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A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

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  • #76
    Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

    -
    De los sabroso textos de Madame Calderon de la Barca..(fragmentos)


    Los paseos

    Las señoras no caminan por las calles
    "En México no se practica el paseo a pie, que aquí se considera como poco elegante; y aunque a veces algunas señoras vestidas de negro y puestas de mantilla, se aventuran a andar a pie muy temprano en la mañana para ir a misa o de compras, están las calles en tan mal estado y aceras son tan estrechas , tan compacto el gentío, el hormiguero de léperos en andrajos tan molesto, que todos estos inconvenientes, a los que hay que añadir la fuerza del sol al mediodía, ofrecen una perfecta excusa para que las señoras no se dejen ver en las calles de México"

    La Alameda y el paseo de Bucarelli
    "Nada más agradable que caminar por la Alameda, que es tan hermosa y en donde se goza de una agradable sombra.
    El paseo llamado de Bucareli, que toma su nombre de un virrey, es una larga y ancha avenida orlada con los árboles que él mismo plantó, y en donde se halla una fuente grande de piedra, cuyas centelleantes aguas se asemejan frescas y deliciosas, y que remata una dorada estatua de la Victoria. Aquí, cada tarde, pero de preferencia los domingos y días de fiesta, se pueden ver dos largas filas de carruajes llenos de señoras, multitud de caballeros montando a caballo entre los espacios que dejan los coches, sodados, de trecho en trecho, que cuidan el orden y una muchedumbre de gente del pueblo y de léperos, mezclados con algunos caballeros que se pasean a pie.

    Casi todos los carruajes son de una extraordinaria belleza. Junto a los carruajes más elegantes pueden verse algunos coches de alquiler tirados por mulas. Como la mayor parte de los coches son cerrados, sólo permiten ver a medias a los que van en el interior, cuando pasan cambiando saludos con un movimiento de los dedos o con el abanico.

    Los jinetes, con sus finísimos caballos, y vestidos con hermosos trajes a la mexicana, parecen no advertir el paso de las damas, rara vez las saludan y nunca se atreven a entablar conversación con ellas."

    La Viga
    "Este paseo ahora se está poniendo de moda. Le bordea un canal, con árboles que le dan sombra, y que conduce a las Chinampas y se ve siempre lleno de indios con sus embarcaciones en las que traen fruta, flores y legumbres al mercado de México. Muy temprano en la mañana, es un agradable espectáculo verlos cómo se deslizan en sus canoas, cubiertas con toldos de verdes ramas y flores."

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    • #77
      Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

      Originalmente publicado por Laurence Ver post
      -

      La Alameda y el paseo de Bucarelli
      "Nada más agradable que caminar por la Alameda, que es tan hermosa y en donde se goza de una agradable sombra.
      El paseo llamado de Bucareli, que toma su nombre de un virrey, es una larga y ancha avenida orlada con los árboles que él mismo plantó, y en donde se halla una fuente grande de piedra, cuyas centelleantes aguas se asemejan frescas y deliciosas, y que remata una dorada estatua de la Victoria.
      Era el paseo favorito, entre otras, de Amada Díaz, de las hermanas Rivas Mercado, tías de Antonieta, y de las damas de más postín de la época.

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      • #78
        Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

        El conquistador anónimo
        Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés. *

        XX.- Las plazas y mercados.
        Hay en la ciudad de Temistitán México muy grandes y hermosas plazas, donde se venden todas las cosas que aquellos naturales usan, y especialmente la plaza mayor que ellos llaman el Tutelula (Tlateloleo), que puede ser tan grande como tres veces la plaza de Salamanca. Todo alrededor tiene portales, y en ella se reúnen todos los días veinte o veinticinco mil personas a comprar y vender; pero el día de mercado, que es cada cinco días, se juntan cuarenta o cincuenta mil. Hay mucho orden, tanto en estar cada mercancía en su lugar aparte, como en el vender; porque de un lado de la plaza están los que venden el oro, y en otro, junto a éstos, los que venden piedras de diversas clases montadas en oro figurando varios pájaros y animales. En otro lado se venden cuentas y espejos; en otro plumas y penachos de todos colores para adornar las ropas que usan en la guerra y en sus fiestas: más adelante labran piedras para navajas y espadas, que es cosa maravillosa de ver y de que por acá no se tiene idea; y con ellas hacen espadas y rodelas. Por una parte venden mantas y vestidos de varias clases para hombres; y por otra vestidos de mujer. En otro lugar se vende el calzado, en otro cueros curtidos de ciervos y otros animales, y aderezos para la cabeza hechos de cabello, que usan todas las Indias. Aquí se vende el algodón, allá el grano con que se alimentan; más adelante pan de diversas suertes; en seguida pasteles, luego gallinas, pollos y huevos. Cerca de allí liebres, conejos, ciervos, codornices, gansos y patos. Luego se llega a un lugar donde se vende vino de diversas clases, y a otro en que se encuentra toda suerte de verduras. En esta calle se expende la pimienta; en aquella las raíces y yerbas medicinales, que son infinitas las que estos naturales conocen; en otra diversas frutas; en la de mas allá madera para las casas, y allí junto la cal, y en seguida la piedra; en suma, cada cosa está aparte y por su orden. Además de esta plaza grande hay otras, y mercados en que se venden comestibles, en diversas partes de la ciudad.

        * Joaquín García Icazbalceta. (Fragmento)

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        • #79
          Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.



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          • #80
            Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.



            CAFE COLON


            .

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            • #81
              Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

              Oye, ¿de casualidad sabes la dirección donde estaba el Café Colón?. Supongo que no es el que estaba en Paseo de la Reforma, pero no lo sé.

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              • #82
                Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                Don Valentín Gómez Farías.


                Nació en Guadalajara, actual estado de Jalisco, el 14 de febrero de 1781. Fue vicepresidente en ejercicio de la Presidencia del 3 al 18 de junio de 1833, del 3 de julio al 27 de octubre de 1833, del 15 de diciembre de ese año hasta el 24 de abril siguiente y, por último, del 24 de diciembre de 1846 al 21 de marzo de 1847. Murió en la capital del país el 5 de julio de 1858.

                Fue integrante del primer Congreso mexicano en 1822 y del primer Congreso Constituyente en 1824, donde se destacó al lado de los federalistas. Fue secretario de Relaciones durante el gobierno de Manuel Gómez Pedraza. Electo vicepresidente de la República por primera vez en 1833, ocupó el poder debido a las frecuentes ausencias del presidente Santa Anna.

                Promovió importantes iniciativas tendientes a reformar el gobierno: intentó separar la Iglesia del Estado, abolir los privilegios del clero y del ejército, destruir el monopolio religioso en la educación y utilizar los bienes eclesiásticos para pagar la deuda pública. Dichas iniciativas provocaron el descontento de los conservadores y fueron detenidas cuando Santa Anna retomó las riendas del país. En una segunda etapa, entre 1846 y 1847, nuevamente procuró, inútilmente, realizar algunas reformas. En 1848 se opuso a los tratados de paz con Estados Unidos.

                Participó en el Congreso Constituyente de 1857.

                Se le consideró el padre de la Reforma.

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                • #83
                  Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                  Originalmente publicado por Tancredi Ver post
                  Oye, ¿de casualidad sabes la dirección donde estaba el Café Colón?. Supongo que no es el que estaba en Paseo de la Reforma, pero no lo sé.
                  En el foro donde esta esa foto hay esta info:
                  "a antares1 ,el cafe colon,estaba,donde hoy se ve el mural de diego rivera,un domingo en la alameda,casi cerca de san hipolito y que antes se llamaron calles de patoni y rinconada de san diego,con la revolucion,fue victima de saqueos y al crecer la ciudad,se que tambien tuvo su cobro con la piqueta,y hoy solo queda una pequeña´parte de lo que fue,y aun esta cerca de el mural de rivera,precisamente atras de el museo de artes populares.saludos"


                  http://www.skyscrapercity.com/showth...95779&page=363


                  .

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                  • #84
                    Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                    Me gustaría leer algo de Miguel Hidalgo, ¿Qué me recomiendan?
                    Dejemos atrás el México del si se puede para pasar al México de Chinga tu madre Aguirre.

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                    • #85
                      Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                      Originalmente publicado por ppluches Ver post
                      Me gustaría leer algo de Miguel Hidalgo, ¿Qué me recomiendan?
                      "Mexico a traves de los Siglos", en papel, parece

                      que eso no existe en intenet..pero buscale..



                      .

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                      • #86
                        Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                        Originalmente publicado por Laurence Ver post
                        "Mexico a traves de los Siglos", en papel, parece

                        que eso no existe en intenet..pero buscale..



                        .

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                        • #87
                          Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                          Muchas gracias mi estimado.
                          Dejemos atrás el México del si se puede para pasar al México de Chinga tu madre Aguirre.

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                          • #88
                            Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                            Originalmente publicado por Tancredi Ver post
                            Oye, ¿de casualidad sabes la dirección donde estaba el Café Colón?. Supongo que no es el que estaba en Paseo de la Reforma, pero no lo sé.
                            Hola Tancredi, creo que la foto es del Cafe Colon en Paseo de la Reforma ya que en la parte baja del anuncio del cafe se ve una de las columnas en las cuales han colocado esfinges de los heroes y personajes de la reforma

                            Saludos

                            Comment


                            • #89
                              Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                              Originalmente publicado por josé lópez Ver post
                              Hola Tancredi, creo que la foto es del Cafe Colon en Paseo de la Reforma ya que en la parte baja del anuncio del cafe se ve una de las columnas en las cuales han colocado esfinges de los heroes y personajes de la reforma

                              Saludos
                              Fíjate que no me di cuenta de ese detalle, pero tenía la impresión de que sí era en el Paseo de la Reforma.

                              * Pepe, me gustaría pedirte un favor, pero no sé si todavía conservas aquella info que me dijiste que habías sacado de otro foro. Es que cambié mi compu, y creo que la borré involuntariamente. Si quieres luego platicamos de eso. Gracias de antemano.

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                              • #90
                                Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                                Mentiras de la independencia.


                                La fiesta popular más arraigada en México, por todo el país, es El Grito de Independencia, a las 11 de la noche del 15 de septiembre. Es una celebración más general que la de la Virgen de Guadalupe, superada por advocaciones regionales de María; más nacional que cualquier fiesta religiosa porque, por suerte, los mexicanos cada vez practican más religiones, motivo que deberá conducirlos a concluir que, si hay tantas, todas son falsas. Pero El Grito nos conmueve a todos, llena plazas y reúne familias frente al televisor, corren ríos de tequila y se consumen toneladas de tacos. En los bares de todo tipo hay fiesta mexicana, pero más clientes llevan traje de charro en los bares gays, casi siempre con gran éxito.

                                Y bueno, (casi) todos sabemos que el sábado 15 de septiembre de 1810, a las 11 de la noche, no ocurrió nada, absolutamente nada. El virreinato durmió tranquilamente y en su mayor parte tuvo un plácido domingo 16. Los únicos nerviosos fueron los conjurados de Querétaro. Pero el cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, no tañó la campana ni llamó “a coger gachupines” a las estrafalarias 11 de la noche. Don Miguel, sensatamente, llamó a misa de siete o de ocho porque era domingo y muchos rancheros llegaban de las cercanías para cumplir el mandamiento de oír misa, y de paso ir al mercado, comprar y vender. Una vez con el atrio lleno, el cura les pidió que fueran por palos, machetes y lo que hallaren. Así comenzó una revuelta que duró apenas 10 meses, no se extendió más allá del pequeño triángulo que forman Querétaro, Guadalajara y las cercanías de la ciudad de México, pero le enajenó a Hidalgo todas las simpatías de los independentistas a causa de su desbordado pillaje y sus crímenes contra no combatientes.

                                Los cabecillas de esa confusa asonada antes del año ya habían sido detenidos, excomulgados (por el obispo independentista Abad y Queipo, amigo de Hidalgo), fusilados, decapitados, y sus cabezas, la de Miguel Hidalgo señaladamente, colgaban en jaulas de hierro en cada esquina de la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato.

                                La independencia no llegaría hasta 10 años después: el 27 de septiembre de 1821, sin disparar un tiro ni derramar sangre: por un acuerdo entre el nuevo virrey, Juan O’Donojú, y las cabezas del ejército insurgente, que también se habían aliado por un acuerdo, una negociación, no por la derrota sangrienta de una de las partes. Hablaron y se dieron un abrazo el rebelde Vicente Guerrero y el enviado por el virreinato a vencerlo, Agustín de Iturbide… Sí, claro, en Acatempan, y al acuerdo lo llamamos El abrazo de Acatempan, no la masacre, ni el triunfo o la derrota.

                                ¿Y El Grito, el hecho fundacional cuyo segundo centenario nos aprestamos a celebrar en un año más? Muy sencillo: no hubo tal. Quizá por eso mismo se nota más bien poco entusiasmo y opiniones varias al respecto. No deja de tener el bicentenario ese aire de fiesta a la que se asiste por obligación y sin saber qué regalo llevar: columna, arco, torre, monumento: en la mesa de regalos nada nos convence, quizá porque la festejada nos tiene sin cuidado.

                                Mal, muy mal comienza un país que falsea su acta de nacimiento misma. ¿De dónde sacamos, entonces, esa fiesta nacional, la más importante de México? De dos casualidades:

                                1. Porfirio Díaz cumplía años el 15 de septiembre, y por ese motivo dio en esa fecha, durante su larga presidencia, una gran recepción nocturna en el Palacio Nacional a la aristocracia y gente bien (a la que todavía no le daba por ser de “izquierda”), cuerpo diplomático, alto clero y ministros. Abajo, en el Zócalo, se organizaba una verbena popular con muchos cohetes y tacos para que también el pueblo bueno celebrara el cumpleaños de su presidente vitalicio.

                                2. En 1896, Porfirio Díaz hizo llevar la vieja campana de la iglesia de Dolores, tañida por Hidalgo para llamar a misa la mañana del 16 de septiembre, e instalarla sobre el balcón central del Palacio Nacional. Terminada la instalación el día 14, llegó el fandango por el cumpleaños presidencial el 15, y Porfirio Díaz, que cada año salía a recibir la aclamación de su pueblo bueno, tuvo la ocurrencia de repicar la campana histórica, quizá con la sola intención de indicar que allí estaba y no se veía porque era de noche. Pero no gritó nada, al menos nada que se recuerde.

                                Pues eso es todo. Pero nuestros niños ya no saben con precisión si la independencia de su país es el 15 de septiembre, en que van a ver cohetes y a comer churros a la calle, o el 16, en que ven por tele el desfile militar.

                                Y no es asunto menor eso de no tener certeza: “¿El 3 o el 4 de julio, el 13 o el 14 de julio?”, no son preguntas que se haga ni el más barbaján gringo o francés. Pero un mexicano instruido puede, con razón, dudar.

                                Que la costumbre de comenzar las fiestas desde la noche del 15, con salvas de artillería y fuegos de artificio, sea anterior a Porfirio Díaz, tiene un dato, pues fue registrada la de 1852 por el licenciado Liberato Garabato (y luego los españoles acusan a nuestros novelistas de urdir nombres imposibles para sus personajes). Pero Grito no hubo. La conjunción de campanazos y pasado de lista, a grito pelón, de los héroes “que nos dieron patria”, según parece la realizó por primera ocasión el presidente o primer jefe de la Revolución, Venustiano Carranza.

                                * Luis González de Alba.

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