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EL CAFÉ ALTERA…
A la cantina llegó
el borracho Belester
y al mesero le pidió,
de inmediato, tres cafés.
El mesero preguntó
que para qué tres cafés,
y el borracho contestó:
Uno me lo tomo yo,
otro es para ti, compadre,
y el tercero, concluyó,
para tu &%#$*” madre.
Al día siguiente fue igual,
y el mesero a toda prisa,
muy molesto hasta rabiar,
por su forma de insultar,
le propinó una golpiza.
Sin embargo al día siguiente,
el borracho muy golpeado
volvió al bar en mal estado,
ordenando solamente
dos cafés, con gesto airado.
El mesero preguntó
con una voz muy molesta,
¿por qué ahora sólo son dos?
Y el borracho le contesta:
Uno yo me tomaré,
aunque a ninguno le cuadre,
y el otro se lo daré
a tu re$%&/(¿¡ madre.
a ti no te invitaré,
dijo el briago a su manera,
porque ya vi que el café,
al tomártelo te altera.
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