Era un burro manadero
que a un guajolote preñó,
y de la cruza salió
nada menos que un plumero.
Una serpiente cerrera
con un puerco espín copula,
y salió de esa manera
un largo alambre de puas.
Un burro con la tortuga,
en el campo se apareó
y de esa cruz salió
un tanquecito de guerra.
Un burro con un sapito,
se cruzaron sin sonrojos,
y al sapo, querido amigo,
se le salieron los ojos.