Ayer fui a ver a uno de mis socios a Pachuca. Son de esos tours que me medio molestan, porque como buen Pachuqueño, mi amigo quiere arreglar todos los asuntos en una cantina. Y hablo de llegar a las 2 de la tarde y salir a las 2 de la mañana, sea lunes, martes o miércoles o el día que sea. Así que hago lo posible espacier lo más que se puedan esas visitas.
La cosa es que ayer fueron los registros de candidatos del PRI allá en Pachuca para la Cámara Baja del Congreso y Pachuca estaba hecha un desmadre. Hacía tiempo que no veía yo al PRI con tanta efervesencia, jalón y arrastre, pagado o no pagado. Hace años que los Priistas no enseñan músculo cual se debe o por lo menos yo no lo había visto. Los actos de Labastida daban lástima. Los de Madrazo ni qué decir y el emergente Peña Nieto más bien fue una carambola de tres bandas de chiripada, porque hasta unas semanas antes de su elección, no había candidato con espolones pa gallo, por el jalonéo que se traía Pastor con los Atlacomulcas y los Atlacomulcas con la dirigencia del PRI.
La cosa es que hacía años que no veía músculo priista en plena acción. Ayer Pachuca era una romería. Camiones de acarreados, primeras planas en los periódicos, todas las estaciones locales, cubriendo el evento. La carretera congestionada por las colas de coches y camiones de los que querían entrar al PRI Hidalguense a prestar apoyo a su candidato. El tono de los discursos triunfalistas, de esos acartonados que no han sufrido cambio desde Miguel Alemán, se oían por todos lados.
El besamanos a los candidatos, las porras, las familias de agremiados con playera del candidato, la polémica por las imposiciones, el trapecismo político de la candidata por Pachuca, los enconos velados de 3 que quieren ser candidatos a la Gobernatura en unos añitos.
En fin, me acordé del PRI en sus viejas épocas, en las que los ungidos se elevaban por encima del humano común y corriente. En que los edificios viejos y mal mantenidos se volvían templo esperanzador.
Llegué ahí de chiripada, como siempre me pasa y vi cómo mis amigos veían con admiración a los candidatos, refiriendo anécdotas de cuando eran muy amigos y que seguramente los incluirían en su proyecto de gobierno. Esa mirada de cómo quién ve a su padre realizado y la ilusión de un huesito por ahí. Los futuréos no faltan: -El señor va a ser diputado, luego gobernador, luego senador y luego Presidente y como yo era su amigo en la secundaria, yo voy a ser Secretario de Gobernación.
Sidartha, esas futureadas tan más cabronas que los extraterrestres de Mausan.
La gente se hipnotiza en esos entornos. Se emociona, se ilusiona, se proyecta en el proser místico. Y si, aunque no lo crean, Fayad o Fayed o como se llame, me vio entre toda la gente y me sonriló con esa complicidad que sólo se da entre pares. Aprobó mi presencia y con esa mirada me dijo que yo iba a ser su próximo Secretario Particular y con suerte, seré diputado y luego presidente municipal y luego gobernador y luego senador y luego Presidente de la República.
Y les prometo a todos los foristas que apoyaré el foro y a los foristas, para que foreen libre y democráticamente, para que este foro lluegue a ser la cristalización de los más altos principios de la revolución.
jaja Saludos.
La cosa es que ayer fueron los registros de candidatos del PRI allá en Pachuca para la Cámara Baja del Congreso y Pachuca estaba hecha un desmadre. Hacía tiempo que no veía yo al PRI con tanta efervesencia, jalón y arrastre, pagado o no pagado. Hace años que los Priistas no enseñan músculo cual se debe o por lo menos yo no lo había visto. Los actos de Labastida daban lástima. Los de Madrazo ni qué decir y el emergente Peña Nieto más bien fue una carambola de tres bandas de chiripada, porque hasta unas semanas antes de su elección, no había candidato con espolones pa gallo, por el jalonéo que se traía Pastor con los Atlacomulcas y los Atlacomulcas con la dirigencia del PRI.
La cosa es que hacía años que no veía músculo priista en plena acción. Ayer Pachuca era una romería. Camiones de acarreados, primeras planas en los periódicos, todas las estaciones locales, cubriendo el evento. La carretera congestionada por las colas de coches y camiones de los que querían entrar al PRI Hidalguense a prestar apoyo a su candidato. El tono de los discursos triunfalistas, de esos acartonados que no han sufrido cambio desde Miguel Alemán, se oían por todos lados.
El besamanos a los candidatos, las porras, las familias de agremiados con playera del candidato, la polémica por las imposiciones, el trapecismo político de la candidata por Pachuca, los enconos velados de 3 que quieren ser candidatos a la Gobernatura en unos añitos.
En fin, me acordé del PRI en sus viejas épocas, en las que los ungidos se elevaban por encima del humano común y corriente. En que los edificios viejos y mal mantenidos se volvían templo esperanzador.
Llegué ahí de chiripada, como siempre me pasa y vi cómo mis amigos veían con admiración a los candidatos, refiriendo anécdotas de cuando eran muy amigos y que seguramente los incluirían en su proyecto de gobierno. Esa mirada de cómo quién ve a su padre realizado y la ilusión de un huesito por ahí. Los futuréos no faltan: -El señor va a ser diputado, luego gobernador, luego senador y luego Presidente y como yo era su amigo en la secundaria, yo voy a ser Secretario de Gobernación.
Sidartha, esas futureadas tan más cabronas que los extraterrestres de Mausan.
La gente se hipnotiza en esos entornos. Se emociona, se ilusiona, se proyecta en el proser místico. Y si, aunque no lo crean, Fayad o Fayed o como se llame, me vio entre toda la gente y me sonriló con esa complicidad que sólo se da entre pares. Aprobó mi presencia y con esa mirada me dijo que yo iba a ser su próximo Secretario Particular y con suerte, seré diputado y luego presidente municipal y luego gobernador y luego senador y luego Presidente de la República.
Y les prometo a todos los foristas que apoyaré el foro y a los foristas, para que foreen libre y democráticamente, para que este foro lluegue a ser la cristalización de los más altos principios de la revolución.
jaja Saludos.
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