Re: Elecciones 2018: Adiós a los Dinosaurios
Proyectos desnaturalizados
Julio Hernández López
El revoltillo frentista supone que izquierdistas votarán por derechistas para presidir la República, específicamente por el partido al que en 2006 acusaron de robarse las elecciones, con Felipe Calderón como indiciado. Y supone que derechistas votarán por izquierdistas en la capital del país, a reserva de los arreglos que se darán en otros estados y distritos electorales.
El PAN y el PRD están en un proceso de desfiguración que no es superficial: la brújula, los parámetros de esas organizaciones se han desajustado, con consecuencias más allá de estas elecciones inmediatas. Un PAN ya sin calderonistas, dominado por el anayismo pragmático; un PRD desdibujado, contrario a lo que le quedara de decoro ideológico.
En el Partido Revolucionario Institucional hay también un proceso de autodegradación. Para imponer a José Antonio Meade hubo modificaciones estatutarias pero, sobre todo, un cambio de ánimo y perspectivas, que se han confirmado sin atenuantes con la designación de otro tecnócrata ajeno al priísmo, Mikel Arriola (ex director del Seguro Social), como abanderado para la capital del país: para ser candidato a cargos importantes, en el PRI el nuevo requisito es no ser priísta; militar en el tricolor significa apoyar las designaciones de quienes, para tratar de ganar, deben ser ajenos al propio partido postulante.
La nota completa:
http://www.jornada.unam.mx/2017/12/11/opinion/010o1pol
¿Se imaginan a doña Silvia votando por Anaya?
¿Se imaginan a doña Pepis votando por Alejandra Barrales?
(Manolín ya hace mucho que se volvió priísta de closet).
Para morirse de la risa ¿No?
De ese tamaño es el autoengaño de esta "alianza" contranatura.
A la hora buena, ninguno va a cumplir su parte del trato, creyendo que "son muy listos" y que los otros si van a caer en el chanchullo.
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Proyectos desnaturalizados
Julio Hernández López
El revoltillo frentista supone que izquierdistas votarán por derechistas para presidir la República, específicamente por el partido al que en 2006 acusaron de robarse las elecciones, con Felipe Calderón como indiciado. Y supone que derechistas votarán por izquierdistas en la capital del país, a reserva de los arreglos que se darán en otros estados y distritos electorales.
El PAN y el PRD están en un proceso de desfiguración que no es superficial: la brújula, los parámetros de esas organizaciones se han desajustado, con consecuencias más allá de estas elecciones inmediatas. Un PAN ya sin calderonistas, dominado por el anayismo pragmático; un PRD desdibujado, contrario a lo que le quedara de decoro ideológico.
En el Partido Revolucionario Institucional hay también un proceso de autodegradación. Para imponer a José Antonio Meade hubo modificaciones estatutarias pero, sobre todo, un cambio de ánimo y perspectivas, que se han confirmado sin atenuantes con la designación de otro tecnócrata ajeno al priísmo, Mikel Arriola (ex director del Seguro Social), como abanderado para la capital del país: para ser candidato a cargos importantes, en el PRI el nuevo requisito es no ser priísta; militar en el tricolor significa apoyar las designaciones de quienes, para tratar de ganar, deben ser ajenos al propio partido postulante.
La nota completa:
http://www.jornada.unam.mx/2017/12/11/opinion/010o1pol
¿Se imaginan a doña Silvia votando por Anaya?
¿Se imaginan a doña Pepis votando por Alejandra Barrales?
(Manolín ya hace mucho que se volvió priísta de closet).
Para morirse de la risa ¿No?
De ese tamaño es el autoengaño de esta "alianza" contranatura.
A la hora buena, ninguno va a cumplir su parte del trato, creyendo que "son muy listos" y que los otros si van a caer en el chanchullo.
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