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La Gran Desconexión

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  • La Gran Desconexión

    La gran desconexión


    Por DAVID BROOKS

    Publicado por el periódico financiado por el gordito $lim, Pre$tanombre$ de Carlo$ $alina$ de Gortari, Mejor conocido como The Jew York Times, el 26 de abril de 2011


    Traducido por Rafael Norma Méndez


    En un nivel, la política Americana parece sorprendentemente estable. La aprobación del Presidente Obama es aproximadamente del 46%, y no ha cambiado mucho dese hace todo un año.. la reforma sobre el ciudado de la salud es ligeramente impopular, y la visión del público no hse ha modificado desde antes de que fuera aprobada

    De acuerdo con una encuesta realizada por Pew Research Center, el público está igualmente dividido sobre cuál aprtido pudiera hacer un mejor trabajo en el manejo de la política exterior, de la situación de empleo, de la reforma sobre la Seguridad Social, de la reforma del Cuidado de la Salud, y de muchos otros temas. Parece como si retrocediéramos al empate 50-50 que ha sido la norma en las pasadas décadas.

    Es más, los dos partidos están por comenzar unas campañas políticas completamente familiares. Los democRATAS están por prometer elevar impuestos a los ricos para preservar el estado de bienestar justamente como lo han hecho desde 1980. Los republicanos están por comprometerse a reducir impuestos, e introducir mecanismos de mercado para reformar el estado de bienestar, justo como lo han hecho desde 1980.

    EL país está por que se le ofrezcan los dos productos iguales: una de las instalaciones de producción soviética “A” (los republicanos) y otra de las instalaciones de producción soviética “B” (Los DemocRATAS) Y reaccionará como siempre lo ha hecho.

    De esto tu podrías fácilmente obtener la impresión de que la política americana está rodando . Pero esta estabilidad es engañosa. Los actuales arreglos están paralizados, pero también son frágiles. La política americana es como una competencia boxística, arriba de una plataforma. Una vez que estás en la plataforma, todo parece normal. Peor en cuanto retrocedes, ves que las trabes y las columnas que soportan la plataforma están tronando y pudriéndose

    Esta cuarteadora y pudrimiento originalmente están provocados por una serie de problemas estructurales que trascienden cualquier ciclo económico: Hay problemas estructurales en la economía tales como la desaceleración en el crecimiento y el estancamiento en los ingresos de la clase media. Hay problemas estructurales en el estado de bienestar mientras que los baby boomers gastan despilfarradamente en sí mismos e imponen espantosos costos sobre las generaciones futuras. Hay problemas estructurales en los mercados de energía mientras que el resurgimiento de China y la inestabilidad crónica del Medio Oriente conduce a precios volátiles del gas.. Hay problemas estructurales con la política migratoria y la política impositiva y así en todo lo demás.

    Mientras que todos estos problemas no han sido atendidos, los americanos han perdido la fe en la credibilidad de su sistema político, que es el único recurso en el que el régimen entero ha predicado. Esta pérdida de ffe ha contribuido a un negro talante nacional. El país está pesimista, ansioso, avergonzado y a la defensiva

    La parte de Americanos que dicen confiar en que gobierno hace lo correcto la mayoría de las veces, está escabulléndose a lo largo de disminuciones históricas. La aprobación del Congreso y de la mayoría de las instituciones está desplomándose. EL 60% de los Americanos piensan que el país está en la trayectoria errónea, de acuerdo con las encuestas de The New York Times y de la encuesta de noticias CBS. Casi el 67% [de la población] cree que la nación está en decadencia, de acuerdo con una variedad de encuestas generales.

    Durante los meses pasados hemos visto un fenómeno fascinante. EL talante público se ha deslindado del ciclo económico. En épocas normales las recuperaciones económicas producen recuperaciones sicológicas. Al menos por el momento parece ser que esto no está ocurriendo.

    Los Estados Unidos de Amnesia han experimentado nueve meses de lento crecimiento económico. La tasa de desempleo ha disminuido y, en marzo, le economía de Los Estados Unidos de Amnesia añadieron un[incremento] robusto de 216,000 empleos. NO obstante el talante público se está obscureciendo, y no está iluminándose. La encuesta de The New York Times/y de las Noticias de la CBS mostraron un incremento del 13% en el número de Americanos que creen que las cosas se están poniendo peor. El Índice Gallup de Confianza está ahora tan bajo como lo ha estado desde el punto más elevado de la recesión.

    La opinión publica no está comportándose de la manera como lo hacía en otras recesiones.

    Si se profundiza más dentro de la encuesta , se observa que el país no está movilizándose por esta sensación de crisis, sino que está inmovilizado por este sentimiento de crisis. El incremento impositivo hacia los ricos es popular, , peor casi cualquier otra medida que pudiera tomarse para enfrentar l a crisis fiscal es profundamente impopular. El 63% de los o Americanos se oponen a elevar el techo de endeudamiento; y las mayorías similares se oponen a medidas que hagan innecesaria esa clase de cosas.

    Existe una inclinación negativa en el país, especialmente entre los independientes políticamente y el publico que gana entre U. S: Cy. $30,000 - $75,000 (quienes se han vuelto extremadamente lóbregos). Es difícil reunir mayorías [sobre temas como] la inmigración, la energía y la reforma impositiva

    En cierto punto algo va a suceder para derrumbar la plataforma política — quizás una crisis en la deuda , quizás cuando China sobrepase a Los Estados Unidos de Amnesia como la economía mundial mayor del mundo, quizás tan pronto como en el 2016, En ese punto veremos cambios que actualmente son inimaginables.

    Surgirán nuevas fuerzas políticas desde afuera o desde adentro. Un fuereño medio chiflado como Donald Trump podría romper la reja y lograr una pasmosa estatura política. . Alternativamente las personas informadas como la Comisión Simpson-Bowles o la banda de seis del Senado podrían afirmar autoridad y recrear un establecimiento político centrista fuerte, como el que disfrutaba la nación en al década de los ’50.

    Ahora nada parece probable. Pero en estas circunstancias no hay que descartar nada.  


    Una versión de este articulo apareció impreso en la edición del 26 de abril de 2011en la página A25 de The New York Times con el encabezado [b] La gran desconexión
    Rafael Norma
    Forista Turquesa
    Last edited by Rafael Norma; 27-abril-2011, 06:45.

  • #2
    Re: La Gran Desconexión

    Op-Ed Columnist
    The Big Disconnect
    By DAVID BROOKS
    Published: April 25, 2011
    comments (299)
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    On one level, American politics looks amazingly stable. President Obama’s approval rating is about 47 percent, and it hasn’t changed much in well over a year. Health care reform is mildly unpopular, and the public’s view hasn’t shifted much since before it was passed.



    According to Pew Research Center polls, the public is evenly divided over which party can do a better job of handling foreign policy, the job situation, Social Security reform, health care reform and many other issues. It looks as if we’re back to the 50-50 stasis that has been the norm for the past few decades.

    Moreover, the two parties are about to run utterly familiar political campaigns. The Democrats are going to promise to raise taxes on the rich to preserve the welfare state, just as they have since 1980. The Republicans are going to vow to cut taxes and introduce market mechanisms to reform the welfare state, just as they have since 1980.

    The country is about to be offered the same two products: one from Soviet Production Facility A (the Republicans), and the other from Soviet Production Facility B (the Democrats). It will react just as it always has.

    From this you could easily get the impression that American politics are trundling along as usual. But this stability is misleading. The current arrangements are stagnant but also fragile. American politics is like a boxing match atop a platform. Once you’re on the platform, everything looks normal. But when you step back, you see that the beams and pillars supporting the platform are cracking and rotting.

    This cracking and rotting is originally caused by a series of structural problems that transcend any economic cycle: There are structural problems in the economy as growth slows and middle-class incomes stagnate. There are structural problems in the welfare state as baby boomers spend lavishly on themselves and impose horrendous costs on future generations. There are structural problems in energy markets as the rise of China and chronic instability in the Middle East leads to volatile gas prices. There are structural problems with immigration policy and tax policy and on and on.

    As these problems have gone unaddressed, Americans have lost faith in the credibility of their political system, which is the one resource the entire regime is predicated upon. This loss of faith has contributed to a complex but dark national mood. The country is anxious, pessimistic, ashamed, helpless and defensive.

    The share of Americans who say they trust government to do the right thing most of the time is scuttling along at historic lows. Approval of Congress and most other institutions has slid. Seventy percent of Americans think the country is on the wrong track, according to The New York Times/CBS News poll. Nearly two-thirds believe the nation is in decline, according to a variety of surveys.

    Over the past months, we’ve seen a fascinating phenomenon. The public mood has detached from the economic cycle. In normal times, economic recoveries produce psychological recoveries. At least at the moment, that seems not to be happening.

    The U.S. has experienced nine straight months of slow economic growth. The unemployment rate has fallen, and, in March, the U.S. economy added a robust 216,000 jobs. Yet the public mood is darkening, not brightening. The New York Times/CBS News poll showed a 13 percentage point increase in the number of Americans who believe things are getting worse. The Gallup Economic Confidence Index is now as low as it has been since the height of the recession.

    Public opinion is not behaving the way it did after other recent recessions.

    If you dive deeper into the polling, you see the country is not mobilized by this sense of crisis but immobilized by it. Raising taxes on the rich is popular, but nearly every other measure that might be taken to address the fiscal crisis is deeply unpopular. Sixty-three percent of Americans oppose raising the debt ceiling; similar majorities oppose measures to make that sort of thing unnecessary.

    There is a negativity bias in the country, especially among political independents and people earning between $30,000 and $75,000 (who have become extremely gloomy). It is hard to rally majorities behind immigration, energy or tax reform.

    At some point something is going to happen to topple the political platform — maybe a debt crisis, maybe when China passes the United States as the world’s largest economy, perhaps as early as 2016. At that point, we could see changes that are unimaginable today.

    New political forces will emerge from the outside or the inside. A semi-crackpot outsider like Donald Trump could storm the gates and achieve astonishing political stature. Alternatively, insiders like the Simpson-Bowles commission or the Senate’s bipartisan “Gang of Six” could assert authority and recreate a strong centrist political establishment, such as the nation enjoyed in the 1950s.

    Neither seems likely now. But in these circumstances, rule out nothing.  

    Comment


    • #3
      Re: La Gran Desconexión



      Crisis de Credibilidad Ciudadana en la Política de...


      .....los Estados Unidos de Amnesia


      La Gran Desconexión












      Por DAVID BROOKS











      Publicado por el periódico financiado por el gordito $lim, Pre$tanombre$ de Carlo$ $alina$ de Gortari, Mejor conocido como The Jew York Times, el 26 de abril de 2011











      Traducido por Rafael Norma Méndez











      En un nivel, la política Americana parece sorprendentemente estable. La aprobación del Presidente Obama es aproximadamente del 46%, y no ha cambiado mucho dese hace todo un año.. la reforma sobre el cuidado de la salud es ligeramente impopular, y la visión del público no se ha modificado desde antes de que fuera aprobada







      De acuerdo con una encuesta realizada por Pew Research Center, el público está igualmente dividido sobre cuál partido pudiera hacer un mejor trabajo en el manejo de la política exterior, de la situación de empleo, de la reforma sobre la Seguridad Social, de la reforma del Cuidado de la Salud, y de muchos otros temas. Parece como si retrocediéramos al empate 50-50 que ha sido la norma en las pasadas décadas.







      Es más, los dos partidos están por comenzar unas campañas políticas completamente familiares. Los democRATAS están por prometer elevar impuestos a los ricos para preservar el estado de bienestar justamente como lo han hecho desde 1980. Los republicanos están por comprometerse a reducir impuestos, e introducir mecanismos de mercado para reformar el estado de bienestar, justo como lo han hecho desde 1980.







      EL país está por que se le ofrezcan los dos productos iguales: una de las instalaciones de producción soviética “A” (los republicanos) y otra de las instalaciones de producción soviética “B” (Los DemocRATAS) Y reaccionará como siempre lo ha hecho.







      De esto tu podrías fácilmente obtener la impresión de que la política americana está rodando . Pero esta estabilidad es engañosa. Los actuales arreglos están paralizados, pero también son frágiles. La política americana es como una competencia boxística, arriba de una plataforma. Una vez que estás en la plataforma, todo parece normal. Pero en cuanto retrocedes, ves que las trabes y las columnas que soportan la plataforma están tronando y pudriéndose







      Esta cuarteadora y pudrimiento originalmente están provocados por una serie de problemas estructurales que trascienden cualquier ciclo económico: Hay problemas estructurales en la economía tales como la desaceleración en el crecimiento y el estancamiento en los ingresos de la clase media. Hay problemas estructurales en el estado de bienestar mientras que los “baby boomers” gastan despilfarradamente en sí mismos e imponen espantosos costos sobre las generaciones futuras. Hay problemas estructurales en los mercados de energía mientras que el resurgimiento de China y la inestabilidad crónica del Medio Oriente conduce a precios volátiles del gas.. Hay problemas estructurales con la política migratoria y la política impositiva y así en todo lo demás.







      Mientras que todos estos problemas no han sido atendidos, los americanos han perdido la fe en la credibilidad de su sistema político, que es el único recurso en el que el régimen entero ha predicado. Esta pérdida de ffe ha contribuido a un negro talante nacional. El país está pesimista, ansioso, avergonzado y a la defensiva







      La parte de Americanos que dicen confiar en que gobierno hace lo correcto la mayoría de las veces, está escabulléndose a lo largo de disminuciones históricas. La aprobación del Congreso y de la mayoría de las instituciones está desplomándose. EL 60% de los Americanos piensan que el país está en la trayectoria errónea, de acuerdo con las encuestas de The New York Times y de la encuesta de noticias CBS. Casi el 67% [de la población] cree que la nación está en decadencia, de acuerdo con una variedad de encuestas generales.







      Durante los meses pasados hemos visto un fenómeno fascinante. EL talante público se ha deslindado del ciclo económico. En épocas normales las recuperaciones económicas producen recuperaciones sicológicas. Al menos por el momento parece ser que esto no está ocurriendo.







      Los Estados Unidos de Amnesia han experimentado nueve meses de lento crecimiento económico. La tasa de desempleo ha disminuido y, en marzo, le economía de Los Estados Unidos de Amnesia añadieron un[incremento] robusto de 216,000 empleos. NO obstante el talante público se está obscureciendo, y no está iluminándose. La encuesta de The New York Times/y de las Noticias de la CBS mostraron un incremento del 13% en el número de Americanos que creen que las cosas se están poniendo peor. El Índice Gallup de Confianza está ahora tan bajo como lo ha estado desde el punto más elevado de la recesión.







      La opinión pública no está comportándose de la manera como lo hacía en otras recesiones.







      Si se profundiza más dentro de la encuesta , se observa que el país no está movilizándose por esta sensación de crisis, sino que está inmovilizado por este sentimiento de crisis. El incremento impositivo hacia los ricos es popular, pero casi cualquier otra medida que pudiera tomarse para enfrentar l a crisis fiscal es profundamente impopular. El 63% de los o Americanos se oponen a elevar el techo de endeudamiento; y las mayorías similares se oponen a medidas que hagan innecesaria esa clase de cosas.







      Existe una inclinación negativa en el país, especialmente entre los independientes políticamente y el publico que gana entre U. S. Cy. $30,000 - $75,000 (quienes se han vuelto extremadamente lóbregos). Es difícil reunir mayorías [sobre temas como] la inmigración, la energía y la reforma impositiva







      En cierto punto algo va a suceder para derrumbar la plataforma política — quizás una crisis en la deuda , quizás cuando China sobrepase a Los Estados Unidos de Amnesia como la economía mundial mayor del mundo, quizás tan pronto como en el 2016, En ese punto veremos cambios que actualmente son inimaginables.







      Surgirán nuevas fuerzas políticas desde afuera o desde adentro. Un fuereño medio chiflado como Donald Trump podría romper la reja y lograr una pasmosa estatura política. . Alternativamente las personas informadas como la Comisión Simpson-Bowles o la banda de seis del Senado podrían afirmar autoridad y recrear un establecimiento político centrista fuerte, como el que disfrutaba la nación en al década de los ’50.







      Ahora nada parece probable. Pero en estas circunstancias no hay que descartar nada.  











      Una versión de este articulo apareció impreso en la edición del 26 de abril de 2011en la página A25 de The New York Times con el encabezado La gran desconexión
      Rafael Norma
      Forista Turquesa
      Last edited by Rafael Norma; 27-abril-2011, 07:18.

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      • #4
        Re: La Gran Desconexión

        o sea los pendejos y los que se chingan a los pendejos, para decirlo brevemente.
        Saludos.

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