LA EXISTENCIA DE DIOS
El presente es un relato sobre una vivencia que tuve por la televisión y que trato de reproducir como sigue:
En una fecha ya algo lejana y en el canal “Proyecto 40” de televisión y bajo el tema “Debate…pensando en México” se presentó el tema sobre la existencia de Dios, con un panel de personas muy interesantes bastante y cultas.
De por sí este tema es muy escabroso, e incita al apasionamiento y suele terminar en fanatismo, y por lo tanto observé con bastante interés la postura y la opinión de los diversos asistentes.
Lo que supuse desde el principio, sucedió, que con bastante frecuencia alguien comenzó a exponer su opinión, y no faltó, quien lo interrumpiera, sin que el que tenía la voz, pudiese terminar, porque ese interruptor a su vez fue interrumpido por otro. Esa es una constante costumbre de la mayoría de la gente, a la que solo le interesa SER ESCUCHADA pero no saben ESCUCHAR ANTES DE HABLAR.
Debo señalar como digno de reconocimientos, que el padre católico, que también se encontraba en el panel, JAMAS le quitó la voz a nadie, y siempre esperó su turno para hablar.
Pero analizando las muy variadas opiniones, que surgieron, caracterizadas algunas por ciega aceptación dogmática, y también hasta el escepticismo más radical y la negación de Dios, me llamó mucho la atención, que ni los más “científicos” han tocado aspectos, que reflejan mi propio punto de vista, surgido durante el programa de tiempo limitado.
Hubo quien opinó, que “sin creer en Dios” sería simplemente negar la vida. Al escuchar eso, de inmediato me vino a la mente, que la “vida” también la hay en los animales y en las plantas y ni los animales ni las plantas creen en Dios…y viven.
Vivimos en un mundo con una tecnología increíble, y hemos logrado escudriñar el universo y llegamos muy cerca de captar, lo que es el infinito y la eternidad. Sabemos, que allá en el universo las distancias se miden en años luz y hablamos de millones y más millones de años luz. “Vemos” un panorama tan descomunalmente enorme, en el que nuestro planeta tierra es solo un minúsculo puntito insignificante en ese espacio sin fin….pero incansablemente y ansiosos buscamos “vida” fuera de nuestro miniplaneta.
Algo parecido nos sucede, si abandonamos ese macrocosmos y nos dedicamos a escudriñar el microcosmos, y tal parece que nunca llegamos a un fin. Pero sin duda no solo nos maravillamos, de lo que captamos con nuestros sentidos, sino que además humildemente tenemos que admitir, que no somos nada.
En este preciso punto quisiera mencionar, que como seres humanos egocéntricos, concebimos un macrocosmos y un microcosmos, sin darle mucha importancia de que en realidad es UN SOLO COSMOS en el que nosotros estamos en medio.
El ser humano no logra desprenderse de sus conceptos básicos y fundamentales. Durante siglos aceptamos, que todo tiene que caer de arriba hacia abajo, era imposible esperar, que de pronto las cosas “subieran” o “permanecieran” en el aire donde están…PERO EL HOMBRE DESCUBRIO LA FUERZA DE GRAVEDAD y ya a nadie sorprende una “caminata en el espacio” de un astronauta, y que un satélite artificial puesta por el hombre, permaneciera allí donde esta…por algún tiempo.
Pero seguimos siendo muy egocéntricos, y no somos capaces de solo pensar sin involucrarnos en esos pensamientos, eliminando totalmente nuestros innatos conceptos de existencia. Pocos han logrado pensar en forma metafísica, y no nos cabe en la mente el concepto de la eternidad y de lo infinito. Pero todos opinamos, que algo que existe tuvo que ser creado por alguien, algo tiene haber comenzado en un momento, y todo tiene que tener un principio y un fin.
Por algo, en un lugar de la religión cristiana se menciona, que Dios es el verbo, y nadie lo cuestiona, ni se pregunta cuál sería ese verbo. Sin embargo yo opino que ese verbo se llama “ SER” y no como podría suponerse “estar”, porque éste es solo temporal.
El verbo SER es infinito, y no tiene ni principio ni fin,…y si nos ponemos a pensar seriamente, yo pregunto:
¿CUAL ES EL PRINCIPIO DE UN CIRCULO? y ese esta solo conceptuado en dos dimensiones, pero el universo tiene tres dimensiones, y de nuevo pregunto:
¿CUAL ES EL PRINCIPIO DE UNA ESFERA?
El genio Albert Einstein afirmó, que el tiempo es curvo, porque pensó en un círculo, y en efecto, nosotros medimos el tiempo, pero nadie nos puede decir cuándo comenzó el tiempo y cuando va a terminar….simplemente porque el tiempo es un concepto y por ende sin dimensiones, o sea que carece de tamaño.
Si ahora nos regresamos a lo que ya sabemos del universo y del “milagro” de la vida, y con nuestro egocentrismo pensamos que “ALGUIEN” tuvo que haberlo “HECHO” o “CREADO”, porque no captamos la eternidad y pensamos que antes de “hacer” o “crear” forzosamente NO TUVO QUE HABER HABIDO NADA. Y es ahí donde radica el gran error. No le damos la importancia que tiene la palabra “SIEMPRE”.
Ante la impotencia de captar eso, recurrimos a un nombre, y buscamos un “CREADOR”, que es el nombre, que le dan muchos a lo que en el cristianismo se llama “DIOS”.
A ese “algo”, sin el cual la humanidad no puede vivir, ya se buscaba desde siempre intuitivamente en un apoyo contra sus temores, y ha tenido muchos nombres y en la época del paganismo. Había “dioses” con diversas funciones y tareas, pero siempre tenían la finalidad de que el hombre crea en algo, y luego que confíe en ese algo, al que le da tantos nombres…solo para [b]EXPLICARSE LO INEXPLICABLE]/b] y aún así hablar de MILAGROS, los que no requieren explicación.
Las mitologías griegas, romanas y egipcias y aún la mitología germánica, también las mitologías aztecas, toltecas y mayas y muchas más tenían muchos dioses y diosas. Temían que la siembra no germinara y tuvieron un dios de la lluvia, temían que no naciera la siembra o no tuvieran hijos con su mujer, hubo la diosa de la fertilidad, temían no vivir un amor y hubo la diosa del amor, y así sucesivamente existió, neptuno, hércules, marte y muchos más, y no faltaron tampoco los “hombres y mujeres de enlace” con el nombre de sacerdote y sacerdotisa.
Pero la humanidad con un incesante inestabilidad emocional siguió buscando signos de presagios, para lo que sus dioses no podrían funcionar y de esta manera surgió la superstición, mucha de la cual aún después de más de tres siglos, aún existe en forma de una pata de conejo, un trébol de cuatro hojas, una herradura, el número trece, o unos ajos en casa, sin faltar el gato negro o pasar por debajo de una escalera o un espejo roto, presagiando siete años de desgracia.
Pero aparecieron de pronto las religiones del monoteísmo, tales como el judaísmo, el cristianismo y el Islam, y de pronto se habló de UN SOLO DIOS, y cayeron en desgracia todos los otros dioses, cuyas representaciones se consideraban como ídolos….y además con la férrea imposición de un dios único, los ídolos era calificados de falsos.
Pero también el hombre en su incansable búsqueda por una “verdad” o un “porque” de las maravillas que ve, en lo que llama “naturaleza” o “mundo” o “universo”, se encuentra con una increíblemente perfecta planeación secuencial y que hoy llamamos “equilibrio ecológico” y también “cadena alimenticia” y finalmente “selección natural”, y que cada causa tiene su efecto y cada acción ocasiona una reacción, y de inmediato el hombre egocéntrico piensa en una “justicia divina”. El resultado es, que si antes tenían una diosa de la justicia, llamada minerva, ahora esa facultad o característica también se la atribuimos a ese único dios.
De esta manera confunde el hombre la estricta secuencia de las leyes de la naturaleza con “justicia”, porque no concibe, que por ejemplo la “ley de la gravedad” puede ser justa, al hacer ,que un avión defectuoso y lleno de gente inocente se estrelle en el suelo, causando la muerte de todos.
Bajo tales condiciones, si ese dios es todopoderoso, los deudos de los muertos DUDAN de su dios, porque el egoísmo natural les impide percibir su entorno de manera metafísica.
Sin embargo ese Dios único era y sigue siendo prácticamente un CONCEPTO, aunque se presenta en algunos casos como un hombre anciano flotando bondadosamente entre las nubes. Pero de sobra es sabido, que el dios del Islam llamado “Alá” carece de imagen alguna, pues la religión lo prohibe, mientras que en el cristianismo solo se simboliza a Dios con la imagen de su hijo, que fue crucificado. En realidad tampoco existe una imagen de Dios….pero la iglesia se ha encargado de que sea un muy poderoso CONCEPTO.
SIGUE
El presente es un relato sobre una vivencia que tuve por la televisión y que trato de reproducir como sigue:
En una fecha ya algo lejana y en el canal “Proyecto 40” de televisión y bajo el tema “Debate…pensando en México” se presentó el tema sobre la existencia de Dios, con un panel de personas muy interesantes bastante y cultas.
De por sí este tema es muy escabroso, e incita al apasionamiento y suele terminar en fanatismo, y por lo tanto observé con bastante interés la postura y la opinión de los diversos asistentes.
Lo que supuse desde el principio, sucedió, que con bastante frecuencia alguien comenzó a exponer su opinión, y no faltó, quien lo interrumpiera, sin que el que tenía la voz, pudiese terminar, porque ese interruptor a su vez fue interrumpido por otro. Esa es una constante costumbre de la mayoría de la gente, a la que solo le interesa SER ESCUCHADA pero no saben ESCUCHAR ANTES DE HABLAR.
Debo señalar como digno de reconocimientos, que el padre católico, que también se encontraba en el panel, JAMAS le quitó la voz a nadie, y siempre esperó su turno para hablar.
Pero analizando las muy variadas opiniones, que surgieron, caracterizadas algunas por ciega aceptación dogmática, y también hasta el escepticismo más radical y la negación de Dios, me llamó mucho la atención, que ni los más “científicos” han tocado aspectos, que reflejan mi propio punto de vista, surgido durante el programa de tiempo limitado.
Hubo quien opinó, que “sin creer en Dios” sería simplemente negar la vida. Al escuchar eso, de inmediato me vino a la mente, que la “vida” también la hay en los animales y en las plantas y ni los animales ni las plantas creen en Dios…y viven.
Vivimos en un mundo con una tecnología increíble, y hemos logrado escudriñar el universo y llegamos muy cerca de captar, lo que es el infinito y la eternidad. Sabemos, que allá en el universo las distancias se miden en años luz y hablamos de millones y más millones de años luz. “Vemos” un panorama tan descomunalmente enorme, en el que nuestro planeta tierra es solo un minúsculo puntito insignificante en ese espacio sin fin….pero incansablemente y ansiosos buscamos “vida” fuera de nuestro miniplaneta.
Algo parecido nos sucede, si abandonamos ese macrocosmos y nos dedicamos a escudriñar el microcosmos, y tal parece que nunca llegamos a un fin. Pero sin duda no solo nos maravillamos, de lo que captamos con nuestros sentidos, sino que además humildemente tenemos que admitir, que no somos nada.
En este preciso punto quisiera mencionar, que como seres humanos egocéntricos, concebimos un macrocosmos y un microcosmos, sin darle mucha importancia de que en realidad es UN SOLO COSMOS en el que nosotros estamos en medio.
El ser humano no logra desprenderse de sus conceptos básicos y fundamentales. Durante siglos aceptamos, que todo tiene que caer de arriba hacia abajo, era imposible esperar, que de pronto las cosas “subieran” o “permanecieran” en el aire donde están…PERO EL HOMBRE DESCUBRIO LA FUERZA DE GRAVEDAD y ya a nadie sorprende una “caminata en el espacio” de un astronauta, y que un satélite artificial puesta por el hombre, permaneciera allí donde esta…por algún tiempo.
Pero seguimos siendo muy egocéntricos, y no somos capaces de solo pensar sin involucrarnos en esos pensamientos, eliminando totalmente nuestros innatos conceptos de existencia. Pocos han logrado pensar en forma metafísica, y no nos cabe en la mente el concepto de la eternidad y de lo infinito. Pero todos opinamos, que algo que existe tuvo que ser creado por alguien, algo tiene haber comenzado en un momento, y todo tiene que tener un principio y un fin.
Por algo, en un lugar de la religión cristiana se menciona, que Dios es el verbo, y nadie lo cuestiona, ni se pregunta cuál sería ese verbo. Sin embargo yo opino que ese verbo se llama “ SER” y no como podría suponerse “estar”, porque éste es solo temporal.
El verbo SER es infinito, y no tiene ni principio ni fin,…y si nos ponemos a pensar seriamente, yo pregunto:
¿CUAL ES EL PRINCIPIO DE UN CIRCULO? y ese esta solo conceptuado en dos dimensiones, pero el universo tiene tres dimensiones, y de nuevo pregunto:
¿CUAL ES EL PRINCIPIO DE UNA ESFERA?
El genio Albert Einstein afirmó, que el tiempo es curvo, porque pensó en un círculo, y en efecto, nosotros medimos el tiempo, pero nadie nos puede decir cuándo comenzó el tiempo y cuando va a terminar….simplemente porque el tiempo es un concepto y por ende sin dimensiones, o sea que carece de tamaño.
Si ahora nos regresamos a lo que ya sabemos del universo y del “milagro” de la vida, y con nuestro egocentrismo pensamos que “ALGUIEN” tuvo que haberlo “HECHO” o “CREADO”, porque no captamos la eternidad y pensamos que antes de “hacer” o “crear” forzosamente NO TUVO QUE HABER HABIDO NADA. Y es ahí donde radica el gran error. No le damos la importancia que tiene la palabra “SIEMPRE”.
Ante la impotencia de captar eso, recurrimos a un nombre, y buscamos un “CREADOR”, que es el nombre, que le dan muchos a lo que en el cristianismo se llama “DIOS”.
A ese “algo”, sin el cual la humanidad no puede vivir, ya se buscaba desde siempre intuitivamente en un apoyo contra sus temores, y ha tenido muchos nombres y en la época del paganismo. Había “dioses” con diversas funciones y tareas, pero siempre tenían la finalidad de que el hombre crea en algo, y luego que confíe en ese algo, al que le da tantos nombres…solo para [b]EXPLICARSE LO INEXPLICABLE]/b] y aún así hablar de MILAGROS, los que no requieren explicación.
Las mitologías griegas, romanas y egipcias y aún la mitología germánica, también las mitologías aztecas, toltecas y mayas y muchas más tenían muchos dioses y diosas. Temían que la siembra no germinara y tuvieron un dios de la lluvia, temían que no naciera la siembra o no tuvieran hijos con su mujer, hubo la diosa de la fertilidad, temían no vivir un amor y hubo la diosa del amor, y así sucesivamente existió, neptuno, hércules, marte y muchos más, y no faltaron tampoco los “hombres y mujeres de enlace” con el nombre de sacerdote y sacerdotisa.
Pero la humanidad con un incesante inestabilidad emocional siguió buscando signos de presagios, para lo que sus dioses no podrían funcionar y de esta manera surgió la superstición, mucha de la cual aún después de más de tres siglos, aún existe en forma de una pata de conejo, un trébol de cuatro hojas, una herradura, el número trece, o unos ajos en casa, sin faltar el gato negro o pasar por debajo de una escalera o un espejo roto, presagiando siete años de desgracia.
Pero aparecieron de pronto las religiones del monoteísmo, tales como el judaísmo, el cristianismo y el Islam, y de pronto se habló de UN SOLO DIOS, y cayeron en desgracia todos los otros dioses, cuyas representaciones se consideraban como ídolos….y además con la férrea imposición de un dios único, los ídolos era calificados de falsos.
Pero también el hombre en su incansable búsqueda por una “verdad” o un “porque” de las maravillas que ve, en lo que llama “naturaleza” o “mundo” o “universo”, se encuentra con una increíblemente perfecta planeación secuencial y que hoy llamamos “equilibrio ecológico” y también “cadena alimenticia” y finalmente “selección natural”, y que cada causa tiene su efecto y cada acción ocasiona una reacción, y de inmediato el hombre egocéntrico piensa en una “justicia divina”. El resultado es, que si antes tenían una diosa de la justicia, llamada minerva, ahora esa facultad o característica también se la atribuimos a ese único dios.
De esta manera confunde el hombre la estricta secuencia de las leyes de la naturaleza con “justicia”, porque no concibe, que por ejemplo la “ley de la gravedad” puede ser justa, al hacer ,que un avión defectuoso y lleno de gente inocente se estrelle en el suelo, causando la muerte de todos.
Bajo tales condiciones, si ese dios es todopoderoso, los deudos de los muertos DUDAN de su dios, porque el egoísmo natural les impide percibir su entorno de manera metafísica.
Sin embargo ese Dios único era y sigue siendo prácticamente un CONCEPTO, aunque se presenta en algunos casos como un hombre anciano flotando bondadosamente entre las nubes. Pero de sobra es sabido, que el dios del Islam llamado “Alá” carece de imagen alguna, pues la religión lo prohibe, mientras que en el cristianismo solo se simboliza a Dios con la imagen de su hijo, que fue crucificado. En realidad tampoco existe una imagen de Dios….pero la iglesia se ha encargado de que sea un muy poderoso CONCEPTO.
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