En lo que supongo fue un acto de contrición, de autocrítica, y de confesión de su parte a los mexicanos, ayer en Quintana Roo el Feli-Pillo declaró textualmente lo siguiente:
"Cuando se siembra odio, cuando se siembra división, cuando se siembra cizaña, se recoge también encono y división"
Esa es una verdad que no requiere de mucho análisis. Es la pura neta del planeta, y celebro que Feli-Pillo al fin se haya confesado ante nosotros, porque eso supone que en el futuro hará lo correcto en lugar de sembrar odio, división y cizaña.
A ver, a ver... Ops, no, no lo dijo como un acto de contrición.
El asunto es que, como alguno que yo conozco, el preciso hizo oooootra vez, una declaración demagógica, una de esas declaraciones de: los demás son los malos, no yo. Una declaración del tipo de "tolerancia y respeto", que él mismo no puso en práctica.
A diferencia de la campaña del BaBotas que fue, en mi opinión, la del clásico merolico de pueblo, de esos que venden agüita endulzada en frascos para curar todo tipo de males, sabiendo que es un fraude lo que venden, tal como resultó ser con Fox; la campaña más ruin, más baja, más cargada de cizaña, más sucia, y más provocadora de la polarización de los mexicanos fue, por supuesto, la del Calderas.
Él provocó la división entre los mexicanos; empleó el terrorismo verbal para amedentrar a los incautos; propició el encono; y ahora, cual sapo que aventó la piedra, quiere esconder la mano.
Demasiado tarde. No puede culpar a los demás, de lo que él mismo provocó.
"Cuando se siembra odio, cuando se siembra división, cuando se siembra cizaña, se recoge también encono y división"
Esa es una verdad que no requiere de mucho análisis. Es la pura neta del planeta, y celebro que Feli-Pillo al fin se haya confesado ante nosotros, porque eso supone que en el futuro hará lo correcto en lugar de sembrar odio, división y cizaña.
A ver, a ver... Ops, no, no lo dijo como un acto de contrición.
El asunto es que, como alguno que yo conozco, el preciso hizo oooootra vez, una declaración demagógica, una de esas declaraciones de: los demás son los malos, no yo. Una declaración del tipo de "tolerancia y respeto", que él mismo no puso en práctica.
A diferencia de la campaña del BaBotas que fue, en mi opinión, la del clásico merolico de pueblo, de esos que venden agüita endulzada en frascos para curar todo tipo de males, sabiendo que es un fraude lo que venden, tal como resultó ser con Fox; la campaña más ruin, más baja, más cargada de cizaña, más sucia, y más provocadora de la polarización de los mexicanos fue, por supuesto, la del Calderas.
Él provocó la división entre los mexicanos; empleó el terrorismo verbal para amedentrar a los incautos; propició el encono; y ahora, cual sapo que aventó la piedra, quiere esconder la mano.
Demasiado tarde. No puede culpar a los demás, de lo que él mismo provocó.
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