Les escribo porque he notado como gran parte de los foristas simpatizan con la izquierda y el movimiento #yosoy132. Me gustaría que entendieran como vemos a la izquierda quienes no simpatizamos con esa ideología.
Para empezar, quienes son de izquierda sienten que Enrique Peña Nieto fue impuesto en la Presidencia por las televisoras y otros intereses particulares, por eso planean tomar las calles y armar protestas en todo el país, para que se anule la elección y después se imponga como ganador a López Obrador. Es curioso como dicen estar en contra de la imposición, pero la justifican si se impone como ganador a un candidato de la izquierda. Eso es no respetar la elección de los ciudadanos, pero lo peor del caso es que piensan que las personas que votaron por Peña Nieto no valen porque son ignorantes que no sabían lo que hacían al momento de votar. La actitud de la izquierda es: “si no votaste como nosotros eres un ignorante, de hecho, lo más seguro es que te sobornaron para votar por el PRI.” Claro que no toman en cuenta que el voto es secreto y las personas pueden votar por quien quieran aunque un partido les haya regalado un millón de pesos. Lo peor es que tampoco piensan en la posibilidad de que alguien, de manera legítima, piense y vote diferente a ellos.
Quienes se han radicalizado en la izquierda sienten que López Obrador era la mejor y única opción en las pasadas elecciones y que por lo tanto, lo único que explica su derrota es un fraude electoral que empezó en los medios de comunicación. Por eso justifican las agresiones verbales y hasta físicas contra periodistas como Loret de Mola de Televisa y Carlos Marín de Milenio, porque sienten que ellos violan la libertad de expresión al no pensar igual que la izquierda. Claro que las mediciones hechas por la UNAM indican que en las pasadas elecciones esas televisoras les dieron la misma cantidad de espacio a López Obrador y a Peña Nieto, pero eso no les importa, aun así sostienen que no hubo objetividad. Piensan que la objetividad es criticar todo el tiempo al PRI y aplaudir todo el tiempo a los candidatos de la izquierda. Por eso llaman “oficialistas” y “vendidos” a los periodistas y comunicadores que no comparten sus creencias.
Todavía incluso hay quienes dentro de la izquierda piensan que criticar a López Obrador es un fraude electoral. López Obrador lleva 12 años criticando y hasta insultando a todos sus rivales políticos, pero si alguien dice que “Obrador es un peligro para México” entonces la izquierda sale a decir “¡eso es un fraude electoral porque están engañando a la gente!” Ya ni hablar de cómo la izquierda dice que las televisoras usaban las encuestas para apoyar a Peña Nieto, cuando fue el mismo López Obrador el que hace 6 años trato de manipular a la gente diciendo que le iba ganando en las encuestas a Calderón por 10 puntos y que en esta elección dijo que en sus propias encuestas ya había alcanzado al candidato del PRI. Tampoco la izquierda menciona el apoyo ilegal que Obrador recibió del SME y de Napoleón Gómez Urrutia.
¿Un movimiento político que considera ignorantes e imbéciles a quienes no piensan como ellos, que no respeta las elecciones, que agrede a los periodistas que los critican y que solapa todo lo que hace su candidato? Eso es un movimiento fascista. A decir verdad no voté ni votaría nunca por el PRI. Aun así pienso que tanto el priismo como la izquierda son posturas muy respetables. Eso se llama tolerancia y democracia. Lamentablemente, me parece que la izquierda se está ahogando en sí misma y es incapaz de ver otra perspectiva que no sea la propia.
Luis Alberto Ramírez Morales
Lramirez20@hotmail.com
Para empezar, quienes son de izquierda sienten que Enrique Peña Nieto fue impuesto en la Presidencia por las televisoras y otros intereses particulares, por eso planean tomar las calles y armar protestas en todo el país, para que se anule la elección y después se imponga como ganador a López Obrador. Es curioso como dicen estar en contra de la imposición, pero la justifican si se impone como ganador a un candidato de la izquierda. Eso es no respetar la elección de los ciudadanos, pero lo peor del caso es que piensan que las personas que votaron por Peña Nieto no valen porque son ignorantes que no sabían lo que hacían al momento de votar. La actitud de la izquierda es: “si no votaste como nosotros eres un ignorante, de hecho, lo más seguro es que te sobornaron para votar por el PRI.” Claro que no toman en cuenta que el voto es secreto y las personas pueden votar por quien quieran aunque un partido les haya regalado un millón de pesos. Lo peor es que tampoco piensan en la posibilidad de que alguien, de manera legítima, piense y vote diferente a ellos.
Quienes se han radicalizado en la izquierda sienten que López Obrador era la mejor y única opción en las pasadas elecciones y que por lo tanto, lo único que explica su derrota es un fraude electoral que empezó en los medios de comunicación. Por eso justifican las agresiones verbales y hasta físicas contra periodistas como Loret de Mola de Televisa y Carlos Marín de Milenio, porque sienten que ellos violan la libertad de expresión al no pensar igual que la izquierda. Claro que las mediciones hechas por la UNAM indican que en las pasadas elecciones esas televisoras les dieron la misma cantidad de espacio a López Obrador y a Peña Nieto, pero eso no les importa, aun así sostienen que no hubo objetividad. Piensan que la objetividad es criticar todo el tiempo al PRI y aplaudir todo el tiempo a los candidatos de la izquierda. Por eso llaman “oficialistas” y “vendidos” a los periodistas y comunicadores que no comparten sus creencias.
Todavía incluso hay quienes dentro de la izquierda piensan que criticar a López Obrador es un fraude electoral. López Obrador lleva 12 años criticando y hasta insultando a todos sus rivales políticos, pero si alguien dice que “Obrador es un peligro para México” entonces la izquierda sale a decir “¡eso es un fraude electoral porque están engañando a la gente!” Ya ni hablar de cómo la izquierda dice que las televisoras usaban las encuestas para apoyar a Peña Nieto, cuando fue el mismo López Obrador el que hace 6 años trato de manipular a la gente diciendo que le iba ganando en las encuestas a Calderón por 10 puntos y que en esta elección dijo que en sus propias encuestas ya había alcanzado al candidato del PRI. Tampoco la izquierda menciona el apoyo ilegal que Obrador recibió del SME y de Napoleón Gómez Urrutia.
¿Un movimiento político que considera ignorantes e imbéciles a quienes no piensan como ellos, que no respeta las elecciones, que agrede a los periodistas que los critican y que solapa todo lo que hace su candidato? Eso es un movimiento fascista. A decir verdad no voté ni votaría nunca por el PRI. Aun así pienso que tanto el priismo como la izquierda son posturas muy respetables. Eso se llama tolerancia y democracia. Lamentablemente, me parece que la izquierda se está ahogando en sí misma y es incapaz de ver otra perspectiva que no sea la propia.
Luis Alberto Ramírez Morales
Lramirez20@hotmail.com
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