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Los pegostes de Cronos

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  • Re: Y Arizona,el'grand canyon state'?..necesita + y + visitantes!!

    La mayor atracción turística de los EUA es el'Gran Cañon del Colorado',con + de unos 20 millones de visitantes,incluyende muchos cientos de miles de mexicanos de todos colores y aromas!!!

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    • Colección editorial de la SEP 18(novelas) para los 18(años de edad)

      Momento histórico para generar una cultura de la lectura: Lujambio
      Jueves, 8 de Julio de 2010 | Comunicado
      Comunicado 100
      Secretaría de Educación de Pública
      Ciudad de México

      Encabezó el lanzamiento de la colección editorial 18 para los 18, que consta de seis tomos con tres novelas cada uno.
      Es una propuesta que pretende impulsar decididamente el fomento a la lectura, considerando que la población que más lee son los jóvenes de entre 18 y 22 años.

      La calidad de la educación en México se apuntalará si todos los mexicanos nos volvemos verdaderos lectores, afirmó el Secretario de Educación Pública, Maestro Alonso Lujambio, al presentar la Colección Editorial 18 para los 18 y agregó que estamos ante la posibilidad, en este momento histórico, de generar una cultura de la lectura.

      Dijo que es este el momento en el que México se revisa a sí mismo críticamente y de que los mexicanos decidamos, ahora que celebramos el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, y reflexionemos sobre lo que vamos a hacer con la cultura de la lectura en el país.

      En el evento, celebrado en el Patio del Trabajo de la propia dependencia, el encargado de la política educativa del país anunció que en los próximos días se anunciará un programa de fomento a la lectura que pretende una amplia participación de los padres de familia, la cual es fundamental para crear el hábito lector en sus hijos.

      Apuntó que es tiempo de que la Secretaría de Educación Pública cambie de estrategia, al reconocer que estamos ante un problema sistemático de nuestra cultura que no se ha podido derrotar, ya que de acuerdo con una última encuesta nacional de lectura, en México leemos 2.9 libros al año en promedio, en comparación con Brasil, con 2.3 libros; Portugal, 8.5 libros; España, 7.7 libros y con Alemania, con 12 libros al año.

      Indicó que en breve se darán a conocer cambios relacionados con la posibilidad de que los padres de familia se conviertan en los promotores más importantes de la lectura entre los mexicanos y se hará a través de los Consejos de Participación Social que se constituirán en los planteles a partir del próximo ciclo escolar.

      El Maestro Lujambio indicó que la manera más profunda, desde la perspectiva humana, de promover la lectura entre los jóvenes, es a través de la novela, porque “es un instrumento educativo extraordinario que nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y a entender a los demás”.

      Ante estudiantes de bachillerato, maestros y padres de familia, el titular de la SEP dijo que el grupo de la población que más lee son los jóvenes de entre 18 y 22 años, con un promedio de 4.2 libros anuales, mientras que el 47 por ciento de la población en general nunca ha tenido un acercamiento a la literatura, ya sea porque no les gusta o porque, aseguran, no saben qué leer o lo que tienen disponible no les interesa.

      Anunció que la colección 18 para los 18, editada por la SEP a través del Fondo de Cultura Económica (FCE), consta de seis tomos con tres novelas cada uno y se va a distribuir entre los bachilleratos federalizados de todo el país, así como en la red de bibliotecas públicas de CONACULTA y también se podrá adquirir en paquete o de forma individual.

      Por su parte, el Subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Ángel Martínez Espinosa, consideró que la adaptación de las 18 novelas cortas de esta colección forma parte del esfuerzo de la dependencia para impulsar el hábito de la lectura entre los mexicanos, ya que es un elemento fundamental para ampliar la capacidad de comunicación entre todos.
      Agregó que estas 18 novelas cortas serán difundidas en los planteles escolares a partir de septiembre próximo, como parte de los festejos del Bicentenario de la Independencia de México y Centenario de la Revolución.

      El funcionario destacó que la SEP, a través de la Subsecretaría de Educación Media Superior, dispone de tres ejes para el fomento de la lectura que son: incorporar la comprensión lectora en todas las asignaturas de bachillerato; invitación a que los alumnos y maestros lean, y que los adolescentes desarrollen el gusto por la lectura a través de esta obra.
      Por su parte, el escritor Ignacio Solares consideró que la lectura es el antídoto contra el veneno que significa la violencia y citó a José Vasconcelos, al señalar que “solo la lectura nos sacará de la barbarie”; mientras que la escritora Bárbara Jacobs señaló que esta colección 18 para los 18, se lanza para que los mexicanos nos conozcamos.

      En su participación, el escritor Christopher Domínguez señaló que es imprescindible que los jóvenes de bachillerato del siglo XXI conozcan la literatura clásica del siglo XX. El novelista Álvaro Enrigue, apuntó que para que haya lectores tiene que haber libros y éstos deben ser accesibles para los ciudadanos iniciales que son los jóvenes. Consideró la cuidadosa selección de estos títulos permite iniciar la formación de una biblioteca personal

      En el lanzamiento de la Colección Editorial 18 para los 18, estuvieron también presentes Joaquín Díez-Canedo, Director General del FCE; José Manuel Villalpando, Coordinador Ejecutivo de la Comisión Organizadora de las Conmemoraciones del Bicentenario 2010; la Diputada Kenya López Rabadán, Presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, así como la alumna de Colegio de Bachilleres Número 6, Itzel Viridiana Martínez Blancarte.

      Los títulos de esta colección son:

      El Sinore, de Salvador Elizondo
      Querido Diego, te abraza Quiela, de Elena Poniatowska
      Anónimo, de Ignacio Solares
      Soledad, de Rubén Salazar Mallén
      El Solitario Atlántico, de Jorge López Paez
      Los relámpagos de agosto, de Jorge Ibargüengoitia
      William pescador, de Christopher Domínguez Michael
      Educar a los topos, de Guillermo Fadanelli
      Las hojas muertas, de Bárbara Jacobs
      Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco
      El libro salvaje, de Juan Villoro
      Ninguna eternidad como la mía, de Ángeles Mastretta
      El complot mongol, de Rafael Bernal
      La gaviota, de Juan García Ponce
      Aura, de Carlos Fuentes
      La tumba, de José Agustín
      La muerte de un instalador, de Álvaro Enrigue
      El apando, de José Revueltas
      Fuente: Dirección General de Comunicación Social. Secretaría de
      Educación Pública, (SEP).

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      • Re: los orgullosos mexicanos son muchos hijos de la malinche.

        ¡Yo soy puro mexicano..mestizo,o criollo,o indigena!!

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        • Re: Colonizacion ,indigenas, mestizaje o mulataje??..la'raza cósmica'!

          Indígena

          Indígena es un término que, en sentido amplio, se aplica a todo aquello que es relativo a una población originaria del territorio que habita,[1] cuyo establecimiento en el mismo precede al de otros pueblos o cuya presencia es lo suficientemente prolongada y estable como para tenerla por oriunda (es decir, originario de un lugar).[2] Con el mismo sentido se utiliza, con mayor frecuencia, el término equivalente nativo, presente en expresiones como "idioma nativo". También es habitual utilizar términos como pueblos originarios, naciones nativas o aborígenes.[3]

          En sentido estricto y más habitualmente, se aplica la denominación indígenas a las etnias que preservan las culturas tradicionales no europeas. Con este alcance, se denomina indígenas a los grupos humanos que presentan características tales como:

          -pertenecer a tradiciones organizativas anteriores a la aparición del estado moderno,
          -pertenecer a culturas que sobrevivieron la expansión planetaria de la civilización europea.
          Hay que hacer notar que este tipo de clasificación es para separar a los pueblos que no tienen descendencia Europea. Sin embargo; los lapones ponen en entre dicho el concepto de lo indígena para el continente europeo por ser un pueblo que tiene las mismas caracteristicas tribales de otros pueblos primitivos del mundo.[4]

          Los indígenas frecuentemente constituyen una minoría (aunque en algunos casos son mayoría), dentro de estados nacionales de corte europeo, organizados según pautas culturales, religiosas, políticas, económicas, raciales, etc., propias de un entorno mayoritariamente europeizado. De este modo, en el sentido más restringido y utilizado del término, «lo indígena» hace referencia a un remanente pre-europeo que representa en sí mismo una antítesis de la cultura europea.

          Siguiendo este uso, no es infrecuente hablar de pueblos indígenas en distintas partes del mundo. Por ejemplo, suele considerarse que los maoríes son un pueblo indígena de Nueva Zelanda. También puede hablarse de indígenas en Borneo, en África y en otros lugares.

          Sin embargo, las poblaciones nativas de Australia, aun siendo también indígenas, se conocen bajo la denominación distintiva de aborígenes.

          Otros pueblos que mantienen fuertes pautas culturales previas a la expansión mundial europea, como los chinos, hindúes, japoneses, persas, árabes, judíos, egipcios, etc. no suelen incluirse en el término «indígena» en sentido estricto.

          Con un sentido más restringido aún, se aplica usualmente el término «indígena» a los indígenas americanos, también llamados «amerindios», «indios», «pueblos originarios» o «primeras naciones».[5]

          Los pueblos indígenas se han organizado en movimientos y asociaciones con el objetivo de defender y promover los derechos de los indígenas, en todo el mundo.

          Los pueblos indígenas

          Existen unos 350 millones de indígenas en todo el mundo, en algunos casos manteniendo sus formas ancestrales de vida. Entre ellos, los más destacados son los pueblos nómadas y en general aquellos pueblos que viven en sociedades tribales. En muchas otras ocasiones, los pueblos indígenas se han visto obligados a asimilar los patrones de vida occidentales, aunque sigan manteniendo ciertas tradiciones o el idioma.

          Son más de cinco mil pueblos con su propia forma de ver el mundo, sus particularidades culturales y lingüísticas y con una voluntad cada vez más fuerte de reivindicarlas y de sentirse orgullosos de ellas, a pesar de siglos de opresión y dominación cultural, política, económica y social por parte de grupos socioeconómicos más fuertes.

          Indígenas americanos
          - Pueblos indígenas de América Latina

          Son la población originaria del continente. Dada su enorme diversidad, se les suele agrupar en “familias” de pueblos, que comparten una ubicación geográfica, algunos rasgos culturales y, en ciertos casos, una lengua y una historia común. Éste es el caso de los pueblos andinos, mayas y caribes.

          Históricamente, los pueblos indígenas de América han sido objeto de discriminación y racismo (discriminación en lengua, en condiciones laborales y salariales, discriminación sexual), situaciones que se han reflejado en matanzas, en la existencia de un trabajo servil y otras muchas formas de injusticia (sobre todo la permanencia de las condiciones de pobreza).

          Hoy en día se ha retomado el problema indígena. Numerosos movimientos y organizaciones indígenas se han movilizado para alcanzar el reconocimiento de sus culturas, por ejemplo la educación intercultural y el derecho a la tierra. Es el caso del movimiento zapatista y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

          La definición de la lengua indígena como dialecto es un prejuicio, una forma de discriminación que considera, erróneamente, que lenguas como el náhuatl o el otomí, por dar sólo dos de los miles de ejemplos que existen, son formas de comunicarse menos complejas y menos desarrolladas que el español o el inglés o el francés: la lengua indígena es tan compleja y tan rica como cualquier otra lengua del mundo, y dialecto se define, en cambio, como toda aquella variante regional (local) de una misma lengua estándar (sea ésta indígena o no). Por ejemplo, el náhuatl, como lengua estándar, presenta muchas variantes dialectales (muchos dialectos): existe el náhuatl mexicano, el náhuatl guatemalteco y, dentro del propio México, existen el náhuatl del Estado de México (mexiquense) y el que se habla en el estado de Hidalgo, el que se habla en el Puebla, etcétera. El advenimiento de la independencia no contribuyó a cambiar esta situación; muy por el contrario, en muchos casos la agudizó.

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          • Re: incas y aztecas son AMERINDIOS,pero se diferencian en algo

            Amerindio es un término que se deriva del término «indio americano», cuyo uso y alcance semántico difiere ligeramente de unos autores a otros. Para algunos autores los amerindios incluirían tanto a los indígenas del continente americano antes del inicio del proceso de mestizaje con poblaciones europeas y africanas, como a sus descendientes modernos; algunos autores excluyen de entre los amerindios a los esquimales y a veces también a los pueblos atapascanos (ya que de acuerdo con la hipótesis amerindia su orgien etnolingüístico y llegada a América fue posterior). Para otros autores el término amerindio designa a todos los pueblos originarios de América y a sus descendientes modernos no mestizados.

            Si bien todos los países de América continental tienen poblaciones indígenas, únicamente son mayoría en Guatemala y Bolivia. En Estados Unidos las reservas indígenas tienen estatus de "soberanas" estando sus leyes y gobiernos tribales por encima de las normativas municipales y leyes estatales y solo por debajo de las leyes federales y la Constitución estableciendo una relación de "gobierno a gobierno".[1]

            Hasta la fecha sólo tres indígenas han llegado a ser gobernantes de un país americano: Benito Juárez, Evo Morales y Alejandro Toledo.

            1 Origen del nombre
            2 Los viajes de Cristóbal Colón en 1492 buscaban alcanzar una ruta hacia el Asia que permitiese evitar el paso por el Mediterráneo Oriental, bloqueado entonces por los turcos. Los cálculos de Colón, en exceso optimistas, le llevaron a pensar que la ruta occidental era más corta de lo que es en realidad. Al llegar a América aproximadamente en el plazo que sus cálculos indicaban que llegaría a las costas de Cipango (el actual Japón), no reconoció el territorio como lo que era, y creyó por el contrario haber llegado a «las Indias», el nombre genérico para el extremo Oriente asiático

            El «descubrimiento de América» no se reconoció como tal en un primer momento, y no sería hasta años más tarde cuando Américo Vespucio descubriría el error. A los nativos de las tierras descubiertas se les llamó, en virtud de la confusión, «indios».

            Aunque el descubrimiento de Vespucio permitió corregir la cartografía, en el uso lingüístico la confusión se perpetuó en el nombre dado a los nativos. En la mayoría de las lenguas europeas, la palabra indio es la misma para los nativos de la India y para los pueblos autóctonos americanos. En algunas, no obstante, existen dos palabras diferentes; por ejemplo, los nativos de la India en alemán se denominan Inder, en polaco Hindus y los pueblos americanos respectivamente Indianer e Indianin.

            En el siglo XX, el error de llamar a los nativos originales del "Nuevo Mundo" indios, o su equivalente en inglés, indian, se volvió políticamente incorrecto y surgieron una serie de nombres alternos aceptados tanto en castellano como en inglés. Indoamericano, indígena, indígena americano, amerindio y originario han tenido vigencia en idioma español y American Indian, Native American y First Nations fueron algunos de los nuevos apelativos utilizados en inglés.

            Algo d' Historia

            Según la teoría más conocida y aceptada sobre la llegada del hombre a América, los indígenas americanos descienden de grupos de cazadores recolectores de origen siberiano que migraron a América por el Estrecho de Bering durante la última glaciación Würm. Pero ciertos descubrimientos controvertidos recientes, como Pedra Furada (en Brasil) y Monte Verde (en Chile) parecen contradecir esta teoría, indicando una posible colonización anterior a la siberiana.
            Como en el resto del mundo (excepto África), la colonización humana de estas tierras vino acompañada de la práctica extinción de toda la megafauna local, exceptuando algunos bóvidos, como el bisonte.

            Hacia el 2500 a. C. había ya importantes comunidades agrícolas, aunque la civilización más antigua fue la de Caral, en el Perú, cuyos indicios más antiguos se remontan al 3000 a. C.

            Las altas culturas precolombinas surgieron en Mesoamérica y Sudamérica. De norte a sur podemos nombrar a los mexicas, mixtecas, toltecas, mayas, chibchas e incas.
            En cambio, en Norteamérica los asentamientos humanos no alcanzaron un nivel cultural tan complejos como en las civilizaciones antes señaladas, en parte por su menor densidad de población y, sobre todo, por sus actividades seminómadas.

            Se cree que, en el siglo XI de nuestra era, vikingos de origen noruego establecieron las primeras colonias europeas en América, concretamente en lo que hoy se llama Nueva Escocia, aunque su estancia debió de ser muy breve y su repercusión sobre los indígenas americanos no muy importante.

            A partir de 1492, se inicia la colonización europea de América. El Imperio español se expandió en los territorios de América bajo la bandera de la evangelización. La invasión española trajo la eliminación de los sistemas locales de gobierno y la imposición de administraciones sujetas a la corona de España. Junto con las acciones militares, la sujeción de los nativos a sistemas de trabajo forzado —mitas, encomiendas y otros regímenes— y la introducción de enfermedades para las cuales carecían de anticuerpos ocasionan una abrupta reducción en la población indígena americana. En las regiones de colonización portuguesa, inglesa y francesa, la continuidad cultural indígena americana ha sido menor, como se acaba de señalar.

            Tres de las lenguas indígenas americanas; quechua, aymara (ambos en Bolivia, Ecuador y Perú) y guaraní (en Paraguay, y desde el 2004 en la provincia de Corrientes, Argentina) han alcanzado rango de cooficialidad. Además tanto en México[2] como en Venezuela[3] las lenguas indígenas han alcanzado el reconocimiento de lenguas nacionales.

            Historia de América
            - Aspectos culturales

            La cultura de los indígenas de América varía enormemente. La lengua, la vestimenta y las costumbres varían bastante de una cultura a otra. Esto se debe a la extensa distribución de los americanos y a las adaptaciones a las diferentes regiones de América. Por ejemplo, debido a la región semi-desértica, los chichimecas de aridoamérica nunca llegaron a formar una civilización como las de mesoamérica, sus vecinos al sur. Como consecuencia de esto, los chichimecas formaron una cultura basada en la práctica de nomadismo. Aunque los aztecas e incas formaron civilizacíones extensas y ricas, la vestidura de ambos dependía mucho del clima de sus tierras. En mesoamérica, donde el clima es más caliente, solían usar menos vestimento que los habitantes de los Andes. Aun así, hay algunas características culturales que la mayoría de los indígenas americanos practicaban.

            Agricultura

            El maíz fue desarrollado en el sur de México
            El frijol es originario de Centroamérica y Sudamérica.
            El tomate fue primero cultivado por civilizaciones prehispánicas de México
            Frutos de tuna de Ancash, Perú
            La tuna fruto de origen peruano.
            En el curso de mil años, una gran cantidad de especies de plantas fueron domesticadas, creadas y cultivadas en el continente americano.
            Se calcula que más de la mitad de las cosechas cultivadas en el mundo fueron inicialmente desarrolladas por los indígenas de América.
            En muchos casos, la gente indígena creó especies totalmente nuevas de algunas salvajes que ya existían, como es el caso del maize creado del zacate salvaje teosinte de los valles del sur de México. Un gran número de estos productos agrícolas aún mantienen sus nombres náhuatl en los nombres lexiconos de inglés y español.
            Una lista parcial de los cultivos de origen americano incluyen:

            Principales cultivos en Norteamérica (también conocidos como «las cuatro hermanas»):

            Maíz
            Calabaza
            Frijol
            Tomate
            Otros cultivos conocidos mundialmente:

            Tomate
            Papa
            Camote o Batata
            Palta o Aguacate
            Maní o Cacahuete
            Cacao
            Vainilla
            Piña
            Yuca o Mandioca
            Chile
            Pimienta de Jamaica


            Aun cultivados regionalmente:

            Oca
            Olluco
            Nopal
            Tuna
            Jicama
            Papaya o Mamón
            Guayaba
            Amaranto
            Quinoa
            Chirimoya
            Zapote
            Mamey
            Pitaya
            Yerba Buena
            Orégano Méxicano
            Verbena
            Tupinambo
            Stevia
            Yerba Mate

            Fuentes proteínicas amerindias:

            Girasol (cultivados en México y Estados Unidos por miles de años)
            Pecana
            Piñón
            Quinua

            Usos ceremoniales:

            Tabaco
            Pulque
            Peyote
            Ayahuasca
            Coca
            Yerba mate

            Otros cultivos:

            Caucho
            Chicle
            Algodón (el cultivo de diferentes especies empezó independientemente en América e India)
            Quina
            Achiote

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            • La RAZA CÓSMICA,hecha con el tesoro de todas las anteriores!!-José Vasconcelos

              Origen y objeto del continente. Latinos y sajones.
              Probable misión de ambas razas. La quinta raza o raza cósmica.

              I

              Opinan geólogos autorizados que el continente americano contiene algunas de las más antiguas zonas del mundo. La masa de los Andes es, sin duda, tan vieja como la que más del planeta. Y si la tierra es antigua, también las trazas de vida y de cultura humana se remontan adonde no alcanzan los cálculos. Las ruinas arquitectónicas de mayas, quechuas y toltecas legendarios, son testimonio de vida civilizada anterior a las más viejas fundaciones de los pueblos del Oriente y de Europa. A medida que las investigaciones progresan se afirma la hipótesis de la Atlántida, como cuna de una civilización que hace millares de años floreció en el continente desaparecido y en parte de lo que es hoy América. El pensamiento de la Atlántida evoca el recuerdo de sus antecedentes misteriosos. El continente hiperbóreo desaparecido, sin dejar más huellas que los rastros de vida y de cultura que a veces se descubren bajo las nieves de Groenlandia; los lemurianos o raza negra del sur; la civilización Atlántida de los hombres rojos; en seguida la aparición de los amarillos, y por último, la civilización de los blancos. Explica mejor el proceso de los pueblos esta profunda teoría oculista que las elucubraciones de geólogos, como Ameguino, [2] que ponen el origen del hombre en la Patagonia, una tierra que desde luego se sabe es de formación geológica reciente. En cambio, la creencia en los Imperios étnicos de la prehistoria se facilita extraordinariamente con la teoría de Wegener de la traslación de los continentes. Según esta tesis todas las tierras estaban unidas, formando un solo continente, que se ha ido disgregando. Es entonces fácil suponer que en determinada región de una masa continua, se desarrollaba una raza que después de progresar y decaer era sustituída por otra, en vez de recurrir a la hipótesis de las emigraciones de un continente a otro por medio de puentes desaparecidos. También es curioso advertir otra coincidencia de la antigua tradición con los datos más modernos de la geología, pues según el mismo Wegener, la comunicación entre Australia, la India y Madagascar se interrumpió antes que la comunicación entre la América del Sur y el Africa. Lo cual equivale a confirmar que el sitio de la civilización lemuriana desapareció antes de que floreciera la Atlántida, y también que el último continente desaparecido es la Atlántida, puesto que las exploraciones científicas han venido a demostrar que es el Atlántico el mar de formación más reciente.

              Confundidos más o menos los antecedentes de esta teoría en una tradición tan obscura como rica de sentido, queda, sin embargo, viva la leyenda de una civilización nacida de nuestros bosques o derramada hasta ellos después de un poderoso crecimiento, y cuyas huellas están aún visibles en Chichén Itza y en Palenque y en todos los sitios donde perdura el misterio atlante. El misterio de los hombres rojos que, después de dominar el mundo, hicieron grabar los preceptos de su sabiduría en la tabla de Esmeralda, alguna maravillosa esmeralda colombiana, que a la hora de las conmociones telúricas fue llevada al Egipto, donde Hermes y sus adeptos conocieron y transmitieron sus secretos.

              Si, pues, somos antiguos geológicamente y también en lo que respecta a la tradición, ¿cómo podremos seguir aceptando esta ficción inventada por nuestros padres europeos, de la novedad de un continente, [3] que existía desde antes de que apareciese la tierra de donde procedían descubridores y reconquistadores?

              La cuestión tiene una importancia enorme para quienes se empeñan en buscar un plan en la Historia. La comprobación de la gran antigüedad de nuestro continente parecerá ociosa a los que no miran en los sucesos sino una cadena fatal de repeticiones sin objeto. Con pereza contemplaríamos la obra de la civilización contemporánea, si los palacios toltecas no nos dijesen otra cosa que las civilizaciones pasan, sin dejar más fruto que unas cuantas piedras labradas puestas unas sobre otras, o formando techumbre de bóveda arqueada, o de dos superficies que se encuentran en ángulo. ¿A qué volver a comenzar, si dentro de cuatro o cinco mil años otros nuevos emigrantes divertirán sus ocios cavilando sobre los restos de nuestra trivial arquitectura contemporánea? La historia científica se confunde y deja sin respuesta todas estas cavilaciones. La historia empírica, enferma de miopía, se pierde en el detalle, pero no acierta a determinar un solo antecedente de los tiempos históricos. Huye de las conclusiones generales, de las hipótesis trascendentales, pero cae en la puerilidad de la descripción de los utensilios y de los índices cefálicos y tantos otros pormenores, meramente externos, que carecen de importancia si se les desliga de una teoría vasta y comprensiva.

              Sólo un salto del espíritu, nutrido de datos, podrá darnos una visión que nos levante por encima de la microideología del especialista. Sondeamos entonces en el conjunto de los sucesos para descubrir en ellos una dirección, un ritmo y un propósito. Y justamente allí donde nada descubre el analista, el sintetizador y el creador se iluminan.

              Ensayemos, pues, explicaciones, no con fantasía de novelista, pero sí con una intuición que se apoya en los datos de la historia y la ciencia.

              La raza que hemos convenido en llamar atlántida prosperó y decayó en América. Después de un extraordinario florecimiento, tras de cumplir su ciclo, terminada su misión particular, entró en silencio y fue [4] decayendo hasta quedar reducida a los menguados Imperios azteca e inca, indignos totalmente de la antigua y superior cultura. Al decaer los atlantes la civilización intensa se trasladó a otros sitios y cambió de estirpes; deslumbró en Egipto; se ensanchó en la India y en Grecia injertando en razas nuevas. El ario, mezclándose con los dravidios, produjo el Indostán, y a la vez, mediante otras mezclas, creó la cultura helénica. En Grecia se funda el desarrollo de la civilización occidental o europea, la civilización blanca, que al expandirse llegó hasta las playas olvidadas del continente americano para consumar una obra de recivilización y repoblación. Tenemos entonces las cuatro etapas y los cuatro troncos: el negro, el indio, el mongol y el blanco. Este último, después de organizarse en Europa, se ha convertido en invasor del mundo, y se ha creído llamado a predominar lo mismo que lo creyeron las razas anteriores, cada una en la época de su poderío. Es claro que el predominio del blanco será también temporal, pero su misión es diferente de la de sus predecesores; su misión es servir de puente. El blanco ha puesto al mundo en situación de que todos los tipos y todas las culturas puedan fundirse. La civilización conquistada por los blancos, organizada por nuestra época, ha puesto las bases materiales y morales para la unión de todos los hombres en una quinta raza universal, fruto de las anteriores y superación de todo lo pasado.

              La cultura del blanco es emigradora; pero no fue Europa en conjunto la encargada de iniciar la reincorporación del mundo rojo a las modalidades de la cultura preuniversal, representada, desde hace siglos, por el blanco. La misión trascendental correspondió a las dos ramas más audaces de la familia europea; a los dos tipos humanos más fuertes y más disímiles: el español y el inglés.

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              • Re: La RAZA CÓSMICA II

                Desde los primeros tiempos, desde el descubrimiento y la conquista fueron castellanos y británicos, o latinos y sajones, para incluir por una parte a los portugueses y por otra al holandés, los que consumaron [5] la tarea de iniciar un nuevo período de la historia conquistando y poblando el hemisferio nuevo. Aunque ellos mismos solamente se hayan sentido colonizadores, trasplantadores de cultura, en realidad establecían las bases de una etapa de general y definitiva transformación. Los llamados latinos, poseedores de genio y de arrojo, se apoderaron de las mejores regiones, de las que creyeron más ricas, y los ingleses, entonces, tuvieron que conformarse con lo que les dejaban gentes más aptas que ellos. Ni España ni Portugal permitían que a sus dominios se acercase el sajón, ya no digo para guerrear, ni siquiera para tomar parte en el comercio. El predominio ~~~~~~ fue indiscutible en los comienzos. Nadie hubiera sospechado, en los tiempos del laudo papal que dividió el Nuevo Mundo entre Portugal y España, que unos siglos más tarde, ya no sería el Nuevo Mundo portugués ni español, sino más bien inglés. Nadie hubiera imaginado que los humildes colonos del Hudson y el Delaware, pacíficos y hacendosos, se irían apoderando paso a paso de las mejores y mayores extensiones de la tierra, hasta formar la República que hoy constituye uno de los mayores imperios de la Historia.

                Pugna de latinidad contra sajonismo ha llegado a ser, sigue siendo nuestra época; pugna de instituciones, de propósitos y de ideales. Crisis de una lucha secular que se inicia con el desastre de la Armada Invencible y se agrava con la derrota de Trafalgar. Sólo que desde entonces el sitio del conflicto comienza a desplazarse y se traslada al continente nuevo, donde tuvo todavía episodios fatales. Las derrotas de Santiago de Cuba y de Cavite y Manila son ecos distantes pero lógicos de las catástrofes de la Invencible y de Trafalgar. Y el conflicto está ahora planteado totalmente en el Nuevo Mundo. En la Historia, los siglos suelen ser como días; nada tiene de extraño que no acabemos todavía de salir de la impresión de la derrota. Atravesamos épocas de desaliento, seguimos perdiendo, no sólo en soberanía geográfica, sino también en poderío moral. Lejos de sentirnos unidos frente al desastre, la voluntad se nos dispersa en pequeños y vanos fines. La derrota nos ha traído la confusión [6] de los valores y los conceptos; la diplomacia de los vencedores nos engaña después de vencernos; el comercio nos conquista con sus pequeñas ventajas. Despojados de la antigua grandeza, nos ufanamos de un patriotismo exclusivamente nacional, y ni siquiera advertimos los peligros que amenazan a nuestra raza en conjunto. Nos negamos los unos a los otros. La derrota nos ha envilecido a tal punto, que, sin darnos cuenta, servimos los fines de la política enemiga, de batirnos en detalle, de ofrecer ventajas particulares a cada uno de nuestros hermanos, mientras al otro se le sacrifica en intereses vitales. No sólo nos derrotaron en el combate, ideológicamente también, nos siguen venciendo. Se perdió la mayor de las batallas el día en que cada una de las repúblicas ibéricas se lanzó a hacer vida propia, vida desligada de sus hermanos, concertando tratados y recibiendo beneficios falsos, sin atender a los intereses comunes de la raza. Los creadores de nuestro nacionalismo fueron, sin saberlo, los mejores aliados del sajón, nuestro rival en la posesión del continente. El despliegue de nuestras veinte banderas en la Unión Panamericana de Washington deberíamos verlo como una burla de enemigos hábiles. Sin embargo, nos ufanamos cada uno de nuestro humilde trapo, que dice ilusión vana, y ni siquiera nos ruboriza el hecho de nuestra discordia, delante de la fuerte unión norteamericana. No advertimos el contraste de la unidad sajona frente a la anarquía y soledad de los escudos iberoamericanos. Nos mantenemos celosamente independientes respecto de nosotros mismos; pero de una o de otra manera nos sometemos o nos aliamos con la Unión Sajona. Ni siquiera se ha podido lograr la unidad nacional de los cinco pueblos centroamericanos, porque no ha querido darnos su venia un extraño, y porque nos falta el patriotismo verdadero que sacrifique el presente al porvenir. Una carencia de pensamiento creador y un exceso de afán critico que por cierto tomamos, prestado de otras culturas, nos lleva a discusiones estériles, en las que tan pronto se niega como se afirma la comunidad de nuestras aspiraciones; pero no advertimos que a la hora de [7] obrar, y pese a todas las dudas de los sabios ingleses, el inglés busca la alianza de sus hermanos de América y de Australia, y entonces el yanqui se siente tan inglés como el inglés de Inglaterra. Nosotros no seremos grandes mientras el español de la América no se sienta tan español como los hijos de España. Lo cual no impide que seamos distintos cada vez que sea necesario, pero sin apartarnos de la más alta misión común. Así es menester que procedamos, si hemos de lograr que la cultura ibérica acabe de dar todos sus frutos, si hemos de impedir que en la América triunfe sin oposición la cultura sajona. Inútil es imaginar otras soluciones. La civilización no se improvisa ni se trunca, ni puede hacerse partir del papel de una constitución política; se deriva siempre de una larga, de una secular preparación y depuración de elementos que se transmiten y se combinan desde los comienzos de la Historia. Por eso resulta tan torpe hacer comenzar nuestro patriotismo con el grito de independencia del Padre Hidalgo, o con la conspiración de Quito; o con las hazañas de Bolívar, pues si no lo arraigamos en Cuauhtemoc y en Atahualpa no tendrá sostén, y al mismo tiempo es necesario remontarlo a su fuente hispánica y educarlo en las enseñanzas que deberíamos derivar de las derrotas, que son también nuestras, de las derrotas de la Invencible y de Trafalgar. Si nuestro patriotismo no se identifica con las diversas etapas del viejo conflicto de latinos y sajones, jamás lograremos que sobrepase los caracteres de un regionalismo sin aliento universal y lo veremos fatalmente degenerar en estrechez y miopía de campanario y en inercia impotente de molusco que se apega a su roca.

                Para no tener que renegar alguna vez de la patria misma es menester que vivamos conforme al alto interés de la raza, aun cuando éste no sea todavía el más alto interés de la Humanidad. Es claro que el corazón sólo se conforma con un internacionalismo cabal; pero en las actuales circunstancias del mundo, el internacionalismo sólo serviría para acabar de consumar el triunfo de las naciones más fuertes; serviría exclusivamente a los fines del inglés. Los mismos rusos, [8] con sus doscientos millones de población, han tenido que aplazar su internacionalismo teórico, para dedicarse a apoyar nacionalidades oprimidas como la India y Egipto. A la vez han reforzado su propio nacionalismo para defenderse de una desintegración que sólo podría favorecer a los grandes Estados imperialistas. Resultaría, pues, infantil que pueblos débiles como los nuestros se pusieran a renegar de todo lo que les es propio, en nombre de propósitos que no podrían cristalizar en realidad. El estado actual de la civilización nos impone todavía el patriotismo como una necesidad de defensa de intereses materiales y morales, pero es indispensable que ese patriotismo persiga finalidades vastas y trascendentales. Su misión se truncó en cierto sentido con la Independencia, y ahora es menester devolverlo al cauce de su destino histórico universal.

                En Europa se decidió la primera etapa del profundo conflicto y nos tocó perder. Después, así que todas las ventajas estaban de nuestra parte en el Nuevo Mundo; ya que España había dominado la América, la estupidez napoleónica fue causa de que la Luisiana se entregara a los ingleses del otro lado del mar, a los yanquis, con lo que se decidió en favor del sajón la suerte del Nuevo Mundo. El «genio de la guerra» no miraba más allá de las miserables disputas de fronteras entre los Estaditos de Europa y no se dio cuenta de que la causa de la latinidad que él pretendía representar, fracasó el mismo día de la proclamación del Imperio por el solo hecho de que los destinos comunes quedaron confiados a un incapaz. Por otra parte, el prejuicio europeo impidió ver que en América estaba ya planteado, con caracteres de universalidad, el conflicto que Napoleón no pudo ni concebir en toda su trascendencia. La tontería napoleónica no pudo sospechar que era en el Nuevo Mundo donde iba a decidirse el destino de las razas de Europa, y al destruir de la manera más inconsciente el poderío francés de la América debilitó también a los españoles; nos traicionó, nos puso a merced del enemigo común. Sin Napoleón no existirían los Estados Unidos como Imperio Mundial, y [9] la Luisiana, todavía francesa, tendría que ser parte de la Confederación Latinoamericana. Trafalgar entonces hubiese quedado burlado. Nada de esto se pensó siquiera porque el destino de la raza estaba en manos de un necio; porque el Cesarismo es el azote de la raza latina.

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                • Re: La RAZA CÓSMICA IIa

                  La traición de Napoleón a los destinos mundiales de Francia hirió también de muerte al imperio español de la América en los instantes de su mayor debilidad. Las gentes de habla inglesa se apoderan de la Luisiana sin combatir y reservando sus pertrechos para la ya fácil conquista de Texas y California. Sin la base del Misisipí, los ingleses, que se llaman asimismo yanquis por una simple riqueza de expresión, no hubieran logrado adueñarse del Pacífico, no serían hoy los amos del continente, se habrían quedado en una especie de Holanda trasplantada a la América y el Nuevo Mundo sería español y francés. Bonaparte lo hizo sajón.

                  Claro que no sólo las causas externas, los tratados, la guerra y la política resuelven el destino de los pueblos. Los Napoleones no son más que membrete de vanidades y corrupciones. La decadencia de las costumbres, la pérdida de las libertades públicas y la ignorancia general, causan el efecto de paralizar la energía de toda una raza, en determinadas épocas.

                  Los españoles fueron al Nuevo Mundo con el brío que les sobraba después del éxito de la Reconquista. Los hombres libres que se llamaron Cortés, Pizarro y Albarado y Córdoba no eran Césares ni lacayos, sino grandes capitanes que al ímpetu destructivo adunaban el genio creador. En seguida de la victoria trazaban el plano de las nuevas ciudades y redactaban los estatutos de su fundación. Más tarde, a la hora de las agrias disputas con la Metrópoli, sabían devolver injuria por injuria, como lo hizo uno de los Pizarros en un célebre juicio. Todos ellos se sentían los iguales ante el rey, como se sintió el Cid, como se sentían los grandes escritores del siglo de oro, como se sienten en las grandes épocas todos los hombres libres.

                  Pero a medida que la conquista se consumaba, toda la nueva organización iba quedando en manos [10] de cortesanos y validos del monarca. Hombres incapaces ya no digo de conquistar, ni siquiera de defender lo que otros conquistaron con talento y arrojo. Palaciegos degenerados, capaces de oprimir y humillar al nativo, pero sumisos al poder real, ellos y sus amos no hicieron otra cosa que echar a perder la obra del genio español en América. La obra portentosa iniciada por los férreos conquistadores y consumada por los sabios y abnegados misioneros fue quedando anulada. Una serie de monarcas extranjeros necios de remate como Carlos V, el César de oropel; perversos y degenerados como Felipe II; imbéciles como los Carlos de los otros números, tan justicieramente pintados por Velázquez en compañía de enanos, bufones y cortesanos, consumaron el desastre de la administración colonial. La manía de imitar al Imperio Romano, que tanto daño ha causado lo mismo en España que en Italia y en Francia; el militarismo y el absolutismo, trajeron la decadencia en la misma época en que nuestros rivales, fortalecidos por la virtud, crecían y se ensanchaban en libertad.

                  Junto con la fortaleza material se les desarrolló el ingenio práctico, la intuición del éxito. Los antiguos colonos de Nueva Inglaterra y de Virginia se separaron de Inglaterra, pero sólo para crecer mejor y hacerse más fuertes. La separación política nunca ha sido entre ellos obstáculo para que en el asunto de la común misión étnica se mantengan unidos y acordes. La emancipación, en vez de debilitar a la gran raza, la bifurcó, la multiplicó, la desbordó poderosa sobre el mundo; desde el núcleo imponente de los dos más grandes Imperios que han conocido los tiempos. Y ya desde entonces, lo que no conquista el inglés de las Islas, se lo toma y lo guarda el inglés del nuevo continente.

                  En cambio nosotros los españoles, por la sangre, o por la cultura, a la hora de nuestra emancipación comenzamos por renegar de nuestras tradiciones; rompimos con el pasado y no faltó quien renegara la sangre diciendo que hubiera sido mejor que la conquista de nuestras regiones la hubiesen consumado los ingleses. Palabras de traición que se excusan por [11] el asco que engendra la tiranía, y por la ceguedad que trae la derrota. Pero perder de esta suerte el sentido histórico de una raza equivale a un absurdo, es lo mismo que negar a los padres fuertes y sabios cuando somos nosotros mismos, no ellos, los culpables de la decadencia.

                  De todas maneras las prédicas desespañolizantes y el inglesamiento correlativo hábilmente difundido por los mismos ingleses, pervirtió nuestros juicios desde el origen: nos hizo olvidar que en los agravios de Trafalgar también tenemos parte. La injerencia de oficiales ingleses en los Estados Mayores de los guerreros de la Independencia hubiera acabado por deshonrarnos, si no fuese porque la vieja sangre altiva revivía ante la injuria y castigaba a los piratas de Albión cada vez que se acercaban con el propósito de consumar un despojo. La rebeldía ancestral supo responder a cañonazos lo mismo en Buenos Aires, que en Veracruz, en La Habana, o en Campeche y Panamá, cada vez que el corsario inglés, disfrazado de pirata para eludir las responsabilidades de un fracaso, atacaba, confiado en lograr, si vencía, un puesto de honor en la nobleza británica.

                  A pesar de esta firme cohesión ante un enemigo invasor, nuestra guerra de Independencia se vio amenguada por el provincialismo y por la ausencia de planes trascendentales. La raza que había soñado con el imperio del mundo, los supuestos descendientes de la gloria romana, cayeron en la pueril satisfacción de crear nacioncitas y soberanías de principado, alentadas por almas que en cada cordillera veían un muro y no una cúspide. Glorias balkánicas soñaron nuestros emancipadores, con la ilustre excepción de Bolívar, y Sucre y Petion el negro, y media docena más, a lo sumo. Pero los otros, obsesionados por el concepto local y enredados en una confusa fraseología seudo revolucionaria, sólo se ocuparon en empequeñecer un conflicto que pudo haber sido el principio del despertar de un continente. Dividir, despedazar el sueño de un gran poderío ~~~~~~, tal parecía ser el propósito de ciertos prácticos ignorantes que colaboraron en la Independencia, y dentro [12] de ese movimiento merecen puesto de honor; pero no supieron, no quisieron ni escuchar las advertencias geniales de Bolívar.

                  Claro que en todo proceso social hay que tener en cuenta las causas profundas, inevitables que determinan un momento dado. Nuestra geografía, por ejemplo, era y sigue siendo un obstáculo de la unión; pero si hemos de dominarlo, será menester que antes pongamos en orden al espíritu, depurando las ideas y señalando orientaciones precisas. Mientras no logremos corregir los conceptos, no será posible que obremos sobre el medio físico en tal forma que lo hagamos servir a nuestro propósito.

                  En México, por ejemplo, fuera de Mina, casi nadie pensó en los intereses del continente; peor aún, el patriotismo vernáculo estuvo enseñando, durante un siglo, que triunfamos de España gracias al valor indomable de nuestros soldados, y casi ni se mencionan las Cortes de Cádiz, ni el levantamiento contra Napoleón, que electrizó a la raza, ni las victorias y martirios de los pueblos hermanos del continente. Este pecado, común a cada una de nuestras patrias, es resultado de épocas en que la Historia se escribe para halagar a los déspotas. Entonces la patriotería no se conforma con presentar a sus héroes como unidades de un movimiento continental, y los presenta autónomos, sin darse cuenta que al obrar de esta suerte los empequeñece en vez de agrandarlos.

                  Se explican también estas aberraciones porque el elemento indígena no se había fusionado, no se ha fusionado aún en su totalidad, con la sangre española; pero esta discordia es más aparente que real. Háblese al más exaltado indianista de la conveniencia de adaptarnos a la latinidad y no opondrá el menor reparo; dígasele que nuestra cultura es española y en seguida formular objeciones. Subsiste la huella de la sangre vertida: huella maldita que no borran los siglos, pero que el peligro común debe anular. Y no hay otro recurso. Los mismos indios puros están españolizados, están latinizados, como está latinizado el ambiente. Dígase lo que se quiera, los rojos, los ilustres atlantes de quienes viene el indio, se durmieron [13] hace millares de años para no despertar. En la Historia no hay retornos, porque toda ella es transformación y novedad. Ninguna raza vuelve; cada una plantea su misión, la cumple y se va. Esta verdad rige lo mismo en los tiempos bíblicos que en los nuestros, todos los historiadores antiguos la han formulado. Los días de los blancos puros, los vencedores de hoy, están tan contados como lo estuvieron los de sus antecesores. Al cumplir su destino de mecanizar el mundo, ellos mismos han puesto, sin saberlo, las bases de un período nuevo, el período de la fusión y la mezcla de todos los pueblos. El indio no tiene otra puerta hacia el porvenir que la puerta de la cultura moderna, ni otro camino que el camino ya desbrozado de la civilización latina. También el blanco tendrá que deponer su orgullo, y buscará progreso y redención posterior en el alma de sus hermanos de las otras castas, y se confundirá y se perfeccionará en cada una de las variedades superiores de la especie, en cada una de las modalidades que tornan múltiple la revelación y más poderoso el genio.

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                  • Re: los pateticos hijos de la malinche:somos la RAZA CÓSMICA!

                    La raza cósmica es un ensayo publicado en 1925 y escrito por el filósofo y académico mexicano José Vasconcelos Calderón, secretario de educación y candidato presidencial en 1929... Vasconcelos expresó la ideología de la "quinta raza" del continente americano; una aglomeración de todas las razas del mundo sin distinción alguna para construir una nueva civilización: Universópolis y gente de todo el mundo transmitiendo su conocimiento. Personas de Iberoamérica (ex-colonias de España y Portugal), tienen factores territoriales, raciales y espirituales para iniciar la "era universal de la humanidad"

                    Señalando que las ideologías de Charles Darwin son "teorías científicas" solo creadas para validar, explicar y justificar la superioridad racial y la represión a otras, Vasconcelos intenta rechazar esas teorías y reconoce en sus propias palabras un esfuerzo ideológico para mejorar la moral cultural de la "raza oprimida" al dar un teoría optimista del futuro desarrollo de una raza cósmica.

                    Uso de la expresión

                    La frase "La raza cósmica" engloba la noción que los conceptos exclusivos de raza y nacionalidad deben ser trascendidos en nombre del destino común de la humanidad. Originalmente se refirió a un movimiento de intelectuales mexicanos de la década de 1920 que apuntaron que los latinoamericanos tienen sangre de las tres razas del mundo: blanca (colonizadores europeos), amarilla (nativos amerindios) y negra (esclavos africanos), trascendiendo las gentes del "viejo mundo".

                    La expresión "La Raza" es una versión abreviada de "La raza cósmica" y se refiere al mestizaje en Latinoamérica. Vasconcelos usó también la expresión "la raza de bronce" en el mismo sentido.

                    Véase también
                    Chicano
                    Hispano
                    ~~~~~~
                    México-estadounidense
                    Mestizo
                    Mulato
                    Amerindio
                    Raza
                    La Raza
                    Crisol de razas

                    Referencias
                    José Vasconselos, La raza cósmica (Mexico D.F., Espasa Calpe, S.A., 1948), 47-51

                    Enlaces externos
                    La raza cósmica, ensayo de José Vasconcelos
                    Cronos
                    Forista Zafiro
                    Last edited by Cronos; 10-julio-2010, 09:44.

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                    • Re: Hitler, el fascismo y la superioridad racial..¿Y la'raza cósmica'?

                      La nueva y superior RAZA del mundo es la RAZA CÓSMICA y/o tambien conocida como RAZA de BRONCE...actualmente en proceso de gestación,desarrollo e implantación...

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                      • Re: Blanco y negro

                        BLANCO y NEGRO son simplemente COLORES,y/o nada más y nada menos!!!

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                        • Re: Terror en la frontera/Tamaulipas m.o.m incomunicado,inundado

                          -Tamaulipas quedó incomunicado
                          Tras las lluvias que ocasionaron el huracán Alex y la depresión tropical número 2, ciudades y decenas de poblados del estado continúan incomunicados

                          El desfogue de las presas La Amistad, Venustiano Carranza y El Cuchillo, que derivan un flujo de miles de metros cúbicos por segundo hacia el río Bravo, que rebasó el nivel histórico de 13 metros (el caudal normal es menor a tres metros), provocaron inundaciones en amplios sectores de Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso, Nuevo Laredo y Matamoros, agravando la emergencia en Tamaulipas.

                          Tras las lluvias que ocasionaron el huracán Alex y la depresión tropical número 2, ciudades y decenas de poblados del estado continúan incomunicados.

                          En la semana fueron cerrados los tres puentes internacionales de Tamaulipas, y carreteras como la que conduce de Nuevo Laredo a Reynosa y Matamoros, ante la creciente del río Salado y la carretera Victoria a Zaragoza tras ser rebasada la cinta asfáltica por el arroyo El Cojo. El cierre de las vías de comunicación mantiene semiparalizada la actividad comercial.

                          Lo más crítico de la creciente del río Bravo ocurrió entre la noche del jueves y el viernes, cuando estuvo a punto de cubrir la plataforma del puente Puerta de las Américas, aunque ayer el nivel bajó.

                          Salvador Treviño Salinas, director de Protección Civil en Tamaulipas, explicó que alrededor de 4 mil 678 tamaulipecos que residen en las riberas del río han sido desalojados por la crecida de aguas, con motivo del desagüe de las presas El Cuchillo, de China, Nuevo León, que desfoga 500 metros cúbicos por segundo, y la Marte R. Gómez, de Camargo, que desfoga 643 metros cúbicos por segundo.

                          Además, el río Bravo capta escurrimientos de afluentes como el río Álamo y el Arroyo del Buey, de Miguel Alemán.

                          Las crecientes de los ríos Blanco, San Juan, Conchos y El Salado, en Tamaulipas, han dejado incomunicadas varias comunidades de ocho municipios, informó la Dirección Estatal de Protección Civil.

                          En los municipios de Méndez, Burgos y San Fernando la creciente del río San Juan mantiene aislados ejidos y rancherías. Por el desbordamiento del río Salado, Nuevo Laredo quedó incomunicado.

                          La situación de emergencia continuará para Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, con la advertencia de que seguirá lloviendo este fin de semana en las zonas afectadas por Alex y la depresión tropical 2.

                          En Nuevo León, autoridades del estado informaron que las lluvias del pasado jueves destruyeron en Monterrey y Santa Catarina lo que se había avanzado en cuanto a reparación de la cinta asfáltica.

                          Autoridades de Coahuila reportan cuatro muertos, 750 mil incomunicados y 12 puentes colapsados, entre otros daños.

                          Ayer, la Coordinación General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación emitió una Declaratoria de Emergencia para 16 municipios de Coahuila, con lo que suman 25 los ayuntamientos que recibirán ayuda...

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                          • Re: New Version: AMLO V.2012 Realease on July 25, 2010

                            -Impedirán ciudadanos y partidos un nuevo fraude; no hay ruptura con Ebrard, reitera AMLO

                            -La derecha “se quedará con las ganas” de que la izquierda se divida: López Obrador
                            - Andrés Manuel López Obrador presentó en Guanajuato su libro La mafia que se adueñó de México

                            León, Gto., 9 de julio. No existe ruptura con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, porque se mantiene el pacto de que los partidos de izquierda postularán en 2012 a un candidato de unidad para la Presidencia, aseguró Andrés Manuel López Obrador durante la presentación de su libro 'La mafia que se adueñó de México'.

                            Con la alianza ciudadana y la de los partidos de izquierda se ganará la elección presidencial en 2012 y se evitará que “la mafia en el poder” organice un nuevo fraude electoral, señaló.

                            El ex dirigente del Partido de la Revolución Democrática añadió que difundió su aspiración de contender por el Ejecutivo para “volverle a ganar a la mafia en el poder; eso es lo que di a conocer, porque tenemos ya un movimiento nacional”.

                            Explicó que para lograr el triunfo se buscará la unidad entre los partidos progresistas de izquierda, de tal manera que lleven a un candidato único a Los Pinos.

                            Agregó que la izquierda no tendrá problemas de unidad, a pesar de que la derecha “se frota las manos” para que se divida, pero “se va a quedar con las ganas”.

                            López Obrador insistió en que no existe ruptura con Ebrard. “Lo que he expresado es mi decisión de ser candidato para contender y volver a ganarle a la mafia en el poder, porque ya ganamos, nada más que nos robaron la Presidencia”, aseveró.
                            El candidato de unidad puede ser Ebrard u otro, agregó. Advirtió que en México se gesta una gran alianza con los ciudadanos que quieren empleo, crecimiento económico y seguridad, que no han dado los 30 potentados dueños del PRI y el PAN.

                            “La mafia quiere desaparecernos políticamente hablando, borrarnos, y no lo ha logrado, y vaya que ha buscado destruirnos, porque tiene el control, porque son dueños de México.”

                            Sostuvo que no lograrán “destruirlo”, ni concretar un nuevo fraude electoral en 2012, ya que la ciudadanía está harta de que sólo 30 personas se lleven la riqueza, como Vicente Fox, a quien llamó “mediocre y ladrón”.

                            En León, bastión panista, López Obrador dijo que Guanajuato es mucho pueblo para el poco gobernador que es el panista Juan Manuel Oliva Ramírez.

                            “Es delicado hacer obra faraónica para robarse el dinero. Todo esto de la Expo Bicentenario es una robadera. Lo otro que hicieron, comprar los terrenos para la refinería, más de mil millones de pesos, es puro derroche, pura corrupción”, acusó.

                            Añadió que Oliva Ramírez tiene comprados a casi todos los medios de comunicación, “o sea, como que se cultiva mucho el chayote (soborno a periodistas); aquí en Guanajuato maicean mucho, aunque sea maíz con gorgojo”...

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                            • Re: Hay que dar a conocer que clase de de putos tenemos como vecinos.....

                              En un país de'puñeteros'habituales los vecinos podrían ser un problema...

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                              • Re: México se hunde...gracias a + y + impuestos!

                                + y mejores IMPUESTOS son parte del BUEN GOBIERNO!!!

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