Ahora que salió todo este desmadre del Pozolero, hay varias reflexiones que hacer:
1. Hay que agradecerles a los narcos que recurrieron al Pozolero y a otros de su mismo oficio, que le den un trato tan acéptico a esos restos humanos. No es lo mismo que dejar los cadáveres contaminando a la intemperie como foco de infección. Muy bien, pero de todos modos me pregunto ¿pa qué derretir a 300 o 400 o 500 personas? Supongo que es para guardar la identidad de los difuntos. Pero ¿para que importa? ¿A quién le importa disolver la identidad de un levantado, ya sea policía, dealer contrario, secuestrado, juez examigo o lo que sea? ¿pa que? ¿pa qué? ¿pa qué?
2. Mucha gente que somos ajenos a ese medio, pensamos (me incluyo) que dedicarse al narco es un pasaporte a la opulencia, a recursos ilimitados, a impunidad absoluta. O por lo menos debería de ser. Si te apaña el ejército con cartuchos útiles, drogas y con otros cuatro amigos en el coche, si es que no te chispan por una buena lanita, te vas al reclusorio sin derecho a fianza por una docena de delitos: Portación de arma exclusiva del ejército, asociación delictuosa, delincuencia organizada, tres o cuatro delitos contra la salud y los circunstanciales como andar en coche chueco y los muertitos que te puedan achacar. Osea, al botiquín parejo sin mucha probabilidad de salir antes de que te mueras a menos de que seas uno de los de adevis poderosos. El lugar que dejas en la organización más rápido que inmediatamente será ocupado por algún amigo o enemigo que a lo mejor hasta dio el pitazo. La lana que hiciste rápido, no alcanzará para las rentas en el penal y toda esa madre, incluyendo lo que le pudieras haber dejado a la familia. Eso es en el remoto caso de que te rompa la trompa la policía o el ejército.
Los otros peligros propios de la profesión, como que te "embarre" el Jefe; que te "ponga" el cuate que quiere tu puesto; que te "atore" un grupo contrario por invadir territorio, etc, etc, etc, pues debería de dar muy buenos dividendos. O por lo menos así debería de ser, pero parece que no o no tanto.
3. El Pozolero por tan leales servicios y tan especializados, recibía según dice, 600 dólares a la semana. Esto es, 2,400 dólares al mes. O sea, que este cabrón por 30 mil pesitos al mes le vendió el alma al diablo. También cuando se trata de tiras que "alivianan" a los narquitos de a kilo, les pasan sus 10 mil, quince mil varitos al mes. A las narcotienditas según dicen, que no se ni me consta y si alguien sabe, que me diga, sacan unos 300 o 400 pesos diarios por correr drogas, oséa, como lo que saca un taxi o un microbus diario.
Entones, estoy confundido. El común y corriente de los que le meten al narco, son pobres jodidos, que a falta de un trabajo mejor, le venden el alma al diablo, arriesgan la vida, la reputación y la familia, por unos pinches pesos.
1. Hay que agradecerles a los narcos que recurrieron al Pozolero y a otros de su mismo oficio, que le den un trato tan acéptico a esos restos humanos. No es lo mismo que dejar los cadáveres contaminando a la intemperie como foco de infección. Muy bien, pero de todos modos me pregunto ¿pa qué derretir a 300 o 400 o 500 personas? Supongo que es para guardar la identidad de los difuntos. Pero ¿para que importa? ¿A quién le importa disolver la identidad de un levantado, ya sea policía, dealer contrario, secuestrado, juez examigo o lo que sea? ¿pa que? ¿pa qué? ¿pa qué?
2. Mucha gente que somos ajenos a ese medio, pensamos (me incluyo) que dedicarse al narco es un pasaporte a la opulencia, a recursos ilimitados, a impunidad absoluta. O por lo menos debería de ser. Si te apaña el ejército con cartuchos útiles, drogas y con otros cuatro amigos en el coche, si es que no te chispan por una buena lanita, te vas al reclusorio sin derecho a fianza por una docena de delitos: Portación de arma exclusiva del ejército, asociación delictuosa, delincuencia organizada, tres o cuatro delitos contra la salud y los circunstanciales como andar en coche chueco y los muertitos que te puedan achacar. Osea, al botiquín parejo sin mucha probabilidad de salir antes de que te mueras a menos de que seas uno de los de adevis poderosos. El lugar que dejas en la organización más rápido que inmediatamente será ocupado por algún amigo o enemigo que a lo mejor hasta dio el pitazo. La lana que hiciste rápido, no alcanzará para las rentas en el penal y toda esa madre, incluyendo lo que le pudieras haber dejado a la familia. Eso es en el remoto caso de que te rompa la trompa la policía o el ejército.
Los otros peligros propios de la profesión, como que te "embarre" el Jefe; que te "ponga" el cuate que quiere tu puesto; que te "atore" un grupo contrario por invadir territorio, etc, etc, etc, pues debería de dar muy buenos dividendos. O por lo menos así debería de ser, pero parece que no o no tanto.
3. El Pozolero por tan leales servicios y tan especializados, recibía según dice, 600 dólares a la semana. Esto es, 2,400 dólares al mes. O sea, que este cabrón por 30 mil pesitos al mes le vendió el alma al diablo. También cuando se trata de tiras que "alivianan" a los narquitos de a kilo, les pasan sus 10 mil, quince mil varitos al mes. A las narcotienditas según dicen, que no se ni me consta y si alguien sabe, que me diga, sacan unos 300 o 400 pesos diarios por correr drogas, oséa, como lo que saca un taxi o un microbus diario.
Entones, estoy confundido. El común y corriente de los que le meten al narco, son pobres jodidos, que a falta de un trabajo mejor, le venden el alma al diablo, arriesgan la vida, la reputación y la familia, por unos pinches pesos.
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