http://tu.tv/videos/comando-armado-e...ihuahua-cometi
Supongamos que el narcotráfico y el crimen organizado tienen un origen gubernamental, y que los efectos de la lucha en contra de ellos recaen sobre la población en forma de un régimen de terror, un estado de sitio, un permanente estado policíaco. En este caso la acusación de ingenuidad recae sobre todos nosotros porque hemos hecho del gobierno una entidad fascista y todopoderosa y cada votación electoral refrendamos nuestro compromiso de vivir en esos términos y condiciones de terror. Y decimos el enemigo es el narcotráfico y el crimen organizado pero no decimos el enemigo es ese que filma y no da aviso, y si da aviso no sucede nada. El enemigo específico son los del comando, que ponen un retén y atacan una vivienda. El enemigo es por lo tanto los términos y condiciones resultantes de acciones anónimas y armadas como las que vemos en el video.
Decimos la solución es cambiar de partido pero también hay fascismos de izquierda que se manifiestan de otra manera. Por lo tanto uno de los problemas más graves que enfrenta el país y que arroja una falta de garantía de vida es ese fascismo extremo y malintencionado que priva de garantías y derechos. ¿Qué garantía tenemos de que un gobierno de izquierda no arroje un fascismo irracional, si los gobiernos comparten características en cuestiones relacionadas con el sojuzgamiento? Son poder por encima de la vida y de la razón.
¿Hasta cuándo la gente dirá: el enemigo verdadero es la burla, la burla a la seguridad y a la tranquilidad, la burla a la capacidad racional para resolver querellas y conflictos? El enemigo verdadero es la gente animalizada e incondicional que le sigue el juego a quien organiza esos operativos ambiguos en la que los participantes hacen gala de no pertenecer al gobierno inhalando cocaína en zoom, pero comparten con el gobierno características comunes, la organización, las características de los vehículos y uniformes, la portación de armas y la actitud que resulta de la portación de las mismas.
La Segob no es ingenua, la población es ingenua. Es depurada, seleccionada y estimulada para que conserve la ingenuidad y viva acobardada, comportándose por evitación.
saludos cordiales
Supongamos que el narcotráfico y el crimen organizado tienen un origen gubernamental, y que los efectos de la lucha en contra de ellos recaen sobre la población en forma de un régimen de terror, un estado de sitio, un permanente estado policíaco. En este caso la acusación de ingenuidad recae sobre todos nosotros porque hemos hecho del gobierno una entidad fascista y todopoderosa y cada votación electoral refrendamos nuestro compromiso de vivir en esos términos y condiciones de terror. Y decimos el enemigo es el narcotráfico y el crimen organizado pero no decimos el enemigo es ese que filma y no da aviso, y si da aviso no sucede nada. El enemigo específico son los del comando, que ponen un retén y atacan una vivienda. El enemigo es por lo tanto los términos y condiciones resultantes de acciones anónimas y armadas como las que vemos en el video.
Decimos la solución es cambiar de partido pero también hay fascismos de izquierda que se manifiestan de otra manera. Por lo tanto uno de los problemas más graves que enfrenta el país y que arroja una falta de garantía de vida es ese fascismo extremo y malintencionado que priva de garantías y derechos. ¿Qué garantía tenemos de que un gobierno de izquierda no arroje un fascismo irracional, si los gobiernos comparten características en cuestiones relacionadas con el sojuzgamiento? Son poder por encima de la vida y de la razón.
¿Hasta cuándo la gente dirá: el enemigo verdadero es la burla, la burla a la seguridad y a la tranquilidad, la burla a la capacidad racional para resolver querellas y conflictos? El enemigo verdadero es la gente animalizada e incondicional que le sigue el juego a quien organiza esos operativos ambiguos en la que los participantes hacen gala de no pertenecer al gobierno inhalando cocaína en zoom, pero comparten con el gobierno características comunes, la organización, las características de los vehículos y uniformes, la portación de armas y la actitud que resulta de la portación de las mismas.
La Segob no es ingenua, la población es ingenua. Es depurada, seleccionada y estimulada para que conserve la ingenuidad y viva acobardada, comportándose por evitación.
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