Re: Lista de Pendientes...
!Dra. Vegaaa! Ya me llegó el primer recado.
Dra. Vega:
El Lic. Barto me comentó que todos los cuestionamientos existenciales que tengamos los ignorados y los externos, los podríamos mandar a su atención y por su conducto para que usted nos ilumine con su sabiduría (en la medida que sus nuevas responsabilidades burocráticas lo permitan).
Le comento:
Soy una persona extraordinariamente exitosa, con una excelente situación económica, y una apariencia física envidiable, razón por la cual soy constantemente asediado por las damitas del sexo opuesto.
La semana pasada de entre las múltiples invitaciones que frecuentemente me hacen para disfrutar de mi amena charla y asombrosa personalidad, decidí acudir a la casa de mi compadre Epigmenio, a quien conozco desde hace más de veinte años , quien celebraba su cumpleaños número 45.
Con Epigmenio me une una amistad casi fraternal debido a que hace años me prestó un dinero para evitar que me embargaran unos locales que poseo (once para ser más exactos) y fue la persona que donó sangre en mi última intervención quirúrgica.
Bueno para no extenderme demasiado, le comento que cuando más animado se encontraba el convivio mi compadre recibió una llamada en la que le informaban que su señora madre acababa de ser atropellada por un camión chimeco en la Ciudad de Mazatlán y que le habían sacado todo el menudo, razón por la cual mi compadrito salió intempestivamente de la reunión.
Por un instante pensé que sería adecuado acompañarlo al hospital , pero la verdad es que estaba tan sabrosa la barbacoa y tan a gusto la reunión que preferí quedarme a terminar mi trago.
Como mi compadre salió todo nervioso y rechinando las llantas de la pick up, a mi comadre Eulalia le entró un ataque de ansiedad preocupada de que le fuera a pasar algo malo a mi compadre, así que me di a la tarea de calmarla, para lo cual le serví unos tragos de Cabrito reposado …hasta que se acabó una botella.
Cuando mi comadre se quedó toda jetona y briaga en la mesa del comedor, les dije a los demás invitados que era mejor que se retirarán y que yo me encargaría de cuidar de ella.
Eulalia no es la más hermosa de las mujeres, de hecho tiene un perfil bastante parecido a una alcayata, pero la verdad es que es poseedora de un par de amigas bastante generosas, así que como todo hombre que se precie de serlo decidí aprovechar el estado de mi comadre para aventarle una buena cogida antes que se despertara. Cabe aclarar que para mí eso es casi como comerme un plato de chilorio dado que a mí lo que me sobran son mujeres, pero ya tenía yo varios años que quería conocer lo que se estaba cenando mi compadre.
Trece minutos más tarde me retiré de la casa de mis compadres, llevándome una botella Sotol para el camino y abordé mi camioneta BMW de 80,000 USD , pero con las prisas olvidé mi teléfono celular (un I Phone de última generación con banda ancha y muchos jueguitos).
Ayer me habló mi compadre para decirme que estaba muy deprimido porque después de dos días en el hospital su mamá entregó los tenis, y el sepelio es el día de hoy aquí en Culiacán. (yo ya había quedado con una amiga de ir a bailar y a la salida echarle unas dos buenas cogidas).
Dra. Vega estoy muy confundido y requiero su consejo:
¿Debo ir al velorio para recoger mi teléfono celular o mejor me voy con mi amiga y le pido a mi compadre que me lo pase a dejar a la casa después del entierro de su jefecita?
Agradeciendo de antemano sus valiosos consejos , quedo en espera de su respuesta.
P.D Me dijo el Lic. Barto que era indispensable poner una liga.
http://weblogsfera.files.wordpress.c...e20la20nfl.gif
Si me llegan más consultas yo te aviso.
Originalmente publicado por Manuel Vega
Ver post
Dra. Vega:
El Lic. Barto me comentó que todos los cuestionamientos existenciales que tengamos los ignorados y los externos, los podríamos mandar a su atención y por su conducto para que usted nos ilumine con su sabiduría (en la medida que sus nuevas responsabilidades burocráticas lo permitan).
Le comento:
Soy una persona extraordinariamente exitosa, con una excelente situación económica, y una apariencia física envidiable, razón por la cual soy constantemente asediado por las damitas del sexo opuesto.
La semana pasada de entre las múltiples invitaciones que frecuentemente me hacen para disfrutar de mi amena charla y asombrosa personalidad, decidí acudir a la casa de mi compadre Epigmenio, a quien conozco desde hace más de veinte años , quien celebraba su cumpleaños número 45.
Con Epigmenio me une una amistad casi fraternal debido a que hace años me prestó un dinero para evitar que me embargaran unos locales que poseo (once para ser más exactos) y fue la persona que donó sangre en mi última intervención quirúrgica.
Bueno para no extenderme demasiado, le comento que cuando más animado se encontraba el convivio mi compadre recibió una llamada en la que le informaban que su señora madre acababa de ser atropellada por un camión chimeco en la Ciudad de Mazatlán y que le habían sacado todo el menudo, razón por la cual mi compadrito salió intempestivamente de la reunión.
Por un instante pensé que sería adecuado acompañarlo al hospital , pero la verdad es que estaba tan sabrosa la barbacoa y tan a gusto la reunión que preferí quedarme a terminar mi trago.
Como mi compadre salió todo nervioso y rechinando las llantas de la pick up, a mi comadre Eulalia le entró un ataque de ansiedad preocupada de que le fuera a pasar algo malo a mi compadre, así que me di a la tarea de calmarla, para lo cual le serví unos tragos de Cabrito reposado …hasta que se acabó una botella.
Cuando mi comadre se quedó toda jetona y briaga en la mesa del comedor, les dije a los demás invitados que era mejor que se retirarán y que yo me encargaría de cuidar de ella.
Eulalia no es la más hermosa de las mujeres, de hecho tiene un perfil bastante parecido a una alcayata, pero la verdad es que es poseedora de un par de amigas bastante generosas, así que como todo hombre que se precie de serlo decidí aprovechar el estado de mi comadre para aventarle una buena cogida antes que se despertara. Cabe aclarar que para mí eso es casi como comerme un plato de chilorio dado que a mí lo que me sobran son mujeres, pero ya tenía yo varios años que quería conocer lo que se estaba cenando mi compadre.
Trece minutos más tarde me retiré de la casa de mis compadres, llevándome una botella Sotol para el camino y abordé mi camioneta BMW de 80,000 USD , pero con las prisas olvidé mi teléfono celular (un I Phone de última generación con banda ancha y muchos jueguitos).
Ayer me habló mi compadre para decirme que estaba muy deprimido porque después de dos días en el hospital su mamá entregó los tenis, y el sepelio es el día de hoy aquí en Culiacán. (yo ya había quedado con una amiga de ir a bailar y a la salida echarle unas dos buenas cogidas).
Dra. Vega estoy muy confundido y requiero su consejo:
¿Debo ir al velorio para recoger mi teléfono celular o mejor me voy con mi amiga y le pido a mi compadre que me lo pase a dejar a la casa después del entierro de su jefecita?
Agradeciendo de antemano sus valiosos consejos , quedo en espera de su respuesta.
P.D Me dijo el Lic. Barto que era indispensable poner una liga.
http://weblogsfera.files.wordpress.c...e20la20nfl.gif
Si me llegan más consultas yo te aviso.
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