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Al Teto y demas Juarenses re/Asunto Leyzaola

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  • Al Teto y demas Juarenses re/Asunto Leyzaola

    Juarenses, para que conozcan mejor al nuevo titular de Segurifdad Publica aqui les dejo solo un par de articulos de la localidad referente al nuevo titular de Seguridad Pública de Cd. Juárez el Tte. Cor. Leyzaola, importado de otra fronteriza ciudad: Tijuana.

    EL EXPEDIENTE LEYZAOLA

    Columnista: Raúl Ramírez Baena


    Mexicali, B.C. - El Tte. Cor. Julián Leyzaola Pérez, ex Secretario de Seguridad Pública municipal de Tijuana, hoy titular de Seguridad Pública de Cd. Juárez, representa fielmente la política de Estado, la visión oficial sobre la Seguridad Pública, que ignora olímpicamente los derechos humanos y la responsabilidad del Estado como garante.

    Las loas que hablan y escriben de él periodistas de la talla de José Cárdenas y el periódico El Universal (“Leyzaola va a Juárez tras limpiar Tijuana”, Yahoo México, 10-03-2011), en el sentido de que bajo su gestión como jefe policíaco se logró convertir a esa ciudad fronteriza en “Modelo de Seguridad”, son harto preocupantes, porque eso quiere decir que, finalmente, dio resultado la campaña mediática del XIX Ayuntamiento de Tijuana y del gobierno de BC en medios locales y nacionales, difundiendo las andanzas del militar metido a jefe policíaco, como si fuera el salvador de la Patria.

    Podemos asegurar que el Tte. Cor. Leyzaola no es precisamente un jefe policíaco, sino un concepto de Estado basado en la fuerza y la brutalidad para cumplir a como de lugar –sin éxito, por cierto- el objetivo de acabar con las mafias del narcotráfico.

    Es increíble que el presidente municipal de Cd. Juárez, Héctor Munguía Lardizábal, haya menospreciado los principios constitucionales y los tratados internacionales, así como las Recomendaciones giradas por la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California (PDH) y la CNDH contra Leyzaola por el delito de tortura, y las denuncias llevadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH).

    Dice el Teto Munguía que, para contratar a Leyzaola, “consultó” con Felipe Calderón y con el gobernador César Duarte. Peor todavía; conociendo los antecedentes de Leyzaola, que son del dominio público, no se le ocurrió consultar a la CNDH y a las ONG, que tienen a punto el expediente Leyzaola (ignoramos por qué la CNDH no ha girado la Recomendación correspondiente, si cuenta desde el año pasado con las pruebas de tortura obtenidas mediante la aplicación del Protocolo de Estambul, y otras).

    Así mismo, han sido ignorados por el alcalde juarense los llamamientos al gobierno de Calderón hechos por Amnistía Internacional, Human Right Watch, el Observatorio para la Protección de los Derechos Humanos y la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), y las Recomendaciones de la PDH, la CNDH y la CIDH para la implementación de medidas cautelares a fin de salvaguardar la integridad y la vida de Blanca Mesina y Silvia Vázquez, defensoras investigadoras en Tijuana de los casos de tortura perpetrada por Julián Leyzaola, por militares en el 28º. Batallón de Infantería en Tijuana y por el Cap. Gustavo Huerta, discípulo de Leyzaola y hoy flamante jefe policíaco en la administración priísta de Carlos Bustamante.

    Blanca y Silvia tuvieron que salir urgentemente de Tijuana por las graves agresiones y amenazas de muerte recibidas en 2010, cuya principal sospecha recae precisamente en Leyzaola y en sus escoltas. La SSP y el gobierno de Baja California tuvieron que cumplir un urgente emplazamiento de la CIDH vía Recomendación, para el establecimiento de las medidas cautelares.

    Nada de esto valió, ni las denuncias penales contra Leyzaola, Huerta y el ejército ante el MP local y federal, interpuestas en octubre de 2010 por policías municipales y civiles de Tijuana, víctimas de tortura en un Estado donde, por cierto, ya se aplica pomposamente el nuevo Sistema de Justicias Penal, oral y alternativo, cuyo pionero fue, precisamente, Chihuahua, con la asistencia, promoción y costo de la USAID (la ONG Proderecho, creada ex profeso en México por el gobierno estadunidense).

    Julián Leyzaola, antes en Tijuana ahora en Juárez, reproduce el proyecto de militarización de la Seguridad Pública impuesto por Felipe Calderón en su “guerra” personal contra el narcotráfico, que ha costado ya más de 36 mil “daños colaterales”.

    Durante el paso de Leyzaola por Tijuana murieron más de 70 policías acribillados por el narco, y muchos más se corrompieron (o plata o plomo), por esa torcida visión de meter a los policías preventivos en tareas de persecución del narco, que es una atribución federal, no municipal, estatal ni militar en tanto no se decrete la suspensión de garantías.

    Tijuana no es Cd. Juárez. En la primera los narcos han llegado a acuerdos de no agresión, dada la aparente debilidad del Cártel de Los Arellano (que es la principal razón de la disminución de la violencia después de la captura del “Teo” y el “Muletas”, no por Leyzaola, como nos quieren hacer creer). Tijuana es una plaza en la que no han entrado los cárteles de los Carrillo Fuentes, del Golfo y los Zetas, como en Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, donde se vive una violencia desbordada.

    Ignorando las Recomendaciones de la PDH y la CNDH, el alcalde de Cd. Juárez dijo que desde Tijuana los empresarios le “recomendaron” a Leyzaola. Sería bueno saber qué empresarios tijuanenses le vendieron la idea barata al edil juarense y cuáles se la compraron. Y por qué no observó las Recomendaciones de referencia.

    Algo tenemos que agradecer desde Baja California a un ingenuo y desesperado Héctor Munguía: sacó a Julián Leyzaola de esta entidad, donde acababa de ser nombrado Subsecretario del Sistema Estatal de Seguridad Pública por el gobernador Osuna Millán, en la antesala de ser designado Secretario (¡gulp!). En su primera reaparición estelar, Leyzaola encabezó a 300 policías municipales, estatales y ministeriales en un operativo masivo de arrase en Mexicali que arrojó, como siempre, la detención mayoritaria de adictos, infractores e inocentes que de inmediato fueron liberados, pero cuyas estadísticas cumplieron la función mediática de consumo popular. Y todos contentos.

    Mil gracias, don Teto!! Y mucho éxito con su nuevo jefe policíaco. De lujo…

    * Presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste
    Ex Ombudsman de Baja California

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  • #2
    Re: Al Teto y demas Juarenses re/Asunto Leyzaola

    asignaturas pendientes

    ASIGNATURA PRIMERA.-“EL MODELO TIJUANA”, VIL INVENTO MEDIÁTICO.
    Rafael Olivera Avila
    No existe duda acerca de que ciertos personajes, en la función pública, son muy dados al exhibicionismo, a ser protagonistas a como dé lugar, a quienes les viene como anillo al dedo la frase aquella que reza: “va al casorio y quiere ser el novio o va al velorio y quiere ser el muerto”. En este rango estaría el ex jefe policíaco de la administración de Jorge “Narciso” Ramos, el ilustre teniente coronel, Julián Leyzaola Pérez, quien le renunció al cargo de sub, al gobernador J. Guadalupe Osuna Millán, para irse como titular de la ¿seguridad? a Ciudad Juárez, Chihuahua, e instaurar el mal denominado “Modelo Tijuana”.

    Debo reconocer que las campañas mediáticas son muy eficaces tratándose de manipular la información, esto es, en el sentido negativo sirven para satanizar a cualesquier político o funcionario público, al que mediante la propaganda negra lo pueden literalmente condenar al linchamiento social; a su vez, en sentido positivo, pueden trocar a cualquier sujeto en una especie de héroe, verbigracia un tal Capella o más significativamente, Julián Leyzaola Pérez, a quien el semanario Zeta llegó al grado de galardonarlo como “personaje del año”.

    Las ínfulas de este torturador de víctimas inocentes, crecieron desmesuradamente, al grado de que no fueron pocas las declaraciones a los medios, que provocaron mucho escozor por lo impropio de sus expresiones, como cuando denostó a las mujeres comparando el comportamiento del “Teo” cuando lo aprehendieron (en Baja California Sur, no aquí) tildándolo de miedoso como las féminas, o bien cuando pateó el cadáver de alguno de los sicarios caído en una balacera, para que se viera su enorme valentía. Así se las gasta este protagónico militar, a quien la ley civil no lo ha podido tocar, ya que goza de cabal impunidad.

    Es el héroe de la seguridad pública, por las ocurrencias de quién sabe quien, porque supuestamente instauró en esta ciudad su “Modelo Tijuana”, que por cierto el periodista Fausto Ovalle, en un documentado reportaje, disecciona con precisión:

    “…A finales de 2007, autoridades de los tres niveles de gobierno implementaron una nueva estrategia en Baja California para combatir los delitos relacionados con el crimen organizado. El nuevo modelo consistiría en una fuerte presencia del Ejército en la lucha contra el crimen organizado, principalmente por la desconfianza que se tenía de las corporaciones policíacas civiles. Para garantizar el control de las policías locales, se nombró como jefes policíacos en Tijuana y en Playas de Rosarito a los militares en retiro Julián Leyzaola y Eduardo Montero, respectivamente, y en la Policía Estatal Preventiva a Justo Buenaventura…”.

    Lo que destaca el periodista es el error de esta decisión debido a lo que muchas veces se ha advertido, en este tenor:

    “Sin embargo, también el Modelo Tijuana ha representado lo que mandos de las Fuerzas Armadas temían, que integrantes del Ejército sean cooptados por el crimen organizado para permitir el trasiego de drogas. En el último año han sido detenidos más de una veintena de militares por sus vínculos con narcotraficantes, entre ellos jefes policíacos en Tijuana y otros que se encontraban en retenes en las carreteras del estado”.

    El reportaje da cuenta pormenorizada de los militares que fueron cooptados y coludidos con los cárteles del narcotráfico. Y nos demuestra que nadie está vacunado o posee el antídoto para no caer en la tentación, así porte la vestimenta militar y su color verde olivo. No obstante, ahora transfieren el modelito a Ciudad Juárez, en donde el héroe Leyzaola, logrará meter en orden a los señores del narco (sí cómo no).

    A su vez, Raúl Ramírez Baena, también trata este tópico en su artículo más reciente, titulado: “El expediente Leyzaola”, en donde acuciosamente detalla a este personaje, en lo que muchos medios han omitido, han callado, esto es, en el delicado y grave rubro de los derechos humanos que impunemente ha violentado, ha transgredido, sin que haya poder humano que logre sentar en la silla de los acusados a tan famoso héroe. Sólo para darnos una idea de lo que es este militar, cito lo siguiente:

    “Podemos asegurar que el teniente coronel Leyzaola no es precisamente un jefe policíaco, sino un concepto de Estado basado en la fuerza y la brutalidad para cumplir a como dé lugar –sin éxito, por cierto- el objetivo de acabar con las mafias del narcotráfico. Es increíble que el presidente municipal de Ciudad Juárez, Héctor Munguía Lardizábal, haya menospreciado los principios constitucionales y los tratados internacionales, así como las Recomendaciones giradas por la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California (PDH) y la CNDH contra Leyzaola por el delito de tortura, y las denuncias llevadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH).

    Paradójicamente el reportero de la revista New Yorker, William Finnegan, a propósito de Leyzaola, escribió esto:

    El militar retirado es dibujado como un John Wayne. Un individuo que representa el modelo de policía rudo aplaudido por los empresarios locales, autoridades federales de México y EU… y señalado como un torturador no por uno, sino por muchos: por población civil, organizaciones civiles, ex policías, ex militares y detenidos. Y algunos, sugiere el reportero, lo creen operador justamente de Guzmán Loera; el que “le limpia la plaza de enemigos”, usando la jerga de moda. El texto periodístico deja una noción: que en la urgencia de la policía mexicana de “romper traseros”, ya no importan los civiles y sus derechos. La ovación a Leyzaola y al “modelo Tijuana” no se queda allá, en el norte. Es la gasolina que llevó a José Francisco Blake Mora de Baja California a Gobernación. De allí su importancia.

    Por lo pronto, recién estrenado Leyzaola en el cargo, lo reciben con la advertencia que apareció en una cartulina en color verde fosforescente colocada encima del cuerpo, la cual dice: “Bienvenido a Juárez Julián Leyzaola este es tu primer regalito y esto va seguir pasando a toda la bola de peynetones atte. El cartel de Sinaloa (sic)”. La noticia dice que la víctima estaba amordazada con cinta adhesiva color gris, tenía heridas de bala y visibles huellas de tortura en el rostro, además le cercenaron el dedo índice de la mano derecha. Veremos cuánto dura la heroicidad del valiente torturador. Es cuanto.

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    • #3
      Re: Al Teto y demas Juarenses re/Asunto Leyzaola

      CICUTA
      Poli-exportación

      Jaime Flores Martinez

      Desde la mañana del viernes, el secretario de Seguridad Publica de Tijuana, Gustavo Huerta Martínez, elaboró una relación de policías de Tijuana que serán enviados a Ciudad Juárez a petición de Leyzaola. Uno de los mandos policíacos realizó entrevistas durante dos días para notificarles que se irían a Juárez. Ellos estarán bajo las ordenes de Julián Leyzaola y su salario será de 25 mil pesos catorcenales. A riesgo de la furia de Huerta, muchos de ellos rechazaron la oferta. Se supone que el domingo por la tarde-noche viajarían a Juárez, aunque Cicuta desconoce el número exacto. Uno de los policías que no aceptó la invitación dice que 50 mil pesos al mes, es poco dinero para entregar su vida.

      Equiperos

      Medianamente desconcertados por el retraso en su toma de posesión, observadores del fenómeno de la violencia conocieron que la mañana del jueves, el señor Julián Leyzaola Pérez fue nombrado secretario de Seguridad Publica en Ciudad Juárez, Chihuahua, calificada como la metrópoli mas violenta del mundo.

      Y aunque algunas personas estiman que Leyzaola Pérez realizará un papel decoroso en su nuevo encargo, otros personajes consideran que enfrente tiene una labor titánica que permite augurar un rotundo fracaso. Ciudad Juárez no es lo mismo que Tijuana y el alcalde Héctor "El Teto" Murguía es muy diferente a Jorge Ramos Hernández, quien despachó como alcalde de Tijuana.

      Al saber que un funcionario intentaba “imponer” a Leyzaola, el alcalde Murguía se reunió con un sector de los empresarios de Ciudad Juárez para acusarlo de representar los intereses de un grupo delictivo “que entraría como el tercero en discordia”. Paralelamente, Leyzaola Pérez conoció detalles sobre el arresto de quien se desempeñó como director operativo de la Policía Municipal, Saulo Reyes Gamboa.

      La mañana del 18 de enero del 2008, oficiales norteamericanos arrestaron al director de la Policía Municipal, Saulo Reyes Gamboa, al intentar introducir una tonelada de marihuana por la Garita del Paso, Texas. Reyes Gamboa intentó sobornar a los policías gringos pero su intención fue frustrada. Los críticos del Teto aseguran que quien realmente perdió fue el dueño del cargamento y aunque esa visión resultaría lógica hasta para alguien con retraso mental, esos perversos quieren que las miradas apunten hacia el Teto.

      Un buen número de páginas de internet reseñan las partes cuestionables de la trayectoria del Teto. En la página http://teto-murguia.spaces.live.com se proyecta una entrevista donde Murguía se atribuye orgullosamente el nombramiento del narco policía Reyes. “Video teto malo” es el título.

      Si alguien atiende aquella máxima que señala "piensa mal y acertarás", entonces cabría la posibilidad de la existencia de un choque de intereses entre Murguía y Leyzaola. Si este último suponía que el alcalde juarense actuaba similar al ex alcalde de Tijuana, Jorge Ramos, sin duda estaba totalmente equivocado.

      Versiones creíbles aseguran que Leyzaola llegó a levantarle a Jorge Ramos. Esa versión suena lógica al observar que Leyzaola hacia su voluntad e ignoraba a Ramos. Testigos de eso afirman que el teniente coronel se atrevía a regañar al entonces alcalde y este simplemente bajaba la mirada.

      Por eso nadie se atrevería a descartar que el choque de egos o la confrontación de intereses son la causa de fondo por la que Julián Leyzaola se haya quedado varado varias semanas.

      Alguien debe decir que Leyzaola se tardó porque el Teto Murguía se resistía a designarlo tras su renuncia a la Subsecretaría de Seguridad Pública de Baja California. El alcalde de Juárez no estaba dispuesto a agachar las orejas ante Leyzaola. Para información de los mexicanos, la persona que decidió la incorporación de Leyzaola en la Secretaría de Seguridad Publica de Ciudad Juárez es nada menos que el actual secretario de Seguridad Publica del Gobierno Federal, Genaro García Luna. Este último concibió la idea de meter a Leyzaola como "cuña" en una ciudad donde se libra una cruenta batalla por el control de las drogas.

      García Luna no tiene la mejor imagen, aunque tampoco la tiene el Teto Murguía. En los hechos, ambos representarían intereses distintos, pero García Luna y Leyzaola “le van al mismo equipo”; eso explicaría el interés de García Luna por enquistar al súper policía Leyzaola en el cuestionado gobierno del priísta Héctor "El Teto" Murguía.



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      Eleva
      forista natural
      Last edited by Eleva; 14-marzo-2011, 16:21.

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