Interesante punto de vista de Julio Astillero...
Aceleron judicial de AMLO
Amparo: blindaje contra la Corte
Amnistia: discrecionalidad
Julio Hernandez Lopez
A pocos meses de que termine la actual legislatura federal (en la que no tiene mayoria calificada para impulsar reformas constitucionales) y a menos de 40 dias de que se elija nueva titularidad del Poder Ejecutivo federal, el presidente saliente, Amlo, ha impulsado una bateria de propuestas de reformas (alcanzables con mayoria legislativa simple, pero inmediatamente enfiladas a controversias a resolver por la Corte) que en sustancia debilitarian, y en algunos casos anularian, varias de las funciones historicas del Poder Judicial de la Federacion, en especifico de la Suprema Corte de Justicia de la Nacion.
A la polemica relacionada con la reforma en materia de pensiones, el obradorismo ha sumado el empuje suficiente para sacar adelante modificaciones trascendentes en las leyes de Amparo y de Amnistia; con la primera se establecen formas para impedir que los juzgadores afecten decisiones de legisladores que estos consideren de interes popular irrebatible; con la segunda se faculta al presidente de la Republica para que de amnistia a procesados o sentenciados que llegaran a aportar informacion esclarecedora o resolutiva de temas centrales de interes nacional.
En el plano teorico, es preocupante que se otorgue al portador en turno de la banda presidencial una carta abierta de blindaje a obras o decisiones que, en caso de tener la mayoria suficiente en el Congreso y este las considerara de interes supremo, no pudieran ser revisadas, corregidas o anuladas por el Poder Judicial, que asi estaria impedido de cumplir con el esquema clasico de la division de poderes. Que hoy haya una confianza mayoritaria en el Presidente que esta por salir no deberia significar un aval institucional a temas de probable litigio.
Ha de mencionarse, sin embargo, la realidad del presidencialismo mexicano, en los tramos ocupados sobre todo por el PRI, pero tambien por el PAN, en que con leyes intocadas o con leyes modificadas ha habido un extendido sometimiento del Poder Judicial al Ejecutivo. Otro ingrediente para el analisis asoma en la virtual declaratoria de guerra politica que contra el obradorismo ha desatado el elenco judicial dominante, hoy encabezado por la ministra Norma Pinia.
El tema de la amnistia tiene dos aristas que requieren reflexion: una es la relacionada con la discrecionalidad que a fin de cuentas podra ejercer el presidente de la Republica en turno para otorgar a determinados individuos tal olvido institucional de la responsabilidad legal. Ello puede beneficiar a procesados o sentenciados en casos como el de Israel Vallarta, dolorosamente preso durante 18 anios sin recibir sentencia, pero tambien puede alcanzar a otros casos y personajes turbios o discutibles. En varios paises latinoamericanos se ha beneficiado, a partir de normas propicias para lo discrecional, a politicos corruptos, violadores de derechos humanos y militares golpistas.
Mencion aparte merece el argumento presidencial de que pretende endosar a hipoteticos delincuentes confesantes la posibilidad de resolver casos graves en los que las autoridades no han podido avanzar, como el de los desaparecidos normalistas de Ayotzinapa. Tales abusos de poder en realidad deberian haber sido llevados a los terrenos de la verdad y la justicia por los gobernantes, lo que no ha sucedido, sobre todo porque no ha habido voluntad politica de avanzar contra la barrera militar cada vez mas infranqueable.
Cierto es quehay un pacto de silencio para no llegar al fondo de casos como el de Ayotzinapa, pero romperlo no necesita de leyes de amparo ni de anzuelos liberatorios para presuntos informantes claves, sino de voluntad politica que, visto esta, ha desistido de sus promesas originales y ahora busca transferir la carga del incumplimiento a nuevas figuras juridicas distractoras.
La nota completa: https://www.jornada.com.mx/2024/04/25/opinion/008o1pol
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Aceleron judicial de AMLO
Amparo: blindaje contra la Corte
Amnistia: discrecionalidad
Julio Hernandez Lopez
A pocos meses de que termine la actual legislatura federal (en la que no tiene mayoria calificada para impulsar reformas constitucionales) y a menos de 40 dias de que se elija nueva titularidad del Poder Ejecutivo federal, el presidente saliente, Amlo, ha impulsado una bateria de propuestas de reformas (alcanzables con mayoria legislativa simple, pero inmediatamente enfiladas a controversias a resolver por la Corte) que en sustancia debilitarian, y en algunos casos anularian, varias de las funciones historicas del Poder Judicial de la Federacion, en especifico de la Suprema Corte de Justicia de la Nacion.
A la polemica relacionada con la reforma en materia de pensiones, el obradorismo ha sumado el empuje suficiente para sacar adelante modificaciones trascendentes en las leyes de Amparo y de Amnistia; con la primera se establecen formas para impedir que los juzgadores afecten decisiones de legisladores que estos consideren de interes popular irrebatible; con la segunda se faculta al presidente de la Republica para que de amnistia a procesados o sentenciados que llegaran a aportar informacion esclarecedora o resolutiva de temas centrales de interes nacional.
En el plano teorico, es preocupante que se otorgue al portador en turno de la banda presidencial una carta abierta de blindaje a obras o decisiones que, en caso de tener la mayoria suficiente en el Congreso y este las considerara de interes supremo, no pudieran ser revisadas, corregidas o anuladas por el Poder Judicial, que asi estaria impedido de cumplir con el esquema clasico de la division de poderes. Que hoy haya una confianza mayoritaria en el Presidente que esta por salir no deberia significar un aval institucional a temas de probable litigio.
Ha de mencionarse, sin embargo, la realidad del presidencialismo mexicano, en los tramos ocupados sobre todo por el PRI, pero tambien por el PAN, en que con leyes intocadas o con leyes modificadas ha habido un extendido sometimiento del Poder Judicial al Ejecutivo. Otro ingrediente para el analisis asoma en la virtual declaratoria de guerra politica que contra el obradorismo ha desatado el elenco judicial dominante, hoy encabezado por la ministra Norma Pinia.
El tema de la amnistia tiene dos aristas que requieren reflexion: una es la relacionada con la discrecionalidad que a fin de cuentas podra ejercer el presidente de la Republica en turno para otorgar a determinados individuos tal olvido institucional de la responsabilidad legal. Ello puede beneficiar a procesados o sentenciados en casos como el de Israel Vallarta, dolorosamente preso durante 18 anios sin recibir sentencia, pero tambien puede alcanzar a otros casos y personajes turbios o discutibles. En varios paises latinoamericanos se ha beneficiado, a partir de normas propicias para lo discrecional, a politicos corruptos, violadores de derechos humanos y militares golpistas.
Mencion aparte merece el argumento presidencial de que pretende endosar a hipoteticos delincuentes confesantes la posibilidad de resolver casos graves en los que las autoridades no han podido avanzar, como el de los desaparecidos normalistas de Ayotzinapa. Tales abusos de poder en realidad deberian haber sido llevados a los terrenos de la verdad y la justicia por los gobernantes, lo que no ha sucedido, sobre todo porque no ha habido voluntad politica de avanzar contra la barrera militar cada vez mas infranqueable.
Cierto es quehay un pacto de silencio para no llegar al fondo de casos como el de Ayotzinapa, pero romperlo no necesita de leyes de amparo ni de anzuelos liberatorios para presuntos informantes claves, sino de voluntad politica que, visto esta, ha desistido de sus promesas originales y ahora busca transferir la carga del incumplimiento a nuevas figuras juridicas distractoras.
La nota completa: https://www.jornada.com.mx/2024/04/25/opinion/008o1pol
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