
Tras diez años de casados,
Juan dijo a su esposa Jose:
quiero confesarte algo,
ya voy a salir del closets.
Para ella eso era inédito
y le dijo enfurecida:
yo primero te aconsejo,
salir del buró de crédito,
mucho antes de tus manías,
y después viejo pendejo,
empezar tus puterías.