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Poesias y rimas que aligeran el alma

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  • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

    LAS TRES HIJAS CAUTIVAS
    Vox Populi

    Campito del moro,
    y en la verde orilla,
    donde cautivaron
    tres hermosas niñas.

    El pícaro moro
    que las cautivó
    a la reina mora
    se las entregó.

    - Toma, reina mora,
    estas tres cautivas,
    para que te laven,
    para que te vistan.

    La mayor lavaba,
    le menor tendía,
    y la mas pequeña
    el agua tría.

    Un dia, en la fuente,
    se halló la mas niña
    con un pobre viejo,
    y así le decía:

    - ¿ Donde va el buen viejo
    camina y camina?
    - A buscar tres hijas
    que perdí cautivas.

    - ¿ Y como se llaman
    esas pobres hijas?
    - La mayor Constanza,
    la otra Sofía,
    y la mas pequeña
    ¡ es mi Rosalía !

    Cuando así le hablaba,
    le abrazó la niña:
    - ¡Tu eres mi padre!
    - ¡Tu eres mi hija!
    - Yo voy a contarlo
    a mis hermanitas.

    Constanza lloraba,
    lloraba Sofía,
    y la mas pequeña
    de gozo reía.

    - No llores, Constanza,
    no llores, Sofía,
    que la reina mora
    os vuelve a la vida.

    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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    • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

      POR UN CLAVO
      Vox Populi

      Por in clavo se perdió una herradura.
      Por una herradura se perdió un caballo.
      Por un caballo se perdió un caballero.
      Por un caballero se perdió una guerra.
      Por una guerra se perdió un reino...

      Y todo esto así pasó
      porque un clavo se perdió.
      Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
      Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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      • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

        CANCIÓN DE HORMIGAS
        Joaquín Romero y Morube

        Un grano de trigo,
        veinte toneladas.
        Con una ramilla
        comedor y casa.

        Hormiga, hormiguero.
        Temblor en el suelo.

        La señora hormiga
        se va de paseo.
        A todo el que encuentra,
        su abrazo y su beso.

        Hormiga, hormiguero.
        Temblor en el suelo.

        Flores, barro, paja.
        Trigo, leña, mieles.
        Dentro de una aguja
        grandes almacenes.

        Hormiga, hormiguero.
        ¿Se volcó el tintero?

        Pasaron los hombres
        gigantes del cielo.
        Cata, cataclismo,
        por los hormigueros.

        Hormiga, hormiguita.
        ¿ No tienes casita ?



        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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        • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

          EL JUEGO DE LOS COLORES
          Humberto Zarrilli

          Violeta, verde, amarillo,
          naranja, rojo, azul;
          colores finos y alegres
          hijos bellos de la luz.

          Para jugar en la tierra
          les dan permiso de día.
          Corre el verde en el follaje
          y descansa en las colinas.

          El naranja y el violeta
          gustan la paz de las quintas.
          El azul brinca en los rios
          y el amarillo en los trigos.

          Pero el rojo es el que ríe
          en los labios de los niños.

          Cuando en las tardes mojadas
          la lluvia rasga su tul,
          abren un arco de gloria
          para que pase la luz.

          Luego regresan al cielo
          apenas el sol no arde
          y se duermen quietecitos
          en las nubes de la tarde.



          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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          • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

            CON REAL Y MEDIO
            Vox Populi

            Con real y medio compré una gallina
            y la gallinita puso tres huevos.
            Tengo la gallina, tengo los huevos,
            y siempre me queda mi real y medio.

            Con real y medio compré una vaca
            y esta vaquita tuvo un ternero.
            Tengo la vaquita, tengo el ternero
            y la gallinita y los tres huevos,
            y siempre me queda mi real y medio.

            Con real y medio compré una chiva
            y esta chivita tuvo un chivito.
            Tengo la chiva, tengo el chivito,
            tengo la vaca, tengo el ternero
            y la gallinita y los tres huevos,
            y siempre me queda mi real y medio.

            Con real y medio compré una mula
            y esta mula tuvo un mulito.
            Tengo la mula, tengo el mulito,
            tengo la chiva, tengo el chivito,
            tengo la vaca, tengo el ternero
            y la gallinita y los tres huevos,
            y siempre me queda mi real y medio.

            Con real y medio compre una flauta
            y si la tañía, cuando sonaba
            bailaba la mula, bailaba el mulito,
            bailaba la chiva, bailaba el chivito,
            bailaba la vaca, bailaba el ternero
            y la gallinita y los tres huevos,
            y también yo bailaba, con real y medio.



            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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            • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

              LA POBRE VIEJECITA
              Rafael Pombo

              Érase una viejecita
              sin nadita que comer
              sino carnes, frutas, dulces,
              tortas, huevos, pan y pez.

              Bebía caldo, chocolate,
              leche, vino, té y café,
              y la pobre no encontraba
              que comer ni que beber.

              Y esta vieja no tenía
              ni un ranchito en que vivir,
              fuera de una casa grande
              con su huerta y su jardín.

              Nadie, nadie la cuidaba
              sino Andrés y Juan y Gil,
              y ocho criados y dos pajes
              de librea y corbatín.

              Nunca tuvo en que sentarse
              sino sillas y sofás,
              con banquitos y cojines
              y resorte al espaldar.

              Ni otra cama que una grande
              mas dorada que un altar,
              con colchón de blanda pluma,
              mucha seda y mucho holán.

              Y esta pobre viejecita
              cada año, hasta su fin,
              tuvo un año mas de vieja
              y uno menos que vivir.

              Y al mirarse en el espejo
              le espantaba siempre allí
              otra vieja de antiparras,
              papalina y peluquín.

              Y esta pobre viejecita
              no tenía que vestir
              sino trajes de mil cortes
              y de telas mil y mil.

              Y a no ser por sus zapatos,
              chanclas, botas y escarpín,
              descalcita por el suelo
              anduviera la infeliz.

              Apetito nunca tuvo
              acabando de comer,
              ni gozó salud completa
              cuando no se hallaba bien.

              Se murió de mal de arrugas,
              ya encorvada como un tres
              y jamás volvió a quejarse
              ni de hambre ni de sed.

              Y esta pobre viejecita
              al morir no dejó mas
              que onzas, joyas, tierras, casa,
              ocho gatos y un turpial.

              Duerma en paz, y Dios permita
              que logremos disfrutar
              las pobrezas de esa pobre
              y morir del mismo mal.
              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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              • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                Me gustas cuando callas
                PABLO NERUDA
                Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
                y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
                Parece que los ojos se te hubieran volado
                y parece que un beso te cerrara la boca.

                Como todas las cosas están llenas de mi alma
                emerges de las cosas, llena del alma mía.
                Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
                y te pareces a la palabra melancolía.


                Me gustas cuando callas y estás como distante.
                Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
                Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
                déjame que me calle con el silencio tuyo.

                Déjame que te hable también con tu silencio
                claro como una lámpara, simple como un anillo.
                Eres como la noche, callada y constelada.
                Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

                Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
                Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
                Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
                Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
                Amo la lectura, los libros son el compañero soñado para curar la soledad

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                • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                  Mi favorito Lore muchas gracias.
                  Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

                  Comment


                  • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                    LA PULGA Y EL PIOJO
                    Vox Populi

                    La pulga y el piojo
                    se quieren casar,
                    pero no se casan
                    por falta de pan.

                    Respondió el gorgojo
                    desde su trigal:
                    Que se haga la boda,
                    que pan sobrará.

                    Ya no es por el pan,
                    que ya lo tenemos,
                    ahora es por quien baile.
                    ¿donde lo hallaremos?

                    Respondió la vaca
                    desde su corral:
                    Hágase la boda,
                    que yo iré a bailar.

                    Ya no es por el baile,
                    que ya lo tenemos,
                    ahora es por quien cante,
                    ¿donde lo hallaremos?

                    Respondió el zamuro,
                    desde su alto coco:
                    Hágase la boda,
                    yo cantaré un poco.

                    Ya no es por quien cante,
                    que ya lo tenemos,
                    ahora es el padrino,
                    ¿donde lo hallaremos?

                    Respondió el ratón,
                    con gran desatino:
                    Si encierran la gata,
                    yo soy el padrino.

                    Ya no es por padrino,
                    que ya lo tenemos,
                    ahora es por madrina,
                    ¿donde la hallaremos?

                    Respondió la gata,
                    desde su cocina:
                    Hágase la boda,
                    que yo soy madrina.

                    Todos se durmieron
                    por el mucho vino;
                    la pícara gata
                    se comió al padrino.



                    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                    • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                      UNA HISTÓRIA TRÁGICA
                      William Makepeace Thackeray

                      Érase que se era un sabio mandarín
                      que de su coleta se solía preciar,
                      pero se extrañaba, doliéndose mucho,
                      de que le colgara siempre por detrás.

                      A rumiar se puso en cosa tan rara.
                      Juró su coleta de sitio mudar,
                      hacer que colgara por delante solo,
                      en vez de colgarle siempre por detrás.

                      El enigma -dijo- ya lo decifré,
                      y la solución en mi mano está:
                      ¡me volveré yo...! Y se dió la vuelta,
                      pero la coleta continuó detrás.

                      Dió vueltas y vueltas a un lado y a otro.
                      Parecía un trompo con tanto girar.
                      Pero en vano fué, porque su coleta
                      siempre le seguía colgando detrás,

                      De izquierda a derecha una y otra vez,
                      o de abajo arriba, el venga a saltar,
                      pero la dichosa coleta seguía
                      colgándole siempre solo por detrás.

                      Y aunque estuvo dando vueltas y mas vueltas
                      y de retorcerse no cesó jamás,
                      a su espalda fiel siguió la coleta
                      y le colgó siempre solo por detrás.





                      kabrakan
                      Forista Esmeralda
                      Last edited by kabrakan; 19-febrero-2010, 10:08.
                      Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                      Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                      • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                        EL RATONCILLO
                        C. O. Bunge

                        Dos ratones viejos
                        dan sabios consejos
                        a su ratoncillo:
                        "Se diablo, se pillo,
                        corre por doquiera;
                        huye como el viento
                        de toda trampera.
                        ¡Tiene este aparato
                        un alma de gato."

                        Corre el ratoncillo,
                        y un dulce olorcillo
                        guía su carrera
                        hasta la trampera.
                        "¡Pues que disparate
                        -clama el botarate-
                        llamar a esto un gato!...
                        ¡Yo no tengo miedo!...
                        ¡Bien mirarla puedo
                        de lejos un rato!"

                        Se para, la mira,
                        su perfume aspira;
                        con audacia loca
                        se acerca, la toca;
                        junto a ella se sienta;
                        descubre allí preso
                        un trozo de queso;
                        lo huele, lo tienta,
                        el queso se zampa...
                        ¡Y cae en la trampa!


                        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                        • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                          COMO ES MARGOT
                          Juan de Dios Peza

                          Una comedia del día,
                          sin llanto y con regocijos;
                          personajes: yo y mis hijos;
                          teatro: la juguetería.

                          Tengo, cual es de rigor,
                          una niña en cada lado
                          y el varón está empinado
                          encima del mostrador.

                          Hay enfrente dos hileras
                          de bebés con labios rojos,
                          blanca frente, negros ojos
                          y doradas cabelleras.

                          Rifles, tambores, cornetas,
                          vajillas de lujo y gala,
                          muebles, espejos de sala,
                          armarios a dos pesetas.

                          Locomotoras sin par,
                          coches de cuerda, andadores,
                          barco, peces de colores,
                          ballenas..., en fin, ¡la mar!

                          Quiero -la mayor me grita-
                          aquel niño en esa cuna,
                          aquel armario de luna,
                          y esa alfombra y la casita.

                          Y yo -dice Juan- no quiero
                          mas que un fusil, un cañón,
                          una pistola, un bastón,
                          un sable, un cinto de cuero,

                          una lanza, una bandera,
                          una coraza, una gola,
                          aquella caramañola,
                          mi kepis, mi cartuchera.

                          Y prosigue la mayor:
                          -Pues yo quiero solamente
                          esa lámpara, esa fuente,
                          muebles para el comedor.

                          dos cuadros, cuatro cortinas,
                          tres sartenes, un brasero,
                          dos candiles, un plumero,
                          un gallo con sus gallinas,

                          un ratón de cuerda, un gato,
                          un...
                          -¡Basta! ¿Y tu, Margarita?
                          Callóse la pobrecita,
                          miró todo un largo rato.

                          Y con palabras sinceras
                          y natural regocijo,
                          alzó su rostro y me dijo:
                          -Yo, papá, lo que tu quieras.

                          -No. Di tu antojo, alma mía-,
                          y agregó alzando las manos:
                          -¡Ya pidieron mis hermanos
                          toda la juguetería!

                          -¡ Y no quieres nada?
                          -¡No!
                          -Algo pide.
                          - ¿Y si estás pobre?
                          Lo que dejen, lo que sobre,
                          eso me lo llevo yo.

                          ¡Pobrecita! ¡Pobrecita!
                          -le dije y besé su frente-
                          y no exagero, realmente
                          es así, mi Margarita.

                          Bondadosa y resignada,
                          ninguna ambición concibe,
                          si algo le doy, lo recibe,
                          y si no, no pide nada.
                          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                          • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                            MAYO
                            Lope de Vega

                            En las mañanicas
                            del mes de mayo
                            cantan los ruiseñores
                            retumba el campo.

                            En las mañanicas,
                            como son frescas,
                            cubren los ruiseñores
                            las alamedas.

                            Ríense las fuentes
                            tirando perlas
                            a las florecillas
                            que están mas cerca.

                            Vístense las plantas
                            de varias sedas,
                            que sacar colores
                            poco les cuesta.

                            Los campos alegran
                            tapetes varios,
                            cantan los ruiseñores,
                            retumba el campo.


                            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                            • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                              LAS CUATRO ESTACIONES
                              R.S.T.

                              El Invierno

                              Ha llegado un viejecito,
                              despacito, despacito.

                              con la nariz colorada
                              y larguísima la barba.

                              Lleva un gorro hasta las cejas
                              que le tapa las orejas,
                              y un traje grueso de lana
                              cubierto de nieve blanca.

                              Lama -¡tam, tam!- a una puerta.
                              -¿Quien es?- un niño contesta.

                              -El invierno soy, ¡abridme,
                              que estoy helado de frío!


                              La primavera

                              La primavera ha venido,
                              nadie sabe como ha sido.

                              ¿Quien saca las flores
                              de tantos colores?

                              ¿Quién le ha dado y le dió
                              su trino al ruiseñor?

                              ¿Y quién al árbol de hojitas
                              tan verdes recubrió?

                              ¡Ha sido la primavera,
                              la sonrisa del Señor!


                              El verano

                              De pronto el Divino
                              Pintor ha sacado
                              pincel y pinturas
                              y ha condecorado
                              de amarillo a todas
                              las mieses del campo.

                              Nos puso amarillo
                              el trigo en el llano.
                              La cebada en oro
                              moreno ha cuajado
                              y en fuego amarillo
                              el maíz temprano.

                              ¿Por que lo hizo así?
                              Pues porque sepamos
                              que, tras de las flores,
                              ¡ya llegó el verano!


                              El otoño

                              ¿El verano se rompió el vestido?
                              ¡Que va!: es que el otoño ha venido.

                              Aún llegó bien cubierto de sol;
                              de rojo y amarillo, su color.

                              Pero dando vueltas por el mundo,
                              sin una hoja se quedó, desnudo.

                              Y como asusta a los pobres arbolitos,
                              se fueron lejos los pajaritos.

                              Ya llueve, el viento vuelve a soplar...
                              ¿Que hacer?... ¡A casita y nada mas!
                              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                              • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                                GRAN BARATA DE NUJERES
                                Vox Populi

                                Traigo muy bellas mujeres,
                                muy pronto se han de acabar,
                                para salir pronto de ellas
                                hoy las pienso rematar.

                                Pues sacaremos primero
                                al remate a las Juanitas,
                                que por su mucho salero
                                deben ser preferiditas;
                                estas bellas señoritas,
                                con su modito de andar,
                                sin compasión a los hombres
                                hasta los hacen sudar;
                                por eso yo les pregunto:
                                ¿quién las quiere rematar?

                                Después las bellas Rositas
                                pondremos en el remate,
                                pues de verlas tan preciosas
                                no habrá quien me las maltrate;
                                son buenas, finas y limpias,
                                nadie lo podrá negar,
                                serán muy buenas esposas,
                                muy amantes a su hogar;
                                vamos a ver, muchachones,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                A las Vicentas llegó
                                su turno en esta ocasión,
                                estas si deben quererlas
                                con todo su corazón,
                                son muy limpias y hacendosas
                                y en todas han de observar
                                que andan muy limpias y aseadas,
                                no les gusta descansar;
                                de los flojos de hoy en día,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                A las Jesusitas lindas
                                la ocasión se les llegó,
                                ¿quién será el que no las quiera
                                tanto cual las amo yo?
                                Son amantes, cariñosas,
                                y constantes en amor,
                                son limpias y cuidadosas
                                cual yo no puedo explicar;
                                con que así, mis valedores,
                                ¿quién las quiere rermatar?

                                Las Agustinas aquí
                                deben de comparecer,
                                no quisiera hablar de ellas,
                                que el color han de perder,
                                son puercas y atolondradas,
                                nada mas saben charlar,
                                quieren cochero y lacayo
                                y dar gusto al paladar;
                                con que de los hacendados,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                Rematar pienso baratas
                                a las Dolores por flojas,
                                les gusta mucho el paseo
                                y todas las mas son locas;
                                con que, respóndanme pronto
                                el que las quiera comprar;
                                no les gusta estar en casa,
                                no mas en la calle andar;
                                de los que quieran baratas,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                Vámonos con las Refugios;
                                no te engaño, comprador,
                                si te crees de sus patrañas,
                                ta harán perder el color;
                                son vanas y presuntuosas,
                                no les gusta trabajar,
                                son flojas y presumidas,
                                no saben ni remendar,
                                con que a ver, enamorados,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                Ya se me iban escapando
                                las vanidosas Marinas,
                                no se crean, amigos, de ellas,
                                pues siempre hablan de cocinas;
                                dicen que saben coser,
                                se pintan para planchar
                                y llegada la ocasión
                                ahí se empiezan a arrugar;
                                con que así de los guajillos,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                A las Antonias devotas
                                ¿no hay quien las quiera comprar?
                                Las verán siempre en la iglesia,
                                pero es por no trabajar;
                                simpre piensan el el cielo
                                o viven de comulgar,
                                y si no está el chocolate
                                comienzan a regañar;
                                con que aquí de los devotos,
                                ¿quién las quiere rematar?

                                A las Sabinas dejé
                                para el último lugar,
                                porque estas con mucho aprecio,
                                las debo de rematar:
                                ejemplo son de mujeres,
                                saben coser y guisar,
                                con lo que gana el marido,
                                se saben acomodar;
                                con que, amigos artesanos,
                                ¿quien las quiere rematar?


                                Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                                Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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