Recostado Luis estaba,
junto de su nueva esposa,
quien de manera gozosa,
los huevos le acariciaba.
Él luego le preguntó
por qué le gustaba tanto
hacerles tantas caricias.
Y ella tierna contestó,
con el rostro nada huraño
y singular alegría:
Lo hago porque aun extraño,
los huevos que yo tenía.
junto de su nueva esposa,
quien de manera gozosa,
los huevos le acariciaba.
Él luego le preguntó
por qué le gustaba tanto
hacerles tantas caricias.
Y ella tierna contestó,
con el rostro nada huraño
y singular alegría:
Lo hago porque aun extraño,
los huevos que yo tenía.