Re: Para no trollear
Originalmente publicado por cubo
Ver post
COMO JULIETA Y ROMERO
Margarito Ledezma
El corazón humano de la gente
es cual vejiga que se llena.
Echándole mas aire que el prudente,
se va infle y infle hasta que truena.
Y como el mio tambien es de cristiano,
se ve muy atariado y sumergido,
pues si siguen cargándole la mano,
en dia menos pensado da el tronido.
Ya los ves, tus papás no se convencen
y no me dejan platicar contigo.
Está muy bien, yo no los contradigo;
pero siempre está bueno que se piensen.
Pues no pueden hallarse muchas veces
personas como yo, que sean honradas,
que sepan aguantar sus peladeces
y que no anden con chismes ni asonadas.
Yo procuro granjiarlos cuanto puedo
y les doy la banqueta y los saludo;
pero nomás se quedan como un mudo
y me echan unos ojos que dan miedo.
Y aunque vean que uno sufre y que se afana,
parece que les tiene sin cuidado.
Ya ves, ya remacharon la ventana
y al zaguán le metieron un candado.
Y de arrimarme a tu balcón no hay modos,
ni pisando quedito y sin botines,
pues sale tu mamá y avienta orines
y grita cosas para que oigan todos.
En verdad que yo ya me desespero,
y si siguen así estos asuntos,
no hay mas remedio que enyerbarnos juntos,
como lo hizo Julieta con Romero.
Margarito Ledezma
El corazón humano de la gente
es cual vejiga que se llena.
Echándole mas aire que el prudente,
se va infle y infle hasta que truena.
Y como el mio tambien es de cristiano,
se ve muy atariado y sumergido,
pues si siguen cargándole la mano,
en dia menos pensado da el tronido.
Ya los ves, tus papás no se convencen
y no me dejan platicar contigo.
Está muy bien, yo no los contradigo;
pero siempre está bueno que se piensen.
Pues no pueden hallarse muchas veces
personas como yo, que sean honradas,
que sepan aguantar sus peladeces
y que no anden con chismes ni asonadas.
Yo procuro granjiarlos cuanto puedo
y les doy la banqueta y los saludo;
pero nomás se quedan como un mudo
y me echan unos ojos que dan miedo.
Y aunque vean que uno sufre y que se afana,
parece que les tiene sin cuidado.
Ya ves, ya remacharon la ventana
y al zaguán le metieron un candado.
Y de arrimarme a tu balcón no hay modos,
ni pisando quedito y sin botines,
pues sale tu mamá y avienta orines
y grita cosas para que oigan todos.
En verdad que yo ya me desespero,
y si siguen así estos asuntos,
no hay mas remedio que enyerbarnos juntos,
como lo hizo Julieta con Romero.
Comment