Durante generaciones, después del golpe de estado de Huerta, fuimos viendo como se construía un sistema tiránico y opresor que cancelaba legítimas las aspiraciones de los mexicanos, confiscaba sus bienes y anhelos en favor de los hombres del poder.
Las minorías privilegiadas acaparaban riqueza y poder dominando y empobreciendo a las mayorías, quienes se oponían sufrían las furias del poder.
La apatía nos llevó a una dictablanda donde se sobrevivía, había una aparente calma semejante a la de los cementerios, el estado tenía el control de la delincuencia, control y complicidad, la corrupción dominaba completamente pero no lo suficiente para borrar de la sociedad los anhelos de libertad y democracia.
Muchos fueron los hombres que lucharon contra el sistema con detrimento a veces hasta de su vida.
En el 2000 se quitó la Presidencia de la República al sistema, pero el sistema quedó inamovible en virtud de la legislación que lo apoya, el PRI dueño y señor del sistema mantuvo suficientes soldados dentro del congreso para frenar toda iniciativa que fuera contra los privilegios del statu quo.
Fox se fue de los Pinos como el mejor administrador que haya tenido este país pero sin haber logrado cambiar el sistema, lo mismo le sucede a Calderón a 3 años de su mandato el sistema sigue casi igual, sindicatos, medios de comunicación, cámaras, organizaciones campesinas etc. Pero decir que no hemos avanzado sería un grave error, hoy la libertad de expresión nos permite decir y escuchar cosas que antes estaban vedadas, la lucha contra la delincuencia ha despertado al tigre que manotea por todos lados asustando a la población.
Si comparamos la situación actual con la situación que soñamos evidentemente estamos reprobados, si la comparamos con otros países, habrá que ver con cuales la estamos comparando, si la comparamos con lo que éramos antes tendremos un diagnostico correcto.
Hay quienes pensaban que con el triunfo de Fox mágicamente todo se resolvería, los corruptos se volverían honrados, los sindicatos libres y progresistas, la sociedad educada y cívica, la economía floreciente y la pobreza eliminada y no fue así.
El lastre de tantas décadas de tiranía no se quita de la noche a la mañana, ni es gratis, es un proceso largo y penoso que requiere el concurso de toda la sociedad, la bestia se siente herida y ataca a todo lo que se mueve.
Calderón a tomado el toro por los cuernos y ha decidido dar la pelea que nunca se dio al crimen organizado y a la corrupción, tarea nada fácil y mucho menos inmediata, pero las guerras cansan y mas a un pueblo que la dominación estatal volvió apático y este cansancio esta rindiendo frutos al mismo sistema que espera volver al carro completo, a la dominación total.
Es duro saber en la mañana cuando sale uno a trabajar que quizás ya no regrese por la noche o que al regreso por la noche haya algún ausente, pero detener la guerra sería perderla, negociar sería el gran fracaso y retroceso.
Ninguna de las estrategia implementadas ha sido definitiva porque la réplica cambia y el ataque se debe de adecuar a la nueva circunstancia y quienes tenemos el privilegio de escribir debemos de unirnos a esta lucha porque es una lucha de libertad, de bienestar, porque no somos espectadores, la delincuencia nos agravia, nos daña y quien lucha contra ella es nuestro aliado, si queremos que todo este dolor tenga frutos debemos de apoyar la lucha emprendida por Calderón, si queremos regresar a la esclavitud civil ahí esta el PRI esperando tu voto.
Las minorías privilegiadas acaparaban riqueza y poder dominando y empobreciendo a las mayorías, quienes se oponían sufrían las furias del poder.
La apatía nos llevó a una dictablanda donde se sobrevivía, había una aparente calma semejante a la de los cementerios, el estado tenía el control de la delincuencia, control y complicidad, la corrupción dominaba completamente pero no lo suficiente para borrar de la sociedad los anhelos de libertad y democracia.
Muchos fueron los hombres que lucharon contra el sistema con detrimento a veces hasta de su vida.
En el 2000 se quitó la Presidencia de la República al sistema, pero el sistema quedó inamovible en virtud de la legislación que lo apoya, el PRI dueño y señor del sistema mantuvo suficientes soldados dentro del congreso para frenar toda iniciativa que fuera contra los privilegios del statu quo.
Fox se fue de los Pinos como el mejor administrador que haya tenido este país pero sin haber logrado cambiar el sistema, lo mismo le sucede a Calderón a 3 años de su mandato el sistema sigue casi igual, sindicatos, medios de comunicación, cámaras, organizaciones campesinas etc. Pero decir que no hemos avanzado sería un grave error, hoy la libertad de expresión nos permite decir y escuchar cosas que antes estaban vedadas, la lucha contra la delincuencia ha despertado al tigre que manotea por todos lados asustando a la población.
Si comparamos la situación actual con la situación que soñamos evidentemente estamos reprobados, si la comparamos con otros países, habrá que ver con cuales la estamos comparando, si la comparamos con lo que éramos antes tendremos un diagnostico correcto.
Hay quienes pensaban que con el triunfo de Fox mágicamente todo se resolvería, los corruptos se volverían honrados, los sindicatos libres y progresistas, la sociedad educada y cívica, la economía floreciente y la pobreza eliminada y no fue así.
El lastre de tantas décadas de tiranía no se quita de la noche a la mañana, ni es gratis, es un proceso largo y penoso que requiere el concurso de toda la sociedad, la bestia se siente herida y ataca a todo lo que se mueve.
Calderón a tomado el toro por los cuernos y ha decidido dar la pelea que nunca se dio al crimen organizado y a la corrupción, tarea nada fácil y mucho menos inmediata, pero las guerras cansan y mas a un pueblo que la dominación estatal volvió apático y este cansancio esta rindiendo frutos al mismo sistema que espera volver al carro completo, a la dominación total.
Es duro saber en la mañana cuando sale uno a trabajar que quizás ya no regrese por la noche o que al regreso por la noche haya algún ausente, pero detener la guerra sería perderla, negociar sería el gran fracaso y retroceso.
Ninguna de las estrategia implementadas ha sido definitiva porque la réplica cambia y el ataque se debe de adecuar a la nueva circunstancia y quienes tenemos el privilegio de escribir debemos de unirnos a esta lucha porque es una lucha de libertad, de bienestar, porque no somos espectadores, la delincuencia nos agravia, nos daña y quien lucha contra ella es nuestro aliado, si queremos que todo este dolor tenga frutos debemos de apoyar la lucha emprendida por Calderón, si queremos regresar a la esclavitud civil ahí esta el PRI esperando tu voto.
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