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Romance de una Dama

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  • #76
    Re: Romance de una Dama

    Héctor, espero seguirte leyendo en este tema, ya que enriqueces con tus comentarios las réplicas y contra réplicas que he tenido oportunidad de leer.

    Respecto de la familia aquella que ambos queremos tanto, dejame decirte que aún está a buen resguardo, pero con unas ganas locas de ir a visitarte. Espero no fallarte esta vez.

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    • #77
      Re: Romance de una Dama

      Tan!!!!!!! Que bueno verte de nuevo!!!!! Ya no te escapes ¿he?
      ¿Replicas?... Mi no comprrrendei.
      Nunca deja de asombrar como las focas, prontas y felices, reciben con brazos abiertos cualquier basura que les avienten sus amos, los caciques de la oposicion.

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      • #78
        Re: Romance de una Dama

        Hola amigos:

        Sólo para decirles "Hola" y que no digo nada porque estoy a la espectativa de leerlos, a ambos.

        Abrazos

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        • #79
          Re: Romance de una Dama

          Hola amigos.
          Como ninguno reaparece, voy a darle un poco de movimiento al tema comentando acerca de Odile, la protagonista yo diría de toda la novela CLIMAS de André Maurois.

          Porque aunque en la novela sólo tiene protagonismo en la primera parte, cuando Phillipe, el que fue su marido, cuenta su experiencia con ella y cómo desde el primer momento que la vió se enamoró de ella y ese amor lo marcó para siempre.
          Destruyendo por completo los parámetros que el tenía acerca de la mujer ideal y con quien el hubiese querido compartir su vida.

          Esa mujer ideal es reemplazada por Odile fisicamente era como él lo deseaba pero su personalidad era totalmente distinta a su patrón.

          Odile
          era libre, era eterea, inasible, era una buena muchacha con muchas ansias de vivir, pero tenía un trasfondo familiar que la hacía ser muy insegura, cosa que ella reemplazaba con un orgullo muy marcado.

          Pero ellos dos se enamoran y ella realmente amaba a su marido.
          Al empezar a vivir juntos Phillipe empieza a notar la diferencia entre ellos.
          Ella no ha cambiado, pero él no quiere compartirla, con nadie, y empiezan las dificultades y van creciendo a la vez que él va claudicando, llega a aceptar lo inimaginable porque a pesar de todo sabe que necesita el "clima" que rodea a Odile.

          Y de éso se trata la novela que tiene muchos pensamientos axiomáticos acerca del amor, que realmente no tiene ni tiempo, ni espacio, donde es de una manera u otra.Siempre es igual.

          Somos nosotros los que le damos un carácter diferente en cada caso y lo deformamos muchas veces y aún asi le seguimos llamando amor.

          Odile
          puede haber pasado por la novela siendo la " mala" pero yo creo que ella siempre fue auténtica. Y como dice Maurois:

          "Es facil ser admirado, mientras se permanece inaccesible" y élla siempre fue un misterio para él.

          Tal vez por éso nunca dejó de importarle.

          Esa es otra de las protagonistas que me fascinaron.
          A continuación un pequeño bosquejo de la Novela
          Tatiana
          Forista Opalo
          Last edited by Tatiana; 17-febrero-2010, 15:53.

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          • #80
            Re: CLIMAS Andre Maurois

            Es una historia de amor y desamor, asi sólo que dado en dos etapas y en las cuales el personaje juega los dos diferentes papeles.

            Se divide la novela en dos partes. la primera llamada Odile, narra, por boca de él mismo su amor por Odile su primera esposa, desde el momento en que la conoció, cómo fue deteriorándose la relación entre los dos, por los celos de él, y la necesidad de independencia de ella.
            Que termina en el divorcio.
            Odile lo deja por otro hombre que a su vez la hará sufrir a ella como ella hizo sufrir a Phillipe, el personaje. Odile terminará suicidándose ya que es incapaz de tolerar la pérdida del amor de su nuevo marido.

            Phillipe se dedica a sufrir ya que no puede olvidar a Odile pero se casa tiempo después con Isabelle, una mujer a la que llega a querer pero a la que engaña con otra que es una repetición de Odile.
            Isabelle, asume en esta parte el rol que tenía Phillipe en relación con Odile, le perdona todo con tal de que siga a su lado. Cosa que sucede hasta que el muere.
            Es una radiografía de los sentimientos y de las emociones que nos produce alguien a quien amamos más allá de nuestra voluntasd y que nos sumerge en un Clima del que no podemos prescindir.

            A mi me gustó mucho. esta novela es un Clásico y la más representativa de André Maurois.

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            • #81
              Re: Romance de una Dama

              Mercedes Biedma Una de las mujeres de "La Guerra de Galio"

              Excelente Novela de Héctor Aguilar Camín.
              Al margen de la postura política que asume, como trasfondo de la narración de hechos que ocurrieron en el ambiente periodístico y Politico-Social de méxico de los 70´s.

              Vuelvo a decir excelente novela de Aguilar camin.

              Pero mi punto aqui es otra de las heroinas, o anti-heroinas más bien.

              Mercedes Biedma ;es la "enfermedad anímica de García Vigil, el historiador y protagonista -uno de ellos- de la Novela.

              El hecho es que pese a tener varias mujeres, García Vigil, nunca puede sustraerse a el dominio emocional y a la sensación de vacio que le produce cada encuentro con Mercedes, que aparece y se va; y aún estando nunca puede sentir García Vigil que existe una relación entre ellos.

              Ella va a aparecer en la vida de él en el momento que se le ocurra y él la va a recibir.
              No puede prescindir de ella. Es una relación neurótica, triste, con un final tan lamentable como la misma historia de su amor.

              Vuelvo a decir a mi me maravilla, en una acepción nada positiva, me sorprende cómo éste tipo de mujeres pueden dejar una huella tan profunda en los hombres que tienen relación con ellas.

              De cualquier manera, las prefiero a las Ana Kareninas o a las Mmes.Bovary

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              • #82
                Re: Romance de una Dama

                Hola querido amigo:
                Y no me refiero ni a Tan que ya no viene ni a Elixir que se asomó, pero sí a ti que espero que alguna vez regreses a comentarnos de la Craddock y de la Winter.
                Mientras tanto voy a pegar unos cuantos escritos interesantes que vi por otros lados antes de que sean borrados del mapa.
                Espero que aqui encuentren cabida, lectura y respeto, bueno de éso estoy segura mi querido Héctor. Ya me comentarás que opinas de ésto.

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                • #83
                  Re: Romance de una Dama

                  La Urbana 13 1

                  La oficina urbana número 13 de la Caja de Ahorros estaba llena de gente. Una larga cola de clientes, delante de la ventanilla de caja, esperaba su turno para ser atendidos.
                  Juan Vicente, el cajero, cogió el dinero que le tendía el cliente y lo contó.

                  -Cien
                  -Si, para ingresar en la cuenta corriente 34/3, por favor.

                  El empleado tecleó en el ordenador y, un momento después, le entregó el justificante de ingreso.
                  Al final de la mañana, al contar el dinero para cuadrar la caja, le llamaron la atención aquellos cinco billetes de veinte euros y, con ellos en la mano, se fue a ver al interventor de la oficina.

                  -Mira estos billetes, Jose… ¿no te parecen un poco raros?...

                  El interventor, un hombre que rondaba los cuarenta y cinco, alto y moreno, cuando levantó la vista de los papeles en los que andaba enfrascado y vio los billetes, no puedo evitar un escalofrío…Sacó de la billetera dos billetes de cincuenta y se los dio.

                  -Toma, te los cambio.
                  -No son falsos…, los he pasado por la máquina y son buenos…, solo que….
                  -Si, ya lo se, tengo en casa uno igual; lo guardo de recuerdo.
                  -¿Sabes quien te los ha dado?
                  -Si, Pedro Jiménez... Cuando los cogí noté algo raro, pero no le dí mas importancia.



                  .................................................. ....



                  Para Jose, los dos últimos años habían sido especialmente duros. Sobre todo el anterior, cuando se separó de su mujer. Además de meterse en préstamos, tuvo que tomar la difícil decisión de vender su querido “ultraligero”, para hacer frente a los gastos de abogados y poderse quedar con la casa en la que había vivido cuando casado…

                  Lo echaba de menos. De vez en cuando volvía por el campo de aviación, incluso había volado con compañeros, pero para un hombre como él, que amaba tanto volar, subir en un avión prestado no era lo mismo.

                  Después, conoció a Gabriel, y de nuevo, volvió a soñar con el día en que, otra vez, pudiera ponerse el traje de vuelo y sentirse libre allá arriba, sin mas ruido que el acariciante ronroneo del motor y la compañía de su hijo Javi, al que quería con pasión y que, a pesar de su corta edad, ya andaba entusiasmado con los aviones.

                  Ahora, en su casa, sentado en el salón, mientras apuraba un café y fumaba un cigarrillo antes de irse a dormir, ojeó los billetes de nuevo y tomó la decisión…” El próximo día que venga Pedro Jiménez, si trae mas de estos, hablaré con el…

                  ………………………………………..

                  -Jose, ahí está otra vez…, y ha traído otros cinco de veinte. ¿Quieres hablar con él?-era Juan Vicente.
                  -Si. Dile que, por favor, pase un momento al despacho.

                  Pedro era un hombre moreno y bajito, que andaría por los sesenta. Había dedicado su vida a los negocios y marchaba bien hasta que, en la crisis de los noventa, su empresa de papelería y artes gráficas quebró. Por aquel tiempo, su mujer murió; y sin hijos como estaba, había aceptado el cargo de administrador de una entidad benéfica que acogía a marginados .El
                  sueldo era pequeño, pero cubría sus necesidades y, además, el tampoco tenía muchas ambiciones.

                  -Pasa, Pedro…
                  -Hola, José Antonio. Me ha dicho Juan Vicente que querías hablar conmigo.
                  -Si. Siéntate, por favor.
                  -Tú dirás….
                  -Verás-Jose no sabía como abordar el asunto-, es un poco delicado; pero... ¿Conoces a Gabriel?
                  -¿Gabriel? – y se puso nervioso.
                  -Si, ése que anda por ahí., mal vestido, pidiendo limosna... Bueno, que iba, porque hace ya tiempo que no le veo…
                  Pues no sé, chico... No conozco a ningún Gabriel. ¿Qué querías decirme?- y se puso colorado.
                  -No..., si no le conoces..., nada, déjalo.
                  -Bueno, si no quieres nada más…

                  Pedro se levantó y, casi sin despedirse, se marchó. Mientras salía, Jose comentó para si….Ya lo creo que le conoces….


                  …………………………………………?? ?..


                  La noticia apareció en un recuadro pequeñito, en la última página del periódico local.


                  “Pedro Jiménez, administrador del Hogar para marginados “Virgen de los Desamparados”, ha sido ingresado en el Centro Psiquiátrico Provincial. Deseamos de todo corazón que pronto se recupere, para que pueda seguir, como hasta ahora, trabajando en la hermosa labor de ayuda a los demás”


                  Cuando Jose lo leyó, se estremeció. Con que no sabías nada, ¿eh?-pensó, y decidió que aquella misma tarde iría a visitarlo al hospital.


                  …………………………………………?? ?….


                  El Hospital Psiquiátrico era un edificio antiguo en las afueras de la ciudad.
                  Jose aparcó el coche delante de la puerta, llamó al timbre y esperó a que le abrieran. Se quedó mirando los desconchones de la fachada y, sin saber porque, una profunda tristeza le invadió…
                  Una monjita, sonriente y amable, salió a recibirlo y le condujo, con pasos silenciosos hasta la habitación donde estaba recluido Pedro.
                  Miró a través del ventanuco de la puerta y le vio tumbado en la cama. Cuando la sor abrió Pedro se dio la vuelta y se puso de cara a la pared para no verle.

                  -Tiene usted visita. Un amigo- y la monjita, salió y cerró la puerta, dejándolos a solas.

                  -¿Cómo estás, Pedro?- preguntó Jose-
                  -Bien, no sé porqué me han traído aquí….

                  Jose, cogió la única silla que había en la habitación y se sentó junto a la cama.

                  -¿Porqué me dijiste que no le conocías? Yo podría haberte ayudado...
                  -Creí que no pasaría nada…
                  -No digas eso. Tú sabías, porque Gabriel tuvo que decírtelo, que no se podía hacer... Es más, el mismo me ha confesado que te lo advirtió…
                  -Si,.. pero si solo ha sido durante un mes…
                  -Mira, Pedro... Hace un año, yo tuve la misma oportunidad que tú. Mi sueño era comprar un “ultraligero”…, un avioncito de esos que funcionan con un motor como el de una lavadora, ya sabes… Lo deseaba con toda mi alma y no tenia dinero…Entonces conocía Gabriel..., y cuando al fin lo conseguí, se me pasó por la cabeza que podía seguir un poco tiempo más y hacerme rico..., pero cuando Gabriel me dio las semillas me lo advirtió…
                  -Ya, ¡pero si sólo ha sido un mes!... –y rompió a llorar- Tu viste, como yo, que sólo era una ráfaga verde en los billetes..., aún podía continuar….
                  -De sobra sabias que no.., ¡Era la señal!

                  Y Jose, recordó la conversación con Gabriel, aquella mañana de Julio, cuando le entregó un sobrecito de color caña, que abrió con mucho cuidado..., para que pudiera ver las pequeñas semillas.

                  -Toma, Jose; plántalas en una maceta y riégalas. Crecerá una planta tan hermosa como tu ilusión y dará unas vainas que solo abrirás cuando estén secas... Dentro encontrarás dinero, pero solamente el necesario para hacer realidad tu sueño… Después, la planta se secará sin echar semillas… ¡Óyeme bien, Jose!- y Gabriel se puso muy serio- Por si no llevaras bien las cuentas-, antes de empezar a secarse la planta dará unos billetes con una ráfaga verde en uno de los picos… ¡Óyeme bien!-insistió- ése es el momento de dejar de regarlas. Si insistes, el precio que habrás de pagar por tu egoísmo, es el que yo estoy pagando… la más absoluta de las miserias…., o la locura.

                  …………………………………………?? ?…………

                  Los desorbitados ojos de Pedro, y la manera tan extraña en que se comportaba, le sacaron de sus pensamientos. Parecía estar regando una imaginaria maceta, mientras repetía una y otra vez….

                  -¡Solo un mes mas…. anda plantita,… solo un mes….!

                  Jose, cerró la puerta de la habitación, y echó a andar pasillo adelante… Al pasar por recepción se despidió de la monjita y salió a la calle.

                  Su Renault-Twingo- enfiló la carretera. Al llegar al cruce, en vez de tomar para la ciudad, dio un volantazo…. Lo había decidido, hacía una tarde estupenda…. y, se iba a volar.




                  © isidromartinezpalazón. febrero1996

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                  • #84
                    Re: Romance de una Dama

                    [B]
                    La Radio


                    -Buenos días amigos, aquí Radio 2000, su emisora local. Recuerde, en el 107.8 del dial.

                    La voz del locutor sonó fuerte en el transistor que el director de la emisora tenía sobre la mesa de su despacho y en el que seguía, como cada día, la programación.

                    Alguien había dejado sobre su mesa, hacía más de un mes, el guión que, por enésima vez, releía.

                    -¿Quien puede haber sido?- se preguntaba una y otra vez, parece cosa de magia- y bebió otro sorbo de café. Dos golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos.

                    -¿Sí?...
                    -Con permiso,-era Juan Manuel, el subdirector.
                    -Pasa, pasa Juanma. ¿Has podido averiguar algo?
                    -Nada, Manolo. En la emisora nadie sabe nada. Dicen que el libreto se recibió por correo.
                    -Ni remite, ni sellos…-y Manolo, miraba una y otra vez el sobre blanco y grande que estaba sobre la mesa-. Esto es un misterio, chico…
                    -Pero, ¿te gusta?
                    -Si, claro que me gusta; pero si vamos a emitir un programa, al menos deberíamos saber quien lo ha escrito…
                    -¿Y que más da? Es bueno y fácil de realizar; un poco atrevido para los tiempos que corren, pero para eso somos una emisora independiente… ¿no?
                    -Claro, claro...

                    Juan Manuel, con la mirada expectante, esperaba ansioso la aprobación del director para montar el programa y empezar a emitirlo.

                    -¿Entonces?
                    -Venga, ¡Adelante!- y le tendió el guión-, a ver qué pasa…

                    Juan Manuel lo cogió y salió del despacho, mientras escuchaba la penúltima advertencia del director…

                    -Tienes quince minutos diarios, no mas… Y el último día una hora; ya sabes que no tenemos publicidad que pague el espacio.
                    -De acuerdo, Jefe….


                    -----------------------------------------------------------------


                    Así habían empezado las cosas quince días atrás. Ahora, cuando a las doce y media de la noche la centralita de la emisora se bloqueaba como en días anteriores, de tantas llamadas, Manolo y Juan Manuel se daban cuenta de que aquello se les había ido de las manos.
                    -¿Con que no había nadie que pagara con publicidad el programa, eh Manolo?, ¿oyes cantar la centralita?...
                    -Yo que sé. ¿Quién iba a imaginar? Y mañana es el día “D”. Fin de fiesta en el Hospital… ¡Como siga pasando lo que las dos últimas semanas!
                    -Ya verás como todo sale bien, no te preocupes.
                    -No, si no me preocupo; es mas- se envalentonó- mañana, con el equipo móvil, al Hospital y ya veremos por donde sale el sol… ¿lo tienes preparado todo?
                    -Si. He avisado a la policía como dijiste. Confío en que no nos metan en “chirona” por alteración del orden público.
                    -Si algo sale mal…
                    -Que no, hombre. Ha salido bien todos los días, ¿no?, yo creo que eso justifica, de sobra, el riesgo que vamos a correr.
                    -Ya veremos, yo tengo mis dudas. Una cosa es hacer un programa de radio, donde la imaginación de la gente puede provocar que ocurran cosas como las que han venido sucediendo y otra muy distinta invitarlos a que asistan a un llamémosle “experimento“, o “espectáculo”,…dicho sea con todo el respeto del mundo, para que presencien con sus ojos lo que otros dicen que ha ocurrido… ¿No crees?
                    -Yo lo único que sé es que he atendido llamadas telefónicas, en este tiempo, de gente que me ha contado cosas que me han puesto los pelos “como escarpias”. De todas maneras..., si quieres decir que todo ha sido una ficción y que el programa ha concluido-sonrió Juan Manuel, tentador y malévolo-, pues nos quitamos el “mochuelo” de encima… ¡Te vas a quedar tan tranquilo sin saber en que acaba todo esto! ¡Es eso lo que quieres Manolo!...
                    -No. No hemos cruzado el mar a nado para morir ahogados en la playa. Vamos a llevar este asunto hasta el final y que pase lo que tenga que pasar. Si después de esto tenemos que cerrar la emisora porque no tengamos ninguna credibilidad… ¡Pues se cierra y ya está!
                    -¡Así me gusta oírte hablar jefe! Mañana, ha las once y media, con todo dispuesto en la puerta del Hospital… No te preocupes, no fallará nada estoy convencido.
                    -Dios te oiga.


                    …………………………………………………….



                    Era una noche de octubre, con un cielo limpio y cuajado de estrellas. El lucero brillaba llamando la atención de la gente para advertirles que no estaba dispuesto a perderse nada de lo que pudiera ocurrir.

                    En el Hospital, tanto médicos como enfermeras y enfermos estaban avisados. Muchos de ellos lo consideraban una estupidez pero, aunque escépticos, allí estaban. La curiosidad había podido más que sus razonamientos. Otros, los más necesitados, habían hecho un acto de fe y aguardaban esperanzados.

                    Cuando Juan Manuel llegó a la puerta principal, se quedó sobrecogido. Mas de cinco mil personas, en pié, aguardaban en silencio. Se dirigió a la explanada donde la emisora había instalado el sistema de megafonía y habló con los técnicos.

                    -Buenas noches, Antonio, ¿crees que tendremos potencia suficiente?, ¿Qué se oirá bien?
                    -Si la gente está en silencio, como ahora, si. Si se alborota, entonces… no sé.

                    Juan Manuel y Manolo habían pasado varias noches en la emisora con un representante de la policía local, elaborando unas cuantas normas que habían difundido insistentemente por la radio para que los que decidieran asistir pudieran disfrutar de una noche tranquila, más que nada buscando la manera de evitar que alguna pandilla de folloneros convirtiera aquello en un giry-gay.

                    A las doce menos cinco, como tenía previsto, Juanma se dirigió a la gente por los altavoces. El silencio era absoluto.
                    -Buenas noches, amigos, y bienvenidos a esta reunión que con tanto cariño hemos preparado.- a pesar de su experiencia en hablar por la radio, estaba un poco nervioso y le temblaba la voz-
                    Gracias por venir-continuó-. Es un acto desinteresado y de solidaridad con otras personas que están atravesando una situación difícil de enfermedad…Muchos de vosotros-siguió-, en otras ocasiones, habéis estado en este Hospital como enfermos, o velando a algún familiar y sabéis lo largos que son los días y lo lentamente que pasan las noches vigilando un gotero… Ahora, por un momento como hemos hecho cada noche en la radio, durante los últimos quince días, vamos a dedicar, todos juntos, unos minutos de nuestro tiempo a desear, de todo corazón y con todas las fuerzas de nuestro pensamiento, que los enfermos de este Hospital se curen….

                    No importa- y levantó un poco más la voz- la raza, ni la posición social, ni las creencias religiosas,… Somos seres humanos que nos hemos reunido, por propia voluntad, con el único deseo de ayudar a otros seres humanos en dificultades..., y cada uno, a su Dios, y a su manera vamos a pedir y a desear que la salud de todos los enfermos se restablezca….

                    Juan Manuel calló durante unos segundos y miró el cielo… Solo estrellas, gente y silencio…y se emocionó.

                    -Hemos oído-continuó- como cada noche, después del programa, hombres y mujeres llamaban a la radio para decir que se habían producido verdaderos milagros… No sabemos como, pero así ha sido; y estoy convencido de que esta será una noche muy especial…

                    Os ruego que cuando terminemos, conforme habéis venido, en silencio… os marchéis. Ahora, por favor, cogeros de la mano y haced círculos…

                    Se oyó el murmullo de la gente al tomarse de la mano, después todo volvió a quedar en silencio…

                    -Son las doce en punto de la noche, cerrad vuestros ojos y empecemos…

                    Transcurrieron más de quince minutos… Luego, la gente, en medio de un silencio sobrecogedor,… se marchó.



                    ……………………………………………………..



                    Los días siguientes fueron emocionantes. Los médicos no daban crédito a lo que había sucedido. Muchos enfermos sanaron y en la semana siguiente el Hospital quedó casi vacío.

                    Aseguran unos cuantos a los que su escepticismo no les dejó cerrar los ojos durante aquellos pocos minutos que una gran luz inundó el Hospital hasta hacerse como de día…

                    Yo les creo porque, cuando me encargó que escribiera el guión y lo mandara a la emisora, me miró sonriente y me dijo que lo demás…. ¡Era cosa suya!




                    ©isidromartínezpalazón. Febrero 1996
                    http://www.isidromartinez.com/
                    Tatiana
                    Forista Opalo
                    Last edited by Tatiana; 21-marzo-2010, 13:09.

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                    • #85
                      Re: Romance de una Dama

                      La vendedora de pañuelos.

                      El coche se detuvo delante del semáforo que acababa de ponerse en rojo y una mucha despeinada, y de aspecto desaliñado que vestía pantalón vaquero y un chaquetón de ante mugriento, se acercó a la ventanilla.

                      -¿Pañuelos?... Por favor, ayúdeme, hace mucho frío para dormir en la calle.

                      El conductor bajó la ventanilla y, después de mirarla fijamente a los ojos, se rebuscó en los bolsillos de la cazadora. Luego extendió la mano...

                      -Toma, Soledad, no te separes nunca de ella.
                      -Gracias, señor. Tenga,- y le tendió el paquete de pañuelos de papel.
                      -No, déjalo, quédate con ellos. Es un obsequio.
                      -¿Cómo sabe mi nombre, señor...?
                      -Que más da…


                      Antes de que la chica pudiera reaccionar, el R-21 se puso en marcha, aceleró y se perdió entre el río de coches que, a primera hora de la mañana, llegaba a la ciudad. Sole soltó un “taco” al conductor del BMV, que por poco la atropella, y se subió a la acera, a esperar que el semáforo se cerrara de nuevo. Así pasaría el resto del día, como había venido haciendo los últimos cinco años para ganarse la vida.

                      Al atardecer, camino de la pensión, mientras tiraba del carrito de la compra en el que llevaba todo cuanto tenía, Sole reinaba en lo que había dado de sí el día.

                      La verdad-pensaba- es que no has tenido mucha suerte en la vida y recordaba cuando con veinte años, después de quedarse huérfana, había llegado a la ciudad como cantante de una orquesta. Al principio las cosas no iban del todo mal y ganaba lo suficiente para ir tirando. Luego vino lo que Fernando y la maldita droga. Creía que podía controlarlo, pero terminó en el “maco”, seis meses por tráfico.

                      A Fernando no le había vuelto a ver desde que un día, hacía seis años, le dijo que estaba embarazada. ¡Total, una ruina!- Iba hablando sola por la calle...Menos mal que tengo a Ángel…, si no fuera por mi hijo mandaba todo a la mierda.

                      Se paró delante del escaparate de un bar y miró ansiosa los bocadillos. Echó cuentas y se metió la mano en el bolsillo del pantalón buscando el dinero...Seis euros-pensó- Sacó la calderilla y contó…”cinco euros... y cincuenta, setenta y treinta céntimos más… seis euros…, justos..., y entró.

                      ………………………………………………….


                      Rosa quitó el cierre de seguridad y tiró con fuerza hacia arriba de la persiana de la puerta. Una vez dentro, organizó la caja y arregló las perchas con la ropa. Después se paseó por la tienda, orgullosa… A pesar de ser la dueña le gustaba llegar al trabajo antes que sus empleados.


                      -Buenos días, Rosa.
                      -Hola, María. Qué, ¿dispuesta a empezar la faena?
                      -Si, jefa.

                      La recién llegada pasó al vestidor y salió con el uniforme de dependienta.
                      -Rosa, ¿qué piensas hacer?
                      -¿De qué?
                      -De vender la tienda. La oferta es tentadora, ¿no?
                      -Si, pero no estoy decidida. Además, aún soy muy joven para retirarme. ¡No me estarás llamando vieja!, ¿eh?- y rió
                      -A los cuarenta y cinco nadie es viejo. Por eso precisamente, es el momento…, coges el dinero y te dedicas a no hacer nada, a… vivir de las rentas…
                      -No, María, no sabría estar mano sobre mano. El trabajo es cómodo y me gusta. Además le tengo cariño…, de momento no venderé. ¡Anda deja de soñar con que me vas a perder de vista y ve a atender a esos clientes!

                      Rosa paseó la vista por la tienda que empezaba a llenarse de gente. ¡Quien me lo iba a decir!-pensó- Yo, la dueña de esto..., con cuatro empleados- y se llevó la mano al colgante que llevaba, con una cadenita, al cuello. Estaba contenta. La tienda, un marido que la adoraba y que además llevaba las cuentas del negocio, y sus tres hijos... el mayor a punto de casarse. Además,-echó cuentas- de un piso y ese Ford modesto, pero nuevo, que estaba aparcado en la puerta.

                      -Oiga, ¿que precio tienen estos pantalones? –la pregunta del desconocido la sacó de sus pensamientos.
                      -Pues...,-cogió el pantalón y miró la etiqueta...- Aquí lo dice,... ciento veinticinco euros….

                      El desconocido, sin prestar mucha atención a la etiqueta que le enseñaban, la miró fijamente a los ojos mientras buscaba en el bolsillo de la cazadora…

                      -Justos, aquí tiene- y le tendió un billete de cien, otro de veinte y uno de cinco.

                      El hombre cogió la bolsa grande de papel, donde Rosa le había puesto el pantalón y después de mirarle otra vez a los ojos, se despidió.

                      -Adiós… ¿Rosa?
                      -Si, adiós señor, y muchas gracias por su compra- y no puedo evitar un estremecimiento.

                      Pasó las dos semanas siguientes intranquila y dándole vueltas a la cabeza. ¿Quién podía ser aquel cliente que había estado en la tienda?- Le había mirado a los ojos tan…. Así. No sabía por qué, pero estaba segura de conocerlo…. Esa forma de mirar….
                      Por eso cuando sonó el timbre de la puerta aquella mañana de domingo en que Rosa andaba en la tienda etiquetando ropa y poniéndola en las perchas para tenerla lista el lunes a primera hora, y se asomó por la cristalera del escaparate, para ver quien era, se sobresaltó.

                      -Un momento que ahora le abro… Es él-pensó.

                      El hombre hizo un gesto afirmativo con la cabeza y esperó.

                      -¿Qué quiere?,-le preguntó- hoy es domingo.
                      -Ya, ya lo sé..., sólo hablar con usted un momento.
                      -Pase, pase…

                      El hombre entró y la miró nuevamente a los ojos.

                      -¿Porqué Rosa...? A mi me gustaba más Soledad.

                      Rosa se llevó la mano a la boca para evitar una exclamación y, después, los ojos se le llenaron de lágrimas.

                      -¿Es usted?
                      -Si, el mismo.
                      -Cuántas veces, desde aquel día, he vuelto al semáforo con la esperanza de verle para darle las gracias, don… -y esperó a que le dijera su nombre.
                      -Juan.
                      -Muchas gracias, Juan.
                      -No hay de qué. Sólo he venido a ver como te iban las cosas, aunque…- y paseó la vista por la tienda- es evidente que bien.

                      Se sentaron y Rosa empezó a contarle como había sucedido todo

                      -Aquel día, en el semáforo, no presté mucha atención a lo que me diste, ni siquiera cuando entré al bar a comprar el bocadillo; pensé que era casualidad…-y Juan reía a carcajadas.
                      -¿Entonces?
                      -A los pocos días- continuó Rosa- iba por la calle, paseando con mi hijo, y al pararme delante del escaparate de una tienda de ropa vi unos pantalones para el…-Rosa apenas podía contener la emoción- No se me olvidará el precio…¡ dos mil quinientas pesetas de las de entonces! , pero yo sabía que solo llevaba mil pesetas. Era lo que había sacado el día anterior vendiendo pañuelos de papel…
                      -¿Y...?
                      -Metí la mano en el bolsillo, y cuando la saqué…-Rosa lloraba-…Allí estaban las dos mil quinientas.., ¡Ni una mas, ni una menos!
                      -Vaya sorpresa ¿no?
                      -Imagínate,… lo demás ya lo conoces…
                      -¿Y cuando trataste de comprar un coche último modelo?, ¿Te acuerdas…? Juan reía.
                      -Si, aquello fue una tontería.
                      -Así pasó…
                      -Si, se puso negra como el tizón. No se veía la cara del Rey, ni nada. Eso fue lo que me hizo pensar que todo lo que tratara de conseguir debía ser…
                      -Necesario,..-la interrumpió Juan- De todas maneras- se removió en la silla, mirando a su alrededor-¡No está nada mal! ¿Eh, Sole?
                      -Te estoy muy agradecida- y empezó a jugar con la cadenita-, si no hubiera sido por ti…
                      -Bueno, Sole, me marcho- y se levantó de la silla- Tengo cosillas que hacer..., un vendedor en paro… y con cinco hijos... ¡hay que echarle una mano!, es buena gente, como tú.

                      Cuando abrió la puerta de la calle para marcharse, Juan se volvió…

                      -Es bonito el nombre de la tienda…”Media moneda de Plata”...
                      -¿Quien eres en realidad, Juan?
                      -Llámame como quieras, Sole… ¿como te suena, “otra oportunidad”?
                      -Divinamente.

                      Rosa, a no ser porque la tienda estaba cerca de la esquina, hubiera jurado que Juan desapareció como por arte de magia. Ella se quedó mirando al cielo y en voz muy baja dijo…

                      -Seas quien seas… ¡Gracias, Juan!



                      ©isidromartínezpalazón. Febrero 1996
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                      • #86
                        Re: Romance de una Dama

                        UN TRABAJO BIEN HECHO

                        El taxi le dejó en la puerta del hotel. En el trayecto desde el aeropuerto había visto, al menos veinte carteles que hacían referencia a la lucha contra el SIDA. El eslogan de uno de ellos, reclamando “solidaridad y esperanza” en la lucha para vencer la enfermedad, le había hecho sonreír.

                        Llegó a recepción y pidió amablemente el encargado que comprobara en el ordenador si había una reserva de habitación a su nombre.

                        -… ¿Señor Kimball…? Aquí está, la 529. Tenga la llave señor… ¿quiere que avise a un botones para que le acompañe?...
                        -No es necesario, muchas gracias, conozco el camino.
                        -Adiós, señor… y feliz estancia.
                        -Muchas gracias, sin duda lo será.

                        Camino del ascensor, comprobó que desde la última vez que estuvo, hacía ahora seis años, el lujoso hotel, propiedad de la D.H.P., en la que trabajaba desde hacía quince, había cambiado poco. Era la tercera reunión a la que asistía y aunque era el más joven del quipo de dirección, estaba convencido de que en esta ocasión sus colegas y el propio Presidente de la compañía reconocerían la efectividad del proyecto que en la última reunión había presentado. Los carteles demostraban que no estaba equivocado.

                        Abrió la puerta de la habitación, y después de echar un vistazo y darse una ducha, se dirigió al armario ropero. Eligió un traje negro, con una rayita azul y una camisa blanca.

                        -Esto es organización-pensó-, todo en su sitio y en el momento oportuno..., el trabajo en equipo funciona.

                        Se vistió sin prisa y después de mirarse en el espejo, y observar que su aspecto a los cuarenta y cinco era espléndido. Cogió el abultado maletín, dejó la habitación y se dirigió a la novena planta.

                        Cuando abrió, con su llave personal, la puerta de la sala de juntas, miró el reloj… las diez en punto de la noche.

                        Era una estancia grande y estaba casi vacía. Una enorme mesa ovalada en el centro y seis sillas alrededor, era todo el mobiliario que podía verse con la tenue luz ambiental.

                        -Buenas noches, señores. – Cinco voces, casi al unísono, le devolvieron el saludo.
                        -Buenas noches Kimball- era el Presidente- ¿Qué tal el viaje?
                        -Bien, muy bien, señor- y tomo asiento en la única silla que quedaba libre.

                        -Si les parece, caballeros,- prosiguió el Presidente-comenzamos la reunión. Ante todo, felicitar al señor Kimball; perdón,… al señor América, por el éxito de su “proyecto SIDA”. Hay que reconocer que estaba acertado en la idea de crear en el laboratorio un virus de estas características. Sus resultados han sido espectaculares..., millones de muertos y la garantía de que en los próximos años la cifra crecerá, avalan el éxito…, de todo corazón... ¡Felicidades!
                        -Gracias, señor
                        -Bien. Ahora pasemos al seguimiento de los planes que aprobamos en la última reunión,… ¿Señor Europa?...

                        Era un hombre regordete y calvo que rondaría los sesenta. Abrió el portafolio
                        que tenía sobre la mesa y sacó algunos informes…

                        -Bien, caballeros,-comenzó a hablar con propiedad-. Una vez derribado el muro de Berlín, que como todos ustedes saben propuse en su día a fin de unificar Europa, ahora hemos conseguido infiltrar gente a nuestro servicio entre los máximos mandatarios de la Comunidad Económica Europea… ¡Europa es nuestra!..y el viejo Continente está en nuestras manos...Sin el telón de acero... los planes que trazamos, referentes a mantener varios focos de guerra simultáneamente se han cumplido... Rusia está inquieta y dividida, y los resultados de aquella estrategia son Bosnia Sarajevo..., en fin ya los conocen. Ahora hemos tratado de involucrar en los conflictos a Estados Unidos y espero que todo se cumpla según lo previsto.

                        -¿Y el narcotráfico?-preguntó el Presidente.
                        -Señor, son asuntos menores... Hemos tenido algún problema en España..., aunque desde luego nada preocupante, que nos ha obligado a buscar rutas alternativas. Nuestro personal en ese país confía en que las drogas de diseño puedan entrar sin dificultad. Ya sabe..., hemos implicado, siguiendo la costumbre, a altos mandatarios, policía, jueces,.. en fin, lo habitual.

                        -¿Y la prostitución y el tráfico de órganos?
                        -Sin problemas, señor.
                        -Bien,-sonrió el Presidente, satisfecho- En cuando a los países subdesarrollados, ¿que pueden decirnos los delegados de Asia y África...?
                        -Pues la verdad,- contestó Asia- es que nos limitamos a seguir los planes previstos… He de reconocer-y sonrió malévolamente- que no tenemos mucho trabajo, porque prácticamente en todo el continente reinan el hambre, la miseria y la destrucción. Ya saben ustedes que lo último que hicimos fue lo de Irán y, aunque no salió mal, lo cierto es que esperábamos mejores resultados. Por otro lado, estamos trabajando en el asunto Palestino y creo que en breve podrán ver los resultados de algunos planes que hemos puesto en práctica para originar conflictos bélicos en la zona. De todas maneras, creo que hicimos una gran aportación, apoyando y facilitando la expansión, por todo el mundo, de las sectas y religiones basadas en el convencimiento de que el poder radica en el hombre… Tenemos controlado el fanatismo religioso y de vez en cuando acercamos el fósforo al bidón de gasolina…

                        -Bien- insistió el Presidente- De todas formas, no quiero que me dejen a un lado el asunto de la xenofobia… y los miró a todos, uno por uno- En Europa, está dando buenos resultados; sigan en esa línea. Creen grupos de jóvenes fanáticos, ya conocen el sistema… ideología exacerbada, deseos de dominio sobre otras razas.., ¡en fin, qué les voy a decir a ustedes que no sepan ya!...

                        Por otro lado, quiero que tengan presente que pronto contaremos con un factor a nuestro favor..., el fin de milenio. La gente ya empieza a sentir miedo, a temer un cambio, y eso hemos de aprovecharlo.

                        -La publicidad subliminal-apunto América- es un campo en el que quisiera que todos reflexionáramos…
                        -Efectivamente- dijo el Presidente satisfecho de la actuación de Kimball-, precisamente ahora iba a hablarles de ello… Adelante señor América….
                        -Gracias, señor… Quiero que recuerden los resultados tan brillantes que obtuvimos en épocas anteriores… consumo, inflación... y a nivel de individuo la incidencia ha sido mayor porque nos ha permitido controlarle y despersonalizarle…

                        -Es cierto- comentó Europa-, y las estadísticas lo demuestran... En nuestro continente, siguiendo las indicaciones de nuestro compañero Kimball, hemos conseguido resultados dignos de tener en cuenta, sobre todo, en el cambio del alcoholismo, el sexo y lo que es mas importante en los países desarrollados..., la soledad, la inquietud, el estrés y la locura que, queramos o no reconocerlo, aumenta el número de suicidios y de enfermedades degenerativas. Y todo ello sin nombrar el mundo de la música, donde los mensajes subliminales, como decía mi colega, nos proporcionan un gran número de seguidores. Recuerden la cantidad de jóvenes que conseguimos atraer a conciertos mediante pactos con cantantes o grupos de moda… No olviden- y puso énfasis en sus palabras- el éxito que supuso para nosotros, cuando conseguimos atraerlos hacia la parasicología y los ovnis... ¡Los números cantan! Cada día se celebran en Europa más de diez mil misas negras y al menos en un veinte por ciento… ya hay sacrificios humanos…; reconocerán conmigo que ha sido todo un acierto….

                        Si, si, -dijo el Presidente, todo eufórico- Hay que hacer, cada vez mas, uso de nuestro dominio en los medios de comunicación. La televisión, que en su momento pusimos al alcance de todo el mundo, siguiendo los sabios consejos de nuestros superiores, ha sido nuestro mayor adelanto... Bueno eso, y la industrialización, que nos sirvió para que los hombre aprendieran unos de otros los vicios. No era bueno que estuvieran tan aislados en el campo..., dificultaba mucho nuestro trabajo. Además cuando surgió el desencanto, nos proporcionó ingentes cantidades de parados, que son terreno abonado para la desesperación…

                        El Presidente miró el reloj. Hizo un mohín de disgusto y empezó a recoger cuidadosamente los informes que tenía sobre la mesa.

                        -Bien, caballeros, crean que lo siento, pero son menos diez y a las doce en punto tengo una reunión con el Jefe..., estábamos tan a gusto... Mañana veremos el informe de África, y les sugeriré algunas líneas de trabajo para los próximos tres años... Lo que quiero es que esta noche, antes de irse a descansar, reflexionen sobre la conversación que hemos tenido… No dejen de lado asuntos como el aborto, la eutanasia,… las pruebas nucleares, los incendios, el calentamiento del planeta con vistas a una destrucción de la tierra... y en fin..., cualquier cosa que se les ocurra para, de una manera definitiva, acabar con los reductos de solidaridad y esperanza que quedan en el mundo. No olviden que hay mucho trabajo por hacer… Me preocupan sobre todo las religiones... Los fanáticos no son problema, son esas otras que conservan puras las raíces de su Fe... ¡Urdan planes para dividirlas!..¡Hagan lo que sea! ¡Hay que dejar el planeta como un solar…! pero en todos los aspectos, físicos, mentales y, sobre todo, espirituales…

                        Señores,-dijo al tiempo que se levantaba de la mesa-. feliciten en mi nombre a sus colaboradores- y se emocionó-. Y a ustedes muchas gracias en nombre de Destruction Humanity Project, a la que dedican su vida. Les prometo que si siguen trabajando así no se arrepentirán… Muy pronto, todos tendremos nuestra recompensa.. Un puesto al lado de nuestro “amado Jefe”,.. y para siempre…. en el Infierno.


                        ooOOoo


                        © isidromartínezpalazón febrero 1996

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                        • #87
                          Re: Romance de una Dama

                          El nido

                          El coche dejó la carretera general y tomó el camino de tierra que atravesaba el espeso bosque de pinos. Después de cruzarlo y de subir una pequeña loma, se detuvo delante de la casa.

                          Un hombre, en mangas de camisa y pantalón vaquero, bajó del coche y miró satisfecho la marcha de las obras de restauración de la casa… Su perro, un bretón-español, salió zalamero a recibirlo.

                          -¿Qué pasa, Lucas? ¿Qué has hecho toda la mañana?..., correr detrás de los conejos… ¿eh?

                          El perro apoyó las patas delanteras en las piernas de su amo y le miró atentamente, como si entendiera, mientras movía el rabo agradeciendo las caricias.
                          Alberto siguió hablándole mientras recorría con la vista los alrededores.

                          -Este si que es un buen sitio…-dijo dirigiéndose al perro- Una casa en la cocorota de un cerro..., rodeada de monte, con una laguna cerca... Aquí si que se ve bien el cielo por la noche ¿eh Lucas?.. Venga- y echó a andar en dirección a la casa-, vamos a tomar un bocado.

                          Abrió la puerta, entró y dejó encima de la mesa del salón el macuto con la merienda que su mujer le había preparado. Después de lavarse, compartió el bocadillo con el perro y salió a la calle.

                          -Vamos a dar una vuelta, Lucas. Esta tarde bajaremos hasta la laguna a ve los patos, que ya deben de estar criando.


                          …………………………………………?? ?…………..


                          Hacía dos años que Alberto, un hombre corpulento que rondaba los cincuenta, casi calvo y con una espesa barba, al que le gustaba el campo, había comprado aquella casa medio derruida a pocos kilómetros de la ciudad con la idea de reconstruirla. Luego a luego se jubilaría de su empleo de conserje en el Instituto-pensaba- y se iría a vivir allí con su mujer. Para entonces, sus hijas se habrían casado seguramente y llevarían a los nietos a pasar los veranos a casa de los abuelos, en plena naturaleza.

                          Casi todas las tardes, al salir de trabajar, solía ir con Elena, su mujer, a ver la marcha de las obras. Daban una vuelta, hacían proyectos, bajaban paseando hasta la laguna…. Se estaba tan bien oliendo a tomillo y romero y subiendo y bajando cerros. Luego, anochecido, volvían a la ciudad.

                          Aquella tarde de mayo, Elena se había quedado en el piso, limpiando, y el había decidido dar un garbeo por la casa nueva. Estaba prácticamente terminada, solo quedaban los oficios. Quizás para Julio-pensaba- podrían venir a pasar el mes de vacaciones.

                          Cuando llegó a la morra, el espectáculo era precioso. El sol reflejaba en el agua haciéndola brillar y una bandada de patos en formación sobrevolaba la laguna. Serían las cinco de la tarde cuando pisaba los primeros carrizos y Lucas levantó una focha que salió asustada y graznando….

                          -¡Ahí va, Lucas! ¡Anda con ella!

                          Entre juncos, chapoteando, bordeó la laguna. Lucas que iba delante olisqueando, de pronto, se puso de muestra…

                          -¿Qué pasa Lucas? Una pata que tiene nido-pensó-

                          El perro, que no rompía la muestra ni por una apuesta. De vez en cuando volvía la cabeza, esperando a que su amo se acercara.

                          Alberto, andando despacio, había llegado hasta donde estaba Lucas, pero por más que miraba entre el carrizo no veía nada.

                          -Quita- y apartó cariñosamente al animal- Aquí no hay nada…

                          Pero Lucas que no estaba dispuesto a quedar en ridículo, seguía metiendo el morro entre la broza, señalando… ¡Aquí, so zorro!..¡Mira aquí!

                          Alberto, apartó con el pie la broza, y allí, casi al borde del agua….

                          -¿Y para esto, tanto…? Pero si es un nido…- y mirando a Lucas-¡Vaya un perro de caza que estás hecho!

                          Se agachó, metió la mano entre los juncos y sacó el nido entero. Cuando miró dentro, un escalofrío intenso le recorrió la columna vertebral.


                          …………………………………………?? ?……


                          -Buenas tardes.
                          -Buenas tardes, ¿usted dirá?
                          -Pues…, quería un microscopio.

                          El dependiente de la óptica le mostró varios, mientras le canturreaba las cualidades de cada uno y los precios.

                          -No, no, yo quiero el más potente que tengan. No importa el precio.
                          -¡Este, sin dudar!-dijo el vendedor- Con este podrá usted ver hasta….y no acertaba a encontrar la palabra que definiera la cosa más pequeña del mundo…
                          -Bien, me lo llevo.

                          Alberto pagó, salió a la calle y se dirigió a su casa. Cuando llegó, se encerró en su habitación y le dijo a Elena que nadie le molestara.



                          …………………………………………?? ?………..



                          -¿Gonzalo?
                          -Si, ¿de parte de quién?
                          -De Alberto.
                          -Un momento, que ahora se pone.

                          Al otro lado del teléfono, se oyó gritar… ¡Gonzalo, es para ti!, ¡Es Alberto!
                          -¿Si?...
                          -Hola Gonzalo, soy Alberto, el conserje del Instituto…
                          -¡Ah, si!, dime
                          -¿Podrías venir a mi casa?
                          -¿Ahora?
                          -Si.
                          -Pero si son las once de la noche…
                          -Es igual. Haz el favor de venir..., es importante.
                          -Bueno, voy para allá.
                          -Gracias, te espero.

                          Al terminar de hablar por teléfono, Alberto se encerró de nuevo en su habitación.

                          Durante los dos últimos meses, pasaba allí la mayor parte del día y de la noche. Incluso en un par de ocasiones fingió estar enfermo y le pidió a su mujer que llamara al trabajo para decir que no iría. Elena, que estaba preocupada por el extraño comportamiento de su marido, había tratado de que le explicara lo que ocurría, pero él había contestado con evasivas y con una enigmática sonrisa...” No te preocupes, pronto lo sabrás,… si es que consigo averiguarlo”.

                          -Buenas noches, Elena
                          -Hola, Gonzalo, pasa... está en el estudio.

                          Cuando llegó a la habitación, Alberto le invitó a entrar.

                          -Pasa, pasa…
                          -¿Tan urgente era…?
                          -Si, anda lee-y le tendió un folio.
                          -¿Qué es esto?
                          -No sé…, tú eres profesor de historia, idiomas, ciencias exactas y… no sé cuantas cosas más. Te has pasado la vida estudiando ¿no?

                          Gonzalo, con la hoja de papel en la mano, sacó las gafas, de cerca, y se las puso. Miró atentamente los extraños signos que había dibujados…

                          -¿De donde lo has sacado?
                          -De aquí,-señaló el montón de palitos y cañas, como un cestito, que había sobre la mesa.-
                          -Pero si es un nido de patos…
                          -No exactamente. Los huevos de pato son mas pequeños, y ovalados… y de calcio. Estos- señaló al interior el nido- son poliédricos, como dos pirámides unidas por la base…, azueles…, y de no sé que sustancia…, parece cristal… ¿sabes que idioma es este?- le tendió el bloc.
                          -Parece arameo… ¿también estaba en el nido?
                          -Si, escrito en las paredes del huevo. Mira- y le pidió que se acercara al microscopio-

                          Gonzalo se quitó las gafas, observó a través e la lente y después de un momento levantó la vista…

                          -¿Quieres decirme que todo estaba ahí?- y retiró el triángulo azul, casi transparente, que había debajo del microscopio.
                          -Exacto. Tu mismo lo has visto.
                          -¿Y has copiado todo lo que hay escrito en ellas?
                          -Si, aquí está- le tendió un bloc, de al menos cien hojas, escrito por las dos caras-

                          Gonzalo no daba crédito a lo que estaba viendo.

                          -¿Tienes un diccionario de arameo?
                          -Si, ahí- señaló la estantería, llena e libros-Ven siéntate, que te voy a contar como ha ocurrido todo...

                          Y despacio, Alberto, empezó a relatar lo de aquella tarde en la laguna. Estuvieron hablando hasta las seis de la mañana.


                          …………………………………………?? ?……………..


                          Gonzalo estaba como ausente. Miraba los dos huevos que Alberto había reconstruido pacientemente, y que ahora estaban en el nido de patos encima de la mesa. Su vista iba del cestito a la traducción, mientras repetía a media voz…

                          -Entonces…, el de color azul es… y aquel otro, casi sonrosado…

                          Alberto, de pie junto a la ventana, veía como amanecía. Hasta ese momento no había tenido valor para contarle a Gonzalo, como aquella tarde, en la laguna, cuando tomó el nido de sus manos, vio varios cientos de pequeños seres del tamaño de hormigas, salir de los huevos, y perderse entre el carrizo…

                          Se dirigió a la estantería, tomo una pequeña cajita y volcó su contenido en el cristal del microscopio.

                          -Mira, Gonzalo, estaba entre la broza del nido.

                          Cuando su amigo levantó la cara del microscopio, estaba blanco como la cera.

                          -Pero si es…
                          -Si, un hombre en miniatura. Estaba muerto... Quizás lo pisaron sus congéneres cuando Lucas descubrió el nido y, asustados, salieron de estampida…

                          Volvió a ponerse las gafas y, en voz alta, repitió la traducción que había hecho del título del librito que había dentro del huevo sonrosado… “Manual de instrucciones y comportamiento para los nuevos habitantes del planeta Tierra…”

                          ©isidromartinezpalazón febrero 1996
                          http://www.isidromartinez.com/




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                          • #88
                            Re: Romance de una Dama

                            Acerca de Juana

                            Empecé a leer un tercer libro sobre Juana de Castilla, la hija de Fernando e Isabel, Los Reyes Católicos , madre de Carlos V y abuela de Felipe II de España.
                            Entre tanto personaje trascendente y definitivo para España, para la Europa de sus tiempos y para nosotros, que empezábamos como mundo a punto de descubrirse y después como Colonias ricas, que contribuyeron a la riqueza de España, a la codicia de Holandeses e Ingleses y al apogeo de piratas y corsarios. Pero ésto vendrá después.

                            En estas novelas se habla de la vida de esta Juana más conocida como Juana La Loca.
                            El primer libro JUANA LA REINA LOCA DE AMOR es de una autora argentina Yolanda Scheuber y la cataloga como una biografía novelada. En ella por primera vez, me asomo a la vida de una mujer catalogada muy a la ligera como loca.Aunque realmente muchas de sus actitudes la definirían asi.
                            Pero las circunstancias en las que vivió, las presiones a las que estuvo sometida y la manera cómo los hombres de su vida la trataron hacen de ella una rebelde, muy ajena al prototipo de mujeres en su época y mucho menos si pertenecían a la nobleza donde supuestamente su destino y la aceptación de éste eran se puede decir congénitos.
                            Además ella creció en un entorno donde se temía, cualquier actitud que no fuese de sometimiento, cualquier peculiaridad propia de un carácter autónomo e independiente, como un síntoma de locura heredada de su abuela materna Isabel de Portugal, tal vez estaba predestinada a ésto.
                            Pero las actitudes de rechazo a la autoridad o simplemente de manipular con ésto de la única forma que los débiles lo hacen ahora, como puede ser una huelga de hambre; han sido una de las causas para que sea considerada Loca y asi haya pasado a la Historia.
                            Tal vez efectivamente a través de los años, la vida de reclusión que estaba llevando la hicieron perder al fin la razón, tal vez como la única manera de evadirse, practicamente como un último intento de supervivencia; un instinto de conservación.
                            El Segundo libro EL PERGAMINO DE LA SEDUCCION de Gioconda Belli,
                            es una novela donde se contempla específicamente su relación con Felipe, el profundo amor y deseo que surge en ella desde el momento que lo conoce, hasta el momento de la muerte de él, pasando a través de los momentos felices, de las separaciones, a los que la obligaron sus padres, las infidelidades de él y al final por la ambición por el trono de España de este príncipe flamenco. En este libro, podemos entender el inmenso amor de Juana por su marido y es mucho menos difícil entender cómo un espíritu apasionado como el de ella se revuelve contra las convenciones políticas pero no puede hacer nada para librarse de ellasa y como no pueden doblegarla, los hombres de su historia, su padre y su marido la descalifican como reina y su hijo al final, decide eliminarla condenándola al ostracismo y recluyéndola durante 47 años en un castillo.
                            El tercer libro LOCA DE AMOR de Catherine Hermary-Vieille, es prácticamente lo mismo; los hechos y las fechas son las mismas y simplemente es ver la vida de esta mujer desde el mismo ángulo con otras palabras.

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                            • #89
                              Re: Romance de una Dama

                              Hèctor, còmo estàs amigo???
                              Siglos que no te detienes en estos rumbos...
                              Ojala entraras a leer mis saludos, es que ya no te los quiero dejar en tu perfil.
                              Parece que sòlo yo lo uso amigo y èso ya es de por sì un abuso.
                              Un abrazo y cuèntame còmo estan los gemelitos?

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                              • #90
                                S.o.s.


                                Hola amigas:
                                Este mensaje es para tres chicas que sé -positivamente que leen mucho-
                                Lore , Elixir y Bug.
                                Tengo una duda. No he leido nada de Sidney Sheldon y hay mínimo tres libros que puedo adquirir.
                                A la vez hay otros tantos de John Grisham de él he visto películas basadas en sus libros y me han encantado. Asi que pienso que con él no tendría pierde.
                                Ahora Sidney Sheldon. Mi hermana me lo ha recomendado horrores, pero hay una cosa a ella le encanta Danielle Steel y yo no la so-por-to. Entonces no sé qué pensar porque en otros sí hemos coincidido. Yo sé que Sheldon es muy famoso.
                                Alguien me podría comentar un poco de su estilo.
                                Acabo de comprarme varios de Robin Cook, que es sobre medicina entre ellos "Coma" que ví la película y es excelente.
                                Y me compre como seis de Tom Clancy.
                                Es que. les cuento, en la única librería que hay aqui, que por cierto está muy bien surtida, llegan a montones libros nuevos en oferta porque los descontinúa la editorial y cada uno está a 20 pesos. Asi que cada ida a la playa es parar ahi y escoger. Hay como tres o cuatro de Sheldon realmente esa es mi única icognita porque sí me voy a comprar los de Grisham.
                                Asi que help me si alguna de ustedes lo conoce.
                                Gracias y saludos

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