No me refiero a todos; nada más a los que aparte de huevonear cotidianamente en los foros lo hacen también en feisbuk y tuiter. Aunque (sin intención de ofender a nadie), el perfil intelectual del tuitero común lo tienen CASI todos.
Repito: ¿ya vieron pa' lo que sirven las redes sociales? ¿No? Pues paren las orejas.
En los últimos meses se ha demostrado con creces que las redes atrapa-pendejos sólo sirven pa’ divulgar y fomentar lo más abyecto de las taras mentales de la sociedad. ¿Ejemplos? Dos, pa' muestra: el lanzamiento al estrellato del "yo soy 132" y el "terrorismo" de ayer en el oriente del Edomex y el D.F.
Los culpables de los fenómenos citados no son quienes los fabricaron (que, por cierto, son los mismos en ambas muestras de laboratorio); ellos están en lo suyo, son los pescadores que manipulan las redes, a eso se dedican, a pescar imbéciles. A ellos no hay que culparlos, no. Los verdaderos culpables son los cardúmenes de idiotas, los tuiteros y feisbukeros que, sin darse cuenta de ello, actúan a semejanza de las manadas de ñues africanas, que a la menor provocación estallan masivamente en una excitación bestial que termina por llevar a muchas de esas reses a la muerte. Los culpables son esos pobres entes acostumbrados a “seguir” el “pensamiento” de otros porque no son capaces de producir ideas o juicios propios. Esos que con solo decir “me gusta” ya andan parando el culo porque, según ellos, han alcanzado su “realización” en las redes sociales como promotores del avance de la civilización.
Pero, no es el objeto de este mensaje el regocijarnos observando las ocurrencias irracionales de algunas especies menores. Lo importante es el llamado que es pertinente hacer, por enésima ocasión, a los pescados prisioneros de las redes sociales para que tengan cuidado con el uso que le están dando a su desatinada ocupación. Hay que advertirles que son capaces de causar inconscientemente un perjuicio de proporciones impredecibles a la comunidad o a una parte de ella. Una comunidad que no es responsable de que muchos de sus miembros hayan caído en las redes con que, preferentemente, en estos tiempos se pesca a los pendejos.
Si siguen utilizando las malditas redes para evacuar ahí su podredumbre cultural y mental no nos van a dejar otra alternativa. Recuerden que ya van varias advertencias: la participación de las manadas, perradas o cardúmenes (como quieran llamarlas) en el internet, tendrá que regularse. Si no atienden a este llamado no se quejen de restricciones reglamentarias y menos del costo de las tarifas.
Repito: ¿ya vieron pa' lo que sirven las redes sociales? ¿No? Pues paren las orejas.
En los últimos meses se ha demostrado con creces que las redes atrapa-pendejos sólo sirven pa’ divulgar y fomentar lo más abyecto de las taras mentales de la sociedad. ¿Ejemplos? Dos, pa' muestra: el lanzamiento al estrellato del "yo soy 132" y el "terrorismo" de ayer en el oriente del Edomex y el D.F.
Los culpables de los fenómenos citados no son quienes los fabricaron (que, por cierto, son los mismos en ambas muestras de laboratorio); ellos están en lo suyo, son los pescadores que manipulan las redes, a eso se dedican, a pescar imbéciles. A ellos no hay que culparlos, no. Los verdaderos culpables son los cardúmenes de idiotas, los tuiteros y feisbukeros que, sin darse cuenta de ello, actúan a semejanza de las manadas de ñues africanas, que a la menor provocación estallan masivamente en una excitación bestial que termina por llevar a muchas de esas reses a la muerte. Los culpables son esos pobres entes acostumbrados a “seguir” el “pensamiento” de otros porque no son capaces de producir ideas o juicios propios. Esos que con solo decir “me gusta” ya andan parando el culo porque, según ellos, han alcanzado su “realización” en las redes sociales como promotores del avance de la civilización.
Pero, no es el objeto de este mensaje el regocijarnos observando las ocurrencias irracionales de algunas especies menores. Lo importante es el llamado que es pertinente hacer, por enésima ocasión, a los pescados prisioneros de las redes sociales para que tengan cuidado con el uso que le están dando a su desatinada ocupación. Hay que advertirles que son capaces de causar inconscientemente un perjuicio de proporciones impredecibles a la comunidad o a una parte de ella. Una comunidad que no es responsable de que muchos de sus miembros hayan caído en las redes con que, preferentemente, en estos tiempos se pesca a los pendejos.
Si siguen utilizando las malditas redes para evacuar ahí su podredumbre cultural y mental no nos van a dejar otra alternativa. Recuerden que ya van varias advertencias: la participación de las manadas, perradas o cardúmenes (como quieran llamarlas) en el internet, tendrá que regularse. Si no atienden a este llamado no se quejen de restricciones reglamentarias y menos del costo de las tarifas.
Comment