
El bromista Zacarías
le preguntó a Belester:
¿Y tú por qué besarías
en la boca a una mujer?
¿Por amor o por manía?
Belester le contestó:
—Yo por amor, desde luego.
—Si es así— aquel agregó:
"por amor bésame un güevo"
Luego en tono zalamero
le preguntó ¿te enojaste?
Y el agraviado, sincero,
le contestó por contraste
con desenfado en el rostro.
—Nada de eso, no hay fijón.
—Si es así—dijo el guazón—,
entonces bésame el otro.