó el ruiseñor-, sed feliz; tendréis vuestra rosa roja. La crearé con notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio corazón. Lo único que os pido en cambio es que seáis un verdadero enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta lo sea. Y más fuerte que el poder, aunque éste también lo sea. Sus alas son color de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su aliento es como el incienso.

                          El estudiante levantó los ojos del césped y prestó atención; pero no pudo comprender lo que le decía el ruiseñor, pues únicamente sabía las cosas que están escritas en los libros.

                          Pero la encina lo comprendió y se puso triste, porque amaba mucho al ruiseñorcito que había construido el nido en sus ramas.

                          -Cántame la última canción -murmuró-. ¡Me quedaré tan triste cuando te vayas!

                          Entonces el ruiseñor cantó para la encina; y su voz era como el agua reidora de una fuente argentina.

                          Al terminar su canción, el estudiante se levantó, sacando al mismo tiempo su cuadernito de notas y su lápiz de bolsillo.

                          -El ruiseñor -se decía paseándose por la alameda-, el ruiseñor posee una belleza innegable, ¿pero siente? Me temo que no. Después de todo, es como muchos artistas, todo estilo sin nada de sinceridad. No se sacrifica por los demás. No piensa más que en la música y en el arte; como todo el mundo sabe, es egoísta. Ciertamente, no puede negarse que su voz tiene notas muy bellas. ¡Qué lástima que todo eso no tenga sentido alguno, que no persiga ningún fin práctico!

                          Y volviendo a su habitación se acostó sobre su jergoncito y se puso a pensar en su adorada.

                          Al poco rato se durmió.

                          Y cuando la luna brillaba en los cielos, el ruiseñor voló al rosal y colocó su pecho contra las espinas.

                          Y toda la noche cantó con el pecho apoyado sobre las espinas; y la fría luna de cristal se detuvo y estuvo escuchando toda la noche.

                          Cantó durante toda la noche y las espinas penetraron cada vez más en su pecho y la sangre de su vida fluía de su pecho.

                          Al principio cantó el nacimiento del amor en el corazón de un joven y de una muchacha; y sobre la rama más alta del rosal floreció una rosa maravillosa, pétalo tras pétalo, canción tras canción.

                          Primero era pálida como la bruma que flota sobre el río, pálida como los pies de la mañana y argentada como las alas de la aurora.

                          La rosa que florecía sobre la rama más alta del rosal, parecía la sombra de una rosa en un espejo de plata, la sombra de la rosa en un lago.

                          Pero el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.

                          -Apriétate más, pequeño ruiseñor -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada. Entonces el ruiseñor se apretó más contra las espinas y su canto fluyó más sonoro, porque cantaba el nacimiento de la pasión en el alma de un hombre y de una virgen.

                          Y un delicado rubor apareció sobre los pétalos de la rosa, lo mismo que enrojece la cara de un enamorado que besa los labios de su prometida.

                          Pero las espinas no habían llegado aún al corazón del ruiseñor; por eso el corazón de la rosa seguía blanco; porque sólo la sangre de un ruiseñor puede colorear el corazón de una rosa.

                          Y el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.

                          -Apriétate más, pequeño ruiseñor -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada. Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor.

                          Cuanto más acerbo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimizado por la muerte, el amor que no acaba en la tumba.

                          Y la rosa maravillosa enrojeció como las rosas de Bengala. Purpúreo era el color de los pétalos y purpúreo como un rubí era su corazón.

                          Pero la voz del ruiseñor desfalleció. Sus breves alas empezaron a batir y una nube se extendió sobre sus ojos.

                          Su canto se fue debilitando cada vez más. Sintió que algo se ahogaba en la garganta.

                          Entonces su canto tuvo un último fulgor. La blanca luna le oyó y olvidándose de la aurora se detuvo en el cielo.

                          La rosa roja le oyó; tembló toda ella de arrobamiento y abrió sus pétalos al aire frío de la mañana. El eco le condujo hacia su caverna purpúrea de las colinas, despertando de sus sueños a los rebaños dormidos.

                          El canto flotó entre los cañaverales del río, que llevaron su mensaje al mar.

                          -Mira, mira -gritó el rosal-, ya está terminada la rosa.

                          Pero el ruiseñor no respondió: yacía muerto sobre las altas hierbas, con el corazón traspasado de espinas.

                          A mediodía el estudiante abrió su ventana y miró hacia afuera.

                          -¡Qué extraña buena suerte! -exclamó-. ¡He aquí una rosa roja! No he visto una rosa semejante en toda mi vida. Es tan bella, que estoy seguro de que debe tener en latín un nombre enrevesado.

                          E inclinándose, la cogió.

                          En seguida se puso el sombrero y corrió a casa del profesor con su rosa en la mano.

                          La hija del profesor estaba sentada a la puerta. Devanaba seda azul sobre un carrete, con un perrito echado a sus pies.

                          -Dijisteis que bailaríais conmigo si os traía una rosa roja -le dijo el estudiante-. He aquí la rosa más roja del mundo. Esta noche la prenderéis cerca de vuestro corazón, y cuando bailemos juntos, ella os dirá lo mucho que os amo.

                          Pero la joven frunció las cejas.

                          -Temo que esta rosa no se armonice bien con mi vestido -respondió-. Además, el sobrino del chambelán me ha enviado varias joyas de verdad y ya se sabe que las joyas cuestan más que las flores.

                          -¡Oh, a fe mía que sois una ingrata! -dijo el estudiante lleno de cólera.

                          Y tiró la rosa al arroyo. Un pesado carro la aplastó.

                          -¡Ingrato! -dijo la joven-. Os diré que os portáis como un grosero, y después de todo, ¿qué sois? Un simple estudiante. ¡Bah! No creo que podáis tener nunca hebillas de plata en los zapatos como las del sobrino del chambelán.

                          Y levantándose de su silla, se metió en su casa. -¡Qué bobería es el amor! -se decía el estudiante a su regreso-. No es ni la mitad de útil que la Lógica, porque no puede probar nada; habla siempre de cosas que no sucederán y hace creer a la gente cosas que no son ciertas. Realmente, no es nada práctico, y como en nuestra época todo estriba en ser práctico, voy a volver a la filosofía y al estudio de la metafísica.

                          Y dicho esto, el estudiante, una vez en su habitación, abrió un gran libro polvoriento y se puso a leer


                          Oscar Wilde
                          ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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                          • No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

                            Oscar Wilde
                            (1854-1900)
                            Dramaturgo y novelista irlandés.
                            ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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                            • GRACIAS, gracias, gracias...

                              Enviado: domingo, 28 de junio de 2009 03:22:51 p.m.
                              Para: a_ranita@hotmail.com
                              Querida Adriana

                              Que pases un cumple muy feliz, recibe un fuerte abrazo con mis mejores deseos.

                              leo.
                              Ay , ay, ay, ay... Mi querido Capitán
                              ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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                              • GRACIAS, gracias, gracias...

                                Originalmente publicado por ranis Ver post
                                Enviado: domingo, 28 de junio de 2009 09:45:38 p.m.
                                Para: a_ranita@hotmail.com
                                Adriana Querida,
                                Como ya se acerca tu cumpleaños deseo hacerme presente para felicitarte y cantarte la mañanitas, acompañarte en este día maravilloso y dare muchos besos, muchos abrazos y por supuesto mucho amor
                                besitos, cariño
                                PAUUUUUUUUUUUUUUUUU yo TE QUIERO MUCHO
                                ¡Por un planeta verde el pueblo revolucionario unido! CRANEO

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