¿Eres de aquellos a quienes su memez no les permite diferenciar entre un país con instituciones democráticas y otro que carece de ellas? A poco si anulas tu voto, y luego te das cuenta que eso es igual a nada para derrumbar las instituciones que repudias…, ¡haces una revolución! Está bien que mames, pero, ¡no te cuelgues! ¿O crees que si anulas tu voto, las legiones de activistas, militantes partidistas y candidatos electos se van a poner a llorar? ¿Crees que los políticos variarán el concepto que tienen de ti porque les enseñes la lengua y les pintes caracoles? ¡Pamplinas! A ti te alejó de los únicos causes democráticos existentes para mejorar el país que, desafortunadamente, te vio nacer, el contagioso pensamiento pragmático de la codicia individualista y el odio hacia todo lo que tenga contenido social y nacionalista.
(Aquí hago un paréntesis dedicado a los mariquitas del foro para que corran a avisarle a quienes les jalan los hilos para que se vengan rápido a encabezar las consignas contra el Verdugo: “¡MALDITO COMUNISTA!, ¡ASQUEROSO SOCIALISTA!, o aún mejor: ¡IMPÚDICO NACIONALSOCIALISTA!, ¡CERDO NEONAZI!” y tantas y tantas ocurrencias con que les da por ofender a quien no se ciñe a sus criterios, sobre todo ideológicos, en esta sociedad infestada de publicidad divisionista y fanatizada por las “orientaciones” del manualismo de la “superación personal” y la “autoestima”)
Vuelvo contigo, oveja extraviada del redil del raciocinio: tú eres el único culpable de lo que sucede en México. ¿Qué sucede en México? Bueno, asegún tú, todo, pero todo, está mal. ¿Por qué? Porque, a pesar de que te la pasas todo el día rascándote las escritillas (léase: tanates) sentadote frente al teclado de lo que has convertido en la nueva caja idiota (tu compu); a pesar de que no haces nada, absolutamente nada, por el bien de tu comunidad y de tu país, cada vez que “descubres” que los que sí se preocupan por los asuntos públicos te necesitan, te haces el interesante, y movido por el germen de la corrupción que con tu holgazanería has abonado, intentas ponerle precio a tu participación, en este caso a tu voto. Pero, poco ingenioso que eres, no sabes cómo cobrar el “privilegio” de tu voto a los candidatos. Entonces te haces eco de las campañas provenientes de los enemigos del despertar de tu propia raza (toco madera), y te sueltas el pelo injuriando, nomás porque sí, ya que ni los conoces, a todos los buenos ciudadanos que participamos en los procesos electorales, unos votando y otros siendo votados, para que siga el “señor”, o seas tú, gozando, como todos los zánganos tus compañeros, del sustento, del confort y la seguridad, aunque sea relativa (de la que luego hablaremos), que priva en México (grandioso país donde la mayoría no somos como tú), gracias a que nuestros antepasados supieron vencer los males traídos por los antepasados de aquellos que te manipulan: los representantes de la codicia individualista y voraces guerreristas…, ¡ah!, pero eso sí, buenos pa’ meterte en la cabezota toda la subcultura de los manuales de la auto estima que tan bien te han preparado para anhelar lo que no puedes alcanzar y desestimar todo lo que México te ha dado.
Si no quieres molestarte en ir a anular tu voto, y con ello seguir siendo manipulado por los “mejores vendedores del mundo”, mejor quédate en tu casa a echarte, entre chela y chela, unos buenos debates con tus pares de la recua el 5 de Julio. Sigue los pormenores de las elecciones por Internet y coméntalas; pero coméntalas inteligentemente (perdón por la risa), y así ayudarás más a tu individualismo que molestándote en salir de casa. De todos modos siempre dominarán a los demás, los malditos políticos.
(Aquí hago un paréntesis dedicado a los mariquitas del foro para que corran a avisarle a quienes les jalan los hilos para que se vengan rápido a encabezar las consignas contra el Verdugo: “¡MALDITO COMUNISTA!, ¡ASQUEROSO SOCIALISTA!, o aún mejor: ¡IMPÚDICO NACIONALSOCIALISTA!, ¡CERDO NEONAZI!” y tantas y tantas ocurrencias con que les da por ofender a quien no se ciñe a sus criterios, sobre todo ideológicos, en esta sociedad infestada de publicidad divisionista y fanatizada por las “orientaciones” del manualismo de la “superación personal” y la “autoestima”)
Vuelvo contigo, oveja extraviada del redil del raciocinio: tú eres el único culpable de lo que sucede en México. ¿Qué sucede en México? Bueno, asegún tú, todo, pero todo, está mal. ¿Por qué? Porque, a pesar de que te la pasas todo el día rascándote las escritillas (léase: tanates) sentadote frente al teclado de lo que has convertido en la nueva caja idiota (tu compu); a pesar de que no haces nada, absolutamente nada, por el bien de tu comunidad y de tu país, cada vez que “descubres” que los que sí se preocupan por los asuntos públicos te necesitan, te haces el interesante, y movido por el germen de la corrupción que con tu holgazanería has abonado, intentas ponerle precio a tu participación, en este caso a tu voto. Pero, poco ingenioso que eres, no sabes cómo cobrar el “privilegio” de tu voto a los candidatos. Entonces te haces eco de las campañas provenientes de los enemigos del despertar de tu propia raza (toco madera), y te sueltas el pelo injuriando, nomás porque sí, ya que ni los conoces, a todos los buenos ciudadanos que participamos en los procesos electorales, unos votando y otros siendo votados, para que siga el “señor”, o seas tú, gozando, como todos los zánganos tus compañeros, del sustento, del confort y la seguridad, aunque sea relativa (de la que luego hablaremos), que priva en México (grandioso país donde la mayoría no somos como tú), gracias a que nuestros antepasados supieron vencer los males traídos por los antepasados de aquellos que te manipulan: los representantes de la codicia individualista y voraces guerreristas…, ¡ah!, pero eso sí, buenos pa’ meterte en la cabezota toda la subcultura de los manuales de la auto estima que tan bien te han preparado para anhelar lo que no puedes alcanzar y desestimar todo lo que México te ha dado.
Si no quieres molestarte en ir a anular tu voto, y con ello seguir siendo manipulado por los “mejores vendedores del mundo”, mejor quédate en tu casa a echarte, entre chela y chela, unos buenos debates con tus pares de la recua el 5 de Julio. Sigue los pormenores de las elecciones por Internet y coméntalas; pero coméntalas inteligentemente (perdón por la risa), y así ayudarás más a tu individualismo que molestándote en salir de casa. De todos modos siempre dominarán a los demás, los malditos políticos.
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