100 días, el recuento de los daños
En el 2006 los políticos priistas acuñaron la frase “Se mejoró la macroeconomía a costo de la microeconomía”, nada más falso, en ese año el índice de pobreza llegó a su nivel más bajo.
La economía de los países es una y la puede dividir bajo los conceptos que quiera, pero entiéndase bien, lo que hace una persona afecta al resto de la economía para bien o para mal.
Aunque es importante ver las proporciones, si usted saca un billete de mil pesos y lo quema afecta a la economía en cierto grado, pero si alguien tira a la basura 100,000,000,000 de pesos del dinero público es el equivalente a que 100 millones de personas le sacaran un billete de mil pesos de su cartera y lo quemaran, usted dirá “Yo no traigo ningún billete de mil pesos” no se preocupe lo pagará en abonos y con altos intereses.
Si lo recuerda, en el período electoral le comentaba que en el momento de elegir no se fuera por los discursos fabricados, sino que viera la historia, temperamento e ideología del candidato para saber cómo iba a gobernar.
Bueno pues, se eligió a un porro marxista, resentido y analfabeto funcional, luego el elegido se comporta como porro marxista, resentido y analfabeto, llevando al país al abismo.
No hay antecedente en la vida del país de un presidente que en sus primeros 100 años haya hecho tal daño a la economía de México; pero iniciemos el recuento de los daños.
Con la cancelación del aeropuerto se tira a la basura mas de 100,000 millones, pero el daño no termina ahí, se baja la calificación del país, aquí podrían decir los “solovinos” ¿Qué nos importa la opinión de una compañía extranjera? A ellos a lo mejor los tiene sin cuidado, pero los inversionistas y los sistemas que manejan el flujo de las inversiones, SI y esto significa reducción de las inversiones, los “chairos” dirán “Que bueno que no vengan los extranjeros a enriquecerse a nuestras costillas”, ¡Cierto! los capitales vienen a buscar rendimientos vía generación de riqueza y en el camino generan empleos y consumo que beneficia a los trabajadores y empresas mexicanas, la calificación incide en el costo del dinero y habremos de pagar más intereses por el mismo dinero con el presupuesto y eso significa menos inversión pública, menos gasto social, hasta los “chairos” salen afectados con este disparate pejista, pero jamás lo reconocerán.
El daño no termina ahí, en un mundo global, los países se disputan el mercado de los servicios por lo quy los puertos y aeropuertos internacionales son fuente de riqueza para los países, tenemos el caso de Singapur, un país que se desarrollo gracias a sus servicios portuarios, Hong Kong y muchos más que aprovechan su localización para ser puente internacional al transporte de personas y mercancías.
El nuevo aeropuerto de México buscaba, no solamente dar servicio local, sino ser punto de enlace para vuelos internacionales y recibir a millones de pasajeros en su tránsito a otros países, servicios que generarían empleos y riqueza al país.
Los “solovinos” muestran los dientes, espuman y vomitan “Es que había mucha corrupción en los contratos”, si esto fuera cierto, lo conducente es que se revisaran los procesos de licitación y si hubiera delito se castigara, pero no solamente no se hizo eso, sino que se invitó a los empresarios a otros contratos, dicho en forma coloquial, “vénganse pa´ca, ahora yo reparto el pastel”.
Hasta aquí podríamos hablar de estupidez, compadrazgos, llámele como quiera; pero viene lo peor, el Aeropuerto de Santa Lucía, un aeropuerto que quizás nunca tenga el aval internacional para funcionar, lo cual no es lo más grave sino el hecho de que se le haya dado al ejercito para que sean ellos quien lo construyan, los generales de “maestros” de obra y no solo del aeropuerto sino de fraccionamientos habitacionales, esto no tiene sentido, salvo si se está haciendo caso al consejo que se da a los dictadores “Embárrale las manos de manteca al ejercito para que no tomen las armas contra ti” Chávez compartió negocios del petróleo y empresas confiscadas con el ejercito volviendo millonarios a generales que le aceptaron todo sin chistar.
Esta es solo una acción de las muchas que ha hecho el porro resentido elevado a presidente, nada lo dejará satisfecho arrasará con las instituciones, luego con las empresas y después con la población, hasta apoderarse de todo en el país y ser el Emperador plenipotenciario de México, que nadie respire sin su permiso.
La falta de reflexión y madurez de un pueblo que no atina a valerse por si mismo y pone toda su esperanza en otra persona que ha de venir a redimirlo, crea esto monstruos y habremos de sufrirlos por décadas. “Sorry mano”
En el 2006 los políticos priistas acuñaron la frase “Se mejoró la macroeconomía a costo de la microeconomía”, nada más falso, en ese año el índice de pobreza llegó a su nivel más bajo.
La economía de los países es una y la puede dividir bajo los conceptos que quiera, pero entiéndase bien, lo que hace una persona afecta al resto de la economía para bien o para mal.
Aunque es importante ver las proporciones, si usted saca un billete de mil pesos y lo quema afecta a la economía en cierto grado, pero si alguien tira a la basura 100,000,000,000 de pesos del dinero público es el equivalente a que 100 millones de personas le sacaran un billete de mil pesos de su cartera y lo quemaran, usted dirá “Yo no traigo ningún billete de mil pesos” no se preocupe lo pagará en abonos y con altos intereses.
Si lo recuerda, en el período electoral le comentaba que en el momento de elegir no se fuera por los discursos fabricados, sino que viera la historia, temperamento e ideología del candidato para saber cómo iba a gobernar.
Bueno pues, se eligió a un porro marxista, resentido y analfabeto funcional, luego el elegido se comporta como porro marxista, resentido y analfabeto, llevando al país al abismo.
No hay antecedente en la vida del país de un presidente que en sus primeros 100 años haya hecho tal daño a la economía de México; pero iniciemos el recuento de los daños.
Con la cancelación del aeropuerto se tira a la basura mas de 100,000 millones, pero el daño no termina ahí, se baja la calificación del país, aquí podrían decir los “solovinos” ¿Qué nos importa la opinión de una compañía extranjera? A ellos a lo mejor los tiene sin cuidado, pero los inversionistas y los sistemas que manejan el flujo de las inversiones, SI y esto significa reducción de las inversiones, los “chairos” dirán “Que bueno que no vengan los extranjeros a enriquecerse a nuestras costillas”, ¡Cierto! los capitales vienen a buscar rendimientos vía generación de riqueza y en el camino generan empleos y consumo que beneficia a los trabajadores y empresas mexicanas, la calificación incide en el costo del dinero y habremos de pagar más intereses por el mismo dinero con el presupuesto y eso significa menos inversión pública, menos gasto social, hasta los “chairos” salen afectados con este disparate pejista, pero jamás lo reconocerán.
El daño no termina ahí, en un mundo global, los países se disputan el mercado de los servicios por lo quy los puertos y aeropuertos internacionales son fuente de riqueza para los países, tenemos el caso de Singapur, un país que se desarrollo gracias a sus servicios portuarios, Hong Kong y muchos más que aprovechan su localización para ser puente internacional al transporte de personas y mercancías.
El nuevo aeropuerto de México buscaba, no solamente dar servicio local, sino ser punto de enlace para vuelos internacionales y recibir a millones de pasajeros en su tránsito a otros países, servicios que generarían empleos y riqueza al país.
Los “solovinos” muestran los dientes, espuman y vomitan “Es que había mucha corrupción en los contratos”, si esto fuera cierto, lo conducente es que se revisaran los procesos de licitación y si hubiera delito se castigara, pero no solamente no se hizo eso, sino que se invitó a los empresarios a otros contratos, dicho en forma coloquial, “vénganse pa´ca, ahora yo reparto el pastel”.
Hasta aquí podríamos hablar de estupidez, compadrazgos, llámele como quiera; pero viene lo peor, el Aeropuerto de Santa Lucía, un aeropuerto que quizás nunca tenga el aval internacional para funcionar, lo cual no es lo más grave sino el hecho de que se le haya dado al ejercito para que sean ellos quien lo construyan, los generales de “maestros” de obra y no solo del aeropuerto sino de fraccionamientos habitacionales, esto no tiene sentido, salvo si se está haciendo caso al consejo que se da a los dictadores “Embárrale las manos de manteca al ejercito para que no tomen las armas contra ti” Chávez compartió negocios del petróleo y empresas confiscadas con el ejercito volviendo millonarios a generales que le aceptaron todo sin chistar.
Esta es solo una acción de las muchas que ha hecho el porro resentido elevado a presidente, nada lo dejará satisfecho arrasará con las instituciones, luego con las empresas y después con la población, hasta apoderarse de todo en el país y ser el Emperador plenipotenciario de México, que nadie respire sin su permiso.
La falta de reflexión y madurez de un pueblo que no atina a valerse por si mismo y pone toda su esperanza en otra persona que ha de venir a redimirlo, crea esto monstruos y habremos de sufrirlos por décadas. “Sorry mano”
Comment