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Francia, primero, y portugal e Italia, después, no autorizaron el paso por su espacio aéreo al avión del presidente boliviano Evo Morales y tuvo que aterrizar de emergencia en Viena, Austria.
Evo Morales había estado en Rusia para una reunión de países exportadores de gas. Al terminar la reunión voló de regreso a Bolivia con una escala técnica programada en España.
Francia no autorizó al avión de Evo Morales a sobrevolar su espacio aéreo y obligó al avión del presidente boliviano a hacer un aterrizaje de emergencia en Austria.
¿La razón?
Se sospechaba que en el avión de Evo Morales viajaba Edward Snowden, el personaje que enfureció a Estados Unidos.
Tremendo ridículo el que hizo el gobierno francés. Además de mostrar una vergonzosa sumisión a los Estados Unidos, no le importó violar todos los tratados internacionales en materia del uso del espacio aéreo de cada país con tal de lamerle el culo a los gringos.
Prácticamente toda América Latina protestó fuertemente por esa acción que puso en peligro la vida del presidente de un país soberano. Excepto México, que como todo país sumiso, sólo "lamentó" el hecho.
Francia, primero, y portugal e Italia, después, no autorizaron el paso por su espacio aéreo al avión del presidente boliviano Evo Morales y tuvo que aterrizar de emergencia en Viena, Austria.
Evo Morales había estado en Rusia para una reunión de países exportadores de gas. Al terminar la reunión voló de regreso a Bolivia con una escala técnica programada en España.
Francia no autorizó al avión de Evo Morales a sobrevolar su espacio aéreo y obligó al avión del presidente boliviano a hacer un aterrizaje de emergencia en Austria.
¿La razón?
Se sospechaba que en el avión de Evo Morales viajaba Edward Snowden, el personaje que enfureció a Estados Unidos.
Tremendo ridículo el que hizo el gobierno francés. Además de mostrar una vergonzosa sumisión a los Estados Unidos, no le importó violar todos los tratados internacionales en materia del uso del espacio aéreo de cada país con tal de lamerle el culo a los gringos.
Prácticamente toda América Latina protestó fuertemente por esa acción que puso en peligro la vida del presidente de un país soberano. Excepto México, que como todo país sumiso, sólo "lamentó" el hecho.
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