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Poesias y rimas que aligeran el alma

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  • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

    POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD


    EN EL ESCORIAL
    Vicente Riva Pañacios

    Resuena el marmóreo pavimento
    del medroso viajero la pisada,
    y repite la bóveda elevada
    el gemido tristísimo del viento.

    En la historia se lanza el pensamiento,
    vive la vida de la edad pasada,
    y se agita en el alma conturbada
    supersticioso y vago sentimiento.

    Palpita allí el recuerdo, que allí en vano
    contra su propia hiel buscó un abrigo,
    esclavo de sí mismo, un soberano
    que la vida cruzó sin un amigo;
    águila que vivió como un gusano,
    monarca que murió como un mendigo.
    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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    • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

      POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD


      LA MUERTE DEL TIRANO
      Vicente Riva Palacios

      Herido está de muerte, vacilante
      Y con el paso torpe y mal seguro
      Apoyo busca en el cercano muro
      Pero antes se desploma palpitante.

      El que en rico palacio deslumbrante
      Manchó el ambiente con su aliento impuro,
      De ajeno hogar en el recinto oscuro
      La negra eternidad mira delante.

      Se extiende sin calor la corrompida
      Y negra sangre que en el seno vierte
      de sus cárdenos labios la ancha herida,

      y el mundo dice al contemplarte inerte:
      "Escarnio a la virtud era su vida:
      vindicta del derecho fue su muerte".
      Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
      Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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      • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

        POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD


        AL VIENTO
        Vicente Riva Palacios

        Cuando era niño, con pavor te oía
        en las puertas gemir de mi aposento;
        doloroso, tristísimo lamento
        de misteriosos seres te creía.

        Cuando era joven, tu rumor decía
        frases que adivino mi pensamiento,
        y cruzando después el campamento,
        "Patria", tu ronca voz me repetía.

        Hoy te siento azotando, en las oscuras
        noches, de mi prisión las fuertes rejas;
        pero hánme dicho ya mis desventuras

        que eres viento, no más, cuando te quejas,
        eres viento si ruges o murmuras,
        viento si llegas, viento si te alejas.


        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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        • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

          POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

          LA MÚSICA
          (Fragmento)
          Francisco Luis Ortega


          Soberana armonía,
          precioso dón del cielo,
          á tí me acogeré, que en tí confía
          alivio hallar mi triste desconsuelo:
          á tí, que siempre fuiste de los males
          que afligen á los míseros mortales
          bálsamo de salud y de consuelo.

          Tus dulces impresiones
          ¿cuanto alivio no fueron
          de sensibles llagados corazones?
          ¿cuándo mis días fúnebres corrieron
          sin que tú compasiva no enjugaras
          mi tierno llanto, ó sin que me anegaras
          en mil placeres, hay, que ya me huyeron?

          Huyeron. Pero al alma
          tierna melancolía
          sabe aplacer también con dulce calma
          cual la aplace féstiva la alegría.
          Genio sombrío, que de Young pulsabas
          el laúd negro, y tierno lo inspirabas,
          á tí te invoco en la tristeza mía.

          Enojosos cuidados,
          aquí no llegaráis: los regalados
          acentos de la Música sonora
          de este recinto os lanzan: falso amigo,
          ni tú me turbarás: solo contigo,
          Música divinal, lloraré ahora.

          ¡Ven, ven, cítara bella,
          que en mis floridos años
          eras dulce solaz de mi querella,
          y de amor en los plácidos engaños
          me adormías; que á Delia desdeñosa
          tal vez tornaste á mi dolor piadosa,
          ajeno yo de mis presentes daños.!

          ¿Te acuerdas cuán festivos
          jóvenes nos cercaban,
          y, atentos a tus sones expresivos,
          unas veces extáticos callaban,
          otras del entusiasmo arrebatados
          prorrumpían en coros concertados
          y con mi canto su cantar alzaban?

          También muchas graciosas
          ninfas se complacían
          al tañer yo tus cuerdas armoniosas,
          y su voz halagüeña unir solían,
          realzando tus gracias delicadas,
          ó, á bulliciosas danzas provocadas,
          de su taller gentil alarde hacían.

          Celio, Arnesto, Fileno,
          amables compañeros
          de mi lozana edad ¡oh, cuán sereno
          nos era aquél vivir! ¡cuán placenteros
          momentos! ¡cuántas dichas nos cercaban!
          y ¡con que suavidad se deslizaban
          días, meses .... también años enteros!

          Días de gozo y gloria,
          inocentes y puros,
          arrancaros jamás de mi memoria
          podrán los hados rígidos y duros.
          Vuestro recuerdo dulce y halagüeño
          me adormirá con plácido beleño
          en mis males presentes y futuros.

          Del tiempo inexorable
          pudo la mano impía
          por siempre arrebataros: mas la amable,
          la encantadora música que hacía
          vuestro reir mas lisonjero y blando,
          fiel os está aquí mismo retratando,
          y aun os puede gozar la fantasía.

          Y os gozará mil veces.
          Vén facil á mis manos,
          cítara, amiga fiel de mis niñeces,
          y repite los cantos soberanos
          que los floridos años me inspiraban,
          cuando en dorada copa me brindaban
          el dulce néctar del placer divino.

          Encantos inefables,
          aun vivís: será eterna
          vuestra dulce ilusión, y perdurables
          vuestros recuerdos. Esta, esta es la tierna
          canción que tanto a Delia complacía;
          este el himno que en loor grato rendía
          la patria libre á la deidad superna.

          Mientras mi pecho aliente,
          oh música divina,
          te rendiré mis cultos reverente,
          cual numen tutelar que me destina
          benigno el cielo en la tormenta horrible
          que alzó el pesar amargo en mi sensible
          corazón que despótico domina.

          Jamás, cítara mía,
          podré ingrato dejarte.
          Siempre de mi tristeza y alegría
          depositaria fiel, tomabas parte
          en mi llorar y en mi reír; y ahora
          cual siempre te busqué consoladora,
          y ya logré consoladora hallarte.

          .......


          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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          • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

            POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

            EL ROBO DE ELENA
            José Mariano de Almansa

            No tan veloz el rayo se desprende
            de la nube á la tierra con estruendo,
            como los anchos mares espumosos
            París iba surcando, aquel mancebo
            que consigo llevaba el exterminio
            de la opulenta Troya; ni de Creso
            el pecho las riquezas alagaban
            tanto como á París su amado dueño.
            No bien pierden de vista prontamente
            del grande Menelao el vasto imperio,
            cuando toda la gloria y alegría
            se trueca en confusión, espanto, miedo.
            Una nube horrorosa, que sin duda
            se asemejaba al tenebroso averno,
            presenta á sus ojos consternados
            la oscuridad de Meris y Leteo;
            los furiosos relámpagos no cesan,
            y al medroso sonido de los truenos
            se amilana el piloto, y el gran Jove
            de su trono despide con denuedo
            tanto temible rayo, que juzgaban
            que era llegado el fin del universo.
            Del poderoso Éolo al impulso
            zozobra la nao; ni los ruegos
            de aquellos infelices a Neptuno
            aplacaban la furia de los cielos;
            todo es horro, angustia y temores.
            Ya llenos de pavor oyen el eco
            de una tremenda voz que, según juzgo,
            era la muy terrible de Nereo;
            ésta hablaba así:<París desventurado,
            vuelve, vuelve infeliz, al suelo griego,
            deja la prenda que contigo llevas
            á ser solo el estrago de tu reino.
            Pero no puede ser. Los mismos dioses
            la han decretado así: tú el instrumento
            eres de la venganza, irrevocables
            son sus decretos, si, ya no hay remedio.
            Tú verás de tu patria el exterminio,
            el paladión robado; y en los templos
            profanadas sus vírgenes; de Príamo
            abrasada la casa; un incendio
            consumir la ciudad terriblemente
            después de resistir un largo cerco.
            Por fin, los dioses quieran que algún día
            más atónito mire el pasajero
            á la infelice Troya ya desierta,
            de densos humos y de ollín cubierta.>
            Esto dijo; y veloz y prontamente
            se ocultó á la infeliz y triste gente.
            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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            • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

              POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

              AUTODESCRIPCIÓN
              Mariano Barazábal

              Dióme el cielo figura moderada;
              denególe á mi rostro la hermosura;
              mi color es ajeno de blancura,
              aun sin aplicación á lo rosada.

              Mediana es mi estatura, bien formada;
              en mi boca y nariz durmió natura;
              mis ojos son tal cual, mas dan segura
              muestra del corazón en la mirada.

              Aunque no me portó cuna grosera,
              mi educación ha sido sin amparo;
              mis bienes son hasta hoy no ser avaro,
              sin saber si hay fortuna ó si es quimera.
              Luego ¿que me dió el cielo? ¡De lo caro!
              Alma fina, alma noble, alma sincera,

              Otrosí: ¡buena cosa
              se me olvidaba!
              Que á treinta y cuatro agostos
              les ví la cara.....
              Mas, sin engaño,
              disparaba mil versos
              al séptimo año.




              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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              • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

                EPIGRAMAS
                Mariano Barazábal

                Con semblante doloroso
                Doña Mencía se vistió
                (ya se ve, porque enviudó)
                del luto mas riguroso.

                Pero ¿como es que al instante
                la miramos de ojo enjuto?
                En ciertas viudas, el luto
                sólo es tocar á vacante.

                ------

                ¿No ves como va Isabel
                por esa calle de arriba
                (¡Que adornada! ¡que atractiva!)
                haciendo un alto papel?
                ¿Y no adviertes cuán ufana
                la sigue esa rota vieja
                que casi la chancla deja?
                Pues esa vieja es...... su nana.

                ------

                -Yo no soy, ni pude ser
                el padre..... (Cornelio dijo
                á Blasa). -Pues no moler
                (le respondió ella) que mi hijo
                tiene padres á escoger.

                -----------
                Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                  POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

                  FÁBULA DE EL NEBIL Y EL GUAJOLOTE
                  Mariano Barazábal

                  Estábanse adiestrando
                  en canto y vuelo las indianas aves;
                  no sé donde ni cuando:
                  da, lector, por supuesto que lo sabes,
                  y qué de entre las nubes encumbradas
                  bajó un nebil ligero en dos aladas.

                  - Júpiter me ha mandado
                  (les dijo cortesano) desde el cielo
                  á decir que su agrado
                  merece ya vuestro eminente vuelo
                  y que tambien de vuestra melodía
                  se ha complacido su soberanía.

                  Este razonamiento
                  escuchaba empeñado un guajolote
                  que, sin mas miramiento,
                  hinchándose de moco y de cogote
                  y haciendo el abanico entre las aves
                  -¡Oh Júpiter! (clamaba) ¡cuanto sabes!

                  A todos aturdía
                  con aquella su grita destemplada,
                  pues en vano discurría
                  que el enviado nebil por él hablaba,
                  hasta que este le dijo: "No alborote,
                  que aquí no tiene parte el guajolote".....




                  kabrakan
                  Forista Esmeralda
                  Last edited by kabrakan; 10-octubre-2010, 17:13.
                  Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                  Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                  • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                    POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

                    FÁBULA DE LA PILA Y EL ALJIBE
                    Mariano Barazábal

                    No muy lejos
                    de una pila
                    de aguas dulce
                    cristalina
                    un aljibe
                    hondo había
                    de agua turbia
                    llovediza.
                    A la fuente
                    todos iban,
                    y sus aguas
                    preferían,
                    por lo dulces,
                    por lo lindas,
                    por lo francas
                    que corrían.
                    Al aljibe
                    sólo hacía
                    una cuba
                    compañía,
                    de una soga
                    sostenida,
                    que pasaba
                    en carretilla.
                    A este pobre
                    dijo un día
                    nuestra fuente
                    susodicha:
                    "Vecinito
                    ¿no se admira
                    de lo mucho
                    que me estiman?
                    ¿No ve cuántos
                    á porfía
                    me festejan
                    y visitan?
                    Y á usted ..... ¡vaya!
                    ni lo miran:
                    por su genio
                    se retiran."

                    A todo esto
                    con sonrisa
                    el aljibe
                    respondía.
                    Corrió el tiempo;
                    llegó el día
                    que faltó
                    la cañería.
                    Mermó luego
                    á toda prisa,
                    y secóse
                    la tal pila.
                    Y los mismos
                    que aplaudían
                    sus cristales,
                    ni la miran.
                    El aljibe,
                    que esto vía,
                    dijo entonces:
                    "Vecinita
                    ¿como estamos?
                    ¡Que solita!
                    ¿Donde se hallan
                    sus visitas?
                    ¿Donde aquellos
                    que solían
                    cortejarla
                    y aplaudirla?
                    Acá llegan,
                    y en mi orilla
                    su tertulia
                    formalizan.
                    Mas tendrán
                    sus señorías
                    que tirar
                    la carretilla:
                    pues mediante
                    tal fatiga
                    y la justa
                    economía,
                    bien es logre
                    mi agua fría
                    quien trabaje
                    en conseguirla."

                    Ricos hombres
                    de la Villa,
                    que gustáis
                    de mil visitas
                    lisonjeras,
                    comodinas,
                    un ojito
                    con la pila,
                    y también
                    una orejita
                    al aljibe
                    que os predica.
                    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                    • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                      EL TEJONCITO
                      Vox Populi

                      En unos surcos de milpa
                      andaba un tejón
                      con su brazada de elotes
                      envueltos en su cotón.

                      Sus hijos y su mujer
                      lo salieron a encontrar;
                      se metieron pa' su cocina
                      y los pusieron a asar.

                      Un tejoncito atrevido,
                      con su grande atrevimiento,
                      se sacó uno de la lumbre,
                      se lo metió por dentro.

                      Lo vido su mamá agarrar
                      una cuarta muy gruesa:
                      "Hora verás, goloso,
                      espérate que se cueza."



                      Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                      Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                      • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                        CANTOS DE POSADAS
                        Vox Populi

                        Todos los negritos
                        vamos a Belén
                        a ver a la Virgen
                        y al niño también.

                        Pajarito amante,
                        déjanos pasar,
                        que somos negritos
                        de la catedral.

                        Todos los negritos
                        vamos a Veracruz
                        a ver a la Virgen
                        y al niño Jesús.

                        Hijo Francisquito,
                        váyase a tocar
                        las tristes campanas,
                        que ya voy a agonizar.

                        Campanita de oro
                        con badajo de cristal;
                        se ha llegado el tiempo
                        en que yo me he de alejar.

                        Hijos de mi vida,
                        dejen de llorar;
                        el negro caporal
                        ya se lo lleva Dios.

                        Adiós, gran señora
                        de la Soledad;
                        socorre a tus negritos
                        que gimiendo van.

                        Salgas ya, mariposa,
                        con esa palmilla
                        de Dios; seca tu llanto
                        hija Maringuilla.



                        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                        • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                          QUISIERA VERTE Y NO VERTE
                          Vox Populi

                          Por el mal comportamiento
                          que tú conmigo has tenido,
                          quisiera echarte en olvido;
                          pero ¡ay,no! que me arrepiento;
                          si fuiste mi pensamiento
                          desde antes de conocerte,
                          pero hoy, por mi mala suerte,
                          a mí tu amor me ha ofendido,
                          y yo por ese motivo
                          quisiera verte y no verte.

                          Quisiera que un cruel castigo
                          a tí te enviara el Creador,
                          o el más punzante dolor
                          por lo que has hecho conmigo;
                          pero ¡ay, no!, ¡qué es lo que digo!,
                          mejor será el perdonarte,
                          en un trono colocarte
                          siquiera por un momento,
                          pero hoy, por el sentimiento,
                          quisiera hablarte y no hablarte.

                          Por las muchas amenazas
                          que has echado dondequiera,
                          me alegraría que una fiera
                          de tí hiciera mil pedazos;
                          pero ¡ay, no!, si yo en tus brazos,
                          muy dichosa fue mi suerte,
                          y el día que dejo de verte
                          un rato no hallo consuelo;
                          pero hoy, por un fuerte celo,
                          quisiera darte la muerte.

                          Qusiera verte tendida,
                          que te estuvieran velando,
                          y a tu familia llorando
                          por ver tu alma perdida;
                          pero ¡ay, no!, prenda querida,
                          para qué es un mal desearte,
                          si sólo quiero explicarte
                          que mi corazón es bueno;
                          quisiera darte veneno
                          y la vida no quitarte.

                          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                          • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                            ADIÓS MI MÉXICO LINDO
                            Vox Populi

                            Adiós, mi México lindo,
                            de ti yo me separaré;
                            no pierdo las esperanzas
                            que muy pronto volveré.

                            Tus calles son muy preciosas,
                            bonita tu catedral,
                            pero mas linda se mira
                            la Virgen del Tepeyac.

                            Virgencita milagrosa,
                            de tí no me he de olvidar:
                            de noche, cuando me acueste,
                            un rosario te voy a rezar.

                            Cuando de tí estaba cerca
                            muy seguido te iba a ver:
                            de rodillas, de la puerta
                            hasta llegar a tus pies.

                            Cuando a tus pies yo llegaba
                            con todo aquel gran fervor,
                            sentía que te entregaba
                            todito mi corazón.

                            Virgencita mexicana,
                            madre de nuestra nación,
                            ya se despide el que te ama
                            con todo su corazón.


                            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                            • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                              POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

                              FÁBULA DE LOS DOS RATONES
                              Mariano Barazábal

                              Escuchaba un ratón atentamente
                              de un mastín el ladrido,
                              cuando notó que un gato diligente
                              huyó despavorido.
                              Y revolviendo en sí mil opiniones,
                              se fue á parlar con los demás ratones.

                              "¡Caballeros! (les dijo) se ha llegado
                              de nuestra gloria el dia.
                              Hoy ha de ser el gato castigado,
                              y hollada su osadía,
                              y vindicadas, si, de los ratones
                              las sangrientas gatunas opresiones.

                              Yo vi correr á un gato amedrentado
                              al ladrido de un perro,
                              por lo cual que ladremos he pensado:
                              hagámoslo; no yerro;
                              dejemos los chillidos naturales,
                              y seremos famosos animales.
                              Alto, pues, á ladrar" . . . . Así atizaba
                              cuando un ratón prudente
                              que de medio cachete lo miraba
                              le dijo: "¡Impertinente!"
                              ¡No es nada! ¡Que proyecto! ¡ ¡Mentecato!
                              ¡Ladrar cual perro, y dominar al gato!
                              ¿No adviertes, ignorante, la distancia
                              que hay de un ratón a un perro?
                              ¿Te parece ligera circunstancia
                              para dictar un yerro,
                              y que, en vez de ladrar, nuestros chillidos
                              llamen al gato y seamos sorprendidos?
                              Propón hacer sus pasos perceptibles
                              doblando las espías. . . .
                              Propón . . . . propón, en fin, cosas posibles
                              que alarguen nuestros días . . . .
                              ¡Oh juicioso ratón! Así quisiera
                              que todo proyecto discurriera.


                              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                              • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                                POETAS MEXICANOS DE LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE LIBERTAD

                                FÁBULAS MORALES PARA LA PROVECHOSA RECREACIÓN DE LOS NIÑOS
                                QUE CURSAN LAS ESCUELAS DE PRIMERAS LETRAS
                                José Ignacio basurto.

                                I

                                Entre varios polluelos,
                                objeto de afán y los desvelos
                                de una gallina amante,
                                hubo uno que arrogante
                                de su valor y fuerzas presumía
                                cuando de ella por tierno carecía.
                                Despreciaba el abrigo
                                de la madre amorosa, y, enemigo
                                de aquel dulce reposo,
                                se paraba orgulloso
                                á retar, con la voz de un canto ronco,
                                á un gallo que cantaba sobre un tronco.
                                La madre conocía
                                el peligro á que el pollo se exponía,
                                y llena de amargura
                                le grita, abre la alas, y procura
                                volver á su regazo
                                al inquieto rapaz valentonazo.
                                Oye con gran desprecio
                                el clamor de la madre el pollo necio;
                                insiste en las porfías
                                de querer obstentar sus valentías;
                                la golilla levanta,
                                esfuerza más la voz, alegre canta,
                                cuando llega un milano
                                y, haciendo presa del polluelo insano,
                                convierte en triste llanto
                                quella voz que comenzaba el canto . . . .

                                Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                                Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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