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La Leyenda del Murciélago
(Leyenda tradicional mexicana - Oaxaca)
Cuenta la leyenda que el murciélago una vez fue el ave más bella de la Creación.
El murciélago al principio era tal y como lo conocemos hoy y se llamaba La Leyenda del Murciélago
(Leyenda tradicional mexicana - Oaxaca)
Cuenta la leyenda que el murciélago una vez fue el ave más bella de la Creación.
El murciélago al principio era tal y como lo conocemos hoy y se llamaba biguidibela (biguidi = mariposa y bela = carne; el nombre venía a significar algo así como mariposa desnuda).
Un día frío subió al cielo y le pidió plumas al creador, como había visto en otros animales que volaban. Pero el creador no tenía plumas, así que le recomendó bajar de nuevo a la tierra y pedir una pluma a cada ave. Y así lo hizo el murciélago, eso sí, recurriendo solamente a las aves con plumas más vistosas y de más colores.
Cuando acabó su recorrido, el murciélago se había hecho con un gran número de plumas que envolvían su cuerpo.
Consciente de su belleza, volaba y volaba mostrándola orgulloso a todos los pájaros, que paraban su vuelo para admirarle. Agitaba sus alas ahora emplumadas, aleteando feliz y con cierto aire de prepotencia. Una vez, como un eco de su vuelo, creó el arco iris. Era todo belleza.
Pero era tanto su orgullo que la soberbia lo transformó en un ser cada vez más ofensivo para con las aves.
Con su continuo pavoneo, hacía sentirse chiquitos a cuantos estaban a su lado, sin importar las cualidades que ellos tuvieran. Hasta al colibrí le reprochaba no llegar a ser dueño de una décima parte de su belleza.
Cuando el Creador vio que el murciélago no se contentaba con disfrutar de sus nuevas plumas, sino que las usaba para humillar a los demás, le pidió que subiera al cielo, donde también se pavoneó y aleteó feliz. Aleteó y aleteó mientras sus plumas se desprendían una a una, descubriéndose de nuevo desnudo como al principio.
Durante todo el día llovieron plumas del cielo, y desde entonces nuestro murciélago ha permanecido desnudo, retirándose a vivir en cuevas y olvidando su sentido de la vista para no tener que recordar todos los colores que una vez tuvo y perdió.
Esto es un resumen que encontre en la red pero me late muchisimo mas la version que hizo andres henestrosa.
si necesitas una leyenda mas mouderna puedes buscar una llamada El Algoritmo Magico, es toda una leyenda fantastica
el nene feo
esto sucedio en el 2005,en un hospital de neza una mujer dio a luz en medio de grandes dolores y lamentos a un bebe feo,ella murio en el parto,las enfermeras y los medicos se asombraron puies el bebe era horrendo,feo,horroroso,mas feo que quedarse sin empoleo,en fin pasaron 3 dias y ninguna enfermera queria hacerse cargo del bebe feo,a todas las repugnaba,su rostro era como el de un tipo de 50 años,malencarado,su piel era color violaceo,sus ojos negros como el demonio.
sucedio que una tarde nublada y lluviosa una enfermera estaba sola alimentando al engendro y en son de burla le dijo: "que feo estas cabron"...
entonces el bebe abrio los ojos enrojecidos y dijo con una voz de ultratumba:
"mas feo se va a poner cuando gane calderon la presidencia!"
luego solto una diabolica carcajada y murio.
la enfermera de nombre petra hernandez a raiz de eso se volvio loca y termino suicidandose tirandose de la torre mayor....
esto fue algo real,fue un hecho veridico.
Los antiguos mexicas creían que alguna vez la Luna había brillado tanto como el Sol, pero que luego fue castigada. Ésta es la historia que contaban los viejos sobre el nacimiento del Sol y la Luna.
Antes de que hubiese día en el mundo, cuando aún era de noche, se juntaron todos los dioses en Teotihuacán, su ciudad, y se sentaron formando un círculo.
-¿Quién se encargar de alumbrar el mundo? -preguntaron.
Entonces Tecuciztécatl, que era muy rico y muy bien vestido, se puso de pie.
-Yo tomo el cargo de alumbrar el mundo -dijo.
-¿Quién ser el otro? -preguntaron los dioses.
Pero nadie respondió, nadie quería tomar la carga. Uno a uno fueron bajando la cabeza hasta que sólo quedó el último, un dios pobre y feo, lleno de bubas y llagas, que se llamaba Nanahuatzin.
-Alumbra ti, bubosito -le dijeron.
-Así será -respondió Nanahuatzin mientras bajaba la cabeza-. Acepto sus órdenes como un gran honor.
Antes de poder convertirse en soles para alumbrar el mundo, los dos dioses tenían que hacer regalos y ofrendas. Para ello les construyeron dos gigantescos templos en forma de pirámide que aún ahora se pueden ver en Teotihuacán. Cada uno se sentó arriba de su pirámide y estuvo ahí cuatro días, sin comer ni dormir. Tecuciztécatl ofrendó plumas hermosas de color azul y rojo, pelotas de oro y espinas rojas de coral de mar. Nanahuatzin no pudo regalar nada tan hermoso: en vez de plumas ofreció yerbas atadas entre sí, ofrendó pelotas de heno en lugar de pelotas de oro y regaló espinas de maguey pintadas de rojo con su propia sangre. Mientras los dos dioses hacían penitencia, los otros prendieron una inmensa fogata en , la cumbre de otro templo.
Cuando terminó su penitencia, Nanahuatzin y Tecuciztécatl arrojaron al aire las cosas que habían ofrendado y bajaron de sus templos. Poco antes de la medianoche los otros dioses los vistieron para que se arrojaran al fuego. Tecuciztécatl se puso prendas de fina tela y un tocado de plumas; Nanahuatzin iba vestido con un maxtlatl y un tocado de papel. Era el momento esperado. Todos los dioses se sentaron alrededor de la inmensa fogata y Nanahuatzin y Tecuciztécatl se acercaron cada uno por su lado.
-Tecuciztécatl, brinca tú primero -ordenaron los dioses.
Tecuciztécatl se aproximó al fuego con paso firme, pero se detuvo cuando vio las inmensas llamas y sintió el calor abrasador. Otra vez volvió a intentarlo, pero tampoco pudo arrojarse a la fogata. Los dioses lo contemplaron en silencio hasta que hizo su cuarto intento. Entonces lo detuvieron.
-Ningún dios puede hacer más de cuatro intentos. Has perdido. ¡Qué venga Nanahuatzin!
El buboso caminó rápidamente y se arrojó al fuego sin detenerse un instante. Entonces el fuego comenzó a sonar y rechinar. En cuanto lo vio entrar a las llamas, Tecuciztécatl sintió tanta envidia que corrió tras él y se arrojó a su lado. Detrás de ellos entraron un águila y un tigre. Desde entonces esos animales tienen manchas negras en las plumas y en la piel.
Después de que Nanahuatzin y Tecuciztécatl se quemaron en el fuego, los dioses se sentaron a esperar que saliera el Sol. Cuando el cielo se iluminó de color rojo, como se ilumina al alba, los dioses se pusieron de rodillas para saludar al nuevo astro. No sabían bien por cuál rumbo había de aparecer. Unos decían que por el Norte, otros por el Sur. Sólo el dios Ehécatl, el Señor del Viento, supo que el Sol debía aparecer por el Este y se arrodilló en esa dirección.
Cuando salió el Sol, que era Nanahuatzin, se veía muy colorado, parecía que se contoneaba de una parte a la otra. Brillaba tanto que nadie lo podía mirar directamente. Pero poco después apareció la Luna, que era Tecuciztécatl, que brillaba tanto como él y tenía el mismo resplandor rojo.
Cuando los dioses vieron a los astros juntos dijeron:
-¡Oh dioses! ¿Cómo es esto? ¿Será bien que vayan ambos a la par? ¿Será bien que igualmente alumbren?
Entonces unode ellos corrió hacia la Luna y le arrojó un conejo. El conejo cayó en la cara de la Luna y apagó su brillo. Por eso la Luna ahora es menos brillante que el Sol y tiene un conejo marcado con todo y sus orejas en el centro de su rostro.
Los dioses quedaron tranquilos, pues el único Sol debía ser Nanahuatzin, que se había arrojado primero fuego. Pero ni el Sol ni la Luna se movían, los dos se habían quedado quietos en el Oriente, arriba del horizonte.
-¿Cómo podemos vivir? -se preguntaron los dioses. El Sol no se mueve y la Luna tampoco.
Entonces habló uno de ellos:
-Debemos morir todos, para hacer que el Sol pueda renacer.
En ese momento se levantó un viento horrible que mató a todos los dioses. Sólo el dios Xólotl se negó a morir y para escapar al viento se convirtió en mata de maíz pequeña y después en un maguey pequeño y en un pez que tiene pies y que vive en las lagunas, llamado ajolote.
Dicen los antiguos que ni siquiera con la muerte de los dioses se movió el Sol. Fue Ehécatl, el viento, quien hizo moverse, pues fue hasta donde estaba y lo empujó para que anduviese su camino.
Detrás del Sol comenzó a andar la Luna. Por eso no se mueven juntos, sino que se mueven en distintas direcciones.
Se trata de la historia de una familia Michoacana que no tenían para tragar y decidió emigrar a Mexicali.
En esa ciudad los inmigrantes huhuenches se metieron de paracaidistas en unas viviendas abandonadas, y en una noche de copas los papás del niño tonto , Pancracio y Maximina , lo engendraron en el asiento trasero de un ford pinto 1972.
Lo que no sabían la pareja michoacana, es que la casa que habitaban de gorra había sido construida con varilla radioactiva, razón por la cuál el hijo salió con las orejas disparejas , los ojos haciendo chiras y extraordinariamente baboso.
Por su cara de extreñimiento y haber nacido en una dispensario médico de Mexicali, todos sus cuates lo conocían como el Mextriñido.
Así el niño tonto creció a base de puras muestras médicas caducadas , entre las burlas de todos los cachanillas de la región quienes se burlaban de sus chorejas de coliflor y sus ojos en cuarto menguante.
Ya siendo adulto, siempre que lo veían sus cuates le hacían calzón chino, por lo que fué el primero en imponer la moda de enseñar los calzones afuera del pantalón , moda que fué copiada de inmediato por todos los cholos locales.
Se sabe que siempre estuvo obsesionado por contratar tele por cable, pero su salario de piloto de pruebas en una fábica de supositorios no le alcanzaba.
Cuenta la leyenda que todos los domingos se paseaba por los pasillos del departamento de electrónica de Soriana con la esperanza de que las teleras estuvieran encendidas en el beis bol (su otra pasión además de los supositorios) , y que hasta la fecha los empleados del turno nocturno suelen escuchar en las madrugadas de limpieza, sus gemidos espectrales que claman :!Ay mi cableeee!
Hace mucho tiempo cuando había agua en abundancia en el pueblo de Tequisquiapan, en el lugar que hoy se conoce como parque “La Pila”, hubo un manantial del cual brotaba mucha agua de día y de noche. En esta parte acostumbraba nadar, tanto la gente del pueblo como la de afuera....
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