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Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

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  • Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

    PORQUE ME QUITÉ DEL VICIO

    Carlos Rivas Larrauri

    No es por hacerles desaigre...
    Es que ya no soy del vicio...
    Astedes mi lo perdonen,
    pero es qui hace más de cinco
    años que no tomo copas,
    onqui ande con los amigos...
    ¿Qué si no me cuadra?...¡Harto!
    Pa' que he di hacerme el santito:
    he sido reteborracho;
    ¡como pocos lo haigan sido!
    ¡Perora si ya no tomo,
    manque me lleven los pingos!
    Dendi antes que me casara
    encomencé con el vicio;
    y, aluego, ya de casado
    también le tupí macizo...
    ¡Probecita de mi vieja!
    ¡Tan güena siempre conmigo...!
    ¡Por más que l'hice sufrir
    nunca me perdió el cariño!

    Era una santa la probe,
    y yo con ella un endino;
    nomás porque no sufriera
    llegué a quitarme del vicio,
    pero, poco duró el gusto,
    la de malas se nos vino
    y una nochi redepente,
    quedó com'un pajarito.
    Dicen que juel corazón...
    Yo no sé lo que haiga sido;
    pero sento en la concencia
    que jue mi vicio cochino
    el quizo que nos dejara
    solitos a mí y a m'hijo,
    ¡un chilpayate di ocho años
    que quedaba güerfanito
    a ledá en qui hace más falta
    la madre con su cariño

    Me sentí disesperado
    de verme solo con m'hijo...
    ¡Probecita criaturita!
    Mal cuidado...mal vestido
    sempre solo...¡Ricordando
    al ángel que 'bía perdido

    Entonces pa' no pensar
    golvi a darle recio al vicio,
    porque poniéndome chuco,
    me jallaba más tranquilo,
    y cuando yastaba briago
    y casi jueras de juicio,
    parece que mi dijunta
    'taba allí, ¡junto conmigo

    Al salir de mi trabajo
    m'iba yo con los amigos,
    y, aluego, ya a medios chiles,
    mercaba yo harto refino
    y regresaba a mi casa
    onde mi aguardaba mhijo;
    y allí, ¡duro!, trago y trago,
    hasta ponerme bien pítimo...

    ¡Y aistaba la tarugada!
    Ya endinantes les he dicho
    lueguito vía a mi vieja
    que llegaba a hablar conmigo
    y encomenzaba a decirme
    cosas de mucho cariño,
    y yo, a contestar con ella,
    como si fuera dialtiro
    cierto lo questaba viendo,
    en tan mientras que mhijo
    si abrazaba a mi asustado
    diciéndome el probe niño

    "¿Onde está mi mamacita?
    Dime on tá, papacito...
    ¿Es verdad que testá hablando?
    ¿Cómo yo no la deviso...?"
    "Pos qué no la ve, tarugo,
    ¡vaye que li haga cariños!"
    ¡Y el probecito lloraba
    y pelaba sus ojitos
    buscando ritiasustado
    a aquella a quen tanto quiso...!

    Una noche, al regresar
    destarle dando al oficio,
    llego y, al abrir la puerta,
    ¡ay Jesús, lo que deviso!
    Hecho bola sobre el suelo,
    'taba tirado mi niño,
    risa y risa comun loco,
    y pegando chicos gritos...

    "¿Qué te pasa?...¿Qué sucede...?
    ¿Ti has güelo loco dialtiro...?"
    Pero intonces, en la mesa,
    videl frasco del refino,
    que yo bia dejado lleno,
    enteramente vacío.

    Luego luego me di cuenta
    y me puse retemuino:
    "¿Qui has hecho , escuincle malvado"
    ¡Ya bebites el refino...!
    ¡Paqui aprendas a ser güeno,
    voy a romperte l'hocico...!"

    Y luego con harto susto
    que l'hizo golver al juicio,
    y con una voz di angustia
    que no he di olvidar, me dijo:

    "¡No me pegues...no me pegues...!
    No soy malo, papacito.
    ¡Jue pa ver a mi mamita
    como cuando habla contigo!
    ¡Jue pa quella me besara
    y m'hiciera hartos cariños!"

    Dendentonces ya no tomo
    onqui ande con los amigos...
    No es por hacerles desaigre,
    pero ya no soy del vicio...
    Y cuando quiero rajarme
    porque siento el gusanito,
    de tomarme alguna copa,
    nomás mi acuerdo de m'hijo
    y entonces si ya no tomo
    ¡manque me lleven los pingos...!
    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

  • #2
    Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

    HOMBRES NECIOS

    SOR JUANA INES DE LA CRUZ

    Hombres necios que acusáis
    a la mujer sin razón
    sin ver que sois la ocasión
    de lo mismo que culpáis:
    si con ansia sin igual
    solicitáis su desdén,
    ¿porque queréis que obren bien
    si las incitáis al mal?

    Combatís su resistencia
    y luego, con gravedad,
    decís que fue liviandad
    lo que hizo la diligencia.

    Parecer quiere el denuedo
    de vuestro parecer loco,
    al niño que pone el coco
    y luego le tiene miedo.

    Queréis, con presunción necia,
    hallar a loa que buscáis,
    para pretendida, Thais,
    y en la posesión, Lucrecia.

    ¿Que humor puede ser más raro
    que el que, falto de consejo,
    el mismo empaña el espejo,
    y siente que no esté claro?

    Con el favor y el desdén
    tenéis condición igual
    quejandoos, si os tratan mal,
    burlandoos, si os quieren bien.

    Opinión, ninguna gana;
    pues la que más se rescata,
    si no os admite, es ingrata,
    y si os admite, es liviana.

    Siempre tan necios andáis
    que, con desigual nivel,
    a una culpáis por cruel
    y a otra por fácil culpáis.

    ¿Pues como ha de estar templada
    la que vuestro amor pretende,
    si la que es ingrata, ofende,
    y la que es fácil, enfada?

    Mas, entre el enfado y pena
    que vuestro gusto refiere,
    bien haya la que no os quiere
    y quejáos en hora buena.

    Dan vuestra amantes penas
    a sus libertades alas,
    y después de hacerlas malas
    las queréis hallar muy buenas.

    ¿Cuál mayor culpa ha tenido
    en una pasión errada:
    la que cae de rogada
    o el que ruega de caído?

    ¿O cuál es más de culpar,
    aunque cualquiera mal haga:
    la que peca por la paga,
    o el que paga por pecar?

    Pues, ¿para qué os espantáis
    de la culpa que tenéis?
    Queredlas cual las hacéis
    o hacedlas cual las buscáis.

    Dejad de solicitar,
    y después, con más razón,
    acusaréis la afición
    de la que os fuere a rogar.

    Bien con muchas armas fundo
    que lidia vuestra arrogancia,
    pues en promesa e instancia
    juntáis diablo, carne y mundo.
    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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    • #3
      Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

      A GLORIA

      No intentes convencerme de torpeza
      con los delirios de tu mente loca:
      mi razón es al par luz y firmeza,
      firmeza y luz como el cristal de roca.

      Semejante al nocturno peregrino,
      mi esperanza inmortal no mira el suelo;
      no viendo más que sombra en el camino,
      sólo contempla el esplendor del cielo.

      Vanas son las imágenes que entraña
      tu espíritu infantil, santuario oscuro.
      Tu numen, como el oro en la montaña,
      es virginal y, por lo mismo, impuro.

      A través de este vórtice que crispa,
      y ávido de brillar, vuelo o me arrastro,
      oruga enamorada de una chispa
      o águila seducida por un astro.

      Inútil es que con tenaz murmullo
      exageres el lance en que me enredo:
      yo soy altivo, y el que alienta orgullo
      lleva un broquel impenetrable al miedo.

      Fiando en el instinto que me empuja,
      desprecio los peligros que señalas.
      "El ave canta aunque la rama cruja:
      como que sabe lo que son sus alas."

      Erguido bajo el golpe en la porfía,
      me siento superior a la victoria.
      Tengo fe en mí; la adversidad podría,
      quitarme el triunfo, pero no la gloria.

      ¡Deja que me persigan los abyectos!
      ¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume!
      La flor en que se posan los insectos
      es rica de matiz y de perfume.

      El mal es el teatro en cuyo foro
      la virtud, esa trágica, descuella;
      es la sibila de palabra de oro,
      la sombra que hace resaltar la estrella.

      ¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido
      será el fuego voraz que me consuma!
      La perla brota del molusco herido
      y Venus nace de la amarga espuma.

      Los claros timbres de que estoy ufano
      han de salir de la calumnia ilesos.
      Hay plumajes que cruzan el pantano
      y no se manchan... ¡Mi plumaje es de esos!

      ¡Fuerza es que sufra mi pasión! La palma
      crece en la orilla que el oleaje azota.
      El mérito es el náufrago del alma:
      ¡vivo, se hunde; pero muerto, flota!

      ¡Depón el ceño y que tu voz me arrulle!
      ¡Consuela el corazón del que te ama!
      ¡Dios dijo al agua del torrente: bulle!;
      ¡y al río de la margen: embalsama!

      Confórmate, mujer! Hemos venido
      a este valle de lágrimas que abate,
      tú, como la paloma, para el nido,
      y yo, como el león, para el combate.

      Salvador Díaz Mirón
      Mexicano ( 1853 - 1928 )

      Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.

      Comment


      • #4
        Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

        Quieren uno que en serio estruje el alma, ahi les va este:

        EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS

        Desde la ventana de un casucho viejo
        abierta en verano, cerrada en invierno
        por vidrios verdosos y plomos espesos,
        una salmantina de rubio cabello
        y ojos que parecen pedazos de cielo,
        mientas la costura mezcla con el rezo,
        ve todas las tardes pasar en silencio
        los seminaristas que van de paseo.

        Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
        marchan en dos filas pausados y austeros,
        sin más nota alegre sobre el traje negro
        que la beca roja que ciñe su cuello,
        y que por la espalda casi roza el suelo.

        Un seminarista, entre todos ellos,
        marcha siempre erguido, con aire resuelto.
        La negra sotana dibuja su cuerpo
        gallardo y airoso, flexible y esbelto.
        Él, solo a hurtadillas y con el recelo
        de que sus miradas observen los clérigos,
        desde que en la calle vislumbra a lo lejos
        a la salmantina de rubio cabello
        la mira muy fijo, con mirar intenso.
        Y siempre que pasa le deja el recuerdo
        de aquella mirada de sus ojos negros.
        Monótono y tardo va pasando el tiempo
        y muere el estío y el otoño luego,
        y vienen las tardes plomizas de invierno.

        Desde la ventana del casucho viejo
        siempre sola y triste; rezando y cosiendo
        una salmantina de rubio cabello
        ve todas las tardes pasar en silencio
        los seminaristas que van de paseo.

        Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
        su seminarista de los ojos negros;
        cada vez que pasa gallardo y esbelto,
        observa la niña que pide aquel cuerpo
        marciales arreos.

        Cuando en ella fija sus ojos abiertos
        con vivas y audaces miradas de fuego,
        parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
        ¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
        ¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
        A la niña entonces se le oprime el pecho,
        la labor suspende y olvida los rezos,
        y ya vive sólo en su pensamiento
        el seminarista de los ojos negros.

        En una lluviosa mañana de inverno
        la niña que alegre saltaba del lecho,
        oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
        por la angosta calle pasaba un entierro.

        Un seminarista sin duda era el muerto;
        pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
        con la beca roja por cima cubierto,
        y sobre la beca, el bonete negro.
        Con sus voces roncas cantaban los clérigos
        los seminaristas iban en silencio
        siempre en dos filas hacia el cementerio
        como por las tardes al ir de paseo.

        La niña angustiada miraba el cortejo
        los conoce a todos a fuerza de verlos...
        tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
        el seminarista de los ojos negros.

        Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
        y allá en la ventana del casucho viejo,
        una pobre anciana de blancos cabellos,
        con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
        mientras la costura mezcla con el rezo,
        ve todas las tardes pasar en silencio
        los seminaristas que van de paseo.

        La labor suspende, los mira, y al verlos
        sus ojos azules ya tristes y muertos
        vierten silenciosas lágrimas de hielo.

        Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
        del seminarista de los ojos negros...



        Miguel Ramos Carrión
        Epitafio de Alejandro Magno: "Ahora le basta una tumba a quien antes no le bastó el mundo entero..."

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        • #5
          Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

          Lo escuché primero en el Canal 22 y quedé estrujado doble, primero por lo que dice y por ser del Maestro Salvador Novo:

          PIENSO, MI AMOR, EN TI TODAS LAS HORAS...

          Pienso, mi amor, en ti todas las horas
          del insomnio tenaz en que me abraso;
          quiero tus ojos, busco tu regazo
          y escucho tus palabras seductoras.

          Digo tu nombre en sílabas sonoras,
          oigo el marcial acento de tu paso,
          te abro mi pecho -y el falaz abrazo
          humedece en mis ojos las auroras.

          Está mi lecho lánguido y sombrío
          porque me faltas tú, sol de mi antojo,
          ángel por cuyo beso desvarío.

          Miro la vida con mortal enojo,
          y todo esto me pasa, dueño mío,
          porque hace una semana que no cojo.


          Para quien aún no lo sepa, Novo era homosexual.....
          ♫ Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida, pero te juro por Dios que nunca llorarás por lo que fue mi viiiiiiiiidaaaaaa ♫

          Comment


          • #6
            Una de Mario Benedetti

            TACTICA Y ESTRATEGIA

            Mi táctica es
            mirarte
            aprender como sos
            quererte como sos

            mi táctica es
            hablarte
            y escucharte
            construir con palabras
            un puente indestructible

            mi táctica es
            quedarme en tu recuerdo
            no sé cómo ni sé
            con qué pretexto
            pero quedarme en vos

            mi táctica es
            ser franco
            y saber que sos franca
            y que no nos vendamos
            simulacros
            para que entre los dos
            no haya telón
            ni abismos

            mi estrategia es
            en cambio
            más profunda y más
            simple

            mi estrategia es
            que un día cualquiera
            no sé cómo ni sé
            con qué pretexto
            por fin me necesites.
            ♫ Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida, pero te juro por Dios que nunca llorarás por lo que fue mi viiiiiiiiidaaaaaa ♫

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            • #7
              Balada Catalana

              BALADA CATALANA



              Rugiente pasión ardía
              en el alma del doncel;
              fuera de Ella nada había
              en el mundo, para él.


              -¡Lo que a tu capricho cuadre
              -dijo a su amada- lo haré;
              si las joyas de mi madre
              me pides, te las daré.


              Y ella, infame como hermosa,
              dijo en horrible fruición:
              -¿Sus joyas? ¡Son poca cosa!
              ¡Yo quiero su corazón!

              En fuego impuro él ardiendo
              hacia su madre corrió
              y al punto su pecho abriendo
              el corazón le arrancó.

              Tan presuroso volvía
              la horrible ofrenda a llevar,
              que, tropezando en la vía,
              fue por el suelo a rodar.

              Y brotó un acento blando
              del corazón maternal,
              al ingrato preguntando:
              -Hijo, ¿no te has hecho mal?



              Vicente Balaguet
              ♫ Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida, pero te juro por Dios que nunca llorarás por lo que fue mi viiiiiiiiidaaaaaa ♫

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              • #8
                Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                Las abandonadas

                Por Julio Sesto
                A ellas

                ¡Como me dan pena las abandonadas,
                que amaron creyendo tambièn ser amadas,
                y van por la vida llorando un cariño,
                recordando un hombre y arrastrando un niño!.....

                ¡Como hay quien derribe del árbol la hoja
                y al verla en el suelo ya no la recoja,
                y hay quien a pedradas tire el fruto verde
                y lo eche rodando después que lo muerde!

                ¡Las abandonadas son fruta caìda
                del árbol frondoso y alto de la vida;
                son, mas que caìda, fruta derribada
                por un beso artero como una pedrada.

                Por las calles ruedan estas tristes frutas
                como maceradas manzanas enjutas
                y en sus pobres cuerpos antaño turgentes
                llevan la indeleble marca de unos dientes.

                Tienen dos caminos que escoger: el quicio
                de una puerta honrada, o el harem del vicio,
                ¡y en medio de tantos, de tantos rigores,
                aun hay quien a hablarles se atreve de amores!

                Aquellos magnates que ampararlas pueden,
                mas las precipitan para que mas rueden,
                ¡y hasta hay quien se vuelva su postrer verdugo
                queriendo exprimirlas si aun les queda jugo!

                Las abandonadas son como el bagazo
                que alambica el beso y exprime el abrazo;
                si aun les queda zumo, lo chupa el dolor;
                ¡son triste bagazo, bagazo de amor.

                Cuando las encuentro me llenan de angustias
                sus senos marchitos y sus caras mustias,
                y pienso que arrastran su arrepentimiento
                un niño que es hijo del remordimiento....

                ¡El remordimiento lo arrastra algún hombre
                oculto, que al niño niega techo y nombre!
                Al ver estos niños de blondos cabellos,
                yo quisiera amarlos y ser padre de ellos.

                Las abandonadas me dan estas penas,
                porque casi todas son mujeres buenas;
                son manzanas secas, son fruta caida
                del árbol frondoso y alto de la vida.

                No hay quien las ampare, no hay quien las recoja
                mas que el mismo viento que arrastra la hoja......
                ¡Marchan con los ojos fijos en el suelo,
                cansadas en vano, de mirar al cielo.

                De sus hondas cuitas, ni el Señor se apiada,
                Porque de estas cosas...¡ Dios no sabe nada ¡
                Y asì van las pobres, llorando un cariño,
                recordando a un hombre y arrastrando un niño.
                Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                • #9
                  Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                  A él

                  Gertrudis Gomez de Avellaneda

                  No existe lazo ya, todo está roto;
                  plúgole al cielo así: ¡ bendito sea!
                  Amargo caliz con placer agoto;
                  mi alma reposa al fin: nada desea.

                  Te amé, no te amo ya. Píénsalo al menos.
                  ¡Nunca, si fué error, la verdad mire!
                  Que tantos años de amarguras llenos
                  trague el olvido; el corazón respire.

                  Lo has destrozado sin piedad: mi orgullo
                  una vez y otra vez pisaste insano...
                  mas nunca el labio exhalará un murmullo
                  para acusar tu proceder tirano.

                  De graves faltas vergador terrible,
                  docil llenaste tu misión: ¿lo ignoras?
                  No era tuyo el poder que irresistible
                  postró ante ti mis fuerzas vencedoras.

                  ¡Quísolo Dios y fue: gloria a su nombre!
                  Todo se terminó: recobro aliento.
                  ¡Angel de las venganzas! Ya eres hombre...
                  Ni amor ni miedo al contemplarte siento.

                  Cayó tu cetro, se embotó tu espada...
                  Mas ¡ay!, ¡cuan triste libertad respiro!
                  Hice un mundo de ti, que hoy se anonada,
                  y en honda y vasta soledad me miro.

                  ¡Vive dichoso tu! Si algún dia
                  ves esta adiós que te dirijo eterno,
                  sabe que aun tienes en el alma mia
                  generoso perdón, cariño eterno.
                  Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                  Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                  • #10
                    Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                    ADIOS
                    Alfonsina Storni


                    Las cosas que mueren jamás resucitan,
                    las cosas que mueren no tornan jamás.
                    ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
                    es polvo por siempre y por siempre será!

                    Cuando los capullos caen de la rama
                    dos veces seguidas no florecerán...
                    ¡Las flores tronchadas por el viento impío
                    se agotan por siempre, por siempre jamás!

                    ¡Los días que fueron, los días perdidos,
                    los días inertes ya no volverán!
                    ¡Qué tristes las horas que se desgranaron
                    bajo el aletazo de la soledad!

                    ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
                    las sombras creadas por nuestra maldad!
                    ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
                    las cosas celestes que así se nos van!

                    ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
                    ?de llagas infectas? ¡cúbrete de mal!...
                    ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
                    corazón maldito que inquietas mi afán!

                    ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
                    ¡Adiós mi alegría llena de bondad!
                    ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
                    las cosas celestes que no vuelven más! ...
                    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                    • #11
                      Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                      Te He Querido Tanto

                      Te he querido tanto y de tantas maneras...
                      Que me parece imposible inventar nuevas formas de amor.
                      Te he querido con timidez
                      cuando pensaba que era la única que amaba entre los dos.

                      También con tristeza y añoranza
                      cuando estaba sola pensando en ti y dándome cuenta
                      que no sabía estar lejos de ti ni un momento.

                      Te he querido tanto...
                      Te he querido tanto y de tantas maneras,
                      que me parece imposible que nadie
                      pueda llegar a quererte más que yo.

                      Te he querido con paciencia
                      por llegar a comprenderte y hacer mías tus ideas.

                      Te he querido con egoísmo
                      por no querer compartirte con nadie, con miedo a perderte.

                      Te he querido a gritos
                      cuando no escuchabas mis razones...

                      Te he querido tanto... y de tantas maneras,
                      que parece imposible inventar nuevas formas de amor.

                      Te he querido con el deseo y el ansia
                      por hacer el amor contigo, hasta consumirnos los dos.

                      Y sé que tú...
                      Sí, sé que tu también has llegado a quererme
                      por haber compartido tantas cosas.

                      Te he querido tanto... y de tantas maneras
                      que parece imposible que hoy
                      haya un solo modo de amarte...

                      y este sea solo... tu recuerdo.

                      Es uno de mis poemas preferidos, me gusta mucho con Raquel Olmedo
                      Aquí está por si lo quieren escuchar, ojalá que lo disfruten también.
                      http://es.youtube.com/watch?v=MWxox42ZNsU
                      Resistiré erguida frente a todo... me volveré de hierro para endurecer la piel ...

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                      • #12
                        Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                        LOS PARIAS
                        Salvador Diaz Miròn

                        Allà en un claro cerca del monte,
                        bajo una higuera como un dosel,
                        hubo una choza donde habitaba
                        una familia que ya no es.

                        El padre muerto; la madre muerta;
                        los cuatro niños muertos tambien:
                        el, de fatiga; ella de angustia;
                        ellos de frio, hambre y de sed.

                        Ha mucho tiempo que fuì al bohìo
                        y me parece que ha sido ayer,
                        ¡Desventurados! Allì sufrìan
                        ansia sin tregua, tortura cruel.

                        Y en vano alzando los turbios ojos,
                        te preguntaban, Señor, ¿Por que ?
                        y recurrian a tu alta gracia
                        dispensadora de todo bien.

                        ¡Oh Dios! Las gentes sencillas rinden
                        culto a tu nombre y a tu poder:
                        a ti demandan favor los pobres,
                        a ti los tristes piden merced;

                        mas como el ruego resulta inutil
                        pienso que un dia -pronto tal vez-
                        ¡ No habrà miserias que se arrodillen,
                        no habrà dolores que tengan fè.

                        Rota la brida, tenaz la fusta,
                        libre el espacio ¿que harà el corcel?
                        La inopia vive sin un halago,
                        sin un consuelo, sin un placer.

                        Sobre los fangos y los abrojos
                        en que revuelca su desnudez
                        cria querubes para el presidio
                        y serafines para el burdel.

                        El proletario levanta el muro,
                        practica el tunel, mueve el taller,
                        cultiva el campo, calienta el horno,
                        paga el tributo, carga el broquel;

                        y en la batalla sangrienta y grande,
                        blandiendo el hierro por patria o rey,
                        enseña al pròcer con noble orgullo
                        como se cumple con el deber.

                        Mas, ay ¿que logra con su heroismo?
                        ¿Cual es el premio, cual su laurel?
                        El desdichado recoger ortigas
                        y apura el caliz hasta la hez.

                        ¡Leproso, mustio, deforme, airado,
                        soporta apenas la dura ley
                        y cuando pasa sin ver el cielo
                        la tierra tiembla bajo sus pies!.








                        kabrakan
                        Forista Esmeralda
                        Last edited by kabrakan; 06-octubre-2008, 11:33.
                        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                        • #13
                          Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                          ALUSIÓN A LOS CABELLOS CASTAÑOS

                          Así como fui yo, así como eras tú,
                          en la penumbra inocua de nuestra juventud
                          así quisiera ser,
                          mas ya no puede ser.

                          Como ya no seremos como fuimos entonces,
                          cuando límpida el alma trasmutaba en pecado
                          al más leve placer,
                          Cuando el mundo y tú eran sonrosaba sorpresa.
                          Cuando hablaba yo solo dialogando contigo,
                          es decir, con tu sombra,
                          por las calles desiertas,
                          y la luna bermeja era dulce incentivo
                          para idilios de gatos, fechorías de ladrones
                          y soñar de poetas.

                          Cuando el orbe rodaba sin que yo lo sintiera,
                          cuando yo te adoraba sin que tú lo supieras
                          -aunque siempre lo sabes, aunque siempre lo sepas-
                          y el invierno era un tropo y eras tú primavera
                          y el romántico otoño corretear de hojas secas.

                          Tú que nunca cuidaste del rigor de los años
                          ni supiste el castigo de un marchito ropaje;
                          tú que siempre tuviste los cabellos castaños
                          y la tersa epidermis, satinado follaje.

                          Tus cabellos castaños, tus castaños cabellos
                          por volver a besarlos con el viejo fervor,
                          vendría yo la ciencia que compré con dolor
                          y la tela de araña que tejí en sueños.
                          Así como fui yo, así como eras tú,
                          en la inconciencia tórrida de nuestra juventud,
                          así quisiera ser,
                          mas ya no puede ser...

                          Renato Leduc.

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                          • #14
                            Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                            CINTAS DE SOL
                            Salvador Diaz Mirón

                            I

                            La joven madre perdió a su hijo,
                            se ha vuelto loca y está en su lecho.
                            Eleva un brazo, descubre el pecho,
                            suma las lineas de un enredijo.

                            El dedo en alto y el ojo fijo
                            cuenta las curvas de adorno al techo,
                            y muestra un rubro pezón derecho
                            como en espasmo y ardor de rijo.

                            En la vidriera cortina rala
                            tensa y purpurea cierne curiosa
                            lumbre, que tiñe su tenue gala.

                            Y roja lengua cae y se posa
                            y con delicia treme y resbala
                            en el erecto botón de rosa.

                            II

                            ¡ Cerca el marido forma concierto:
                            ofrece al torpe fulgor del dia
                            desesperada melancolía,
                            y en la cicuta prueba el desierto!

                            ¡Ha! Los olivos del sacro huerto
                            guardan congoja ligera y pía.
                            El hombre sufre doble agonia:
                            la esposa insana y el niño muerto.

                            Y no concibe suerte mas dura,
                            y con el puño crispado azota
                            la sien, y plañe su desventura.

                            Llora en un lampo la dicha rota,
                            y el rayo juega con la tortura
                            y enciende un iris en cada gota.

                            III

                            Así la lira.... ¿Qué grave duelo
                            rima el sollozo y enjoya el luto,
                            y a la insolencia paga tributo
                            y en la jactancia procura vuelo?

                            ¿Que mano digna recama el velo
                            y la ponzoña del triste fruto,
                            y al egoismo del verso bruto
                            inmola el alma que mira al cielo?

                            La poesía canta la historia
                            y pone -fértil en pompa espuria-
                            a mal de infierno burla de gloria.

                            ¡Es implacable como una furia
                            y pegadiza como una escoria
                            e irreverente como una injuria!
                            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                            • #15
                              Re: Poesias Que Ajan Y Estrujan El Alma

                              SOY UN HUERFANITO
                              Coplas y rimas seleccionadas al azar

                              Nací en la Hana, Domingo me llamo,
                              como azabache negro nací,
                              con una suerte tan desgraciada,
                              que yo a mis padres no conocí.

                              -----

                              Soy nacido de la nada
                              y con la nada me crié,
                              no tengo padre ni madre,
                              ni quien en mi tenga fé.

                              -----

                              No tengo padre ni madre,
                              ni quien se duela de mi;
                              solo la cama en que duermo
                              se compadeció de mi.

                              -----

                              Como huérfano me quejo,
                              pasando mi vida atroz;
                              como ya voy para viejo,
                              no me ampara mas que Dios:
                              memorias al mundo dejo.

                              -----

                              Oíd los tristes lamentos
                              que dirige un huerfanito:
                              en sus grandes sufrimientos
                              al cielo levanta el grito.

                              -----

                              Dichoso el que tiene madre,
                              pues a mi se me murió;
                              le pido a Dios que la guarde,
                              en compañia de mi padre.

                              -----

                              Dichoso el que tiene madre,
                              porque a mi se me murió,
                              no tengo mas que a mi padre,
                              que con trabajos me crió;
                              contigo mi pecho se abre
                              al ver lo que me pasó.

                              -----

                              Para el huérfano no hay sol,
                              todos quieren ser el padre;
                              primos, parientes y hermanos
                              se averguenzan de mi sangre,
                              y a cada paso que doy
                              son recuerdos de mi madre.

                              -----

                              ¡Que triste vida la mia,
                              sin esperanza y sin nadie,
                              llorando mis tristes penas
                              y recordando a mi madre!

                              -----

                              Al morir la madre mia
                              fuí al cementerio solito,
                              halló el sepulcro mi guia;
                              he llorado, huerfanito,
                              sobre la lápida fria.

                              ------

                              Cuando uno tiene sus padres
                              goza de dicha y placeres,
                              mientras que cuando ellos faltan
                              todo es puro padecer.
                              ¡Oh Dios, no hallo que hacer!

                              Mi madre me ha abandonado
                              y huérfano me ha dejado,
                              derramando amargo llanto;
                              no me queda otro consuelo
                              que es el ir al composanto.

                              -----

                              Pobrecita madre mía,
                              con que lástima murió;
                              en un sueño muy profundo
                              dormidita se quedó;
                              pero desdichado yo,
                              que quedé solo en el mundo.

                              -----

                              ¡Ay, que muerte tan feroz,
                              que a mi madre te llevaste!.
                              A padecer me dejaste
                              en este mundo traidor;
                              ni tu bendición me echaste.

                              -----

                              Unas veces fuí soldado,
                              y otras, .... en prisión;
                              hoy me encuentro abandonado,
                              hoy me encuentro sin mi madre,
                              y a cada paso que doy,
                              hoy que reflexiono es tarde.

                              -----

                              Ya se acabó mi tesoro,
                              se murió mi madre amada;
                              estas páginas que lloro
                              no me sirven para nada.

                              -----

                              Aunque el pecho se ataladre
                              con el dolor mas atroz;
                              he comprendido, aunque tarde:
                              juro que después de Dios
                              no hay amor como el de madre.

                              -----

                              Mi madre era mi consuelo,
                              era toda mi alegría,
                              era mi encanto y mi anhelo.
                              ¿Adonde estás madre mia?
                              ¿Cuando se llegará el dia
                              de vernos juntos los dos
                              en la presencia de Dios,
                              para calmar estas penas,
                              que cual pesadas cadenas
                              me dan sufrimiento atroz?

                              -----

                              Si la mamacita mia
                              supiera que ando penando,
                              cogería su linternita
                              y me anduviera buscando.

                              -----

                              Soy huérfano siempre triste,
                              paso mi vida entre abrojos;
                              ¿donde estas madre?, te fuiste,
                              querida luz de mis ojos;
                              varios consejos me diste
                              que me causaban enojos.

                              -----

                              Cuando mi madre vivia
                              me daba muchos consejos;
                              con cariño me decia:
                              "No me hagas tantos desprecios".

                              -----

                              Cuando me salía a pasear
                              mi madre me decia:
                              "No te salgas, vida mia,
                              no te vayas a tardar.

                              -----






                              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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